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FONOAUDIOLOGÍA
PSICODINÁMICA
DELGADO – MAZZOCCO – VIDETTA
Segunda edición revisada y ampliada
por Luis Carlos H. Delgado
LA PROPUESTA DE UNA FONOAUDIOLOGÍA
PSICODINÁMICA
Cuando en abril de 1981 se creó en la Universidad del Salvador la Licenciatura
de Fonoaudiología, asumí la programación y conducción de la cátedra de Psiquiatría
Dinámica, materia que hasta ese momento no había tenido un espacio pertinente en el
diseño curricular. Nuestros alumnos eran fonoaudiólogos egresados de distintas
Universidades y aún profesores de la Carrera de Fonoaudiología, con amplia
experiencia profesional y docente. La cátedra intentó brindarles el mejor aporte posible
interesándolos en la perspectiva psicodinámica y ampliando la comprensión sobre las
complejidades psicosomáticas de los problemas y afecciones propias de la
Otorrinolaringología y la Foniatría. El hecho de transitar con cada grupo dos años
lectivos en forma continuada, nos permitió reelaborar los programas gracias a la
retroinformación sobre los contenidos ofrecidos. De esta manera fueron
privilegiándose los elementos psicoanalíticos, psiquiátricos y psicosomáticos y
desarrollándose la serie de núcleos de investigación que hoy pueden ser recopilados
como los contenidos de una Fonoaudiología Psicodinámica.
La primera edición de un texto surgió en el año 2000, de la reelaboración de
artículos individuales y producciones compartidas, de los docentes de la Cátedra de
Psiquiatría Dinámica en aquellos años, Profesores Adjuntos Luis Mazzocco, y Myriam
Gladys Videtta y Titular Luis Carlos H. Delgado. Una mención especial merece
nuestro fallecido compañero de claustro, Dr. Rubén Alberto Vera así como la extinta
Directora de la Carrera Ethel Wells de Piccoli que siempre nos brindara su apoyo. Hoy
ocupa su cargo la Licenciada Mónica Rodríguez, dispensadora en todo momento de
cordialidad y confianza. Asimismo deseo expresar un reconocimiento especial por el
Dr. Jorge L. Montonati quien nos abrió las puertas de la Facultad.
Me cupo continuar su enseñanza hasta el presente, debiendo adaptarla unos años
atrás a los nuevos diseños curriculares de la Licenciatura, integrada como materia
cuatrimestral con la denominación de Psicodinamia en Fonoaudiología.
A tal fin retomo la actualización y ampliación de la obra, que si bien puede ser
reeditada próximamente por la Universidad del Salvador, sirve este acceso mientras
tanto, a los alumnos del futuro curso.
L.C.H.D.
ÍNDICE
Definiciones preliminares
La formación del fonoaudiólogo
La propuesta de una fonoaudiología psicodinámica
Núcleos de investigación en fonoaudiología psicodinámica
Orígenes y evolución de los sistemas audio-fonéticos
El grito y el llanto del recién nacido
La etapa pre-oral respiratoria
Función olfativa
La interacción materno-infantil
El esfínter laríngeo
Bibliografía
Sublimaciones y progresión de los sistemas audio-fonéticos
La voz
Progresiones de la voz hablada
Progresiones actorales
Progresiones de la oratoria
Progresiones del canto
Bibliografía
Trastornos conversivos
Concepto freudiano de conversión
Discusión
Bibliografía
Enfermedades psicosomáticas en otorrinolaringología
Tipología y fonoaudiología
Personalidad y enfermedad psicosomática
Adecuación o dialecto de órgano
Deglución atípica: Modelo de afección psicosomática
Bibliografía
Función y campo de la palabra
Código lingüístico y personalidad
Bibliografía
Desarrollos psicoanalíticos sobre la cuestión del lenguaje
Cuando un cuerpo habla
El signo lingüístico
Subversión del signo lingüístico. Preeminencia del significante
La enunciación y la escucha
Divertimentos
Formalizaciones
El deseo y la demanda
La puntada
El Ciudadano Kane
El goce y su caída
El sujeto inconsciente del deseo
La cuestión del goce y lo imaginario
Un texto de Eduardo Saíd: “ajó ajó, el significante de la fonación”
El comienzo del lenguaje según Sigmund Freud
Esquema de la hipótesis freudiana según “El Proyecto…”
Las características del discurso y el problema de la verdad
Parresiastas - (Parrehesía)
Rétores (Retórica)
Athyroglossos (Athyrostomía)
Ubicación del lenguaje en el aparato psíquico
Inscripción mnémica
Lenguaje de los símbolos, sueños y actos fallidos
El ejemplo Signorelli. Olvido de nombres propios
Para una comprensión del fenómeno onírico
El test de asociación de palabras de Jung
La metáfora y la metonimia
La lalengua
Bibliografía
Hermenéutica del lenguaje
Hermenéutica
Representación esquemática del análisis hermenéutico
Bibliografía
Aspectos psicológicos de la voz
La voz no es un órgano
Evaluación de la voz
Relaciones entre la voz y la personalidad
Estilos comunicativos
Bibliografía
Tartamudez
Concepciones teórico-etiológicas
Las tentativas de integración psicoanalítica con las teorías del aprendizaje
Teorías de la escuela norteamericana
Síntesis e integración
Tartamudez en la infancia, Evaluación estadística
Bibliografía
Psiquiatría y lenguaje
Análisis formal de los aspectos verbales
Semiología del lenguaje psicótico
Hipótesis del lenguaje y pensamiento psicótico
Aplicación del modelo de Merril Garret al lenguaje psicótico
Conclusiones: Conciencia, pensamiento y lenguaje.
Bibliografía
Autismo
Criterios señalados para establecer el cuadro de autismo infantil
Aportes de la psicología a la entrevista Fonoaudiológica
Definiciones
Referencia a la formación universitaria del fonoaudiólogo
Consideraciones teóricas sobre las variables del contexto de la entrevista
Variable espacio
Variable tiempo
Variable relación paciente terapeuta
Indagación de la derivación del paciente o de la resolución de consultar
Vivencias negativas frente a la entrevista
Capacidad de disociación instrumental y distancia óptima del terapeuta con
respecto al paciente
Momentos de la consulta
Otros problemas técnicos
Desarrollo de la consulta
La cuestión de los honorarios
Bibliografía
Medios auxiliares de valor terapéutico utilizados por el fonoaudiólogo
La idoneidad psicológica del fonoaudiólogo
Visión de conjunto de los medios auxiliares
Bibliografía
La transferencia como recurso técnico auxiliar
La transferencia en el paido-tratamiento
Biblioterapia
Metodología
Proyección, introyección, incorporación, identificación, identidad.
La biblioterapia como alternativa en la atención de un paciente oncológico
Bibliografía
Estabilidad interna y externa
Apéndice. Presentación de casos
Dora, un caso clásico de conversión
Mariela, un caso de deglución atípica
AV (Ave), el poder alusivo del signo lingüístico
Ricardo, un niño autista
Análisis estructural del dibujo libre en trastornos del lenguaje
Luisa, paciente disfónica
Mariano, un caso de tartamudez
Zulema, vocación y tartamudez
Afasia e impacto familiar
Por una formación de lectores Profesionales y Biblioterapeutas
Psicoterapia y Biblioterapia en un paciente oncológico
Bibliografía general.
DEFINCIONES PRELIMINARES
FONOAUDIOLOGÍA PSICODINÁMICA:
Proponemos esta designación para denominar el abordaje a la fonoaudiología,
desde la perspectiva de la psicología, la psiquiatría dinámica y la medicina
psicosomática.
PSICOLOGÍA;
Disciplina de formación terciaria especializada en el estudio de la conducta,
teorías de la personalidad y métodos psicodiagnósticos y psicométricos.
PSIQUIATRÍA:
Rama de la medicina,especialidad post-grado, que se ocupa esencialmente del
estudio, prevención y tratamiento de todos los tipos de enfermedad mental.
PSICOANÁLISIS:
Disciplina fundada por Sigmund Freud en la que es posible distinguir tres
niveles:
a - Un método de investigación
b - Un método psicoterapeútico
c - El conjunto de teorías psicológicas y psicopatológicas mediante las que se
sistematizan los datos aportados por el método psicoanalítico de investigación y
tratamiento.
PSIQUIATRÍA DINÁMICA:
El resultado del impacto de la teoría, el método, la investigación y la terapia
psicoanalítica sobre la psiquiatría en su conjunto.
PSICODINAMIA:
Explicación de los fenómenos mentales como resultantes de oposiciones o
conflictos entre las áreas de la personalidad entre sí y/o con el mundo externo.
MEDICINA PSICOSOMÁTICA:
Desarrollo de la medicina como consecuencia de evoluciones conceptuales y
replanteos del saber organicista que conduce a la investigación de la interioridad
biológica y a una consideración exhaustiva de la vinculación paciente terapeuta.
LA FORMACIÓN DEL FONOAUDIÓLOGO
El campo fonoaudiológico implica un cruce de caminos entre lo corporal y lo
psicológico. Basta atender a la emisión fónica para hacer patente como esta función
orgánica se entrelaza íntimamente con el pensamiento, el sentimiento, la emoción, la
voluntad, todos ellos objetos de estudio de la psicología y la psicopatología. En sus
órganos de estructura mecánica y delicada confluyen el sistema nervioso central,
periférico y autónomo, el sistema endocrino, factores tipológicos y determinantes
sexuales, como asimismo la respiración tan ligada a lo emocional y de cuyas
variaciones depende.
En este campo se ejerce la sensorialidad alta y discriminativa de la audición y a
su vez la olfativa, heredera de la más antigua y fundamental de la filogenia. Son
órganos de enlaces regresivos y sublimatorios, nexos entre el pasado ancestral y las
progresiones del desarrollo.
Si es posible corroborar en algún nivel las influencias profundas del
inconsciente y la conciencia, del Yo y las obscuras fuerzas que lo gobiernan, será
precisamente en el nivel fono audiológico que está al alcance de la observación
fenoménica en la trama misma de la voz y de las palabras: forma y contenido,
interioridad y externalización. El adentro y el afuera del presupuesto psicosomático,
esto es: lo que objetivamente se constata y lo que en lo interno le corresponde.
Seeman de Praga y Tarneaud de París propusieron los nombres de Foniatría y
Foniatra para señalar la disciplina y el profesional que se ocupa de la terapia de la voz
y por extensión del habla. Médicos y no médicos se sumaron a esta senda hasta
desembocar en la formación del vasto territorio que abarca hoy la Fonoaudiología. La
especialidad estableció sus conexiones además de la otorrinolaringología, con la
neurología y la psiquiatría, la pediatría, la psicología evolutiva y la pedagogía, la
fonética instrumental y la psicolingüística, la odontoestomatología y la kinesiología,
etc.; excediendo el diagnóstico y tratamiento clínico hasta desarrollar una ciencia de la
comunicación humana. A decir del Profesor Renato Segre, “Sin estos conocimientos el
audio-foniatra se encuentra en situación de inferioridad”.
NÚCLEOS DE INVESTIGACIÓN
EN FONOAUDIOLOGÍA
PSICODINÁMICA
NÚCLEOS DE INVESTIGACIÓN EN FONOAUDIOLOGÍA
PSICODINÁMICA
1
Los puntos seleccionados a continuación deben interpretarse como una propuesta
que no agota ni categoriza plenamente el campo de la investigación psicodinámica en
Fonoaudiología, pero reúnen aquellos capítulos más fecundos para una indagación.
1. Orígenes prenatales y antecedentes evolutivos de las funciones audiofonéticas.
Las estructuras perceptivas se remontan a la vida intrauterina. Desde tempranos
estadios los órganos nerviosos registran estímulos y se impregnan de engramas
mnésicos; a su vez se troquelan las respuestas motoras tendientes a la descarga de la
tensión energética generada por ellos. La típica expresión postnatal de estas
circunstancias está constituida por el grito y llanto del recién nacido.
Las funciones introyectivas y proyectivas son mecanismos básicos de los
procesos psicodinámicos cuya existencia y complejidad sigue el curso de esta línea
genético - evolutiva. El feto incorpora el suministro “madre” y escucha su voz y sus
latidos. Percibe sonidos y accede al olor de su madre. Tales aperturas comunicativas no
serán ajenas al desarrollo estructural y funcional, cumpliéndose la homeostasis o
equilibrio de los procesos, de los cuales dependerán al fin las posibilidades de
adaptación, integración e identidad así como la salud futura del organismo en
formación.
2. Sublimaciones y progresiones del sistema audiofonético.
El desarrollo de las funciones fonoaudiológicas no concluye con la maduración
normal del sistema. Su capacidad funcional puede ser exigida y llevada a nuevas
adaptaciones y rendimientos que sobrepasan los desarrollos habituales de otros sujetos
sanos.
El fonoaudiólogo que asista en tareas de entrenamiento y soporte profiláctico de
los profesionales de la voz tendrá en cuenta que todo rendimiento incrementado puede
tener por contrapartida modificaciones en la personalidad y desarrollos conflictivos.
Por otra parte el movimiento energético se cumple mediante vaivenes de progresiones
y regresiones que no implican involución. La regresión tiene desde este punto de vista
un valor positivo, participando en la coordinación de los contrarios y representando la
necesidad de adaptación a lo interior en tanto la progresión se funda en la necesidad de
adaptación externa. Esfuerzo y fatiga, voluntad y reacción emotiva, sentido de realidad
y conciencia de lo íntimo, son la sístole y la diástole de un mismo suceder vital en la
libre y plena disponibilidad para la vida en el mundo y del espíritu.
3. Trastornos conversivos de la voz y el oído.
En tanto la conversión es un mecanismo psicopatológico que compromete
fundamentalmente a la sensoriomotricidad dependiente del sistema nervioso central,
constituye un núcleo de interés para la investigación fonoaudiológica. Descrito
primariamente como patognomónico de la histeria de conversión, aparece también, en
otros tipos de neurosis y psicosis. Es protagonista de historiales clínicos famosos y a
través de sus deslizamientos y deslindes nos conduce al problema de la organoneurosis,
somatizaciones y al más abarcativo de la medicina psicosomática.
4. Las enfermedades psicosomáticas en otorrinolaringología.
1 Sobre un artículo publicado en la Revista de la Asociación Argentina de Logopedia, Foniatría y Audiología
(ASALFA). 35/1 enero-abril 1989. L.C.H.Delgado.
Las enfermedades psicosomáticas se diferencian de los trastornos
somatomorfos por tratarse de afecciones realmente orgánicas cuya naturaleza sólo
puede ser comprendida cuando se investigan los hechos psicológicos además de los
físicos; definición que sugiere que hay enfermedades más psicosomáticas que otras. Es
una cuestión compleja responder cuál es la medida exacta y el cómo de la
participación emocional. Para un cabal enmarcamiento del problema deben
investigarse aspectos tales como: factores tipológicos, psicogenéticos, estructura de la
personalidad previa, problemas ambientales y conflictos, movilización de defensas, la
participación de la agresividad, tensión y angustia. Interesará además la adecuación de
los órganos en tanto su valor expresivo y simbólico, la fantasía inconsciente de órgano
y los niveles de expresiónde la psiquis en tanto condicionen manifestaciones
biológicas. Se examinarán también los condicionamientos reflejos, las situaciones de
estrés, las corrientes de adaptación endocrina, inmunológica y vegetativa. Importarán
los procesos de endoculturación, beneficios secundarios, factores precipitantes y los
cambios y configuraciones psicosomáticas condicionados por la vinculación con el
terapeuta.
5. Función y campo de la palabra.
La antropología cultural y filosófica, la sociología y la lingüística, la
fenomenología y las ciencias exactas, entre otras direcciones y disciplinas del saber,
concurren a la dilucidación de este problema. La investigación psicodinámica,
respetuosa y esclarecida por todas estas discusiones necesarias, se desliza a las
cuestiones creadas por la concepción de un inconsciente, su manifestación en el
lenguaje de los símbolos, sueños y actos fallidos, los fenómenos psicosociales de la
sugestión, la seducción y el hipnotismo, el lenguaje del cuerpo, las modalidades
vinculares, la dialéctica entre los objetos introyectados, los mandatos superyoicos, los
discursos delirantes, y la estructura alucinatoria, etc., situaciones todas relacionadas
con el proceso lingüístico, sus funciones y sus alcances.
6. Habla y hermenéutica.
Entendida el habla como conducta se convierte en objeto de análisis psicológico;
el lenguaje es entonces expresión y proyección del sujeto hablante. Es una forma de
conducta altamente diferenciada que materializa fónicamente pensamientos y actitudes.
La hermenéutica del lenguaje alude a la verbalización de actitudes del sujeto que habla
y exige un esfuerzo interpretativo; concibe a tales actitudes como formas de la pre-
conducta del sujeto en su totalidad que matizan las acciones del mismo de una manera
relativamente constante. Por tal razón apunta más allá de los procesos
neurofisiológicos que hacen factible al habla y con un interés distinto al del análisis
lógico de sus contenidos. No se detendrá en el estudio de la relación estricta entre los
significantes y sus significados, ni en lo denotado en general. La persona que habla es
para el hermeneuta un signo que al propio tiempo emite signos lingüísticos.
7. Psiquiatría y lenguaje.
El interés de la psiquiatría por el lenguaje del paciente psicótico se demoró un
tiempo en establecer su semiología, la relacionó con alteraciones neurológicas y
trastornos del pensamiento y posteriormente intentó algunas metodologías de análisis
lingüístico para comprender el discurso psicótico. Con todo no cumplimentó aún su
tarea. Al aporte de análisis formales sobre los aspectos verbales la Fonoaudiología
Psicodinámica integra el estudio de los trastornos del a priori de la conciencia, de las
fallas de la interpretación desarrolladas a posteriori de la experiencia y de la
insuficiente adecuación del pensamiento al lenguaje como instrumento decodificador
de la realidad, entre otras aproximaciones.
8. Autismo y génesis del lenguaje.
Esta relación se presenta como una vía provechosa para estudiar el desarrollo del
lenguaje a partir de un trastorno primordial, el mutismo autista y su superación. A su
vez nos aproxima a uno de los más apasionantes problemas de la clínica psiquiátrica y
fonoaudiológica. Obligada a establecer razones psicodinámicas para comprender la
estructura gramatical e inmadura y fenómenos tales como la ecolalia, la inversión
pronominal, la afasia nominal, las entonaciones anormales y expresiones
idiosincrásicas como su desadecuado uso ajeno a los fines de la comunicación.
9. La voz, una aproximación al estudio de la personalidad.
El estudio de la voz en tanto forma independiente de su contenido, nos aproxima
al conocimiento de la personalidad y se relaciona con patologías específicas.
Cada sujeto la ajusta expresándose dentro de parámetros que siente propios,
pero también se conjugan en ella singularidades que escapando a su control ponen de
manifiesto su naturaleza más íntima.
10. Alteraciones de la estabilidad interna en el discapacitado.
Comprender la dificultad que significa alcanzar la plenitud de la vida ante la
presencia de una discapacidad, nos exige contar con un modelo de una psicología de la
totalidad del desarrollo del ser humano. El ser-distinto del defectivo no es
consustancial con la disposición, sino que la interfiere. El estigmatizado por un
trastorno sensorial es un sujeto que ha contado con las posibilidades del desarrollo
normal, pero su realización se encuentra dificultada porque tiene mayores obstáculos
ante sí.
La estabilidad interna, comprendida como el dispositivo de desarrollo que hace
posible el proceso de hacerse hombre y alcanzar la plenitud, es algo multiforme. Su
fragilidad se expone en el camino hacia su despliegue. Por lo regular sólo un hombre
sano y bien dotado en un ambiente favorable es capaz de una completa maduración.
Por ello el rehabilitador necesita haber integrado una psicología de la totalidad del ser
humano que sirva a los intereses de una reeducación o pedagogía terapéutica. De esta
manera conjeturará los peligros que amenazan a su paciente en su desarrollo integral y
arbitrará los medios para evitarlos o reducirlos.
11. Trastornos de la comunicación inducidos por el paciente al entorno.
La estabilidad externa - familia, pedagogos, reeducadores - es el complemento
obligado de una estabilidad interior indigente, débil o en desarrollo. El entorno del
paciente, forzado a aceptar y adaptarse a las peculiaridades del disminuido, así como a
sostenerlo, puede sufrir también alteraciones significativas, tanto más cuanto la lectura
de las necesidades del enfermo están dificultadas por sus propios problemas de
comunicación.
Atentos a estas circunstancias, la interacción entre el paciente y la estabilidad
externa constituye otro tema de investigación.
12. La Biblioterapia y el Lector Profesional
Calificado tema de estudio que hace a la ampliación del área profesional.
Nuestra Biblioterapia es entendida como lectura en voz alta, dirigida a la psique con
fines terapéuticos y de rehabilitación. Por extensión los es también con propósitos de
higiene mental, profilaxis, remotivación, esparcimiento y alivio para todo aquél que
padece alguna forma de tensión intrapsíquica, aislamiento, soledad, pena. Estudia las
posibilidades de la palabra en cuanto producto de elaboración expresiva, apelativa,
esclarecedora, ideológica, estética, etc., tal como ha quedado plasmada en los escritos,
recogida y engalanada por la voz humana que en su capacidad transmisora agrega a la
existencia llana de aquélla, la nota viva de una presencia reconquistada y comunicada.
13. Aspectos psicológicos de la entrevista fonoaudiológica
14. Medios auxiliares de valor psicoterapéutico utilizados por el reeducador.
15. La presencia de la transferencia en las reeducaciones y su instrumentación
La consideración conjunta de estos tres últimos ítems justifica por sí misma la
importancia del aporte psicodinámico al especialista. Las tareas de rehabilitación se
inician a partir de la relación personal del eventual paciente con un adulto permisivo y
comprensivo, en un clima cálido, orientado hacia el trabajo correctivo y madurativo,
alejado de toda evocación de experiencias traumáticas de aprendizaje. Para alcanzar
esta finalidad, el profesional intentará lograr la disminución de temores y ansiedades,
desarrollando simultáneamente el juicio de realidad. La primera consulta y entrevistas
subsiguientes requieren de una organización espacio temporal y vincular que se
enriquece desde la perspectiva teórica y que junto al registro anamnésico suma el
estudio y la utilización del comportamiento total del sujeto en el curso de la relación
establecida. Asimismo, las actividades lúdicas, plásticas y gráficas, el uso de material
literario y las dramatizaciones,elementos todos a los que se recurre con el objeto de
motivar y animar las sesiones de rehabilitación, son por otra parte instrumentos
habituales de las técnicas psicodiagnósticas y psicoterapéuticas y portadores, por tanto,
de significados profundos para la mejor compresión de los pacientes. Por medio de
ellos podrán captarse sentimientos subyacentes, variaciones comportamentales,
conflictos y disposiciones transferenciales que orienten la actuación y respuestas
adecuadas del profesional.
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LOS SISTEMAS
AUDIOFONÉTICOS
Hay suficiente yo al nacer. Según la teoría del psiquismo fetal el yo existe desde
la célula huevo como un yo corporal, perceptor y efector. La memoria evolutiva de la
especie o filogenia y el plan particular de formación de un individuo u ontogenia están
radicados en los genes; estos órganos, en la imaginería analítica, se equipararían a la
corporalidad de un Yo. A su vez, este Yo tendría capacidad de lectura o transducción
de las estructuras genéticas realizando su programa con absoluta fidelidad de no mediar
causas perturbadoras. Para el desarrollo material de este programa contaría con los
suministros que le llegan por el cordón umbilical de manera continua: hidratos de
carbono, aminoácidos, ácidos grasos, agua, minerales, vitaminas, anticuerpos, oxígeno,
calor, etc. Su medio externo y proveedor es el cuerpo de la madre que lo protege del
exterior y le aporta todo lo que requiere a través de la placenta.
La madre respira, termorregula, come para el feto, aunque éste desconozca el
mundo en el cual ella se mueve y sus esfuerzos. La teoría del psiquismo fetal ha
querido ver en esto una posición maníaca o de negación de la realidad por la cual esa
psiquis estaría animada por la omnipotencia que consiste en que basta desear para
tener. Como consecuencia, no existirían esperas ni desniveles metabólicos, lo que
pudiera percibirse como placer o displacer. El embrión está instalado en una forma del
Nirvana el cual al fin se desestabilizaría con las ansiedades del parto.
Con todo, la indemnidad embrionaria y fetal es relativa. Cientos de sustancias
pueden afectarlo negativamente, así como las radiaciones, el tabaquismo o la
desnutrición de la madre.
El cordón umbilical no tiene inervación, no obstante, el desarrollo de los
sentidos fetales lograrán un alcance que va más allá de su continente biológico; tal la
escucha
2
.
La acción de la gravitación es moderada por la hidrodinámica de la bolsa fetal y en
cuanto al olfato anticipará los mecanismos de adaptación postnatal gracias a la
información previa de los olores maternos.
Con el corte del cordón el yo fetal se escinde y de esta disociación una parte
seguirá operando con los objetos ideales internos en tanto que la otra intentará entrar
2
Entre los trabajos pioneros en tal sentido figuran:
L.W.Sontag, año 1936. Primera experiencia sobre el tema por la cual se registraba notable
aumento de los movimientos fetales y ritmo cardíaco por la aplicación de sonidos intensos
sobre vientre de ocho mujeres embarazadas durante los tres últimos meses del embarazo.
J.C.Grimwade, año 1971. Ensordeciendo a la madre reveló que las respuestas ocurrían a los
5 segundos de la aplicación del sonido, por estimulación directa a través del vientre de la
embarazada.
D.Walker, año 1971. Registros de sonidos uterinos a través de la introducción de
micrófonos minúsculos en el cérvix. Sonido rítmico, como de agua fluyente, pulsado por el
latido cardíaco.
L.Salk, año 1973. Sobre los efectos positivos, nutricios y tranquilizantes de los latidos del
corazón materno en recién nacidos.
en contacto con sus equivalente externos: el oxígeno aéreo que reemplace al que
recibió hasta entonces por vía sanguínea, el olor del cuerpo de la madre con el cual re-
fusionarse y el equivalente alimenticio oral. El estado de Nirvana es reemplazado por
un ritmo cíclico de acumulación y descarga del cual dependerá la insatisfacción y la
satisfacción.
EL GRITO Y LLANTO DEL RECIÉN NACIDO
Implican la descarga de las tensiones primitivas acumuladas durante el trabajo
de parto. Desde el punto de vista del aparato psíquico tales procesos corresponden a los
mecanismos fundamentales de la introyección y la proyección. El freudismo había
destacado que el acto de nacer es el prototipo de toda situación de angustia, resultando
significativo que la primera angustia sea de naturaleza anóxica y corresponda a la
separación del cuerpo de la madre. M. Klein, por su parte, interpreta esta angustia
como la acción interna del instinto de muerte y remarca su vivencia persecutoria. Por
ella, la pérdida del estado intrauterino y las primeras relaciones con el mundo exterior
quedarán registradas como un ataque de fuerzas hostiles.
Estos modelos implican la pérdida de algo imprescindible para el metabolismo y la
existencia de un Yo perdedor que responde, incapaz de toda defensa, con excitación
explosiva y difusa.
LA ETAPA PRE-ORAL RESPIRATORIA
La inhibición de la actividad respiratoria prenatal es superada al nacer gracias a
estímulos sensoriales y químicos que dirigen el cambio adaptativo actuando al borde
mismo de la asfixia. A los primeros días de insuficiencia metabólica le sigue un
período de estabilización de los mecanismos respiratorios, circulatorios, de excreción,
etc. que sirven a la recuperación hídrica y plástica y ponen al neonato en las
condiciones de un lactante. Pero antes de lograrlo se desarrolla un período de
desorganización yoica de la cual surge un conglomerado de protoyoes, cada uno ligado
y desarrollándose sobre la base de experiencias de calidad diferente e independiente
entre sí, que van desde la terrible imagen persecutoria de la asfixia a la gratificante
vivencia de la oxigenación.
Los núcleos de estas experiencias residentes en el yo reorganizado posibilitarán
una oportunidad de experimentación respiratoria, en un juego donde lo apostado es la
deuda de oxígeno. Sus límites son el miedo y el llanto con producción de anoxia, la
angustia y el espasmo del sollozo, el falso crup, el asma; formas condicionadas por el
reclamo de seguridad.
LA FUNCIÓN OLFATIVA
Aunque en las primeras horas de la vida la respiración constituye una función
fundamental de sobrevivencia y aún no poniendo en duda su trascendencia biológica y
fantasmática; es la olfacción la que al nacer puebla en el psiquismo -un paso más allá
de la necesidad- las imágenes elementales asociadas al el goce y al deseo. El olfato
precede a la respiración aérea en la función adaptativa. Como sentido químico es
independiente y obra desde antes, preparando al feto para el reconocimiento postnatal
de la madre. Los primeros intercambios significativos para la vida afectiva del bebé se
dan en el mundo de aromas exclusivos que hacen de su "madre olorosa" el primer
eslabón de conocimiento, la primera forma de incorporar al mundo con un inicial
criterio de realidad. Si al momento de nacer se le brinda la oportunidad de que lo
acerquen al cuerpo de su madre, el niño podrá tranquilizarse, serenarse, organizarse. El
placer de oler a la madre eleva a la mucosa olfativa a la categoría de zona erógena,
potencializándose como tal en la nutrición. Luego será por la erotización del olor del
padre, como distinto y defusionante, con todas las implicancias conflictivas que esta
experiencia ocasiona.
LA INTERACCIÓN MATERNO-FILIAL
Todo lo afectivo y social se troquela en el primer período de la vida. Del estudio
minucioso de las interacciones establecidas entre los lactantes y aquellas personas
encargadas de su atención surge:
Los recursos propios de una madre para la apertura de esta interacción son
sus expresiones faciales, vocalizaciones, miradas,presentación de la cara y otros
movimientos de su cabeza y su aproximación.
El niño nace con un grado sorprendente de madurez neuromuscular y facial
y en poco tiempo habrá incorporado estimulaciones y presencia respondiendo a ellas
con expresión atenta e interesada y el recurso de la sonrisa.
Del estudio comparado de la voz materna se llegó a la conclusión que aún
perteneciendo a distintos continentes las madres proceden de manera muy semejante:
utilizan una sintaxis simplificada, párrafos breves, muchos sonidos desprovistos de
sentido. Aunque el contenido vocal sea diverso importan los rasgos prosódicos.
Utilizan tonos altos, parrafadas en tono de falsete, a veces para hablar realmente y otras
para lanzar chillidos o exclamaciones mezcladas con palabras. Para delicia del niño las
madres producen cambios súbitos de la voz a un tono gutural, hablan en broma con voz
de bajo, mezclan palabras y sonidos de tipo onomatopéyico.
El bebé aprende a invitar a su madre a jugar iniciando una interacción con
ella a partir de la cual se va adiestrando en el modo de mantener y modular una
corriente de intercambio.
Las madres exageran el tono de su voz como si lo estuvieran preparando
para todos los registros; expresan emociones enfatizadas y fingidas, exuberantes
exclamaciones. Crescendos, decrescendos, glisandos, diálogos imaginarios.
El bebé sabe también como moderar o suspender el juego. Utiliza el desvío
de la mirada, el cambio de la emoción positiva a negativa con una mueca o gesto serio.
Hacia finales del sexto mes ha concluido la misión de esta etapa. Ya el
lactante tiene esquemas del rostro, de la voz y del tacto humano. Ha llegado a conocer
la cara, la voz, el contacto y los movimientos de la persona que le proporciona los
primeros cuidados. Ha captado el comportamiento humano y el significado de los
cambios y variaciones.
A los seis meses aparece el interés por la manipulación de los objetos que
se constituyen en intermediarios de la relación con ella.
EL ESFÍNTER LARÍNGEO
A las funciones respiratoria y fonadora de la laringe debe sumarse su intervención
en la ingesta, micción y defecación. Se trata de concebir la laringe como esfínter y
ubicarla evolutivamente en los psicodinamismos del yo incipiente.
A la edad de dos años el niño ha logrado vencer la fuerza de la gravedad con la
estación bípeda, la marcha, la carrera y el salto; utiliza adecuadamente la pinza dígito-
pulgar y goza de otras muchas adquisiciones, pero aún sus contenidos fecales y
urinarios se le aparecen bruscamente e imponen. La oposición voluntaria a la
evacuación señala un nuevo paso evolutivo que implica el aumento del tono
esfinteriano uretral y rectal así como la tensión vesical y defecatoria. La inquietud
motora o bailoteo se manifiesta como reacción sensitiva generalizada junto al
descubrimiento de poder influir activamente sobre ella mediante el control
esfintereano, prolongando o acortando la excitación.
La laringe ejerce actividad esfinteriana durante la retención y luego sobre el pujo
evacuatorio, reapareciendo su acción en toda situación de esfuerzo generalizado. El
mecanismo coordina detención de la respiración, cierre de la glotis, retención de aire
en la caja torácica, contracción diafragmática y abdominal. El pujo es más intenso,
prolongado y repetido cuando se aplica a los contenidos rectales. Depende de la
capacidad respiratoria y de la sensibilidad informativa de la mucosa de la zona
esfinteriana.
La participación de un órgano en diversas funciones así como sus improntas
evolutivas se integran a otras experiencias con consecuencias psicológicas; por tal
razón han de ser tenidas en cuenta en el momento de diagnosticar la pluricausalidad de
un síntoma. Desde el llanto de un recién nacido por hambre dolor o miedo a las
gratificaciones que moviliza su llamada, desde los gorjeos de satisfacción y el jolgorio
del juego a los arrullos del sueño, desde las formas sonoras a las formas verbales, la
integración laringo-gloso-labial, a medida que enriquece el lenguaje, atenúa las
tensiones interiores y participa en la configuración de la vida afectiva. La descarga
tensional laríngea, intensa en el llanto o suave y grave en la satisfacción, sigue también
la vía centrífuga de los emuntorios. Con la discriminación de las funciones los sólidos
pasarán a ser patrimonio de lo rectal, los líquidos de lo vesical, el aire de lo pulmonar,
la espiración de la fonación. Más en lo profundo del psiquismo quedan asociadas con
la ingesta y la expulsión. Tensiones mentales y tensiones fisiológicas se vinculan a la
función del lenguaje, siendo la laringe vehículo de estos contenidos y esfínter que los
controla y regula.
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del Museo Social Argentino. 1971.
PROGRESIONES Y SUBLIMACIONES DE LOS SISTEMAS
AUDIOFONÉTICOS
Es de esperar que el desarrollo fisiológico de las funciones biológicas alcance
un óptimo. Al concepto de salud se le suma el de plenitud funcional, y es por este
último factor que la capacidad potencial pueda ser exigida y llevada a nuevas
adaptaciones y rendimientos que sobrepasen los desarrollos habituales que alcanzan en
otros sujetos sanos. La cuestión de una progresión en cualquier sistema, tal el
fonoaudiológico, puede estar enmarcada dentro de los presupuestos de un buen
organismo, como suponer una dotación o talento especial que ponga a ese organismo
en el ápice de las variaciones normales; pero también estas progresiones pueden
llevarlo al límite de su equilibrio, requerir adaptaciones compensatorias dudosas y
generar una serie de patologías específicas. Por tal razón la progresión de un sistema
requiere del entrenamiento dirigido y el soporte profiláctico de los especialistas.
La psicología profunda señaló que el movimiento energético tiene una dirección,
diferenciando en ella un movimiento progresivo y otro regresivo. Ambos debieran ser
interpretados como movimientos vitales y no el primero como desarrollo y el segundo
como involución. La progresión se relaciona con el continuo y libre avance del proceso
de adaptación a las exigencias de la vida y a la diferenciación necesaria del tipo de
actitud y función. La regresión puede poseer también un valor positivo participando en
la coordinación de los contrarios y representando la necesidad de adaptación a lo
interior. A todo rendimiento incrementado debería corresponderle la correcta solución
de los conflictos que genera.
La auténtica involución se produce por fallosde la adaptación consciente tanto a
lo externo como a lo interno. El estancamiento del movimiento regresivo puede ser
causa de neurosis, pero también lo será el de la progresión si rechaza la regresión
necesaria para el examen de los correlatos inconscientes de la intención progresiva.
Esfuerzo y fatiga, volición y reacción emotiva, intención y agotamiento,
conciencia de situación y conocimiento de lo propio, son la diástole y la sístole de un
mismo suceder vital, que implican en última instancia a la dinámica energética
enriqueciéndose en la libre y plena disponibilidad para la vida del mundo y del espíritu.
LA VOZ
Su multidimensionalidad no puede ser determinada de un modo preciso.
Considerada en las distintas actividades del hombre integrará con magnitudes
diferentes los elementos básicos de la respiración, tono laríngeo, resonadores y la
actividad del sistema nervioso central. El Dr. F. S. Augspach proponía el siguiente
orden entre la voz coloquial y la voz cantada, estableciendo sus distintos
requerimientos y poniendo en claro la necesidad de entrenamiento para no correr
riesgos desde el punto de vista vocal y de la integridad del aparato fonador:
Voz coloquial
recepcionista
telefonista
docente
docente de música
orador
locutor
pregonero
actor
recitador
cantante
En lo tocante a la personalidad y a las características emocionales del paciente,
subraya la importancia de los perfiles psicológicos y la relación entre la tensión
muscular y los hechos de la civilización moderna, entre los cuales la atmósfera de
competencia afecta negativamente a los órganos vocales. Al respecto afirma que la
gran vulnerabilidad funcional del sistema se encuentra en la situación en que laringe y
la faringe, por su origen esfintereano, se hacen paradójicamente más accesibles al
cierre que a la emisión vocal frente a desequilibrios causados por tensiones internas o
como protección contra la hostilidad.
Insiste en la necesidad de diálogo con el paciente para un doble diagnóstico:
El de las condiciones de su voz
El de los aspectos de su personalidad.
Estos últimos incluyen, junto a lo emocional, los niveles de intelectualidad y
estética que requieren las actividades que desea desarrollar.
Determina que de existir un componente emocional éste debe ser tratado previa
o simultáneamente al trabajo técnico.
PROGRESIONES DE LA VOZ HABLADA:
En el habla cotidiana no se presta mucha atención a las palabras y se escucha en
función del interés por el proceso coloquial en el cual uno se encuentra. Hay rituales
estereotipados y fugaces como el saludo, temas que sirven de pasatiempos y en los
cuales poco se arriesga, intimidad libre de defensas y hasta un hablar solitario. Sin
embargo tiene sentido y efectividad aún en la mera sociabilidad.
La situación cambia cuando el que habla es un docente. No sólo se trata de
transmitir o estimular el conocimiento sino ofrecer un modelo del buen decir.
Actividad próxima a la actoral en cuanto al uso de entonaciones, ritmos e intensidades,
aunque también amenazada por la sonoridad burocrática. El docente ha de tener
conciencia de la proyección social de su voz y a la vez ser capaz de retornar, en su
medio personal, al decir natural consustanciado con la vida en familia. La progresión
profesional de la voz encuentra frecuentemente límites biológicos que deberán ser
compensados con la técnica foniátrica y una higiene vocal y estrategias contra los
peligros ambientales y el esfuerzo que demanda la tarea.
PROGRESIONES ACTORALES:
La actividad teatral hace del habla una actuación donde sus entonaciones,
pausas, arrebatos quedan sometidos a las vicisitudes del texto. A favor de la dotación y
talento actoral está la capacidad del dominio de los sonidos para transmitir los menores
detalles y matices de la obra, ordenar el parlamento creando la ilusión y el desarrollo
dramático que mantenga constante la atención del auditorio y sin perder su timbre
flexibilidad y expresión alcanzar la intensidad suficiente para cubrir la escucha del
teatro.
El contenido del texto obliga a una alienación de los sentimientos, valores,
propósitos y acciones propias; aparentar y fingir. Y al fin, por las exigencias de los
ensayos y las múltiples representaciones, superar el doble peligro del desgaste de la
autenticidad del personaje o de una identificación excesiva.
PROGRESIONES DE LA ORATORIA: El orador, ubicado en el punto de emisión
de un amplio espacio puede contar con progresiones de audio que simplifiquen su
esfuerzo, pero en general se verá obligado a desarrollar un poder respiratorio que le
permita por sí mismo proyectar sonidos de gran potencia. Más allá de los aspectos
foniátricos vinculados a estas actividades el logopeda debe estar preparado para
trabajar con una personalidad de acción que privilegia la función apelativa del
lenguaje inclinado a la exaltación y a la persuasión y susceptible de perturbaciones
pragmáticas. Las implicaciones transferenciales y contratransferenciales de esta
relación, que tiene su punto de partida en los conflictos de apreciaciones ideológicas,
exigen una actitud atenta para la libre instrumentación de sí mismo y el beneficio del
cliente.
Por otra la parte la tensión es un elemento constante, no sólo en su forma
reactiva sino intencionalmente al crear atmósferas que faciliten la inoculación de sus
ideas. Surge de ello la hiperfunción vocal.
PROGRESIONES DEL CANTO:
La voz es el instrumento musical connatural al hombre, dependiente a su vez de
los componentes psicológicos del individuo y su medio ambiente.
Tal dependencia compromete al psicólogo y al fonoaudiólogo a un mayor
conocimiento del estilo de vida y las exigencias que pesan sobre un cantante clásico o
un actor, aspectos para los cuales aquellos profesionales no están habitualmente
preparados. Ésta podría ser la razón por la cual los artistas se confían más en el
profesor de canto o en el director teatral plenamente identificado con su existencia pero
no siempre idóneo en la profilaxis y educación vocal.
Será fundamental dominar una terminología de contacto, tener conocimientos de
música y teatro y hasta haber intentado uno mismo aproximarse al ejercicio de esa
labor.
La Fga. J.T.A Davaroff enumera una serie de situaciones vinculadas al stress
profesional:
Exigencias de directores
Puesta en escena
Vestimenta
Lugares con mucha polución
Humo
Trabajo exagerado en números de horas
Giras
Viajes en avión
Cambios constantes de clima
Falta de sueño
Uso de máscaras que alteran la resonancia
Uso continuo de espray para mantener el cabello
Prótesis bucales para forzar cambios en la articulación
La amplia gama de emociones que deben representar
La ambición ,el deseo de agradar , la fuerte competencia
Estrechez de tiempo para la preparación del repertorio
El miedo paralizante al escenario
Enfermedades imaginarias y adicciones
Trastornos nerviosos autónomos
La fatiga crónica
Tensiones musculares
El cantante popular suele identificarse con características que entrañan vicios y
defectos tales como la nasalización, el vibrato excesivo, el trémolo, pero que aportan a
su éxito. Puede que rechace la impostación por temor de alejarse de su propio tono o
timbre vocal, entrando en conflicto con la posibilidad de mayor rendimiento con menor
esfuerzo.
Llegar a comprender que la tarea fonoaudiológica lo beneficiará al atenerse a su
real extensión vocal y tesitura, emparejando el timbre de sus registros, es muchas veces
trabajo de persuasión, así como el de aceptar la corrección de la voz hablada apuntando
a una correcta y cómoda relación con el tono fundamental que le corresponde.
Las expectativas de avancesprogresivos y continuos en el rendimiento vocal
deben conjugar los aspectos regresivos relativos al descanso y recuperación del
esfuerzo, la prevención de patologías tales como la fatiga vocal y el esbozo nodular. La
elaboración de los deseos y ambiciones, la solución de los conflictos externos por la
competencia o por exigencias de los contratos, prestigio o subsistencia, así como la
profundización de la vocación y el amor por el arte, haciendo que el aprendizaje sea
placentero y distendido durante los varios años que conlleva.
El concepto de progresión en los sistemas audiofonéticos también incluye el
desarrollo de aparatos, tales como lo de Audio y Computación que sirven a la creación
de un correcto Esquema Corporal Vocal como los que integran los laboratorios de
análisis de sonidos del habla y que permiten la graficación y medición de los
principales contornos acústicos del habla y canto: forma de onda, frecuencia, energía,
armónicos, resonancia, etc.
A la psicología profunda le corresponde también el concepto de sublimación
que evoca la palabra "sublime" como designación de producciones artísticas,
sugiriendo grandeza y elevación. Este concepto psicoanalítico ha promovido arduas
discusiones ya que lo que en realidad sostiene es, que la cultura ha extraído sus
productos más preciados de la energía sustraída a las pulsiones sexuales parciales o
perversas.
La definición precisa presupone que tales pulsiones se subliman en la medida en
que son derivadas hacia un nuevo fin u objeto no sexual, socialmente valorado. La
sublimación sería una adaptación lógica y activa (creativa) a las normas del medio
ambiente, de los impulsos del ello rechazados por el yo en conjunción con el superyo,
pero permitiendo un cierto provecho para uno mismo y la sociedad. Tales la utilidad y
el goce por sus obras.
En cada etapa libidinal -oral, anal, fálica, latencia- existiría una actividad
sublimatoria característica; podría interpretarse según esto que los profesionales de la
voz -cantantes, locutores, oradores- subliman tendencias orales.
Lo trascendente y controvertido del tema exige una mayor profundización, con
mayor motivo cuando a pesar de las frecuentes alusiones falta en la obra de Freud un
tratamiento específico. Provisoriamente, la cuestión esencial ligada al tema puede
expresarse en los siguientes términos:
¿Lo sublime rige la sublimación o la propia sublimación produce lo
sublime?
En "Tótem y Tabú" Freud afirma:
"Sólo en el arte sucede que un hombre devorado por deseos hace algo que
se aproxima a una satisfacción y que, gracia a la ilusión artística, ese juego produce
una acción sobre los afectos, como si fuera algo real."
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ASALFA. T.42, N.3. Buenos Aires
TRASTORNOS CONVERSIVOS
3
Basta un rápido repaso de las afecciones fonoaudiológicas para observar el
apreciable grado de incidencia psicopatológica en su producción: afonías, disfonías,
rinolalias histéricas o psicogenéticas, trac vocal, fonofobias, disfonías espásticas y
obsesivas, sordera psicógena, pseudo Meniere, bolo histérico, etc. La mayor parte de
estos trastornos puede incluirse en la categoría de trastornos somatomorfos con la cual
la DSM IV (IV Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales)
designa los síntomas psíquicos que sugieren desórdenes físicos sin base anatómica y
fisiológica demostrable, con una fuerte presunción de estar relacionados con factores o
conflictos psicológicos pero por fuera del control voluntario del sujeto. Según esta
clasificación, la conversión, es una subclase de los trastornos de somatización cuando
éstos son de carácter pseudoneurológico -alteraciones de la coordinación psicomotora o
del equilibrio, parálisis o debilidad muscular localizada, dificultad para deglutir,
sensación de nudo en la garganta, afonía, retención urinaria, alucinaciones, pérdida de
la sensibilidad táctil y dolorosa, diplopía, ceguera, sordera, visión borrosa o doble,
convulsiones, desmayos, síntomas disociativos como amnesia. Por otra parte el
trastorno conversivo aparece también incluido en el mismo capítulo de trastornos
somatomorfos en forma independiente.
En rigor, “conversión” es una expresión metafórica que significa un pasaje de lo
psíquico a lo físico y entraña la hiperexpresividad somática de ideas, imágenes o
afectos. Su diagnóstico implica para el profesional:
a) Comprometerse a desechar en la interpretación del síndrome o síntoma físico
la presencia de una enfermedad médica general, los efectos directos de una sustancia o
un comportamiento culturalmente normal;
b) presuponer la simulación de una enfermedad aunque el paciente no actúe
intencionalmente y esté autoconvencido del origen orgánico de su afección;
c) atribuir el desplazamiento de la atención sobre sus síntomas - ya sea como
malestar clínicamente significativo o deterioro social y laboral- a un propósito de
rehuir la toma de
conciencia de un conflicto subyacente.
d) y al fin, descontextuar el proceso conversivo de la neurosis histérica, ya que
en el concepto moderno no es sinónimo ni patognomónico de ella.
Los seres humanos pueden comunicar sus sentimientos e ideas a otros y a sí
mismos de modos muy variados, utilizando ya sea el lenguaje común ordinario, signos,
sueños, símbolos particulares autísticos, y aún estas reacciones somáticas conversivas
que operan como un código analógico. En este último sentido el cuerpo sirve a la
escenificación de un mensaje. El cuerpo fenoménico está incluido en el complejo
representativo de la sexualidad y de la agresividad, que son dimensiones de las
motivaciones instintivas; responde también al sentido de dirección de estas pulsiones,
ya sea hacia los otros (relación objetal) o hacia sí mismo (introversión narcisista). De
acuerdo a estas posibilidades el cuerpo aparecerá dramatizando el goce, el daño, su
desvalorización o su engreimiento; todo esto en función de articulaciones ambientales,
3 Artículo publicado en la Revista Fonoaudiológica (ASALFA) Tomo 42, N 3. Agosto/Noviembre 1996, con
el título "Trastornos Conversivos en Fonoaudiología". Delgado-Mazzocco-Videtta.
comunicativas, personales o consigo mismo; traduciendo en última instancia su estar
afectado por una situación estresante o conflictiva.
El sistemafonoaudiológico se presta de una manera privilegiada para la
dramatización de estos vínculos. Sabemos que la voz revela aspectos de la
personalidad de los individuos normales; los cambios de las distintas características de
la voz, aunque no conduzcan directamente al diagnóstico, son por sí mismos
reveladores de estados emocionales, estrés ambiental o trastornos psicopatológicos.
Por otra parte, si bien los desórdenes psicógenos de la voz incluyen mutismo,
afonía, disfonía en ausencia de patología laríngea, o de existir, insuficiente para
justificar la intensidad del síntoma, no están libres de otros componentes somáticos y
funcionales que complican el diagnóstico y la elección del tratamiento. La tensión
debida al estrés se manifiesta en la hipercontracción de la musculatura intrínseca y
extrínseca de la laringe; si se combina con abuso vocal se sumarán reacciones
inflamatorias y tisulares reactivas que pueden conducir a la formación de nódulos y
úlceras de contacto fijando las disfonías más allá de las razones emocionales. Los
factores de la edad, sexo, ocupación y preexistencia de trastornos foniátricos pesan en
la frecuencia y desarrollo de los trastornos conversivos por las distintas modalidades
del uso y abuso vocal que predisponen al órgano a ser elegido en la manifestación
sintomática. De la misma manera en lo referente a los hábitos como el tabaco, alcohol
o la permanencia en ambientes contaminados. Quiere decir que frente a un paciente
foniátrico sometido a tensiones inter o intrapersonales y estrés ambiental, la aparición y
desarrollo de su trastorno conversivo dependerá frecuentemente de la fragilidad,
importancia y modalidad que asume la expresión oral en su existencia. Esto le da, por
otro lado, un margen mayor de operatividad al foniatra que encuentra razones
objetivas de intervención. Lo que no debe perder de vista es que la formación del
síntoma está ligada fundamentalmente a la acción inconsciente defensiva y que las
actitudes terapéuticas habituales, como la de mantener reposo vocal, pueden ser
perjudiciales para el sujeto en razón de su alta sugestionabilidad, reforzamiento de los
beneficios primarios y secundarios o por motivos funcionales en tanto incremento de la
hipotonía de las cuerdas vocales. A la mejor comprensión de este tipo particular de
paciente dedicamos las páginas siguientes.
CONCEPTO FREUDIANO DE CONVERSION
Surge tempranamente en su obra, definiéndolo como el proceso histérico por el
cual “la representación intolerable queda hecha inofensiva por la transformación de su
magnitud de estímulo en excitación somática” (1894, “Las psiconeurosis de defensa”).
De acuerdo al concepto económico de la teoría freudiana, la carga de un suceso
traumático no elaborado puede desprenderse de su imagen intrapsíquica pero no
desaparecer, quedándole el recurso de desplazarse a lo somático generando un síntoma
alejado de la representación intolerable. Inmediatamente señala una segunda
característica de la conversión por la cual el suceso traumático que se intenta
desconocer persiste en lo somático bajo la forma de la simbolización: “el yo... carga
con el símbolo mnémico, que en calidad de inervación motora insoluble o de sensación
alucinatoria de continuo retorno, habita como un parásito en la conciencia y perdura
hasta que tiene lugar una conversión opuesta”. Esta última transformación, “la
conversión opuesta”, corresponde al momento terapéutico por el cual el paciente
alcanza la interpretación del síntoma y hace consciente el trauma reprimido retornando
la carga a la representación y logrando su descarga por las vías adecuadas. A través de
esta abreacción desaparece el síntoma.
Su teoría sobre la conversión puede esquematizarse de la siguiente manera:
1- VALOR DETERMINANTE DEL FACTOR ACCIDENTAL COMO
TRAUMA CAUSAL
“Llamamos trauma a una experiencia vivida que aporta, en poco tiempo, un
aumento tan grande de excitación a la vida psíquica, que fracasa su liquidación o
elaboración por los medios normales habituales, lo que inevitablemente da lugar a
trastornos duraderos en el funcionamiento energético”.
La conexión de los síntomas con esa experiencia a veces resulta evidente, pero la
mayor parte de los casos ofrece dificultades a la investigación clínica, ya sea por no
sospechar el paciente su importancia etiológica, o por una natural reticencia a
rememorar tales hechos desagradables o porque realmente los ha olvidado.
Cualquier suceso que provoque los efectos penosos de miedo, angustia,
vergüenza o dolor psíquico puede actuar traumáticamente y promover la aparición del
síntoma. Pero también éste puede originarse por una acumulación de traumas parciales
o sucesos sin apariencia motivante que en su oportunidad fueron enfatizados por
alguna razón interna.
2- MECANISMOS NORMALES PARA ANULAR LOS EFECTOS DE UN
TRAUMA PSIQUICO. DERIVACION ADECUADA:
a) Descarga por reacción:
Reacción enérgica al suceso estimulante.
Descarga por la palabra como subrogado del hecho.
Llanto.
b) Yuxtaposición del recuerdo del trauma a otros sucesos, quizá opuestos a
él.
c) Por elaboración asociativa.
La descarga de excitación depende de la reacción del sujeto, ya sea a través de
reflejos involuntarios o conductas dirigidas, lamentaciones o llanto, verbalizaciones y
protestas. Si la reacción es inhibida o insuficiente, la carga es conservada en la psiquis.
Todavía es posible anular sus efectos a posteriori por la yuxtaposición de experiencias
positivas neutralizantes.
3- LA HIPOTESIS SOBRE UNA CONDICION PARTICULAR DEL PACIENTE
HISTERICO:
Pierre Janet influyó en los trabajos de Josef Breuer con su teoría de que existe un
rasgo primario en el histérico, responsable de la producción de síntomas: la disposición
disociativa de su conciencia dependiente de una debilidad congénita para la síntesis
psíquica. Tal característica facilitaría la persistencia y acción de las representaciones
patógenas. A partir de esta concepción, Breuer postuló la existencia de estados
oniriformes responsables de la disminución de la facultad asociativa. Bajo estos
estados hipnoides las representaciones traumáticas se introducirían en la conciencia
disociada ejerciendo su acción en la producción del cuadro.
Freud, a su vez, no conforme con esta interpretación, desarrolló la concepción de
un conflicto dinámico de oposiciones entre los montantes de excitación de las
representaciones traumáticas y el desarrollo de defensas.
4- DESARROLLO DEL CONCEPTO DE DEFENSA
La defensa dispone de la carga de la representación para utilizarla en la
conformación del síntoma. En la histeria la representación intolerable queda hecha
inofensiva por la transformación de su magnitud de estímulo en inervación somática.
Este es el beneficio primario del síntoma, huida en la enfermedad. Al situar en primer
plano esta noción de defensa que habría de hacer extensiva a otras neurosis y a la
psicosis, Freud se distanciaba de sus contemporáneos.
5- INEFICIENCIA DEL DESGASTE POR OLVIDO
Aquellos sucesos que por su intensidad o insuficiente reacción, llegaron a
constituirse en causas de fenómenos histéricos, se conservan psíquicamente a pesar de
su aparente olvido o de la represión que sobre ellos se ejerce, y aún despojados de su
carga afectiva desplazada y transformada en inervación somática. La represión o la
reticencia dificultan la posibilidad de una elaboración posterior, la que requiere para la
resolución traumática, la reaparición del recuerdo del suceso y el retorno de la carga
como afecto sobre el mismo.
6- CONDICIONES CAUSALES PARA LA CONVERSION
a) Fuerza traumática suficiente
b) Adecuación determinante
c) Conexiones auxiliares.
Desde la concepción de Breuer, asimilada por Freud, los síntomas de la histeria
nos revelan de un modo aproximadamenteanálogo la génesis de la enfermedad. Se ha
visto que su determinación deriva de ciertos sucesos de efecto traumático, en
asociación comprensible con una configuración simbólica: memoria codificada de
ellos. Para que esto ocurra el trauma habrá encontrado en el órgano la plasticidad
suficiente para su inscripción.
Freud llevó más lejos la comprensión de la causación del síntoma, a través de
concatenaciones asociativas que lo convencieron de que ningún síntoma histérico podía
surgir de un solo suceso real. Se internó por este camino en el terreno de la vida sexual
de la historia lejana del sujeto.
7- TIPOS DE CONVERSION
a) Total
b) Parcial
Según el porcentaje de la intensidad traumática que haya sido desplazado, lo que
está conectado con la persistencia o no de angustia en el sujeto. Si la carga fue puesta
en su totalidad en el plano somático el sujeto se manifestará indiferente con respecto al
plano psicológico y estará libre de angustia. Esta situación está relacionada con lo que
Charcot bautizó como “la belle indifference des hystèriques”, por la cual los mismos
síntomas son vividos sin angustia.
8- ELECCION DEL ORGANO
a) Conversión simbolizante
b) Simbolización mnemónica
c) Conexión por facilitación o complacencia somática.
Unas veces el órgano se presta a expresar como una forma de lenguaje el
contenido del conflicto inconsciente; otras, retrotrae a una escena antigua como sí el
síntoma la repitiese. Por último se da el caso donde un trastorno previo real del órgano
facilita la expresión del conflicto a su nivel.
9- RELACION DE LA CONVERSION CON LA IDENTIFICACION
Constituye un interés especial discernir en el síntoma las posibilidades de
identificación del paciente con los sujetos vinculados a su conflictiva, ya sea: con un
rival afortunado a quien se envidia por no poder ocupar su lugar, con un objeto amado,
con otro con el cual no se tiene una vinculación auténtica pero que ofrece el modelo de
conversión, con múltiples personas en forma simultánea, con uno mismo en una
regresión a situaciones infantiles, y aún con manifestaciones deseadas o temidas.
10- LA EROGENEIDAD DEL CUERPO HUMANO
A los conceptos previos sobre la conversión, sumaremos ahora uno de carácter
físico: la erogeneidad general del cuerpo humano, en virtud de la cual todo órgano y
toda función tiene la posibilidad de expresar la excitación sexual.
Charcot llamaba zonas histerógenas a aquellas regiones del cuerpo asiento de
fenómenos sensitivos especiales sobre las cuales la estimulación era capaz de
desencadenar las manifestaciones sintomáticas de las histerias. Freud determinaría que
responden a la excitación libidinal.
A partir del concepto de zona histerógena desarrollará el de zona erógena,
mostrando que cualquier parte del cuerpo puede comportarse como tal respondiendo al
desplazamiento de las carga del placer sexual, subrayando que este proceso de
erogenización actúa especialmente en el histérico: “La importancia de las zonas
erógenas como aparatos accesorios y subrogados de los genitales aparece en la histeria
más claramente que en ninguna otra de las psiconeurosis”. Y más adelante: “Existen
zonas erógenas predestinadas, como nos enseña el ejemplo del chupeteo; pero el
mismo ejemplo nos demuestra también que cualquier otra región de la epidermis o de
la mucosa puede servir de zona erógena, esto es, que posee a priori una determinada
capacidad para serlo. Una capacidad de desplazamiento análoga reaparece después en
la sintomatología de la histeria. En esta neurosis, la represión recae principalmente
sobre las zonas genitales propiamente dichas y éstas transmiten su excitabilidad a las
restantes zonas erógenas que en la vida adulta han pasado a segundo término y que
ahora vuelven a comportarse como genitales. Pero además, como en la succión, toda
otra parte del cuerpo puede llegar a adquirir igual excitación que los genitales y ser
elevada a la categoría de zona erógena. Las zonas erógenas y las histerógenas muestran
los mismo caracteres.”
Al prerrequisito de la conversión se agrega el prerrequisito psicológico de la
introversión de la libido, que abandona los objetos sexuales externos reales
sustituyéndolos por fantasías representativas de objetos infantiles, o dicho más
simplemente, fantasías internas o intrapsíquicas. Objetos imaginarios que compensan
de la frustración con la realidad y que pueden llevar al sujeto regresivamente a antiguas
formaciones de deseo de su vida sexual infantil latente u olvidada.
Rescataremos un fragmento revelador: “La enferma comenzó sorprendiéndome al
anunciarme que ella sabía ahora por qué razón los dolores comenzaban siempre por un
punto determinado del muslo derecho y alcanzaban allí la máxima intensidad. Era
precisamente allí donde, cada mañana, su padre apoyaba su pierna hinchada cuando
ella le cambiaba los vendajes. Esto le había ocurrido por lo menos un centenar de veces
y, cosa notable, hasta este momento no había pensado en tal relación; de este modo la
paciente me ofreció la explicación de la formación de una zona histerógena atípica.”
Freud, accede, de esta manera, al descubrimiento de la conexión sexual superando la
fijeza de las descripciones topográficas anteriores y gana el terreno donde florecería
luego la hipótesis sexual de la neurosis, la sexualidad infantil, el complejo de Edipo, la
introversión de la libido y el conflicto sustitutivo del deseo y la censura en el síntoma
conversivo.
11- COMPLEJO DE EDIPO, MASTURBACION Y PREGENITALIDAD DE
LOS SINTOMAS DE CONVERSION.
El descubrimiento de la sexualidad infantil y del complejo de Edipo brindó más
profunda comprensión sobre los mecanismos y significados de los síntomas
conversivos. Por lo pronto, el determinar la regresión y fijación del histérico a la etapa
fálica con sus característicos objetos incestuosos de deseo. Toda sexualidad es para el
histérico el amor edipiano de la infancia y el impulso que lo lleva a reprimirlo obra
indefectiblemente sobre la sexualidad. Su libido introvertida y en función inconsciente
de aquellos deseos, suspende la acción aloplásticas: sus posibilidades de actuar
gratificatoriamente con los objetos de la realidad. Se emprende, en cambio, una
perjudicial autoplastia sobre las funciones fisiológicas, materializando las fantasías en
los trastornos sintomáticos, un modo de acción a la larga que pasa inadvertido para el
observador y para el propio paciente. En una atenta lectura se descubrirá que tales
síntomas representan expresiones deformadas del complejo de Edipo y sus derivados,
incluyendo expresiones masturbatorias y orgásmicas como regresiones libidinosas más
profundas. Pero la anticipación de las acciones represoras en la constitución del
síntoma impide la gratificación sustitutiva y produce en cambio un verdadero
sufrimiento.
DISCUSIÓN
Desde la teoría freudiana el complejo de Edipo sería la estructura básica de la
histeria y la conversión el paradigma de la histeria del mismo nombre. Sin embargo, la
existencia de cuadros conversivos en ausencia del típico patrón edípico, es decir
producidos por conflictos diferentes al mismo, avalarían la existencia de síntomas
conversivos en cuadros definidos pero no histéricos, como la esquizofrenia, la
neurosis obsesiva y la paranoia.
Otras objeciones no se centran sólo en la relación obligada entre histeria y
conversión sino que se hacen extensivas al concepto mismo de conversión ya que el
enlace mente cuerpo se halla lejos de estar dilucidado.
Sabemos a partir de Freud de la eficacia simbólica para movilizar mecanismos
cerebrales que ponen en marcha procesos somáticos, pero de este proceso sólo
conocemos el eslabón inicial y el terminal. La idea central es la transmutación, el
cambio de estado, el algo psíquico que se convierte en algo físico. Delconjunto del
bagaje teórico freudiano se acepta casi sin confrontación, la concepción simbólica de la
conversión: el síntoma somático es la expresión simbólica, debidamente disfrazada por
los mecanismos de condensación y desplazamiento de ideas reprimidas. Esta
particularidad -la de guardar una relación simbólica precisa con la historia del sujeto -
es lo que distinguiría la conversión de otros procesos de formación de síntomas en los
cuales también existe vinculación de lo psíquico con lo somático, tales las
enfermedades llamadas psicosomáticas. Estas entidades se presentan más herméticas al
intento de aislar un sentido simbólico específico y determinante.
Retomando la conversión, algunos autores se interrogan si es posible sostener
siempre la presencia de una fantasía inconsciente que mantenga con el síntoma un
enlace simbólico y en tal caso qué tipo de enlace se hallaría en juego. La respuesta a
esta cuestión no sólo encuadra y orienta la labor del psicoterapeuta sino también de
otras especialidades médicas y paramédicas, como el caso de la Fonoaudiología, ya que
significa la necesidad de una intervención que aunque no pretenda ser interpretativa,
sirva al abordaje y a la terapéutica. Por último, si la alteración psicogénica fuera por
otros motivos distintos a los de base sexual, se estaría ante la situación de ampliar el
campo interpretativo y operacional. Modificación conceptual que adquiere relevancia
cuando el sujeto es un niño, ya que permite encuadrar los síntomas en mecanismos más
próximos al “aprendizaje” que a fenómenos simbólicos profundos. La clínica
demuestra que frecuentemente el niño utiliza síntomas físicos como recurso eficaz para
contener y controlar dificultades interpersonales familiares sin más motivaciones que
el deseo de llamar la atención afectiva.
Estos dilemas epistemológicos se prolongan en la consideración del beneficio
primario y secundario del síntoma. Habría acuerdo que el beneficio secundario
corresponde a las ventajas obtenidas en el orden narcisista; es el caso del niño que
sufre alteraciones nerviosas para evitarse otras ansiedades, como las que le producirían
las discusiones de sus padres. Ahora bien, el interrogante continúa del siguiente modo:
¿Una motivación narcisista, es siempre secundaria y posterior a otra de carácter sexual
(beneficio primario) o puede tener autonomía y concebirse como motivo suficiente
para desencadenar una conversión? Esta es la posición adoptada por la Asociación
Psiquiátrica Americana para la elaboración del DSM al establecer el beneficio
secundario como uno de los dos motivos posibles en la producción de un síntoma
conversivo. No debería sorprendernos; el mismo Freud, que concibió la coexistencia de
mecanismos intrasubjetivos (beneficios primarios) e interpersonales (beneficios
secundarios) en el seno de un mismo síntoma psíquico, dio una especial trascendencia
a estos últimos según se desprende del caso Dora.
“Los motivos de la enfermedad comienzan ha actuar muchas veces ya en la
infancia. La niña, ansiosa de cariño y que solo a disgusto comparte con sus hermanos
la ternura de sus padres, observa que esta ternura se prodiga exclusivamente sobre ella
cuando está enferma. Descubre así un medio de provocar el cariño de sus padres y se
servirá de él en cuanto disponga del material psíquico necesario para producir una
enfermedad”. (ST. Ed... Vol. VII. pág. 44
Si se elimina la imprescindible presencia del fantasma (simbolismo sexual) como
condición única de producción de síntoma conversivo surgiría una real posibilidad de
confusión con la enfermedad psicosomática, los límites parecerían desdibujarse
especialmente para los síntomas que implican objetivamente algún grado de alteración
orgánica, aunque dicha alteración pudiera ser considerada de carácter funcional y
pasajero como son la frecuentes disfonía y la tos espasmódica en la clínica
fonoaudiológica.
El DSM contempla y resuelve quizás pragmáticamente esta situación al introducir
la categoría Trastornos Somatomorfos. Estos trastornos pueden comprometer cualquier
aparato, reduciendo lo conversivo a las quejas que se refieren al sistema neurológico. A
su vez, al describir la conversión, se aclara que el mecanismo productor puede ser
tanto el beneficio primario, o sea una fantasía específica, o el beneficio secundario en
forma independiente y exclusiva.
Desde una perspectiva psicodinámica o profunda, la propuesta de un distinto
clivaje para una u otra condición - por un lado, sistema nervioso voluntario, motricidad
y órganos de los sentidos para la conversión, y por el otro, el sistema nervioso
autónomo endocrino e inmunológico para la enfermedad psicosomática - no resuelve el
rol jugado por la anatomía y la fisiología imaginaria en el proceso de conversión, ya
que si bien esta distinción acerca nuestro entendimiento a una más fácil comprensión
de lo simbolizado por el sistema nervioso central sobre los órganos voluntarios, no
alcanza para negar las posibilidades de una patoplastia semejante en las alteraciones de
los órganos más profundos de la economía. La marcha, la palabra, los sentidos,
expresan una gramática fantasmal de más fácil traducción que la patología de los
órganos viscerales; parecería entonces que el sistema nervioso voluntario tiene mejor
disponibilidad para la canalización de la defensa haciendo de los órganos por él
inervados los más aptos para la configuración de contenidos representacionales y la
expresión de deseos y temores. Sin embargo, a partir de estudios psicoanalíticos en
pacientes psicosomáticos, diversos investigadores establecieron que sus síntomas eran
tributarios de la expresión simbólica. La discusión acerca de, si los órganos vegetativos
serían ajenos a la simbolización o de acceso improbable a la misma, no fue cerrada;
persiste la cuestión de si el enfermar psicosomático elige su órgano no por el lenguaje
o valor simbólico de éste, sino por una tendencia propia de las reacciones adaptativas
del vegetativo o por ofrecer aquéllos afección previa o un punto de menor resistencia
para las tensiones y el estrés. En tanto se esclarezcan definitivamente estas discusiones
el terapeuta tendría que precaverse de no enrolarse de una manera exclusiva en las
nuevas corrientes que implican el olvido de la comprensión psicodinámica de los
trastornos conversivos y del lenguaje profundo de los órganos y aún del simple hecho
de que cualquier síntoma somático sea cual fuese su etiología puede ser incorporado a
una trama fantasmal.
BIBLIOGRAFIA
Aronson, A: Clinical voice disorders. Brian Decker. N.York. 1980.
Bleichmar, E.D.: El feminismo espontáneo de la histeria. Adotraf. Madrid. 1985.
Dagnostic and Statistical Manual of Mental Dissorders (DSM-IV)
American Psychiatric Association. Washington. 1994.
Fenichel, O.: Teoría psicoanalítica de las neurosis. Paidos. Bs.As. 1957.
Freud, S.: Obras Completas.
Kaplan - Saddock : Comprehensive text book of Psychiatry/V. Williams &
Williams. 1989.
ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS EN
OTORRINOLARINGOLOGÍA
La medicina psicosomática no se circunscribe a la labor de algún creador o escuela
sino que se desarrolla como consecuencia de evoluciones conceptuales y de replanteos
al saber organicista. Sin embargo, pese a la diversidad de escuelas en los enfoques
psicosomáticos, algunas temáticas se repiten de continuo y permiten reducir el número
de la cuestiones a investigar:
Interrelaciones entre psique y soma.
Vínculo médico-enfermo.
El problema de la especificidad, expresado en la pregunta de “si existen
realmente enfermedades psicosomáticas con correlaciones claramente tipificadas o tan
sólo enfermos psicosomáticos.
Mientrastanto, por el camino de la simplificación el ingente esfuerzo de
construcción de un enfoque psicosomático suele quedar reducido a la afirmación de
que todo sistema afectado por la ansiedad se vería beneficiado con la disminución de la
misma, para lo cual basta una recta y humanística actitud profesional y los recursos de
la psicofarmacología.
Lo real es que el problema de la ansiedad y su abordaje es mucho más complejo e
importante de lo que tales afirmaciones pretenden, a su vez que la ansiedad no
constituye el exclusivo factor implicado en la configuración de padecimiento
psicosomático.
A los efectos de conceptualizar la enfermedad psicosomática la vieja definición de
James Halliday sigue teniendo validez:
“Enfermedades psicosomáticas son aquellas afecciones orgánicas cuya
naturaleza sólo puede ser cabalmente comprendida cuando se investigan los
trastornos emocionales (hechos psicológicos) además de los trastornos físicos (hechos
somáticos)”
La definición sugiere que habrá enfermedades más psicosomáticas que otras y que
algunas afecciones no han de serlo porque no requieren para su estudio la
consideración de factores psíquicos. Por lo tanto es válido considerar que entre las
afecciones otorrinolaringológicas habrá algunas con mayores implicaciones
psicológicas y susceptibles de tratamiento integral.
Los elementos que orientan al profesional en la elaboración del diagnóstico,
pronóstico y tratamiento con criterio psicosomático, son obtenidos a partir, entre otros,
de la consideración de los siguientes factores:
Si existe ansiedad o tensión en el paciente, ya que como se ha dicho se
supone que la ansiedad excesiva es perjudicial y/o está directamente vinculada a la
producción del trastorno.
Si presenta conflictos, definidos éstos como lucha entre sistemas no sólo
productores de ansiedad sino también promotores de soluciones defensivas con
significación patógena. A tal fin el investigador habrá reunido junto a los datos del
presente vital del sujeto, información sobre experiencias infantiles de significación
traumática o los múltiples sucesos que a lo largo de su vida pregonaron la
personalidad.
Cuál es el tipo de defensas que el paciente utiliza, si tienen éxito contra la
angustia o fracasan, si restablecen el equilibrio o paralizan la movilidad interna, si
interfieren o dañan las restantes funciones del Yo.
A qué etapa evolutiva corresponden los conflictos según las características
de los vínculos, elección de objetos y formas de gratificación persistentes con
modalidad infantil, las zonas erógenas implicadas y los órganos y funciones conectados
al trastorno.
El valor de expresión del órgano afectado, su dialecto peculiar y su
posibilidad simbólica para la canalización de las tendencias profundas y la
representación de los traumas y conflictos.
Las condiciones previas de los órganos.
Qué reflejos condicionados pudieron asociarse a hechos traumáticos para la
formación de síntomas.
Si la afección surge de una situación de estrés y cuál ha sido la naturaleza e
intensidad de las respuestas que configuran el síndrome general de adaptación.
La sensibilidad y vulnerabilidad relativa del sujeto y sus actitudes de
dependencia - independencia.
Sus pautas particulares de reacción caracterológica y rasgos típicos.
La presencia o ausencia de agresividad en el sistema y en la producción del
cuadro clínico.
La presencia o ausencia de depresión, así como su origen reactivo,
neurótico o endógeno.
Cuáles fueron los factores precipitantes, no sólo del desencadenamiento,
empeoramiento o recaída, sino también los hechos vinculados a las mejorías.
Si existen beneficios secundarios que pudieran explicar el mantenimiento
de la sintomatología.
La tipología previa del sujeto y sus condiciones pre mórbidas. Sus aspectos
constitucionales y genéticos. Su reacción a la enfermedad y las partes sanas de la
personalidad puestas al servicio de la cura.
El nivel cultural, sus posibilidades yoicas, las características de su
pensamiento y capacidades de adaptación y sublimación.
El tipo de relaciones objetales que mantiene y lo que es dable esperar en el
curso de la terapia.
La fantasía de órgano, fenómenos de endoculturación, articulación
psicosomática de la transferencia - contratransferencia.
Los autores y textos seleccionados a continuación ejemplifican clásicos
cuestionamientos a la medicina organicista:
De “El hombre enfermo”
4
4 Weizsäcker,V. : El hombre enfermo. Miracle. 1956.
Victor Von Weizsacker, Escuela de Heidelberg.
Una de sus características es tomar los casos clínicos individualmente rehuyendo
la generalización. Siempre queda un margen de indeterminación y misterio, nunca se
considera al paciente un ser enteramente dilucidado ni dilucidable. Su fórmula
fundamental reza: nada orgánico carece de sentido; nada psíquico carece de cuerpo;
y la pregunta por el ¿“por qué” la enfermedad ha aparecido en un momento
temporal y no en otro? Abre el problema de la etiología más allá de la simple razón
natural.
…”Acaban ustedes de escuchar la historia de este joven de 20 años en el que se
ha desarrollado, en el curso de tres semanas , un cuadro patológico bien conocido, es
decir, el de una angina que transcurre con fiebre y a la que sigue una nefritis. A una
primera enfermedad le sucede una segunda…Fiebre inicial y modificaciones
inflamatorias señalan una enfermedad infecciosa. Ahora bien, en la boca siempre se
hallan presentes todos los posibles agentes microbianos, entre ellos los agentes
piógenos. Y el problema, siempre irresoluto, sigue en pie: ¿por qué teniendo en la
boca todos los agentes patógenos, precisamente contraemos una angina en un
momento determinado?
De “Estrés vital y enfermedad orgánica”, por Harold G.Wolff.
5
Entre las reacciones protectoras defensivas son notorias las que afectan la nariz
y las vías aéreas. Se ha visto que como reacción a ataques o amenazas ciertos
individuos ocluyen sus vías aéreas y limitan su ventilación por medio de
vasodilatación, aumento de turgencia e hipersecreción mucosa, más la contracción de
músculos lisos y esqueléticos. Estas modificaciones, en particular las de las vías
respiratoria superiores producen diversos síntomas entre los que se destacan el dolor
y la obstrucción. Esta última conduce con frecuencia a la aparición de infecciones
secundarias, con la consiguiente prolongación de la afección. También estos
individuos muestran una estructura de conducta y una actitud de no-participación en
las relaciones interpersonales Se ha demostrado que las membranas mucosas que
participan en las reacciones orgánicas humanas durante períodos de estrés y de
conflictos emocionales pueden presentar congestión, isquemia, hemorragia, edema,
modificaciones en la secreción, ulceraciones, reacción alterada de agentes químicos,
secreción de componentes celulares, inflamación y disminución del umbral del dolor.
Tales alteraciones pueden servir de base para lesiones tisulares subsecuentes, a veces
irreversibles, con manifestaciones exteriores de enfermedad orgánica.
Resulta de interés destacar las palabras de la “Clase de despedida” del Doctor
Florencio Escardó
6
, pionero en la introducción de conceptos psicosomáticos en la
medicina argentina.
5 Weider,A. y otros: Contribuciones a la psicología médica. Eudeba. Buenos Aires. 1962
6 Escardó,F. : Clase de despedida. Américalee. 1970.
…”En aquel replanteo de 1943 comencé a ser un contemporáneo. Fue en esa
época que comenzó a fermentar en mí una crisis que día a día se fue haciendo más
profunda y cargándose cada vez de mayores potencialidades: la medicina tal cual la
veía a mi alrededor se me tornó casi incomprensible,entendí en medio de agudas
revisiones que yo no tenía mucho que ver con el caso clínico y con el niño singular que
me querían mostrar en las clases. Los libros de pediatría, aún los más afamados, me
parecieron de pronto chirriantes y obsoletos como los tranvías…Experimenté la dura
soledad del heterodoxo que aún no ha edificado su propia ortodoxia y fui
desembocando en la pediatría psicosomática o como se llame.
…Frente a los planteos que surgían dentro de mí me encontré solo, inmensamente
solo, las palabras solidarias venía de muy lejos y a menudo en idiomas extraños:
Weizsacker, von Krehl, Flanders Dunbar, Carlos Alberto Seguín, Portmann,
Mietscherlich, Gebser, Halliday, Spitz y sobre todo en claros mensajes Rof Carballo,
grande noble y fuerte doctor. ¿Pero no serían fantasías? ¿No obraría yo por rebeldías
temperamentales o reactivas?
Pasé días meditando, en un real estado segundo, en un verdadero transporte.
Recuerdo algunos momentos de enajenación, por ejemplo cuando frente a la
enfermedad se me reveló no la unidad causal de los síntomas sino la unidad
estructural de ser humano: cuando percibí que no hay órganos más importantes que
otros, cuando comprendí que la enfermedad es una forma de la vida y no un anticipo
de la muerte y que lo que muestra la anatomía patológica no es nunca la causa sino el
efecto del proceso mórbido. Tengo bien presente que cuando me dí cuenta de que
arrancar una amígdala a un niño era exactamente arrancarle una parte del yo, estuve
varias noches sin dormir.
TIPOLOGIA Y FONOAUDIOLOGIA
Son constitucionales las particularidades de cada persona atendiendo a sus rasgos
de expresión morfológica (estructural), funcional (reactiva) y de conducta psíquica.
Del genoma y la perístasis surge el fenotipo de los cuales se han diferenciado aquéllos
con específica disposición morbosa. Los textos modernos han ido relegando el
concepto de constitución ante el fecundo desarrollo de la genética. Estudios sobre las
influencias hereditarias relacionan con lo genético el umbral del gusto, la agudeza y
discriminación olfatoria y auditiva, la memoria musical y reacciones adaptativas como
el equilibrio; asimismo la diátesis alérgica, exudativa, linfática, neuropática, de la
labilidad neurovegetativa, abiotrófica, etc.
La cuestión fundamental estriba en la limitación terapéutica frente a lo genético y
que en principio podría quedar resuelta por la formulación de la analítica existencial
según la cual: “no importa lo que un hombre tenga o sea sino lo que haga con lo que
tiene o es”. Tomando el ejemplo de la diátesis alérgica es adecuado pensar que la
reactividad inmunológica puede ser accionada por factores distintos a un alérgeno,
como si sobre un mismo gatillo pudieran disparar dedos diversos.
Ángel Garma registró las siguientes observaciones en su texto “El
psicoanálisis”
7
.
7 Garma,A. : El psicoanálisis. Paidós. Buenos Aires. 1962.
“Mediante tratamiento psíquico debidamente hechos se modifica la reacción
alérgica de los enfermos y en algún caso hasta se consigue su negatividad. Este hecho,
que puede asombrar, aún prescindiendo del asma, es una observación más frecuente
de lo que parece a primera vista. Es lo que ocurre por ejemplo en niños neuróticos que
en sus épocas de nerviosidad reaccionan con síntomas alérgicos, como reacciones en
la piel, si llevan vestidura de lana y que se comportan normalmente en este sentido
cuando normalizan su psiquismo.
…El tratamiento mediante los alérgenos sólo puede dar resultados parciales.
Buscando la curación es ante todo necesario modificar la personalidad del sujeto
donde radica el eje del proceso patológico.
PERSONALIDAD Y ENFERMEDAD PSICOSOMATICA +
La primera cuestión referida al tema es si existen realmente personalidades que
condicionan la aparición de la enfermedad.
El segundo problema es no confundir las causas de la enfermedad con las
consecuencias de la misma sobre la personalidad.
El tercer tema corresponde al margen de salud y operatividad, comprensión y
deseo, con el cual una persona enferma cuenta para establecer una alianza con el
terapeuta a fin de combatir sus trastornos o lograr desarrollos compensadores y
vicariantes.
Por tales motivos el clínico frente a su paciente debiera distinguir entre:}
I - aquellos aspectos de la personalidad que favorecieron la emergencia del
cuadro,
II - las reacciones y cambios, que el trastorno provoca en la personalidad,
III - y los aspectos intactos del sujeto que se mantienen al margen del sufrimiento
o que se ponen en acción para la superación del trance.
James L. Halliday, en su “Medicina Social”
8
distinguía los siguientes factores
personalísticos en las enfermedades psicosomáticas, por ejemplo, asma:
1. Emociones: son de importancia
2. Personalidad: Inteligencia muy superior a la normalidad. Sujeto irritable y
agresivo, de respuestas rápidas; ansioso, inseguro y desconfiado; este tipo hipertenso
de personalidad soporta muy mal las tensiones. Caracterizado por falta de confianza
en sí mismo y necesidad de cariño y protección. Para compensar estas tendencias
subyacentes utiliza diversos mecanismos de defensa como por ejemplo el ser muy
bondadoso y ayudar y proteger a otros o por el contrario el actuar muy
agresivamente como medio de concitar la atención.
3. Sexo. En los niños afecta a dos o tres varones por cada niña, pero desde la
adultez temprana la incidencia es pareja en ambos sexos.
4. Enfermedades asociadas. Eczema, prurigo, migraña, enuresis.
5. Trastornos similares o asociados en familiares: En el treinta al sesenta
por ciento de los casos.
8 Halliday,J.L. : Medicina Psicosocial. Eudeba. Buenos Aires. 1961
6. Manifestaciones físicas.
7. Su predominio con relación a los cambios que ocurren en la comunidad
considerados psicológica y socialmente.
ADECUACIÓN O DIALECTO DE ÓRGANO.
La personalidad suma como vía de expresión consciente o inconsciente niveles
biológicos más allá de la mímica y la palabra. Así como las reacciones anímicas son
mejor expresadas por los órganos fona torios y el aparato motor, a los órganos internos
les llegan los conflictos con el peri mundo a través de la inervación visceral y con sus
modificación funcional o anatómica aportan respuestas significativas.
Se ha pretendido que la angustia se simboliza en el corazón y los pulmones, el
miedo en el tiroides, la tristeza en el hígado, el disgusto en la vesícula, la cólera en el
riñón y en las arterias cefálicas, la avaricia en el intestino, la codicia en el estómago.
De la misma manera existe un valor simbólico en los órganos que se superponen a sus
funciones reales específicas. Las mismas se adecuan a la conversión de los conflictos
psicológicos y a matices conversivos de las enfermedades psicosomáticas.
Según el texto de Leopold Bellak, “Psicología de las enfermedades orgánicas”
9
:
EL OIDO:
En tanto receptivo y pasivo puede adquirir significado de vagina, boca ano, etc.
pero como el acto de escuchar implica a su vez dirigir la atención se equipara
también con una función activa, tal como escuchar espiando con todas sus
explicaciones prohibitivas.
El oído tiene función erótica, el beso lo estimula y participa en las preliminares
del coito. La mitología describe la concepción por el oído.
Equiparado con el ano el cerumen corresponde a la materia fecal. Su inspección
y extracción por el médico provoca vergüenza sintiéndose uno culpable y sucio.
El pabellón de la oreja es manifestación de belleza y fealdad, un secreto
escondido entre el cabello.
La percepción auditiva es señal de realidad; la prueba de lo oído coloca al
hombre en el límite de la ilusión, alucinación y el delirio.
La función laberíntica y laproducción del vértigo se relacionan con la pérdida de
seguridad y el equilibrio, representan ansiedades fóbicas.
LA NARIZ
La respiración bucal puede provocar sensación de asfixia y fobia. La pérdida del
olfato que arrastra a la del gusto ensombrece a la vida.
Como órgano que sobresale tiene significado fálico. Su interior vaginal. Sus
deformaciones suelen equipararse a características sexuales. Hay mujeres que
padecen por sus orificios nasales demasiados anchos o demasiado estrechos. Se ha
relacionado la hiperemia de la mucosa nasal con la fisiología genital: congestión
igual a erección, epistaxis igual a menstruación, intervenciones nasales peligro de
aborto, hurgarse la nariz como masturbación, estornudo ligado a sensaciones
orgiásticas (uso antiguo del rapé, inhalaciones de cocaína, gotas nasales).
También puede equiparase al orificio anal con la significación de placeres anales
pasivos.
9 Bellak,L. Psicología de las enfermedades orgánicas. Paidós 1965.
GARGANTA
Abertura a través de la cual se puede llenar atiborrar y asfixiar.
La mala respiración produce impresión de embotamiento mental. La tonsilectomía
se relaciona con actitudes sádicas de los padres y castración.
El globo histérico como embarazo oro faríngeo y fantasías de felatio y
cunnilingus. Significado sexual de la manzana de Adán.
Es importante señalar que más allá de los aspectos simbólicos, los órganos
señalados participan de procesos orgánicos básicos como los de rechazo de un agente
nocivo, tal el vómito, y por extensión lo harán también ante situaciones molestas e
inquietantes configurando un esquema de expulsión y liberación que se prolonga en la
vida como reacción ante responsabilidades y exigencias.
BIBLIOGRAFÍA
Delgado,L.C.H. : Medicina psicosomática y psicoterapia. Paidós. Buenos Aires.
1973
_ : "Un modelo clínico de aproximación a la conducta humana".
Primer Simposio Interdisciplinario Sobre Metodología de la Investigación
Ciencias Humanas, Salta. 1980.
_ : El enfoque psicosomático en medicina. Primer período.
Asociación Médica Argentina. 1993.
DEGLUCIÓN ATÍPICA, UN MODELO DE
AFECCIÓN PSICOSOMÁTICA
10
Al tomar el hecho de la “Deglución Atípica o Infantil “como entidad nosológica,
surge la necesidad de ir más allá de los síntomas característicos de dicha patología. Es
comprobación frecuente que estos síntomas están ligados a alteraciones del desarrollo
psicoafectivo del cual depende la maduración de un individuo. Se intentará por lo tanto
establecer una relación entre los conceptos aportados por la psicología y el enfoque
fonoaudiológico respecto a esta afección. Por la misma razón la reeducación requiere
un abordaje interdisciplinario.
“La psicología clínica y la psicoterapia nos enseñan que las anomalías de
funcionamiento psíquico se originan en la ausencia de ciertos tipos de relaciones con
personas y objetos determinados”.
Un efecto importante de la indigencia psicológica del recién nacido es la necesidad
de contactos humanos repetidos y casi permanentes. Gracias a esos contactos el niño
realiza sus primeras formas de inserción afectiva en el mundo, inserción de tal
importancia que repercutirá sobre el esquema general de los contactos ulteriores.
En un intento por esquematizar las vivencias más precoces del hombre y el
posterior desarrollo de su persona, Sigmund Freud elaboró su teoría de la causalidad a
través de las llamadas “series complementarias”.
El desarrollo de este esquema es el siguiente: los factores hereditarios y las
vivencias fetales tempranas actúan condicionando la “constitución del sujeto”.
Conjuntamente las vivencias infantiles determinan los puntos de fijación de la libido
en distintas etapas del desarrollo. Ambos elementos constituyen lo que denominó:
“primera serie complementaria”, que se resume en el concepto de “predisposición”.
La segunda serie complementaria está constituida por la predisposición y por un
nuevo elemento etiológico, el factor desencadenante que proviene del ambiente o de
los conflictos internos y que altera la dinámica y economía evolutiva, iniciando la
regresión a los puntos de fijación traumática o placentera.
Estas interacciones pueden crear un círculo vicioso que paraliza el aprendizaje
pudiendo también distorsionarlo y estereotiparlo largamente. Las formas de expresión
libidinal quedarán sometidas a la modalidad de los vínculos regresivos que fijan los
términos de las relaciones del individuo con los miembros de la constelación familiar,
el orden social y en definitiva con todos aquellos con los que mantendrá relaciones
interpersonales durante su vida adulta.
Las manifestaciones psicosexuales de los niños, observadas temporalmente,
denotan una aparición ordenada. Cada una de las etapas manifiestas tiene los elementos
anatómicos predominantes para la satisfacción instintiva, denominada localización
libidinosa o “zona erógena”.
La etapa oral, como manifestación de la sexualidad del niño después del
nacimiento, que focaliza el predominio de la obtención de placer y del principio de
conservación ("doble función") en la zona de la boca, es de mayor interés para el
estudio psicofiopatológico de la deglución atípica. Por las características que se dan
10 Artículo elaborado por Myriam Gladys Videtta
sucesivamente, dicha etapa ha sido dividida en dos fases: oral primaria o “de succión’’
(placer por la succión) y oral secundaria, “sádico-oral” o “canibalística” (placer por
morder-devorar). E1 instinto sexual se separa pronto del nutritivo y busca
independientemente su satisfacción.
La succión es la actividad más gratificante y privilegiada en esta etapa. La boca,
por su sensibilidad y complejas estructuras musculares satisface, por medio de la
succión, importantes necesidades biológicas. Al tomar el pecho, el niño adquiere sus
primeras sensaciones en conexión con el mundo exterior realizando la primera
captación del mismo. En este momento, para el neonato, el medio circundante
consiste sólo en un individuo, “la madre o quien la sustituya”, que es percibida por él
como parte de la totalidad de sus necesidades y satisfacciones. El pecho es como una
parte de sí mismo, integrado a él en un mutualismo que no distingue el yo del mundo
externo al cual su madre pertenece. Su sentido de seguridad, satisfacción, placer y
logro, están estrechamente relacionados con la actividad bucal. La actividad de la boca
alivia la tensión psíquica y establece la relación con la madre de una manera simbiótica
o diádica. Los nacientes sentimientos emocionales y sociales, así como la
autopercepción primitiva, están vinculados a la actividad oral.
Las etapas siguientes del desarrollo permiten observar tres formas o tipos de
actividad que surgen de esta doble función sexual-nutritiva: el gustar o masticar los
alimentos, el sonreír y el besar y posteriormente la formación de palabras.
A1 mamar el niño huele a la madre, “siente” el pezón y “ve” el rostro materno.
Estas percepciones se fusionan hasta que la visual se hace más segura. El
amamantamiento inicia el cambio de la percepción “por contacto” (pecho) a la
percepción “a distancia” (rostro) de la cual el olfato es su antecedente. El pecho se
constituirá en el primer objeto de relación. (Spitz) Se ha demostrado que una carencia
notoria o privación de las relaciones de objeto durante el primer año de vida es un
factor que lleva a graves perturbaciones emocionales. Tales infantes dan la impresión
de haber sido privados de cierto elemento vital para la supervivencia. Se deduce la
necesidad detomar en cuenta la influencia de estos planos psicológicos en el modelado
de los trastornos que conforman las degluciones atípicas o infantiles, por lo tanto, la
conceptualización etiológica de la afección está vinculada con la Medicina
Psicosomática. La relación esencial madre-hijo se halla sometida a las contingencias
históricas de suerte que ciertas variaciones en la patología psicosomática se deben a
variaciones en la historia de dicha relación.
La subjetividad interviene en los procesos morbosos no sólo nutriéndolos, sino
configurándolos. Conflicto y personalidad son inseparables. Determinadas
personalidades son más sensibles a determinados tipos de conflicto y viceversa. Sólo
aquel conflicto que es capaz de descubrir las fisuras del ser tiene potencia patógena. E1
factor de inmadurez, de dependencia, de insuficiencia en relación con el mundo,
aparece siempre manifiesto.
A1 estudiar las fórmulas vegetativas en las primeras fases de vida se observa que
la afectividad le es inseparable. Ambas están abiertas al medio, y el medio natural
propio del niño que en esos momentos es la madre. Así ha surgido el problema de la
relación madre-niño en la génesis de los trastornos psicosomáticos.
Toda la psicología del recién nacido tiende a la supervivencia (Spitz). Los
procesos del crecimiento total constituyen una reserva de energía que luego se
diferencia en cantidad, dirección y fin. Margolín señala la importancia de la
afectividad en 1a infancia y especula sobre los síntomas psicosomáticos. Cuando el
organismo tropieza con estímulos que lo rebasan, que no puede dominar, regresa a un
estado anterior del desarrollo. Grinker presenta a la regresión como generadora de una
reviviscencia de funciones psíquicas globales y componentes psicofisiológicos de la
afectividad infantil, con una recrudescencia de emociones primarias expresadas
visceralmente de un modo primitivo. Raramente tal regresión constituye una
reproducción exacta de aquel estado infantil, sino que se integra al modelo con restos
procedentes de la experiencia adulta ofreciendo un mosaico compuesto por frentes de
diversos estados de madurez. Tales conductas regresivas se comprueban en el hecho
de que niños mayores y adultos, cuyas praxias han llegado a la maduración, retoman
momentáneamente conductas infantiles en ocasión de ciertas crisis psicoafectivas.
En tanto la boca es la principal vía del lactante, su desarrollo psicoafectivo está
ligado a la satisfacción del hambre y a la necesidad de chupar. Sus percepciones son
registradas en el cerebro interactuando con praxias primigenias. Por ello sucede que
ciertos individuos conserven o retomen conductas regresivas que interesan
particularmente a la esfera bucal. La regresión o la fijación en la etapa oral, presentada
bajo la forma de deglución infantil o atípica, se define como la no adquisición de la
praxia normal que corresponde a la maduración del desarrollo.
La deglución es una función innata y refleja del sujeto, por lo que no necesita de
un aprendizaje previo correspondiente a la maduración biológica. El reflejo de succión
tendría que evolucionar normalmente en el término de dos años a un mecanismo
deglutorio donde la lengua no se coloca ya en posición interdental sino que se eleva
ubicándose detrás de los alvéolos de los incisivos superiores; si este cambio no se
efectúa se instala la deglución atípica o infantil, llamada así por ser la persistencia del
reflejo de succión.
Cabe señalar ciertos hechos:
1°) que hay un gran número de personas de toda edad que degluten atípicamente y
no articulan las consonantes linguodentales, del modo llamado normal.
2°) que ciertas personas adquieren rápidamente en los primeros años la deglución
típica del adulto, otros lo hacen más tarde, a los 10, 15, 20 y a veces a los 30 años;
algunas llegan a la senilidad conservando toda su vida la forma de deglución infantil y
praxias de fonación atípica.
Depout, Israel, Kanmerer, atribuyen en su estudio de 1964 a una afectividad
alterada el retardo de la maduración psicomotriz, considerándola responsable de la
persistencia de las praxias de tipo infantil (“praxia”, según Van Gehuchten, es la
facultad de ejecutar movimientos apropiados con un fin). Para estos autores, el
desarrollo psicomotor del niño puede verse alterado por las frustraciones sufridas en el
primer año de vida, especialmente por una sobrealimentación dependiente de las
variaciones del humor materno y modificaciones correlativas a la calidad de los
cuidados, como a perturbaciones que tienen punto de partida en el inconsciente de la
madre poco preparada para su maternidad. Otros psiquiatras cargan sobre la madre la
más pesada responsabilidad en la formación del carácter del niño durante los dos
primeros años de la vida, siendo ésta una de las posibles causas de la persistencia de la
deglución infantil. Puede señalarse que las frustraciones precoces desempeñan un
papel importante en el retardo de la maduración.
Surge la pregunta sobre por qué ciertos sujetos sólo muestran una inmadurez en la
esfera estomatológica, mientras que las demás funciones están bien integradas. La
respuesta no es simple, es necesario profundizar más sobre ciertos factores: Desde el
orden fisiológico la función deglutoria se encuentra siempre asegurada; la deglución se
puede realizar tanto con las arcadas dentarias en contacto como separadas, sin mímica
o con la lengua interpuesta; la cuestión es relacionar cómo los trastornos precoces en el
desarrollo psicoafectivo y la insuficiente lactación materno-infantil se conjugan con el
desarrollo de la afección.
Las praxias infantiles de la deglución y las anomalías concomitantes de la posición
de la lengua en la articulación de las palabras podrían ser la manifestación de un
sentimiento de oposición o frustración, un refugio en el componente infantil en tanto
no querer evolucionar. La persistencia de la deglución infantil provendría de una
inhibición de origen afectivo como de un amamantamiento prolongado. El
mantenimiento de la deglución infantil o atípica y la colocación correspondiente de la
lengua en la fonación serían 1a expresión inconsciente, en el nivel bucal, de una
inmaduración psicoafectiva.
Cuando un niño, o a veces un adulto, es derivado a tratamiento fonoaudiológico
por presentar deglución atípica surge, al evaluar las praxias alimenticias con
diferentes tipos de alimentos, blandos duros y semiblandos, que los alimentos dados
son deglutidos de un modo especial, con movimientos exagerados de lengua en
algunos casos, de labios en otros, o ambos por lo general, conformándose una mímica
deglutoria muy especial. El alimento es sometido a diferentes pasos; una vez
introducido dentro del vestíbulo lingual, por medio de un movimiento atípico de la
lengua es sacado del vestíbulo labial para luego llevarlo de nuevo a vestíbulo lingual
dónde con interposición lingual es recién deglutido mediante una exagerada fuerza del
músculo borla de mentón. Por lo general el acto de deglución en estos pacientes se ve
acompañado de movimientos y hábitos llamativos, como limpiarse con la lengua los
labios, los dientes, jugar constantemente con la lengua dentro de la boca, chuparse
ambos labios, o permanecer con la boca entreabierta donde la posición de la lengua es
interdental (con los trastornos que acarrea dicha fuerza muscular sobre los dientes,
protruyéndo especialmente los incisivos). Todos estos movimientos se ven
aumentados cuando el paciente se encuentra en situaciones tensionales o muy
conflictivas.
Al efectuar la anamnesis surge la existencia de trastornos emocionales sucedidos
entre los dos y tres años, coincidentemente con la época en que se debería haber
producido el cambio del reflejo de succión a la deglución normal. Dicha referencia
difícilmente es relacionada con ladeglución atípica, por lo cual ha de estarse
prevenido para ofrecer, paralelamente al tratamiento fonoaudiológico, evaluación
psicológica y probablemente psicoterapia.
Bibliografía
Bleger, J. Psicología de la Conducta. Paidós. Buenos Aires. 1982.
Nuttin, J.: El psicoanálisis y la concepción espiritualista del hombre. Eudeba.
Buenos Aires 1979.
Segovia, M.: Interrelaciones entre odontoestomatología y fonoaudiología.
Panamericana. Buenos Aires. 1977
Spitz, R.: El primer año de vida del niño. Fondo de cultura económica. México.
1979.
Tallaferro. A.: Curso básico de psicoanálisis. Paidós Buenos Aires. 1979.
FUNCIÓN Y CAMPO DE LA PALABRA
Tres poemas de Juan Ramón Jiménez alcanzan para compendiar este capítulo:
I
ACCIÓN
No sé con qué decirlo,
porque aún no está hecha
mi palabra.
III
Inteligencia, dame
el nombre exacto de las cosas!
…Que mi palabra sea
la cosa misma,
creada por mi alma nuevamente.
Que por mí vayan todos
los que no la conocen, a las cosas;
que por mí vayan todos
los que ya las olvidan, a las cosas;
que por mí vayan todos,
los mismos que las aman, a las cosas…
Inteligencia, dame
el nombre exacto, y tuyo,
y suyo, y mío, de las cosas!
De esta manera inicia el poeta sus "Eternidades", aún su cuaderno en blanco. Y
cuando todo el vuelo de su inspiración ya se ha desplegado, anticipando la suerte de su
mortal destino, cierra el texto con esta visión profética que completa el significado
profundo del lenguaje:
CXXXVII
Palabra mía eterna!
Oh, qué vivir supremo
-ya en la nada la lengua de mi boca-
Oh, qué vivir divino
de flor sin tallo y sin raíz,
nutrida, por la luz, con mi memoria,
sola y fresca en el aire de la vida!
CÓDIGO LINGÜÍSTICO Y PERSONALIDAD
11
Las funciones del lenguaje habían sido estudiadas por Karl Bühler desde una
perspectiva objetiva y cognitiva. Distinguía los aspectos "vocativo", "notificador" y
"nominativo". Si estas mismas funciones fueran enfocadas en la dimensión subjetiva y
afectiva del hablante resultaría otra clasificación, entendiendo que quien llama a
alguien reclama su atención y compañía, que al expresarse se libera de algún contenido
emocional y que al nombrar ordena en alguna medida su intimidad y la visión de las
cosas. De allí que Laín Entralgo sume a la clasificación tradicional de Bühler las
funciones "sodalicia", "catártica" y "esclarecedora", complementarias de la visión
objetiva, agregando aún una más, la "suasoria" o "autoafirmadora", entendiendo que
todo aquél que habla a alguien trata de seducirlo, ganarlo para sí y a veces antiseducirlo
y rechazarlo. Este simple ejemplo pone de manifiesto que sustraer al lenguaje de lo
anímico implica el riesgo de un reduccionismo.
En tanto que la lengua es una convención sujeta a reglas y obligaciones, la
naturaleza del signo supone ser ajena al cuerpo. A través de la competencia lingüística
entra el lenguaje al del cuerpo y éste aporta a su vez subjetividad al habla. Puede
creerse que la personología no tiene nada que decir de la lengua, porque le atañe a ella
sólo su relación con la corporalidad y no con el código (salvo por la competencia
neurológica). En realidad, subjetividad y objetividad del lenguaje están, por vía de esta
doble dependencia de la palabra, íntimamente relacionados.
La lingüística contemporánea va rectificando la separatividad de estos aspectos al
tomar partido en su seno por una actividad más estrictamente descriptiva, con una
preocupación mayor por lo que la gente dice más que por intentar imponerles lo que
deben decir. Cada vez se problematiza más la importancia de "lengua correcta, "estilos
formales" o "lengua normativa" y el concepto de "adecuación" va reemplazando al de
"corrección". La observación de que si bien puede entenderse el significado de una
frase dada desde la lengua normativa, se termina transmitiéndola en un lenguaje
anormativo. Interpreta al parlante dependiendo más de los contextos sociales y
actitudes con que asume su pertenencia y participación, que de los códigos genéricos
del buen decir. Sirve como lustración el relato que cita Jacques Maritain sobre
Descartes y los marineros:
"Estando en el mar, en un barquito que había alquilado para un traslado, se
encontró con la necesidad de tratar con unos marineros que eran de lo más bárbaro y
rústico…No tardó mucho tiempo en percatarse de su maldad…Ellos observaban en él
que tenía una carácter muy tranquilo y paciente, y por la dulzura de su rostro y la
honradez y delicadeza con que los trataba, lo juzgaban un hombre sin experiencia.
Decidieron entonces aprovecharse de esta condición y arrebatarle sus pertenencias
quitándole la vida. Sin ninguna precaución celebraron consejo en su presencia sobre
si matarlo a golpes o tirarlo al mar, suponiendo que no conocía otra lengua que la que
hablaba con su criado. Descartes, viendo como iban las cosas, cambió de actitud, se
levantó de repente, sacó su espada con una fiereza imprevista y les apostrofó,
hablando en su lengua con un tono que los sobrecogió, amenazándoles con
11 Extraído de la conferencia brindada en las Jornadas Rioplatenses de Otorrinolaringología. UBA. Agosto de
1992. Relator: L.C.H. Delgado y de "La voz en la perspectiva psicodinámica" Revista Fonoaudiológica
ASALFA Tomo 38, N. 3. 1992.
atravesarlos a todos si se atrevían a ultrajarle… La intrepidez de que dió pruebas en
esta ocasión tuvo un efecto maravilloso en el espíritu de aquellos miserables…"
He aquí un buen ejemplo de la adopción del código circunstancial y del concepto
de adecuación y de plasticidad de una personalidad que puede abandonar toda
formalidad y normativa para recrear su propio espacio y presencia en virtud de una
conmoción interior y su necesidad de adaptación corporal. El ejemplo también
conjuga el aspecto de lo que podría llamarse "personalidad básica", con las diferencias
individuales o idiográfico.
Otro problema anexo es el de la adecuación de estas variantes en tanto engendran
en los demás actitudes de aceptación o rechazo. Hay un valor estímulo de la
personalidad o de influencia ejercida por los otros en la medida en que según su estilo
lingüístico -argot, forma coloquial, regionalismo- permita detectar su pertenencia a un
grupo o clase social, funcional o contextual. El asunto introduce en la temática de las
conveniencias o desventajas de un lenguaje que sin ser ineficiente es distinto, como
asimismo de los prejuicios y las intolerancias de las gentes.
Valen los ejemplos conocidos de la novela "Desde el jardín" y de la comedia
"Pigmalión". Así como el profesor de fonética Higgins transforma a Elisa, una tosca
florista callejera, mediante la reeducación fonológica gracias a lo cual alcanzará una
espléndida figuración social, Gardiner, construye a partir del falso código televisivo y
del comportamiento de las plantas de su jardín, un propio lenguaje ambiguo que le
abrirá, inesperadamente, el camino hacia el poder político. Frente a estas ironías del
efecto queda todavía mucho por decir sobre la naturaleza del código y sus relaciones
con la personalidad.
Por ejemplo ¿cuál es la diferencia entre las preposiciones
Me duelen las muelas,
Te duelen las muelas,
Le duelen las muelas,
que preocupaba a Wittgenstein y discutidas largamente en sus clases en
Cambridge alrededor de los años 30, hasta el punto de ser bautizadas "El Club del
dolor de muelas"?
O por otra parte: ¿qué licitud encierra la formulación de Bertrand Russell que reza
más o menos: "De que me sirve conocer el idioma de las hormigas si no puedo pensar
como las hormigas”?
Sin embargo, desdela psicología pueden darse respuestas a estas cuestiones.
Mientras las palabras se consideren como simples palabras no podremos resolver
nuestras perplejidades.
Robert Graves, desde otra perspectiva, ilustra al respecto cuando en "La diosa
blanca" enseña la diferencia entre el método poético y el prosaico. Dice que de la
incapacidad para pensar poéticamente se deriva la incapacidad para pensar claramente
aun en prosa. Y capacidad para pensar poéticamente consiste en resolver el lenguaje en
sus imágenes, melodías y ritmos originales, combinándolos en múltiples planos de
pensamiento y sentido simultáneos. (Quizá la voz sea el heraldo que trasciende lo
insustancial del código para expresar con él el lenguaje privado de las sensaciones y la
conciencia, nombrar a los dioses y transformar el mundo en palabra).
Corresponde destacar el papel de la investigación psicológica en el estudio de
aspectos comunicativos esenciales, tales como la con-notación, la intersubjetividad y la
pragmática. La comunicación no puede explicarse cabalmente a partir de condiciones
de posibilidad específicamente lingüísticas. No existen garantías suficientes, según el
decir de Nikas Luhmann, para sostener que el lenguaje es un suelo firme para un
consenso objetivo. Los sistemas de sentido operan autorreferencialmente y a partir de
la observación mutua de los sistemas psíquicos, entendiendo que el otro también
percibe y significa. Sin el auxilio de la psicología es imposible alcanzar una
comprensión de las diferencias entre las perspectivas desde las que cada uno ve las
cosas. Se elabora y participa en el sentido en forma de comunicación, para lo cual se
hace uso del lenguaje, pero éste no está a nuestra disposición como un sistema de
expresiones con significados idénticos para todos y en correspondencia precisas con
nuestras pulsiones, deseos, intereses, pensamientos u opiniones, por lo que sólo
permite una sustitución de todos estos contenidos por sus signos precarios. Estamos
acostumbrados a afirmar que el lenguaje modela al hombre hasta tal punto que aún
antes de que el niño haya nacido ya tiene asignado su nombre al cual deberá responder
el resto de su vida; pero se olvidan a menudo ciertas autonomías yoicas frente al
lenguaje. La caracterización particular del Yo, como expresión de autonomía frente al
lenguaje, será indudablemente relativa, pero precisamente esta relatividad confiere
necesidad a la integración de las perspectivas lingüísticas y psicológicas.
Desde un concepto amplio la pragmática incluye la psicolingüística, la
sociolingüística, la neurolingüística y otras. Por estos campos han transitado Bateson,
Laing, Watzlawick, Jakson, Liberman y muchas otras figuras atípicas. Tal amplitud
responde a una referencia explícita al hablante o usuario del lenguaje. Abstraerse de su
presencia -como lo define Carnap- es quedar reducido a la semántica, asunto de gran
interés para filósofos y científicos atenidos al significado. A los psiquiatras y
psicólogos pueden resultar curiosas sus especulaciones, por otras partes muy lícitas e
interesantes, como resolver la diferencia entre "conejo" y "conejito" sin incluir al niño
que condiciona el diminutivo. Cuanto más las inflexiones de la voz que acompañan a la
palabra y se acomodan o denuncian su circunstancia.
"Nada es la torre, nada la nave, sin hombre que la habita." dice Sófocles por boca
de Edipo, y la voz del actor vibra y se amplifica a través del tubo de la máscara trágica
del teatro griego que prefigura, en su per-sonare , el sentido del término
"personalidad".
BIBLIOGRAFÍA
Derrida, J.: La voz y el fenómeno. Pretextos. Valencia 1985.
Graves, J.R.: La diosa blanca. Losada. Buenos Aires. 1970
Habermas, J. El discurso filosófico de la modernidad. Taunus. Buenos Aires.
1989.
Jappe, G.: Sobre la palabra y el lenguaje en psicoanálisis. Granica Buenos Aires.
1967
Jiménez, J.R.: Eternidades. Losada. Buenos Aires. 1944.
Laín Entralgo, P.: El médico y el enfermo. Guadarrama. Madrid. 1969
Lenneberg, E.H.: "Génesis del lenguaje" en Presentación del lenguaje.
Compilación de
F. García. Taurus. Madrid. 1972.
Maritain, J.: Filosofía moral.Morata. Madrid. 1920
Muñiz Rodríguez, V.: Introducción a la filosofía del lenguaje. Problemas
ontológicos.
Anthropos. Barcelona. 1989.
Thornberg , J.M. : Topogénesis uno. Ensayo sobre el cuerpo y la arquitectura.
Oikos-tau.
Barcelona. 1979.
DESARROLLOS PSICOANALÍTICOS
SOBRE LA CUESTIÓN DEL LENGUAJE
12
1
Sección compuesta por Luis Carlos H. Delgado
1.- Desarrollos psicoanalíticos
El objeto del psicoanálisis es lo que Freud descubrió: el inconsciente.
El método apropiado para su estudio: el material de los sueños y las asociaciones
libres.
El instrumento de abordaje para analizar este material: la palabra.
Para el estudio del inconsciente, Freud tomó en cuenta las asociaciones libres,
juegos de palabras, chistes, lapsus de la lengua, etc. poniendo de manifiesto que el
análisis de lo que el paciente decía era el método apropiado. En la época de su
descubrimiento la moderna lingüística no había sido inventada. Las lecciones de
Saussure fueron publicadas en 1916, dieciséis años después de “La interpretación de
los sueños”. Creó sus propias categorías y terminología para describir lo que había
descubierto.
Lacan, en su vuelta a Freud, lo traduce en términos de la lingüística estructural. Le
resulta a su vez fundamental la vinculación entre lo concerniente al inconsciente y las
construcciones lingüísticas, hasta el punto de afirmar
“La estructura del inconsciente es la estructura del lenguaje”.
2.- Cuando un cuerpo habla…
Cuando un cuerpo habla podemos decir que allí hay un sujeto. Lo representamos
con la letra
S
Por esta condición de hablar, el concepto de “sujeto” es jerarquizado como tal y
separado del mero cuerpo. Surge luego si la palabra del ser hablante es una palabra
plena de expresión y significado; de no ser así, su condición de sujeto hablante
adolece de una falta de ser, por lo que debiera ser más adecuadamente representado
atravesado por una barra: como “sujeto barrado” S
El psicoanálisis lacaniano cuestiona la plenitud significativa del lenguaje, y
denomina a este sujeto barrado mediante un neologismo: parlètre, palabra francesa de
la cual no pretende traducción.
Pudiera insistirse que el ser hablante es una instancia anclada al cuerpo, ya que es
el cuerpo el que hace posible la voz mediante:
1. la vibración de las cuerdas vocales
2. el aire espirado,
3. la articulación oral de la palabra,
4. la resonancia en los senos nasales y paranasales,
5. la competencia lingüística cerebral,
6. la intervención de la mente o el psiquismo, columnas de la cognición y el
afecto.
7. la retroalimentación auditiva,
8. el carácter dado al género y la edad por la conjunción hormonal evolutiva,
Agentes armados por el cuerpo desde su génesis, objetos fundamentales del
estudio de la fonoaudiología.
Con todo, desanclándonos del cuerpo, podemos ocuparnos de otros objetivos
coincidentes con los del psicoanálisis, de interés esencial para nuestra materia. Nos
referimos al campo de la lingüística: significantes y significación, metáfora y
metonimia, los tropos del discurso; en fin, la cuestión del lenguaje, del habla, la
palabra, la enunciación, el enunciado, el enunciante y del otro vocativo de la escucha.
Más allá del cuerpo, estamosen la región del “tesoro del lenguaje”, externo y previo a
la existencia corporal del recién nacido: la lengua de la madre, que lo aguarda y lo
recibe.
Entra el niño en la existencia por el deseo de su madre (cuando no como sorpresa
no deseada). Aquel deseo, o no deseo, lo incorpora al mundo como cuerpo del deseo
de la madre, o de su sorpresa. (La concepción psicoanalítica se apuntala en el deseo).
A este cuerpo deseado se le da nombre de pila y apellido, otorgándosele, al
incorporarlo al lenguaje, categoría de sujeto. Con mayor o menor intención y
comprensión de aproximación a un significado, se le concede al niño un nombre que es
un significante.
3.- El Signo lingüístico
Sabido es que la lingüística tradicional reducía la lengua a una nomenclatura
subsumiendo la palabra a la sustancialidad de la cosa que nombra. La lingüística
moderna a partir de Ferdinand de Saussure introdujo una concepción netamente
psicológica tanto para el significante como para el significado, al presentar al primero
como una imagen acústica y al segundo como un concepto. La palabra desde entonces
elude reducirse a ser un sonido material, una sustancia gráfica, o un registro del
diccionario, siendo fundamentalmente una huella psíquica que involucra a una forma
del pensamiento. Según Saussure el signo lingüístico era una entidad psíquica de dos
caras en las que ambas se implicaban en una relación de asociación y que podía
representarse de la siguiente manera:
s concepto significado
S imagen acústica significante
He aquí su signo lingüístico
Repasemos este esquema bien conocido:
Significado
significante
La elipse representa la unidad del signo; lo cerrado del signo, la unión
indisoluble del significado y el significante, como si fueran las dos caras de un papel
Su oposición terminológica
Las dos flechas aluden a la implicación recíproca entre ambas. La búsqueda
de la una por la otra.
La línea horizontal adquiere valor de vínculo.
Hasta aquí podríamos seguir suponiendo la significación interna al signo de
una manera precisa: a tal imagen, tal concepto. Pero Saussure nos dice que la
significación depende del “valor” relacional entre los signos. Es necesario comparar
el signo lingüístico con los otros signos de la lengua. El signo, según Saussure, forma
parte de un sistema; no sólo contiene una relación positiva en sí mismo entre el
significante y el significado, sino también, una relación negativa y diferencial con los
otros signos.
Al respecto afirma:
"El contenido de una palabra no está verdaderamente determinado más que por
el concurso de lo que existe fuera de ella".
"En la lengua sólo hay diferencias”
Se entiende: diferencias que permiten establecer relaciones. Las relaciones se
despliegan en el orden sintagmático y sincrónico [en la extensión, lineal, en presencia]
y además en el eje paradigmático o asociativo [en ausencia: alude al tesoro interior de
la lengua que nos permite hacer conmutaciones].
Sin embargo, en contraposición, Saussure reflexiona sobre el hecho simple y
verificable de que cuando la gente habla se entiende.
Mas en realidad -y esta es una observación ajena a Saussure- ese entendimiento
dado por el uso del lenguaje, mediante el cual se supone que alguien habla y se le
entiende, se limita al uso de semantemas.13
En rigor, llevando la complejidad aún más lejos, los significantes no tienen
correspondencia unívoca con cosa alguna. Para el psicoanálisis el cuestionamiento de
la plenitud significativa del lenguaje es aún más radical.
En el nivel de los semantemas de nuestra comunicación el sentido ya está dado y
por eso mismo no se produce en ella más creación de sentido. El circuito del discurso
corriente es el de la palabra vacía, la del remolino de palabras, donde aparentemente
todo se reduce a la intención lingüística y hasta puede tenerse la ilusión de estar
diciéndolo todo mientras que la sanción del mensaje por el otro consiste en simple
reconocimiento de términos.
De allí la postulación de la opacidad del significante, con significados reducidos a
un mutuo decir generadores de malentendidos. Nos introduciremos aquí en un tema
13 Semantema: Término desaparecido del uso contemporáneo; corresponde aproximadamente a lexema.
Refleja una concepción antigua según la cual sólo los lexemas serían portadores de sentido (semantemas)
mientras que las unidades gramaticales no lo serían.
Lexemas; Unidad de primera articulación -portadora pues de significación- que puede ser descomponible en
unidades más pequeñas o monemas
álgido en las ideas psicoanalíticas modernas: la subversión y destrucción del signo
saussuriano.
Pero antes de elucidarlo en una subversión detengámonos respetuosamente y
valoremos las elaboraciones sutiles mediante las cuales compuso Saussure su signo
lingüístico.14
Leemos:
"El papel característico de la lengua frente al pensamiento no es el de crear un
medio fónico material para la expresión de las ideas, sino el de servir de intermediario
entre el pensamiento y el sonido, en condiciones tales que su unión llevará
necesariamente a deslindamientos recíprocos de unidades. El pensamiento, caótico
por naturaleza, se ve forzado a precisarse al descomponerse. No hay, pues, ni
materialización de los pensamientos, ni espiritualización de los sonidos, sino que se
trata de ese hecho en cierta manera misterioso: que el "pensamiento-sonido" implica
divisiones y que la lengua elabora sus unidades al constituirse entre dos masas
amorfas."
Imagina entonces una analogía basada en el contacto del aire con una capa de
agua, donde al cambiar la presión atmosférica la superficie del agua se descompone en
ondulaciones ensambladas con la columna de aire que le es relativa, ejemplificando de
esta manera la conexión del pensamiento con la materia fónica. El pensamiento sería
como una nebulosa donde nada está delimitado; no hay ideas establecidas y nada es
distinto antes de la aparición de la lengua.
Frente a este reino flotante, los sonidos tampoco ofrecerían por sí mismos nada
circunscrito de antemano. La sustancia fónica no es un molde a cuya forma más o
menos fija o rígida el pensamiento deberá acomodarse. Sería, en cambio, una materia
plástica que se va dividiendo en partes distintas al suministrar los significantes que el
pensamiento necesita a medida que va constituyéndose. La lengua elabora sus unidades
al constituirse entre estas dos masas amorfas; los signos suponen cortes que afectan
tanto a la masa de las ideas como a la del sonido.
Este modo de relacionar el lenguaje al pensamiento no podía escapar a la
observación del psicoanálisis preocupado, como lo estaba, por articular su concepción
del "aparato psíquico" al fenómeno del lenguaje y a la constitución del inconsciente
reprimido.
4.- Subversión del signo lingüístico. Preeminencia del significante
Estamos acostumbrados desde la teoría del conocimiento postular; "sujeto",
"objeto" y "representación".
Es decir, si hay un sujeto cognoscente que habla de algo a alguien, la
representación suya del objeto en cuestión, más allá de todo fingimiento, depende de
la mayor o menor transparencia de la representación en cuanto al referente, y de hasta
qué punto las propiedades del objeto han sido asimiladas por el sujeto.
Esto nos conduce a la cuestión de la verdad, de la verificación o falsación.
Las teorías del lenguaje pueden diferenciarse según el acento caiga sobre el sujeto
o el objeto: en el primer caso serán "nominalistas" y en el segundo "realistas".
14 Ferdinand de Saussure: Curso de lingüística general. Losada, Buenos Aires. 1945.No parece importar mucho esta distinción desde que Ferdinand de Saussure
suspendió el problema de la representación, privilegiando la cuestión semiológica
mediante la cual “los que hablan se entienden”, y estableciendo su concepción del
signo lingüístico.
Ahora bien; en su pasaje al psicoanálisis la representación del signo lingüístico,
por su opacidad, invirtió la terminología, pasando el significante arriba y el significado
abajo de la barra. Señaló que el significante en lo cotidiano de nuestra experiencia, se
desliga de la operación de dominio que sobre él ejerce la lingüística. Más
precisamente, es indominable.
S Significante
s significado
De esta manera se expresa la importancia que el psicoanálisis asigna al
significante en el discurso, hasta el punto de suponer que el conjunto del significante
con su significado constituye en verdad otro significante cuyo real significado es más
profundo.
S
s
s
Como ejemplo puede servirnos los símbolos del sueño o la metáfora; examinemos
una metáfora sencilla.
”Las perlas del rocío”
Analicemos de qué manera la vinculación de los significantes “perlas” y “rocío”
modifican sus mutuos significados.
Al reemplazar “perlas” por “gotas”, rocío gana en excelencia.
Veamos ahora el efecto de la destrucción del signo saussureano.
por su reemplazo:
S Significante
s significado
1. Se elimina la elipse que garantizaba la unidad del signo y marcaba la
relación positiva que Saussure llamaba significación.
Significado
Significante
2. Se trata ahora de dos etapas del algoritmo.
3. Desaparecen las flechas con lo cual se pierde la biunivocidad de los
términos.
4. Se invierten los términos dándole relevancia al significante (que aparece
con mayúscula) sobre el significado, y
5. se mantiene la barra pero pierde el sentido de vínculo y paralelismo.
6. La barra, entonces, lejos de indicar relación indica separación de dos
órdenes diferentes
7. Esta nueva notación la llamaremos algoritmo. Un algoritmo es una
notación que determina una serie de operaciones ordenadas, un modo de cálculo.
En el esquema de Saussure, si observamos con atención, aún estábamos en el
problema de la representación. La destrucción del signo conduce a separarnos de la
ilusión de que el significante responde a la función de representar al significado. O
digamos mejor que el significante debe responder de su existencia a título de una
significación cualquiera.
5.- La enunciación y la escucha
Entonces: ¿De qué se habla cuando se habla? ¿Quién es el que habla?
En relación a ello podemos comenzar estableciendo distinciones entre:
La enunciación: acto individual del habla que da por resultado un
enunciado.
El enunciado: serie acabada de palabras emitidas por un locutor.
Sujeto del enunciado: puesta en escena del sujeto en su enunciado.
Sujeto de la enunciación: el locutor como lugar y agente de la producción
de los enunciados.
La verdad del sujeto, según lo visto hasta lo aquí, sólo puede decirse a medias,
porque existe una diferencia entre la representación de esa verdad en el discurso,
implícita o explícita, y la intencionalidad de hacerla manifiesta en la enunciación. En
realidad la distinción va más lejos, porque para el psicoanálisis no es sólo cuestión de
la opacidad significante, sino además de la reticencia consciente, y de la represión
inconsciente.
El Otro, del lado de la escucha, el lugar evocado en el recurso de la palabra; se lo
conceptualiza como:
Quien sanciona el mensaje.
Alteridad radical.
Alteridad no personal. Sitio.
El lugar donde el mensaje es leído y sancionado como mensaje.
Tesoro del significante y reglas de su empleo.
La lengua materna que la madre encarna.
El Otro de la primera dependencia.
El lenguaje que siempre viene del otro.
Encuentro con el significante de la madre.
La ilusión de una relación intersubjetiva.
Hay más con respecto al Otro. En principio veamos, que el sujeto de la
enunciación es, gracias a su enunciación y su enunciado, susceptible de
interpretación profunda.
Adviene como sujeto por el lenguaje, su advenimiento se produce en el acto
mismo de la articulación significante por la enunciación. Pero en cuanto ese sujeto
aparece gracias al lenguaje pierde dentro de él la verdad de serlo, puesto que sólo
aparece representado.
Sin embargo, es por la misma enunciación que puede atisbarse su verdad, y no
solamente en el contenido del discurso, sino curiosamente, en los silencios y
puntuaciones, en sus tropos y fallidos. Digámoslo de esta manera: el sujeto del
inconsciente puede ser localizado al nivel del sujeto de la enunciación.
Una consecuencia terapéutica: el psicoanalista es un profesional receptivo a los
significantes que llegan a través del decir del enunciante, más allá de los significados
que se organizan en lo dicho. Se separa de esta manera su intervención de la
comprensión material que el paciente aporta o de una construcción a elaborar a partir
de ello. El psicoanalista evita la interpretación explicativa. Se limita a puntuar el decir
del paciente por medio de una escansión que, en el mismo lugar de la enunciación,
liberará la abertura significante que se deja oír cuando se espera que se cierre al llegar a
la finalización de un enunciado.
La intervención analítica tiene la categoría de una operación del lenguaje que se
produce bajo la forma de un corte significante en el orden de lo dicho para liberar al
“lenguaje primero” del significado inconsciente que se articula en el decir.
El trabajo del analista se limita al vacío, al corte, a ese lugar que le deja al sentido
que en ese intersticio se sitúa. En el corte está la dimensión del acto fallido que
cortando el vínculo con la cosa, conecta las palabras con otras palabras para producir
un efecto sobre el sujeto.
Para el analista sujeto del inconsciente es el sujeto del deseo; es decir: el sujeto, en
la verdad de su deseo, es considerado como sujeto del inconsciente, y articula en el
habla, en el desfiladero de la palabra, permanentemente, sin que él mismo lo sepa,
algo de su deseo
S
//
S2
6.- Divertimentos
Saussure reflexiona sobre el hecho simple y verificable de que cuando la gente
habla se entiende. Examinemos el párrafo siguiente intentando una lectura rápida y
comprobaremos cómo los semantemas se imponen por el hábito del uso, en este
escrito plagado de neologismos y disortografía.
“De aecrudo a una invsetaigcaión raezildaa por una Usinedrad ignlsea
no ipmotra en que odern las ltreas de una pbalara etsán. La úcncia csoa
que ipmotra es que la premira y úlmita ltrea eetsen bien ubcacidas.
El rseto pedue ser un lío ttoal que iuagl se peude leer sin mtyoaes
didadtfuciles.
Esto se bdee a que nrotsoos no lemeos cdaa ltrea, sinio la pbalar como
un tdoo.
Criouso, no?”
***
Galimatazo (De "Alicia a través del espejo”)
Brillaba, brumeando negro, el sol:
Agiliscososgiroscaban los limazones
Banerrando por la váparasljanas;
Mimosos se fruncían los borogobios
Mientras el moniorantasmurgiflaba.
¡Cuídate del galimatazo, jijo mío!
?Guárdate de los dientes que trituran
y de las zarpas que desgarran!
Cuídate del pájaro Jubo-jubo y
Que no te agarre el frumiosoZamarrajo!
Valiente empuño el gladio orpal;
A la hueste manzona acometió sin descanso;
--*/-Luego, reposóse bajo el árbol l Támtano
y quedose sesudo contemplando...
y así cavilaba firsuto,
¡Hete al Galimatazo, fuego en los ojos,
que surge hedoroso del bosque turgal
y se acerca raudo borguejeando!!
......
De ""Alicia a través del espejo"
El célebre Jabberwocky; es el más famoso de todos los poemas conocidos deldisparate, absurdo o sin sentido de la lengua inglesa.
La invención de pseudopalabras está tan bien hecha que suena como palabras
verdaderas y evocan reales significados. Algunas se incluyen en los diccionarios como
si cualquier cosa fuera y se han introducido en el lenguaje corriente.
Puede interpretarse el poema entero como una parodia de una balada medieval.
Toma las estrategias literarias de esas baladas, al sentimiento de aventura y al horror
trágico le agrega la sensación del ridículo. Estamos frente a una traducción y el
traductor aclara: "La verdadera cuestión es que estamos ante una atractiva
combinación de lo poético, la locura y lo infantil".
Unos capítulos más adelante Zanco Panco (HumptyDumpty) tiene de su propia
explicación del poema con lo que suma más contradicciones por las evocaciones
fonéticas que hace.
En un pequeño diálogo se queja Alicia:
"La cuestión es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas
diferentes".
A lo que le responde: “La cuestión es saber quién es el que manda”
Este ejemplo ilustra, entre otras cosas, lo unívoco del significante y su
estructuración significativa en función de los otros signos del texto
Sejuela
Creación de un significante y sus innumerables significados posibles.
Enfermedad aun no aceptada por la ciencia médica.
Mientras tanto, millones de personas que padecen este mal, esperan la aprobación
de la Organización Mundial de Salud, para que se estudie y se encuentre la cura
para esta enfermedad que cada día es adquirida por miles de personas.
Por favor, es muy importante hacerse este auto-examen ante la aparición de la
Sejuela.. El diagnóstico a tiempo puede ayudarnos a combatirla.
SINTOMAS QUE DEFINEN LA APARICIÓN DE ESTA PATOLOGÍA:
1.- Si un café te produce insomnio.
2.- Si una cerveza te lleva directo al baño.
3.- Si tenés modorra después de almorzar.
4.- Si cualquier cosa te da acidez.
5.- Si todo pequeño exceso provoca aumento de peso.
6.- Si la sal te sube la presión arterial.
7.- Si al levantarte sentís dolor de espalda y cintura.
8.- Si la TV te produce sueño.
9.- Si te alteras por cualquier pavada.
10.- Si empezás a ver borroso.
Todos esos síntomas son prueba irrefutable que padeces de Sejuela
¡SE-JUE-LA JUVENTUD !
7.- Formalizaciones
Estamos en condiciones de formalizar algunos de los temas desarrollados:
En principio, los instintos de los animales son comportamientos que tienen
caracteres específicos muy claros, y que sólo presentan, en el seno de una misma
especie, poca variabilidad de un individuo a otro. Se manifiestan por acciones más o
menos complicadas hacia fines cuya importancia es capital para la vida del
organismo. Un animal parte en línea recta desde la necesidad hacia el objeto de su
satisfacción.
Δ Objeto Fin [Satisfacción de la necesidad]
El objeto y el fin son invariables y una vez alcanzado el fin, el objeto no se
mantiene hasta que surja otra vez la necesidad.
El animal tiene una representación adecuada del objeto, a diferencia del hombre, a
quien se le plantea de continuo el problema de la verdad. Antes de encontrarse con el
objeto de la satisfacción, el hombre debe significarlo y pedirlo, es decir requiere del
lenguaje. El asunto es, todavía, si una vez pedido puede obtenerlo, es más: si tiene
certeza del objeto de su deseo.
Por ahora constatemos un hecho: el sujeto ya no va directamente al objeto como el
animal sino que tiene que hacerse entender.
M C
S S´
I Δ
En esta formalización, SS´ : es el vector de los significantes; es el lenguaje:
Representa una sucesión que no es otra cosa que la cadena de significantes sincrónica
y diacrónicamente entendida; pero como por otra parte todo hecho del lenguaje implica
que seamos capaces de producir sentido, hay que suponer también la intervención de
un proceso de segmentación dentro de la cadena significante, sintagmática y asociativa,
con la cual producir el sentido esperado al suscribir una cierta elección de significantes.
La demanda no termina con el cumplimiento de este requerimiento emisor, pues aún
falta la comprensión del Otro, dicho de otro modo, falta la sanción del código por el
Otro.
La función de la puntada CM u operación de almohadillado, se asocia a la
producción de una significación la que se efectúa gracias a un efecto retroactivo de los
significantes sobre sus antecedentes en la cadena.
C, es el lugar del código: se define como el conjunto de signos y de símbolos que
permiten no sólo representar sino también transmitir información. La aptitud
c
c
M
lingüística es posible gracias al buen uso del conjunto de símbolos y de signos de
acuerdo a convenciones preestablecidas.
C es el tesoro de los significantes, el compañero del lenguaje, el acceso obligado
a los fenómenos lingüísticos (de la metáfora y de la metonimia) a partir de los cuales
se ejerce en M los efectos del mensaje.
M es el mensaje.
La significación que surge inducida por el carácter de necesidad, se vuelve
demanda en búsqueda de la satisfacción, y encuentra su unificación en el circuito
MC/CM que participa de la actualización del mensaje y se distingue en el grafo por su
carácter de unidad representada por el trazo entero, en contraposición con las líneas
punteadas de la discontinuidad significante (trazo SM y CS´ y del estado aún no
plenamente formulado de la necesidad (ΔC)
El código del discurso no sólo autoriza sino que también funda la comunicación
intersubjetiva, pero las prescripciones impuestas por el código hacen que el círculo del
discurso sea un nivel de articulación de la palabra en donde las posibilidades de
creación de sentido son reducidas, ya que de alguna manera el sentido está fijado por el
código y en un principio el sujeto debe ajustar su demanda a ello.
La cadena SS´ constituye un lugar favorable a posibilidades de operaciones
metafóricas y metonímicas que se elaboran a la manera de sustituciones significantes
para significar un sentido evasivo e incompleto.
Por otra parte este vector estará constituido esencialmente por fonemas, es decir
por unidades más pequeñas desprovistas de sentido, cuya combinación garantizará
simplemente la producción de significantes.
Cada lengua cuenta con una cantidad definida y limitada de estas unidades
distintivas mínimas que se pueden discriminar fácilmente por medio de un análisis que
consiste en conmutar dos de esas unidades en el mismo contexto de una secuencia
hablada. Si la conmutación produce dos sentidos diferentes se trata de dos fonemas
distintos.
[Hay una hoz de menos.
Hay una hez de menos]
[ o por e produce sentidos diferentes y por lo tanto son auténticos
fonemas]
Los fonemas están especificados por el código de cada lengua y por lo tanto los
mensajes se distinguen unos de otros gracias a su sistema de oposición.
Pero entonces hay más que decir:
Destacamos que las prescripciones impuestas por el código hacen que el círculo
del discurso sea un nivel de articulación de la palabra en donde las posibilidades de
creación de sentido son muy reducidas. En consecuencia, el círculo del discurso es un
lugar de discurso relativamente vacío, un lugar de palabra vacía es decir, del discurso
concreto del ser hablante que se esfuerza por hacerse oír.
Lacan diferenciará entonces un nuevo circuito para representar lo que llama el
discurso racional, también designado comocírculo del discurso o molino de palabras.
Ese discurso no es más que el discurso corriente, el discurso común constituido por
semantemas, es decir, por elementos significativos como puntos fijos determinados por
el código.
D S
β' β
I Δ
Se produce allí un cortocircuito representado por el segmento β'β que hace que un
discurso no pueda decir nada desde el punto de la verdad del sujeto, porque gira en
falso en una inagotable repetición. A través de este circuito el ser hablante se agota en
el registro de la palabra vacía del molino de palabras que nos vuelve a llevar al orden
del testimonio puro y simple de nuestra condición de animales hablantes que no
terminan de expresar y hacer entender su deseo.
En el siguiente esquema, β' es el lugar donde Lacan sitúa al objeto metonímico,
es decir al objeto que siempre está metonímicamente delegado en el lugar del objeto
del deseo. En cuanto al punto β, es el que especifica al sujeto, el “yo” (Je), es decir el
lugar en el discurso de aquél que habla. El símbolo D evoca ahora, de la cadena
significante el nivel donde e articula la demanda, Δ en búsqueda inconsciente e
infructuosa de I, el ideal.
Todo sujeto que compromete su discurso en el cortocircuito del molino de
palabras, necesariamente hace escuchar para el oído analítico mucho más de lo que
aparenta decir.
Ese acrecentamiento de sentido será el resultado de una elaboración significante
que podría localizarse en un lugar superior del grafo. (Como en realidad lo formaliza
Lacan, formalización que no desarrollaremos porque excede el propósito y las
limitaciones del texto)
8.- El deseo y la demanda
Con la demanda el niño da prueba de su ingreso al universo del deseo, el cual se
inscribe en el tiempo del lenguaje, entre la demanda y la necesidad. La demanda,
como expresión del deseo, es doble. Más allá de la demanda de satisfacción de la
necesidad, se perfila la demanda de algo extra, que es ante todo demanda de amor. En
general, la demanda siempre está formulada y dirigida al prójimo, y en el caso
primigenio del bebé, dirigida a la madre, que es precisamente el lugar del código o
tesoro de los significantes. Aunque se refiera a un objeto de necesidad es siempre
“inesencial” porque se trata e una demanda de amor en la que el niño quiere ser el
único objeto del deseo del Otro que satisface sus necesidades, el Otro de la madre.
M C
Ese deseo del deseo del Otro, cuando el sujeto ingresa en el lenguaje, se encarna
en el deseo de un re-encuentro con la satisfacción originaria en donde el niño recibió
satisfacción bajo la forma del goce sin haberlo pedido ni esperado. De hecho, el
carácter de este goce proviene de su inmediatez con respecto a la experiencia primera
de satisfacción en donde, precisamente, no está mediatizado por una demanda; de esta
manera, a partir de la segunda experiencia de satisfacción, la mediación de la demanda
confronta al niño con el orden de la pérdida. Algo falló, en efecto, en la diferencia que
se establece entre lo que se da al niño inmediatamente, sin mediación psíquica y
aquello que se le da mediatamente, como si debiera ser pedido.
En el nivel del enunciado, habrá que atravesar con la puntada el lugar del código
(C) para alcanzar el mensaje (M).
S S´
M C
I Δ
De quién obtenemos este código es de la palabra de la madre; la lengua materna; el
tesoro de los significantes. La intención del sujeto surgida de la necesidad debe pasar
previamente por el lugar del código que rige para él el acceso a la satisfacción que
busca su necesidad. El niño se dirige a un sujeto que sabe hablante, al que ha visto
hablar, del cual aprenderá muy pronto que su habla es un desfiladero al que debe
adaptar las manifestaciones de sus necesidades para ser satisfechas.
El lugar C, será el que imponga prioritariamente a la necesidad una estructura que
codifique la manera en que podrá operar sobre la cadena significante DS. Por lo tanto
el lugar del código se sitúa exactamente en el lugar del Otro y primitivamente en ese
Otro real de la primera dependencia el niño, que es la madre.
En el punto M encontramos el lugar en que la significación se afina y a la vez
acaba el juego retroactivo de los significantes. Es el lugar en la cadena significante en
donde va a constituirse el sentido a partir del código; es el mensaje.
9.- La puntada
la sucesión de significantes, que en un orden lineal aparecen en el habla, otorgan
sentido al oyente retroactivamente. Esos significantes, varían su significación hasta
que la comprensión del mensaje los precisa por comprensión retrospectiva: tal “la
puntada” o ”punto de almohadillado” o “capitoné” La puntada es la operación de
segmentación que sostiene la función de valor del signo puesto en práctica por el
proceso de significar.
Pongámoslo aprueba con estos ejemplos:
c c
Ay/ [Ay]
Juan/ [Ay, Juan]
así/ [Ay, Juan, así]
no/ [Ay. Juan, así no]
se/ [Ay, Juan, así no se]
puede/ [Ay, Juan, así no se puede]
Un hombre
Un hombre bien
Un hombre bien parecido
Un hombre bien parecido al mono
Observamos que cada término se anticipa a la construcción de los otros, y el
último término de la secuencia hablada es el que otorga significado al primero.
Ingenuamente uno pensaría que esos botones de tapicería a los que alude la
puntada, han sido cocidos uno a uno, análogamente a los signos saussureanos. En
verdad el capitoné no se hace así, sino que se trata de un entrecruzamiento de hilos que
por tensión produce las depresiones en la superficie. También llamadas puntos de
almohadillado. Lo que hay que retener es que todos estos puntos se producen
simultáneamente al tirar de los hilos y no uno a uno. La puntuación de una frase es
análoga a la tensión de los hilos; tiene por resultado el abrochamiento del sentido que
resulta retroactivo y que se presenta como una unidad.
Otro ejemplo de sanción del mensaje muestra como el Otro puede trastocar lo
literal de mismo
"Un dulce lamentar de dos pastores. " (Garcilaso)”
Puede ser entendido como: “Un dulce lamen tarde dos pastores.”
El locutor quiere decir la primera frase de Garcilaso y el que escucha sanciona la
segunda. La dirección opuesta de los segmentos MC y CM marca en el grafo el efecto
retroactivo Esto ocurre porque se trata del significante y no del signo.
En conclusión:
Δ: Sujeto mítico de la necesidad, que busca la satisfacción a partir de su estado no
formulado, emprende su camino a través del desfiladero de la palabra (DS), intentando
llegar en el otro extremo (I) de la cadena intencional ΔI, a la realización de un ideal (I),
punto de la identificación más primaria del sujeto como una primera marca (seing) de
lo que recibió en su relación con el otro. Este punto de llegada, I, ilustra la huella
dejada por la demanda sobre la necesidad, da prueba de la aprehensión arcaica del
lenguaje por parte del sujeto.
El sujeto mítico ha sido anulado en su intencionalidad por la sanción del otro, por
lo que será necesario sustituir lo que se marca como ideal (I) por el sujeto barrado S
En verdad, no existe el sujeto mítico desde el vamos, sino que aparece formulado
por un efecto retroactivo. Incluso antes de que hable está barrado porque el lenguaje lo
preexiste. Esta es la razón porque en otros gráficos podremos reemplazarlo por el
sujeto ya barrado.
10.- El CiudadanoKane
El cuento “La carta robada” de Edgar Allan Poe” ha sido objeto de una clásica
exposición de Lacan para ejemplificar la función del significante. Quién quiera
ahondar sobre esto puede remitirse al escrito correspondiente.
Para este Curso emplearemos para ejemplificar aquellos conocimientos el film de
Orson Welles “El Ciudadano”.
El Ciudadano está construido como un rompecabezas. La vida de Kane es
rearmada a través de las indagaciones de un periodista, abriéndose y cerrándose con un
enigma no resuelto. Su última palabra al morir fue "Rosebud" he aquí el significante de
conduce a la investigación periodística. El significado convencional de esta palabra es
"pimpollo" "niño o niña que se distingue por su belleza". Vemos aquí como una
palabra que implica convencionalmente significante y significado es en realidad un
significante cuyo significado se desconoce.
El niño Kane hereda una fabulosa fortuna a serle entregada a sus 25 años a
condición de que el Banco se haga cargo de su educación. Para ello es obligado a dejar
su hogar, del cual el film nuestra un paisaje nevado, juegos en la nieve, un padre
inestable, una madre afectuosa que rechaza y descalifica a su cónyuge. El deseo del
niño es permanecer junto a su madre en aquel lugar y la actitud hacia el emisario o
tutor es violenta.
El espectador sabrá al final del film que Rosebud es la palabra escrita sobre el
trineo con el cual jugaba en la infancia y que en la última escena aparece como un
objeto de desecho perdido en un abarrotamiento de esculturas, cajas, embalajes, que
bien puede metaforizar la cadena de significantes que han alienado al protagonista del
goce infantil, que es al fin, el significado profundo, evasivo e inhallable para los que
investigaron a Kane.
Que el protagonista aparezca como adulto joven reclamando la dirección de un
periódico puede interpretarse como el acceso de lo imaginario a lo simbólico y opaco
de las palabras.
Reforzando la idea de una alienación en el lenguaje lo expresamos en el impulso
que da el protagonista al periódico Inquirer a base de la adulteración de la noticia.
La reducción del signo lingüístico a la categoría de significante está relacionada
con la actividad de un yo (moi) inconsciente que tiende a regular y moderar las
pulsiones instintivas que no serán reconocidas por la conciencia. En términos
freudianos se trata de los mecanismos de defensa propios del yo. Si no alcanzara una
normalización de satisfacción aceptable y una regulación de la angustia conforme a la
vez a las funciones del inconsciente y a las exigencias de la realidad, se vería
precisado a encontrar mecanismos transaccionales o derivados que protegiesen al
sujeto de mayor dolor psíquico. Tal la formación de síntomas y signos enigmáticos
reveladores del conflicto. El deseo del sujeto accede al lenguaje enajenando su
expresión en la misma cadena de recursos encubridores perdiéndose la claridad de sus
demandas en las relaciones lingüísticas entre sus contenidos y la expresión resultante.
Relaciones verbales siempre. Aún la memoria, que a través de recuerdos encubridores,
conduce a lo profundo del deseo humano que yace en el inconsciente.
11.- El goce y su caída
El niño entra al mundo por el deseo de la madre… o para su sorpresa.
Esta última afirmación no pretende alterar el concepto de la omnipresencia del
deseo.
En el primer caso, una madre se satisface en el secreto de dar vida; en el segundo,
la vida la asombra inesperadamente.
De una manera u otra el embrión ya está allí, aunque para el amor no es lo
mismo. El ser-amado depende del goce del otro.
El útero es un espacio de apropiación donde la vida arraiga e intenta imponer lo
suyo: continuidad, persistencia, pertinencia, perennidad. Las vellosidades coroideas
tienen un gran poder de penetración, tanto que, si el cuerpo de la madre no le opone
biológicamente un freno, el embrión degenera en el exceso de una mola hidatiforme.
Con el aborto hay todavía una oposición más feroz contra la vida.
Es indudable que con la aparición del ser humano se introduce entre las especies
la posibilidad de una actitud contradictoria, precio de la delegación que la evolución
ha concedido al libre albedrío de un poderoso psiquismo para la regulación de los
mecanismos adaptativos.
De la armónica conjunción con este desarrollo mental emancipado, puede la vida
continuar su programa.
Impone entonces el aporte filo-ontogenético y nutricio para el feto el cual, en la
creencia omnipotente de recibir absolutamente cuanto desea, cumple un tiempo de
nirvana hasta emerger al fin a otras fuentes sostenedoras de existencia, que no serán ya
tan incondicionales.
La embarazada ha cumplido su período de conmociones y expectativas,
brindando su ser a la instrumentación del organismo que lleva en sus entrañas.
Su suministro es continuo, sin demoras a las necesidades del feto, el cual
desconoce los esfuerzos maternales, que cumplen la función de adaptación a los
objetos reales.
El corte del cordón y el trauma del parto interrumpirán la placidez y el equilibrio
del psiquismo fetal. La monada deberá integrarse en una relación diádica con la
existencia real de la madre; los ritmos circadianos y la gravitación terrestre
introducirán la perspectiva temporal.
La ansiedad y agresión defensiva del recién nacido está relacionada con instintos
de muerte innatos y será neutralizada por el pecho de la madre y su olor
reconquistado. Olfato y alimento conforman un nuevo espacio compartido y confieren
núcleos de identidad e identificación.
La agresión es un componente fundamental para vivir; vivimos de lo que
matamos; todo lo que matamos es sustancia viva, sólo algunos minerales y el agua no
lo son. La madre es el único ser vivo que puede dejarse comer sin ser destruido: el Ave
Fénix que resucita tras cada mamada e implanta ritmos racionales de satisfacción.
Es a su vez la que introduce, en las experiencias del niño, la percepción de la
tercera dimensión espacial, que ha de sumarse junto con la temporal a la
bidimensionalidad del inconsciente.
El comienzo de toda cópula es el pezón en la boca, la percepción de la
tridimensionalidad, esencial para la función amorosa.
Del otro primordial materno depende la inscripción del recién llegado en el
registro del goce.
La madre, inscribe al niño mediante su envoltura libidinal en el goce de ser-
amado. Depara ella un tiempo esencial de sentirse completo.
Justo es afirmar que de la relación materno-infantil depende lo afectivo social de
la persona humana.
Pero sobrevendrá la necesidad de un corte y desasimiento, percibido en la deriva
de la madre hacia algo que el niño no es. Se producirá entonces una pérdida de goce,
pérdida por la cual operarán todas las demás faltas que se sufrirá después.
Donde hay una sustracción de la libido, allí aparece la decepción:
-Nunca me diste lo que quería de me dieras.
-Nunca pude darte lo que vos quería que te diera.
En este momento de insatisfacción sobre la demanda de amor surge el enojo.
Puede que no haya habido tiempo suficiente para consolidar al ser amado, ahora
evasivo e inconstante. Que por defecto del amor materno no haya registrado el hijo el
placer de existir. O que pese a la congénita e inagotable disposición de amar, surja por
carencia del regazo la depresión anaclítica, así como la soledad autística.
Por este abandono ocurre el no saber: ¿qué pasa?
Primera desventura del amor al borde de la aniquilación.
Un no saber qué es estar vivo cuando el cuerpo ya no goza o no ha gozado. Pues
si el cuerpo vivo es la condición del goce, sin ese goce, el cuerpo pierde sentido.
No hay goce sino del cuerpo.
Hasta que el lenguaje intenta su remedio alienando al sujeto del cuerpo e
inscribiéndolo por el lenguaje en la cultura.
Un cuerpo que hablaes un sujeto. Sujeto del goce perdido, rescatada su existencia
por la palabra.
Por defecto de amor, palabra de resentimiento.
Existencia y palabra que serán breves en el mundo para glorificar el milagro del
amor y de su esencia. O parecerán inacabables para manifestar el rencor.
12.- El sujeto inconsciente del deseo
Desde el momento en que el deseo está en el inconsciente, hay una anterioridad
lógica de la emergencia del lenguaje, en cadena significante que determina la
constitución y desarrollo del sujeto parlante.
S S
S --------------------------------------------------------------------------------- S`
El lenguaje será lugar favorable a las posibilidades de operación de metáforas y
metonimias elaboradas por la sustitución de significantes. Por lo tanto, lo que se dice,
el sentido de lo que se habla, representa una contingencia del sentido. Sólo hay sentido
metafórico consistente en la demanda del deseo.
Esta razón lógica en la necesidad de la palabra determina su constitución y
desarrollo. El sujeto se constituye entonces como objeto de la cadena significante, pero
sólo fuera de la cadena, en sus deslizamientos, en sus intersticios, se manifiesta el
sujeto del deseo. Por ello hay verdad en la cadena del significante, que lleva y conlleva
verdad
Intentemos comprender este aparente trabalenguas:
“Es cierto que cuando hablo me constituyo en mi enunciado ante la escucha de
otro que toma al sujeto de mi discurso como mi propio yo. Pero mi yo está alienado en
la cadena de significantes de mi discurso, con el que intento constituirme mediante la
enunciación.
Hay por lo tanto un efecto de mi acción como sujeto en lo que digo; pero en
verdad, cuando pongo en palabras implico mi corte con el goce, que es la sustancia
cierta de mi yo en cuanto anhelo.
El goce ha caído y allí me pongo a hablar, a enunciar significantes que son
metáforas y metónimos de mi deseo. Es posible que, al dirigir mi discurso al otro,
busco en realidad al Otro Primordial, significarlo para mí en función de mi deseo.
Sólo hay demanda en mi discurso. Ya no tengo el objeto de mi satisfacción ni soy para
el otro objeto de goce.
El otro también adolece de una caída, de una falta, y sin embargo hacia él
conduzco mi demanda. Disimulo tal vez o disfrazo inconscientemente un deseo que
pese a todo se manifiesta en los tropos de mi discurso sin que yo lo sepa o pueda
evitarlo.
Soy para el otro el significante o los significantes en que me he construido, al
menos que alcance la palabra plena. ¿Existe la demanda transparente y efectiva por
el goce?
En general la cosa queda frustrada como expresión. No he logrado ser más que
un significante para el otro, el cual, a su vez, por estar alienado en el lenguaje, es
también un significante para mí. Cadenas que de pronto se quiebran, muestran su
falla. Y en esa falla aparece el sujeto del inconsciente, lo que transforma al discurso
en verdad, pero un tipo de verdad eludida que por sí sola acusa su presencia.
El deseo que fue barrado y soterrado por los significantes que le salieron al paso
al intentar la enunciación
S
s
s
s
El individuo ha emergido a la cultura y a la expresión simbólica. El deseo se
convierte en palabras; más adecuado es decir: significantes. El deseo insatisfecho
vuelto inconsciente no encuentra o no le es posible la palabra que lo exprese
plenamente, no puede nombrar su objeto.
Siempre hay una más acá o un más allá de la demanda. No cabe ya la ilusión de
una “acción específica” que conforme en su plenitud al deseo, que resuelva la
dimensión de la falta. No hay ya para el deseo armonía establecida
13.- Algo más sobre la cuestión del goce y lo imaginario
Conviene momentáneamente volver al cuerpo, aquél del cual nos habíamos
desanclado cuando quisimos hablar del sujeto del lenguaje.
La biología freudiana es ante todo una energética, no es una biología a pesar de la
esperanza que Freud puso en ella, primero como investigador neurólogo y más tarde en
los descubrimientos que certifican o completan sus doctrinas.
La vida se nos presenta bajo la forma del cuerpo individual. El cuerpo en tanto
Uno.
Uno en la continuidad de la materia, desde lo inanimado a lo vivo. Monismo de la
materia que incluye a la vida.
Hay un diálogo entre Dàlambert y Diderot por le cual podría especularse sobre lo
que va de una sensibilidad inerte a otra activa.
-Pero,¿no me dirá que la piedra es sensible?
-Claro, por qué no. Ella grita, salvo que no la escuchamos.
No hay punto en la naturaleza que no sufra o que no goce.
No sabemos que es “ser vivo” salvo solamente que un cuerpo se goza. El cuerpo
vivo es la condición del goce.
No hay goce sino del cuerpo, pero acordamos que ese cuerpo recibe el baño del
lenguaje y de la cultura, cultura que pre-existe al sujeto. Por ese baño de la cultura
produce una división, una alineación del cuerpo y del goce.
La noción de goce ha sido abordada por Freud en términos dispares, gira en torno
a la noción de satisfacción, por ejemplo: el acto sexual, las satisfacciones pulsionales;
etc. Plantea también un placer que consiste en mantener el equilibrio entre las
tensiones, sin desconocer que el goce puede ser proporcionado por el dolor y el
sufrimiento o por experiencias traumáticas en el masoquismo.
No hemos hablado todavía de lo que supuestamente empuja el deseo de la madre
al embarazarse y concebir el cuerpo del hijo. Lo indudable es que ese cuerpo del bebé
la completará, será el objeto de completud que largamente ha señalado Freud como “el
pene”, en función del complejo de castración materno.
En la antigüedad grecorromana el falo era la representación figurada del órgano
masculino. Sólo en pocos de los escritos de Freud se encuentra el término falo. En su
forma adjetiva sí, como por ejemplo: etapa fálica.
15
Modernamente se prefiere emplear el término falo y no pene, para subrayar el
hecho de que lo que le interesa a la teoría psicoanalítica no es órgano genital
masculino, en su realidad biológica, sino el papel que este órgano desempeña como
15 En la Antigüedad designaba la representación figurada, pintada, esculpida, etc. del órgano viril, objeto de
veneración que desempeñaba un papel central en las ceremonias de iniciación. El falo en erección
simbolizaba la potencia soberana, la virilidad trascendente, mágica y sobrenatural, y no la variedad priápica
del poder masculino, la esperanza de la resurrección y la fuerza que puede producirla, el principio luminoso
que no tolera sombras ni multiplicidad y mantiene la unidad que eternamente emana del ser Los dioses
itifálicos Hermes y Osiris encarnaban esta inspiración esencial.
La organización fálica sostenida por Freud como fase de evolución de la libido en ambos sexos, corresponde
al complejo de castración e impone el planteamiento y resolución del complejo de Edipo. La alternativa que
se ofrece al sujeto en esta fase consta de dos términos: tener el falo o estar castrado. La oposición no es entre
dos términos que designan dos realidades anatómicas, como son el pene y la vagina, sino entre la presencia o
la ausencia de un solo término. Aunque el complejo de castración adopte diferentes modalidades en el niño y
en la niña, en ambos casos continúa centrado alrededor del único fálico, el cual es concebido como separable.
En esta perspectiva el órgano masculino se inscribe en una serie de términos sustituibles unos por otros en
“ecuaciones simbólicas” (penes = heces = niño = regalo, etc.), términos que tienen en común la propiedad de
ser separables del sujeto y poder circular de una persona a otra.
Pero destaquemos que esta primacía del falo para los dos sexos corresponde, para Freud, al hecho de que la
niña ignoraría la existencia de la vagina y le atribuiría al clítorisel papel de homólogo del pene.
objeto de completud, haciendo resaltar la función simbólica representando tanto el
pene como su falta simultáneamente. El falo es uno de los tres elementos del triángulo
imaginario que constituye la fase preedípica. Es un objeto imaginario que circula entre
los otros dos elementos, la madre y el niño. La madre desea este objeto y el niño trata
de satisfacer el deseo de ella identificándose con él.
Pero afirmaba Lacan introduciéndonos en nuevos desarrollos:
“La paternidad al igual que la maternidad tiene una esencia problemática; son
términos que no se sitúan pura y simplemente a nivel de la experiencia.”
16
.
En este aspecto, nuestro aporte de una etapa nasal
17
consiste en una reconstrucción
del goce en la burbuja primigenia.
La relación primera del niño con su madre es una relación dual, inmediata,
especular, indistinta, alienante, narcisista. Coincidente en esto con los rasgos del orden
imaginario.
La identificación imaginaria anula toda incisión entre el niño y la madre, con ello
toda falta. Es una ilusión de completud que satisface la necesidad de completamiento
de cada ser por la posesión del otro. Madre y niño se complementan, ocupan
mutuamente el lugar de lo que al otro le falta. El niño no goza solamente de ser
acariciado, amamantado, cuidado por la madre. Goza en ser su todo, ser lo que a la
madre le faltaba, identificados ambos en un solo aroma.
Desde la perspectiva psicoanalítica su nacimiento, tiene sentido fálico. Por lo
tanto, puede comprenderse que al convertirse el niño en deseo del deseo de la madre,
se vuelve su falo al costo de su sumisión a ella. En ese encuentro con el Otro
primordial se hace objeto fálico del deseo del Otro, siendo su cuerpo soporte de este
objeto; de esa operación queda un resto real que escapa a la captura del Significante y
es irreducible.
El goce concierne a lo más íntimo del ser y escapa a la subjetivación, es decir: lo
experimentado en el cuerpo, no necesariamente consciente, no es simbolizable
totalmente. No hay goce sino del cuerpo. El goce se presenta como oculto, inaccesible
en relación con la satisfacción de la pulsión.
Por otra parte vimos que el goce va a caer por deriva de la madre hacia el padre.
Si la pulsión rodea al objeto y no lo encuentra entra en la insistencia de la
repetición. Allí tenemos dos cosas: un goce inalcanzable por un objeto siempre perdido
– “el objeto a”- y una satisfacción siempre errada marcada por la repetición. A eso se
le llama lo real del goce de la repetición. También determina al sujeto por ser
repetición significante articulada con la marca de lo perdido para siempre por
estructura.
Se ha visto que el cuerpo recibe el baño del lenguaje y de la cultura que pre-
existen al sujeto; entonces, con la caída del goce y por efecto de la cultura hay división,
alineación del cuerpo y del goce con la aparición del significante.
14.- ajó ajó, el significante de la fonación” .Fragmentos de un texto de
Eduardo Said
18
16 J. Lacan – de la clase 13 del seminario 3.
17 La etapa nasal. oc
“Hay una forma de posicionarse frente a los tiempos tempranos de la constitución
subjetiva que supone resolver las cuestiones abiertas en esos límites con una
referencia a la imposibilidad de discernir el origen, a la evicción del origen. Suele
estar en consonancia con la postulación de una noción de estructura que elidiendo la
diacronía de constitución parece soportarse de un automatismo inmanente e
inexplorado.”
“Recalar en las primeras “experiencias” de vida del infans, desagregarlas,
describirlas y colegir coordenadas estructurales es un recurso válido y aún necesario
para enlazar estructura y fenómeno. En eso entendemos que el psicoanálisis
lacaniano, por la dominancia de sus parámetros formalizados, está en deuda con la
tramitación de los fenómenos, acontecimientos si queremos volver a recurrir a un
significante que venido del campo de la filosofía cobra su alcance en psicoanálisis en
el plano del decir”.
…
“Debemos manejarnos con la hipótesis simple y por cierto dilematizable, que el
infans distingue, diferencia entre el amor y las distintas formas del rechazo, el
desprecio, la agresividad y aún la indiferencia; posición ésta álgida, riesgosa y de
graves consecuencias en que la oferta amorosa brilla por su ausencia.”
…
“El Otro del bebé, la madre parlante, capta la mirada errante de infans de pocos
días. Para que esa captura primera se produzca juega un lugar determinante lo que
llamaremos expresividad, el valor cualificable de la expresión del rostro; propiamente,
el gesto del otro... No es solo la confrontación con las facciones de otro de la especie.
No es tan claro, ni generalizable que un bebé sonría frente a cualquier rostro.
La experiencia se acompaña de una fonación del adulto. Su forma social
reconocida es el “ajó – ajó”. Fonación, no solo emisión sonora. Ya para el adulto
opera como fonema, como partícula diferenciada de su lengua, para el caso
impregnado de un uso expresivo en que juega sus formas el amor.
“Ajó”, combina dos vocales y una consonante no oclusiva, que se emiten en forma
de canto, con un alto valor melódico. Formas expresivas que reproducen el arrullo
“materno” y su modulación como continuo musical, pero que se interrumpe en corte,
silencio convocante a la repetición.
Difícil sería una emisión sonora con dos consonantes oclusivas, en tanto no
deslizaría la musicalidad, condición de la experiencia. El acento está en el continuo
musical de las vocales, más que en el discontinuo de las consonantes y el
significante.
19
La madre está muy atenta a pesquisar la más mínima emisión sonora del bebé.
Esa posición de escuchar es decisiva. No se trata solo de canturrearle, cosa por demás
estimulante. Es posible que tome una partícula sonora y devuelva al infans; con
alguna transformación o elaboración melódica acompañada de una gestalt, tono,
gesto, signo de amor; una emisión ya fonémica que acota los sonidos y va instalando
los fonemas de la lengua materna.
18 Said E.: De fantasmas, Ancestros, Espectros y otras inexistencias más o menos amenazantes. Editorial.
Escuela freudiana de Buenos Aires, 2010.
19 Basculación articulada, hermosamente trabajada por Alain Didier-Weill en Invocaciones – Nueva Visión.
La donación amorosa es consustancial a la experiencia y asienta la hipótesis
sobre el valor anudante, estructurante al que el amor confluye.
Un punto princeps de la experiencia es aquel en que la madre interrumpe su
fonación para donar un silencio estimulante, nos permitimos llamarlo así, para que el
bebé “conteste”.
…
Es el aparato fonatorio pero en tanto afectado de un nuevo goce que tiene como
condición el agujereamiento del tubo de aire que allí se produce por las vías de la
emisión fonemática articulada al deseo del O/otro. La respuesta que insinúa un campo
de iniciativas para el sujeto en ciernes, está impregnada de erogenidad, de
libidinización ... Hay captura y embeleso libidinal.
Es localizable allí la emisión por el niño de un primer significante, definible como
significante de la función fonatoria, significante de la fonación. Forma “pura”, nos
permitimos el exceso; que podría ser leída como significante primero del goce.
Redunda por lo patente, explicitar que se trata de un significante sin sentido. Lo que
no excluye la postulación del amor como condición de direccionalidad de su potencial
emergencia.
Emergencia fulgurante de una partícula discernible de goce de lalengua del sujeto
a advenir que se asienta en su cuerpo, goce en la laringe, goce de la fonación, en que
la emisiónsonora es primer sombra de lugar de enunciación, como respuesta al deseo-
amor del O/otro.
Hay un goce de la fonación, que preludia y aún sucederá al goce del canto, de la
musicalidad. Corresponde a un acento anterior a la dominancia acentuada del corte,
del “ataque a la cadena significante” y la apropiación reproductora del intervalo por
el sujeto.
Ese goce, el acceso a ese goce de la emisión fonemática ligada al rostro
cualificado del Otro en la dimensión del amor, soporta un movimiento de anudamiento
en que se prefigura el goce ampliado de la habitación en lalengua. Dice Lacan: “es lo
propio de la fonación el resonar inmediatamente en la propia oreja del sujeto a
medida que se va emitiendo”
20
. La resonancia acentúa la incrustación en la estructura
fonemática, imbrica, entrama localizaciones pulsionales.
No es ajena a la experiencia la caricia táctil que la suele acompañar. Es posible
que la madre estimule con su dedo acariciante, la apertura de la boca en un intento de
motivar la emisión enlazada a la musicalidad que propone. Así acentúa el pasaje de la
indiscriminación de los sonidos primeros, al campo de los fonemas de la lengua
materna. También la caricia aporta a la imbricación pulsional, señalando una función
diferencial al borde oral.
E insistimos en señalar el valor estructurante del amor. La operación de la madre
no es sólo captura fagocitante. Cito a Silvia Amigo: “La madre es el único ser que
teniendo apetito por el chico que ha hecho venir al mundo, lo convoca como objeto de
su goce, y aún queriendo tragarlo, no lo hace, al menos no a perpetuidad”. “La
paradoja de la función materna radica en que ella goza y cesa de gozar al chico al
mismo tiempo”.
21
20 J. Lacan: de la clase 22 del seminario VIII.
21 S. Amigo – Paradojas clínicas de la vida y la muerte – Ensayos sobre el concepto de “originario” en psicoanálisis –
Homo Sapiens
Discernir la eficacia de operaciones primeras, no es un ejercicio sin
consecuencias. Entendemos que se pueden derivar efectos clínicos bastos.
Aventuramos la hipótesis, tal vez excesiva, que cualquier niño que haya pasado por el
juego del “ajó-ajó”, podría sortear la exclusión autista.
16.- El comienzo del lenguaje según Sigmund Freud
La energía es una hipótesis frecuente del orden biológico que incluye lo psíquico.
El Psicoanálisis involucra al sistema de necesidades e intereses instintivos en la
génesis estructurante de las funciones vitales. No cuesta admitir en principio y sin
discusión la existencia de una pulsión que engendra la vida, aunque posteriormente
tengamos que sostener otras discusiones. Lo real es que vivimos porque vivimos. Del
acontecer de la existencia y del comprender que moriremos, admitimos nuestra
participación en la continuidad con márgenes de contento y dolor, cumpliendo a
sabiendas el designio de reproducir la vida.
Desde lo biológico el joven Freud postuló una serie de argumentos que merecen
nuestra atención:
Todo organismo tiende a mantener un nivel óptimo de excitación.
Ante el incremento de excitación, el organismo tiende a la descarga.
La estimulación sigue la vía de la sensibilidad y la descarga la vía de la
motricidad. De esta manera, según el modelo del arco reflejo, logra mantener su nivel
tensional.
Las estimulaciones internas, como la sed y el hambre, no se resuelven con
la simple descarga motriz. Requieren una satisfacción específica por la adecuación de
un objeto determinado, como la que puede brindar el agua o el alimento para la sed y el
hambre.
Mediante esta adecuación se logra una descarga de la tensión, lo que
corresponde psíquicamente a una experiencia de satisfacción.
La necesidad de búsqueda o espera de ese objeto específico obliga al
organismo a sostener la carga y soportar su incremento, hasta que se cumpla el
encuentro con el objeto que cumpla las condiciones de adecuación a la demanda.
En relación a este diseño existirían:
1. Vías de estimulación y descarga rápida tipo estímulo-respuesta.
2. Vías selectivas hacia la acción específica cuyos trayectos se van
construyendo según un sistema de facilitaciones e inhibiciones de los contactos
sinápticos neuronales.
3. Áreas de percepción que traducen el aumento o disminución de la cantidad
de carga tensional a términos o vivencias cualitativas ligadas a los sentimientos de
satisfacción o insatisfacción.
Este esquema se basa en la existencia de elementos neuronales articulados entre sí
con una direccionalidad de conducción axón-dendrita, y en la necesidad orgánica de
descarga de la estimulación.
Lo motivacional se vincula al fin con el desarrollo total del individuo, que incluye
el pensamiento, la conciencia, el lenguaje.
En función de la pulsión logra el desarrollo de capacidades de análisis perceptivo y
exploratorio en conjunción de sus descargas instintuales y la motricidad, con las
respuestas dadas por otro ser humano. Interacciones que a través de la reproducción de
sucesos semejantes posibilita la incipiente reflexión que hará del recién nacido un
observante judicativo capaz de manipular datos y huellas mnémicas para la dirección
más efectiva de sus demandas. La vinculación del motivo con el pensamiento y la
memoria en la estructuración del deseo, es una de las contribuciones fundamentales del
psicoanálisis. Tales procesos significan en última instancia un trabajo adaptativo que
tiene la particularidad de enlazar la conducta instintiva motriz con la exploración del
objeto específico; por lo tanto se puede hablar de una percepción que, cuando se
acompaña de satisfacción, inducirá una acción imitativa y simpatética así como en el
caso del displacer, un movimiento defensivo y antitético.
Si tomamos en cuenta que todo esto está sucediendo en el comienzo de la vida
en interacción con otros seres humanos parlantes (relaciones objetales) y sobre las
propias experiencias corporales con ellos, se hace fácil entender el desarrollo del
lenguaje. Sobre todo en lo que concierne al valor imitativo y simpatético que implica
una tendencia hacia la imitación en el ajuste de los actos a sus logros.
El ser humano ingresa por el nacimiento a un mundo plagado de estímulos. Lo
que será realmente nuevo en la vida postnatal se refiere a un sistema de necesidades no
reguladas de una manera automática como lo fuera en la época prenatal durante la cual
el suministro umbilical aportara en forma inmediata a sus requerimientos.
Escribe S. Freud
“Supongamos que el objeto que proporciona la percepción se parezca al sujeto:
un congénere humano. Si es así, el interés teórico que se toma en él se explica por el
hecho de que es un objeto satisfacedor del sujeto y además su primer objeto hostil, así
como la única fuerza que lo ayuda. Por esta razón un ser humano aprende a conocer
en relación con un congénere humano”.
Establece entonces la forma en que la relación objetal resuelve la transición da la
necesidad al principio de realidad, prefigura el más importante concepto de la
psicología interpersonal y la noción del desarrollo anaclítico (de apoyo) del lenguaje.
“El organismo humano es, en principio, incapaz de llevar a cabo la acción
específica, realizándola por medio de la existencia ajena, al llamar la atención de una
persona experimentada sobre el estado en que se encuentra el niño, mediante la
conducción de la descarga por la vía de la alteración interna (por ejemplo, mediante
el llanto). Esta vía de descarga adquiere así la importantísima función secundaria de
la comprensión (comunicación con el prójimo), y la indefensión original del ser
humano conviértese así en la fuente primordial de todas las motivaciones morales”.
Resumiendo:a) La inervación verbal es originalmente una vía de descarga y seguridad.
b) Adquiere una función secundaria al atraer la atención de la persona que
ayuda.
c) Sirve para la comunicación incorporándose a la acción específica.
d) Su desarrollo se relaciona con la comprensión del atributo y actividad de la
cosa percibida y la imitación con ella en la producción de sonidos y su significación.
e) Se trata de la asociación de sonidos intencionales con percepciones
f) Para que el pensamiento sea consciente debe ir acompañado por
indicaciones de realidad, es decir que efectivamente la tensión se alivie por el contacto
con el objeto adecuado, incorporándose estas pruebas de realidad a las asociaciones
lingüísticas.
Los puntos anteriores coincidentes con el “Proyecto de una psicología
científica” redactado por Sigmund Freud en 1895 y publicado postmorten en 1950,
encuentran en él las siguientes correspondencias terminológicas:
Vías de descarga rápida estímulo-respuesta: neuronas phi:
Trayectos selectivos para la acción específica: neuronas psi: (sistema del
yo)
Cualidad de las percepciones: neuronas omega: (sistema consciente)
Tendencia a la descarga de la excitación: principio de inercia o de placer
Eficacia o ineficacia de la acción: principio de realidad
17.- Esquema de la hipótesis freudiana según “el proyecto…”:
Necesidad como motivación
(pulsión)
La motricidad como vía de descarga
(acción instintiva)
El hecho objetivo de una
respuesta (prójimo-objeto)
relativa a un cambio
(satisfacción-insatisfacción)
Hecho perceptivo Hecho perceptivo Hecho perceptivo
ANALISIS PERCEPTIVO
(momento exploratorio)
Aspecto desiderativo Aspecto crítico y teórico
(motivo) (pensamiento)
Existencia de huella mnémicas
(memoria)
REPRODUCCION
(reflexión)
Observante judicativo Manipulación de datos Interacciones con el objeto
Efectividad de las operaciones
VALOR IMITATIVO Y SIMPATETICO: vinculado a la satisfacción
o
VALOR ANTITETICO Y DEFENSIVO: vinculado a la insatisfacción
18.- Las características del discurso y el problema de la verdad
En algunos pasajes del curso se habló, vinculándolo al lenguaje, del problema de
la verdad. Michael Foucault se planteaba en sus escritos de 1982-1983 la cuestión de
la verdad como problematización del discurso así como su adecuación o
correspondencia entre el discurso y los actos.
Partió de los antiguos, mostrando la génesis pre-filosófica del tema de la verdad.
Se trata de la verdad en la vida y la elucidación de conceptos en torno de quién es
capaz de decir la verdad, Un poder ínsito de la verdad, no por designio divino sino
porque la verdad es mundana, porque justamente se hace en una intervención del
sujeto.
Apuntalamiento singularidad de la verdad que se dice. Concepción agonista de la
verdad y tal vez creadora, no sólo porque la verdad es creada sino porque es ella la que
crea un cierto tipo de individuo.
La verdad se unirá entonces a un estilo de vida que pesquisan desde las sectas
pitagóricas, Diógenes, los epicúreos y para concluir en una actitud general que
involucra un nivel epistémico, político, ético. Una actitud específica, decir la verdad
sobre uno mismo, constituirse como sujeto de la verdad.
Examinaremos esto a través de los siguientes conceptos que dilucidaron aquellos
filósofos:
Parresiastas - (Parrehesía)
Rétores (Retórica)
Athyroglossos (Athyrostomía)
PARRESIASTAS - Parrhésía
Es una práctica, una intervención discursiva relacionada con la verdad
Existe allí una relación entre poder decir y poder hacer
o Es siempre crítica
o Sus discontinuidades, evoluciones y tipologías son apreciables en el terreno
de lo político, desde la micropolítica (personal) y en la vida filosófica
o Se enlazan en la parresía una verdad, una ética y una estética de sí mismo
o Distinción de lo que debe ser dicho de lo mantenido en silencio
o Se trata de una intervención “fuerte”
o Su fuerza y prueba de coraje es la sinceridad
o Reúne valentía y coraje
o No es una persona “común”
o Posee cualidades éticas personales infrecuentes
o Si es ciudadano, sólo participa en el ágora en momentos críticos y ante
decisiones importantes
o Posee las cualidades metafóricas de un uutourgós(trabajador manual con
referencia al que es dueño de su propia tierra y trabaja su propio campo):
I. Es un “hacedor manual” de su propia vida
II. Tiene una competencia política para dar consejos de gobierno a otros
III. Éticamente se trata de alguien calificable como “íntegro”
IV. Es capaz de defender y proteger lo suyo
V. Pose evoluntad para guerrear y luchar
o Están dotados para ser buenos guerreros y buenos líderes
o Al hacer uso de la parresía se ubica en una situación desigual de poder
respecto a otro
o Corre riesgo de muerte por las consecuencias del uso de la parresía
o Se trata de creer en la verdad dicha
o No se trata de una verdad de facto (algo que pueda constatarse en la
realidad) sino de la verdad de lo que se piensa
o Se trata del derecho a la libertad de palabra de los considerados
“ciudadanos”
o Hablar francamente es un derecho, el “derecho a ser creído”
o No es un derecho de mujeres, niños, esclavos, ni extranjeros/exiliados
o El parresiasta confía en el poder de “su” verdad
o Puede y tiene la calificación para comunicar y transmitir la verdad
o Está calificado en términos de paideiay de máthesis
o Siempre implica consecuencias/efectos políticos
o Es peligroso, pues es subvertir relaciones de poder y sentidos hegemónicos
RÉTORES - Retórica
Arte de convencer por la palabra
Los sofistas la consideraban parte del ideal del “bien decir”
Técnicamente alude al arte de la refutación y de la confirmación
Apela fuertemente al “virtuosismo verbal” del orador
La retórica podría ser definida como una habilidad o competencia
Se trata de la “eficacia de la palabra”, o sea, de los propósitos del discurso
El resultado de su puesta en práctica es convencer de algo al que escucha
Presupone una cierta incapacidad epistémica del lado del oyente
La manipulación puede ser parte de su objetivo
Hay una preeminencia del resultado (convencer) por sobre la finalidad (alcanzar
la verdad)
Los retores son oradores fuertes
La“fuerza” del retor reside en su habilidad discursiva para seducir
discursivamente, para ser convincente y conquistar el asentimientode su auditorio
El retor no necesariamente cree en la verdad de lo dicho, sostenido y/o
argumentado
No apela a la verdad (dimensión ontológica de la realidad) sino a la
verosimilitud (es creíble, plausible, probable)
Puede que el retor necesite esconder la verdad, mantenerla al margen o
inclusive mentir de acuerdo al resultado que se proponga
Su confianza radica en su alta capacidad argumentativa y contra-argumentativa
Si bien juega con los usos de la voz no radica allí la condición de eficacia de
su discurso sino en la capacidad de convencer
Utilizada para provocar efectos políticos ante numerosos oyentes
Su signo puede ser negativo (engañar) o positivo (conocer)
Posee como objetivos la persuasión, mas ésta puede ser engañosa o dirigir al
otro hacia el conocimiento
Apela a la emocionalidad y no racionalidad del que escucha
Es fundamentalmente una práctica discursiva pública
ATHYROGLOSSOS- Athyrostomía
Es la franqueza ignorante o desvergonzada libertad de palabra
Equivale a la parresía negativa
Sentido peyorativo
Charlatán
Imposibilidad de permanecer callado
Imposibilidad de advertir la oportunidad para guardar silencio
No distingue “lo decible” de lo “indecible”
No demarca los asuntos propios de los ajenos
Desvaloriza el “logos”
Imposibilidad de dar lugar al discusión racional como medio de acceso a la
verdad
Se trata de un discurso intemperante
El athyroglossos es un hablante “fuerte”
Tal “fuerza” radica en su temeraria arrogancia
No requiere de un “estatuto” cívico específico para quien la practica (puede ser
practicada por cualquiera, ciudadano, esclavo, etc.)
Puede ser ajusticiado por las consecuencia del uso de la athyrostomía
Pone su confianza en su “bravata”
No se trata de un discurso articulado sino en una subjetividad confianza en la
arrogancia de la ignorancia
El athyroglossos está confiado en su “thórybos” (elevación de la voz, grito o
alboroto)
Es hábil para generar reacciones emocionales en la gente que lo oye
Hay una relación directa entre el tono elevado de la voz y la reacción
emocional del otro
Hay falta de máthesisen el sentido de falta de instrucción y sabiduría
La athyrostomía es peligrosa desde el punto de vista de los ideales cívicos
democráticos
Puede producir efectos políticos poco saludables para la vida democrática
19.- La ubicación del lenguaje en el aparato psíquico
Constituido el lenguaje, resta ahora establecer su ubicación, no en las estructuras
cerebrales que localiza la neurología, sino en el hipotético aparato psíquico de la
topología freudiana.
La Psicología es una disciplina científica con múltiples paradigmas. Entre ellos, la
Metapsicología, término creado por Freud para designar la dimensión más teórica de la
psicología por él fundada, nos aporta una visión útil para la comprensión de los
fenómenos lingüísticos.
Freud sostenía la existencia de aspectos topológicos, económicos y dinámicos en
el psiquismo, esto es: una concepción extensa del aparato psíquico integrado por áreas
autónomas dispuestas en un determinado orden entre sí (aspecto tópico), entre las
cuales se darían los procesos psíquicos consistentes en circulación y distribución de
energías cuantificables (aspecto económico) que podrían entrar en conflictos de
oposición de fuerzas (aspecto dinámico). El primero de estos aspectos experimentó en
el curso del desarrollo teórico sensibles modificaciones, por lo que puede hablarse hoy
de una “primera tópica freudiana” y de una “segunda tópica”. Según la primera tópica
la psique está dividida en tres regiones:
CONSCIENTE
PRECONSCIENTE
INCONSCIENTE
Los contenidos del "inconsciente" son, entre otros: instintos, pulsiones,
tendencias, necesidades vitales, representaciones de órganos; que ascienden al aparato
psíquico desde los estratos biológicos, no observables directamente en sí mismos, pero
que pueden conocerse a través de su expresión consciente y de ciertas manifestaciones
fisiológicas u orgánicas.
Por su parte, el "consciente", goza de la capacidad de percepción de las
estimulaciones internas y externas con su repercusión vivencial, pudiendo además
ubicarse en la situación privilegiada de responder o actuar mediante la decisión
voluntaria.
El "preconsciente" es, en principio, una zona de paso entre las dos anteriores
pero a consecuencia de ese intercambio contendrá un caudal de representaciones
mnésicas a disponibilidad de las operaciones de la conciencia de las que puede hacer
uso de un modo ágil o mediante algún esfuerzo de abordaje.
La vinculación del organismo con la realidad es de tal tipo que en su interacción
comunicativa la realidad se ilumina y significa en consonancia a la orientación
primaria de las necesidades vitales; mas a su vez esta realidad impregna, modula y
condiciona al individuo con propias y originales estimulaciones. Las inscripciones
resultantes de tales intercambios e interacciones desarrollan una suma de
representaciones con carga afectiva que pueblan el aparato psíquico.
A consecuencia de esto el psiquismo se poblará de múltiples contenidos de los
cuales se distinguen las llamadas "representación de cosa", ubicables en el inconsciente
y las representaciones acústicas y fonéticas, "representación de palabra", propias del
preconsciente.
El inconsciente se rige por un modo de funcionar muy distinto al del
preconsciente; se le denomina “proceso primario”. El mismo implica reglas, lógica y
mecanismos primitivos tales como el desplazamiento, la condensación, la proyección,
la identificación, la simbolización, para los cuales no valen el respeto por la cronología,
la no contradicción, ni las exigencias de la realidad. En cambio, el preconsciente actúa
por medio del “proceso secundario” que, contrariamente, responde a la cronología, a la
lógica, a las leyes de la causalidad no permitiendo lagunas en sus elaboraciones.
22
Para la mejor comprensión del tema sirve el siguiente ejemplo:
Si a un sujeto normal se le menciona en su idioma la palabra “bota”, comprenderá
lo que se le nombra gracias a una asociación de la representación acústica de la palabra
“bota” con representaciones plástica de algunos objetos de la especie “bota” ligados a
su experiencia y que abonan a la definición sin necesidad de consultar a un diccionario.
Al sistema preconsciente-consciente le corresponde la ligazón de la
representación de cosa a la representación de palabra. Ese reflotar de imágenes de la
historia personal que participa de los procesos muy móviles y libres del inconsciente
no impide el que tenga en cuenta el aspecto conceptual del término y el adecuarse a las
exigencias del proceso secundario para la definición del objeto. Pero por otra parte
existen antecedentes de la relación del sujeto con los objetos “bota”; tales
como…“tengo gastados los tacos de mis botas”… “las botas de las milicias”… etc. que
detienen su devenir como “representación de cosa” o que incluyen connotaciones que
no acceden inmediatamente a la conciencia por ser ajenas a la formulación conceptual
a la que obliga la “representación acústica”.
Ocurre que todo acto de pensamiento y especialmente la reproducción de
percepciones anteriores reportan inscripciones en los sistemas mnésicos ligadas a
intereses pulsionales.
La pulsión y la realidad abonan a la representación implicando elementos
conscientes y preconscientes con carga afectiva.
En una interpretación más rigurosa, la Metapsicología no propone una
correspondencia exacta entre representación y huella mnésica; la representación es,
más vale, la carga reactivante de la huella mnésica que incluye el afecto. La memoria
no es un simple receptáculo de imágenes, y es precisamente por el modo en que obra la
carga (catexis) de la representación -reavivando la inscripción de los acontecimientos-
que se asocian y coordinan las huellas mnésicas entre sí más allá de sus relaciones
puntuales con las cualidades sensoriales de los objetos.
Resumiendo:
La palabra es una estructura preconsciente constituida por la huella mnésica de
un sonido en relación a un significado que hasta aquí podría ser el del diccionario; que
a la vez mantiene vínculos con otros significados correspondientes a registros
inconscientes dependientes de experiencias propias del sujeto con los objetos que esa
palabra designa. Quedan así constituidos dos conceptos: uno relativo a la palabra
“sonora” y otro a la “cosa” concreta que la palabra implica. Estos son “la
1 Proceso primario: a) Ausencia de cronología; b) ausencia de concepto de contradicción; c) lenguaje
simbólico; d) igualdad de valores para larealidad interna y la externa o supremacía de la primera; e)
predominio del principio de placer.
Proceso secundario: a) Elaboración de una sucesión cronológica en las representaciones; b) correlación
lógica; c) relleno de lagunas existentes entre ideas aisladas; d) la introducción del factor causal; e) predominio
del sentido de realidad.
representación de palabra” propia del preconsciente y la “representación de cosa”
perteneciente al inconsciente.
La representación de palabra corresponde al preconsciente y es el aspecto
genérico y racional disponible a la conciencia. La representación de cosa en cambio es
un contenido inconsciente y por lo tanto personal, irracional y complejo.
La unión de la representación de cosa a la representación de palabra configuran
la “representación de objeto” que alcanza a la conciencia por vía de la huella acústica o
por una imagen plástica. Pero si bien esta asociación caracteriza al “objeto” para la
interacción comunicativa, existe una represión de significados subjetivos de la cosa
que permanecen en el inconsciente y exponen a interesantes fenómenos psicológicos
de cuyo estudio el psicoanálisis se hizo cargo tales como los actos fallidos.
La oposición entre el soñar y el pensar se apoya en la diferencia de los procesos,
primario y secundario
23
, que reglan el trabajo del inconsciente y el preconsciente. Sin
embargo los sueños son también pensamientos. Soñar es pensar.
Contra tal aserto conspiran:
las resistencias a aceptar la responsabilidad por nuestros sueños;
el hecho perceptual pictórico visual de la actividad onírica contra una
presuposición eminentemente verbal y auditiva de la actividad intelectual;
los problemas sintácticos y estructurales del sueño que transgreden las
leyes y formas lingüísticas, y
la representación icónica de las imágenes oníricas como presencia de las
cosas mismas expuestas a los procesos mágicos analógicos que perturban el
pensamiento racional.
No puede afirmarse a ciencia cierta que los pensamientos-imágenes
difieran esencialmente de los pensamientos-palabras o del pensamiento en general.
Ambas imágenes, visuales y auditivas, pueden ser utilizadas para formar secuencia
narrativas. Toda percepción puede interpretarse como un acto mental constructivo, por
lo que puede homologarse la actividad onírica a un status con el discurso.
En conclusión, los sueños son un problema tan fundamental para el estudio de la
mente que la dedicación a los mismos puede ayudar a revelar las estructuras del
pensamiento humano.
De la misma manera, los actos fallidos
24
expresan formaciones de compromiso
entre los sistemas consciente e inconsciente, perdiendo su carácter peyorativo de
fenómenos marginales, para incorporarse a la cuestión de la articulación lingüística y al
sentido de la conducta entre la intención voluntaria y lo reprimido.
La doble faz significante-significado, propia del signo lingüístico, sufre también
una ampliación desde la perspectiva psicodinámica, pues desde ella la conjunción del
23 Proceso primario: a) Ausencia de cronología; b) ausencia de concepto de contradicción; c) lenguaje
simbólico; d) igualdad de valores para la realidad interna y la externa o supremacía de la primera; e)
predominio del principio de placer.
Proceso secundario: a) Elaboración de una sucesión cronológica en las representaciones; b) correlación
lógica; c) repleción de lagunas existentes entre ideas aisladas; d) la introducción del factor causal; e)
predominio del sentido de realidad.
24 Actos fallidos: orales, escritos, de falsa lectura y de falsa audición, olvido temporal, pérdidas y actos
sintomáticos.
significante y el significado se convierte en un significante con un significado de
naturaleza inconsciente: tal el símbolo.
Ocurre con ciertos elementos manifiestos que estos se relacionan con cierta
constancia con un solo elemento reprimido, lo que ha dado lugar a una extraordinaria
riqueza de representación simbólica en relación a los escasos o a la reiterativa
interpretación de significados. En principio esto demostraría la circunscripción de la
vida humana y los conflictos a una breve serie de temáticas del desarrollo: el cuerpo,
los órganos genitales, las funciones sexuales y sus objetos, la agresividad, el
nacimiento, la desnudez, la castración, los padres, hijos, hermanos, hermanas, el goce y
aún el poder y la libertad.
Avanzando más allá de esta relación lexicográfica entre los objetos y sus
simbolizaciones, el psicoanálisis llegó a postular la estructuración misma del
inconsciente por el lenguaje; desarrollo que conduce al estudio de la sustitución de los
objetos y deseos primarios por la cadena de significantes y el acceso a la estructuras de
la cultura con sus asignaciones de parentescos, prohibiciones, promesas y tabúes.
21.- El ejemplo Signorelli: Olvido de los nombres propios
El 31 de agosto de 1899 Freud partió con Marta hacia el Adriático. Y a la costa
Dálmata. Bosnia Herzegovina acababa de ser retirada del imperio otomano para pasar
al protectorado del imperio Austrohúngaro. Fue la primera vez que viajaban solos a los
países del Sur. Freud debió dejar a Marta, fatigada y con trastornos gástricos en Ragusa
(Dubrovsnik) y continuó hacia Cattaro (Koto). Freud realizó su excursión acompañado
de un abogado berlinés Freyhau. Hablaron de las costumbres de los turcos que vivían
en la región. Freud destacó la confianza que ponían en los médicos y su resignación
ante la muerte; cuando se anuncia a los familiares que el caso del enfermo es
desesperado, responden "Amo Herr), no hablemos más. Sé que si fuera posible
salvarlo, tú lo harías". Freud pensó entonces en otra anécdota pero la calló a su
interlocutor a causa de su contenido de carácter escabroso. Su pensamiento más o
menos era sí: "esos turcos atribuyen un valor excepcional a los placeres sexuales, a lo
que correspondía la siguiente expresión: "Bien sabes Herr, que cuando eso ya no
marcha la vida no tiene ya ningún valor". Luego la conversación giró hacia la pintura.
Freud habló del Juicio final de Orvieto ("El más grandioso que haya visto, le había
escrito en una carta a Fliess). Pero de pronto fue incapaz de recordar el nombre del
pintor. Se le ocurrieron Boticelli y Boltrafio, pero no eran acertados. En lugar de
obstinarse en encontrar el nombre dejó a su mente asociar en libertad. Cuando el
verdadero nombre, Signorelli le fue comunicado por otro, lo reconoció en el acto y sin
vacilación alguna. Con el apellido reapareció en nombre de pila, Luca.
Freud relató este episodio en dos escritos: en 1899 "Sobre el mecanismo psíquico
del olvido". Y en 1901, en el primer capítulo de la "Psicopatología de la vida
cotidiana"
Explica que al interrumpir la comunicación de sus pensamientos obre las
costumbres de los turcos, que lo hubieran conducido al tema de la muerte y la
sexualidad, e impedir que se hiciesen conscientes otras asociaciones, el nuevo tema
quedó contaminado y el olvido se produjo por esa razón.
Se hallaba entonces bajo el efecto de una noticia que pocas semanas había recibido
durante una corta estancia en Trafoi. Un paciente en cuyo tratamiento había trabajado
mucho y con gran interés, se había suicidado a causa de una incurable perturbación
sexual. En todo su viaje a Herzegovina no había hecho consciente este suceso. Sólo a
posteriori descubrió esta influencia.
Examinemos ahora con detalle los mecanismos asociativos y contaminaciones del
material lingüístico que lo condujeron al acto fallido.
La vinculación Signorelli, Herzegovina, Herr a través del significado "Señor":
Signore, Herr).
La vinculación Boticelli, Boltrafio, Bosnia a través de la partícula "Bo"
La vinculación Boltrafio, Trafoi, a través de la homofonía y similcadencia.
La vinculaciónSignorelli, Boticelli, a través de la partícula "elli".
De esta manera queda revelada la existencia de asociaciones entre las
representaciones determinantes del proceso, sobrecargadas por la represión y
reticencia. La represión, que afecta específicamente a la representación de cosa (ideas
de muerte y sexualidad vinculadas al tema de los turcos), alcanza también la
representación de palabra "Signorelli" suprimiéndola.
Signore- lli Bo- tice - lli Bo- l trafio
Her - zegovina Bo - snia
Herr Trafoi
Muerte y sexualidad
Pensamientos reprimidos
INSCRIPCIÓN MNÉMICA
REPRESENTACIÓN
INSTINTO PERCEPCIÓN
AFECTO
INCONSCIENTE
PRECONSCIENTE
Representación de cosa Representación de
palabra
(Registro plástico visual) (Registro
sonoro)
SACHVORSTELLUNG WORTVORSTELLUNG
Intereses Intereses
pulsionales adaptativos
PROCESO PROCESO
PRIMARIO SECUNDARIO
CONCIENCIA
Representación de objeto
OBJEKTOVORSTELLENG
Objeto real que la palabra designa Percepción
PARA UNA COMPRENSIÓN DEL FENÓMENO ONÍRICO
ESCENOGRAFÍA SUJETOS ACCIÓN
Espacio - Tiempo - Objetos Personas - Sujeto Explícita Sensaciones
Soma - Atmósfera - Imágenes Afectos -
Pensamientos
CONTENIDO MANIFIESTO
Estímulos
Perturbadores
Actuales
Restos
Diurnos
Asociaciones
Trabajo Trabajo
del sueño interpretativo
Conflictos (Elaboración) (Análisis)
Conflicto Símbolos
Infantil
Básico
Defensas
Deformación
CONTENIDO LATENTE
Deseos
Impulsos
Necesidades
Pensamientos inconscientes
Temores
Ca El test de la asociación de palabras de Jung
El aporte de Jung al psicodiagnóstico (1910) se anticipó en varias decenas de años
al desarrollo de los tests proyectivos. Su procedimiento consistía en la presentación de
una serie de palabras inconexas a las cuales el probando debía ir dando respuesta con
otra que le viniera a la mente. Se registraba, junto a la palabra estímulo, la palabra
asociada y el tiempo de reacción.
Jung suponía que los tiempos de reacción estaban relacionados con complejos
cuya carga emocional interfería en el proceso asociativo. La memoria es un aspecto de
los procesos asociativos y, por lo tanto, constituye un factor importante de las
respuestas al test. Cuando más vigorosa sea la constitución del yo el sujeto interpretará
las consignas como una tarea, ajustándose con una cierta uniformidad. En cambio, en
los casos de adaptación deficiente se producirán reacciones e inhibiciones dependientes
de afectos y emociones. Una palabra que expresa una idea connota experiencias
pasadas que influyen la operatoria mental. Estos procesos en general no son
vivenciados por el sujeto, cuyos sentimientos se limitan y perturban por la actuación
de defensas inconscientes contra la intrusión de las ideas connotadas. Una parte de la
mente busca la palabra que corresponda a la estimulación, en tanto otra pugna por
introducir las asociaciones inconvenientes. De este desencuentro dependerá la
modalidad de las respuestas.
Reacciones posible:
Incapacidad para desprenderse de la palabra estímulo con fracaso de la
reacción positiva. (pecho pecho)
Dificultad de definición sinonímica.
Respuestas con referencia a sí mismo. (hijo - mío) (novia - no tengo)
Interferencias de imágenes.
Respuestas con neologismos, asociaciones, fonomiméticas o aliteraciones.
Reacciones con nombres de objetos del ambiente tomados al azar.
Perseveraciones. (Padre -persona; novia - persona; madre - persona)
Reacciones a cortocircuito con pequeño agregado a la palabra estímulo con
completamiento de la idea. (taxi - dermista; primavera - llegó)
Respuestas inconexas. (libro - pavo)
Respuestas débilmente relacionadas. (risa - mandíbula)
Respuestas vagamente asociadas. (baile - comida)
Respuestas ligeramente coordinadas. (casa - vacía)
Aparente de desconocimiento de la palabra estímulo.
Comprensión equivocada sin defectos de pronunciación.
Contestaciones tartamudeantes o musitantes
Respuestas multiverbales
Y fundamentalmente la prolongación o acortamiento del tiempo de reacción
El probando muestra a través de estas respuestas.
Rigidez, falta de flexibilidad, retardo para pasar a ideas nuevas, bloqueo o
superficialidad en el completamiento: correspondería a la fase analítica de
descomposición del proceso mental que busca un componente de la idea en la
conciencia como punto de partida para la respuesta.
Reacciones distantes, inconexas: responde en cambio a la fase sintética o de
composición que se aleja considerablemente y se demora es la búsqueda, terminando
en una sensación de vacío entre la palabra estímulo y la respuesta.
Significación especial establecen los contenidos de las palabras de reacción
en cuanto nombre propios, malas palabras o vocablos raros.
La reacción asociativa en sí misma puede consistir en:
Incapacidad.
Demora.
Producción desorganizada.
Variante.
Producción errónea con corrección inmediata.
Producción errónea sin corrección.
El tema de la asociación de palabras nos conducta a discriminar entre procesos
afectados por la experiencia del sujeto y sus componentes emociona-l instintivos, y por
otro lado, por relaciones meramente lingüísticas.
Los significados de las palabras involucran a la vez el aspecto semántico del
lenguaje y las secuencias y reacciones interiores del hablante. En este sentido las
asociaciones podrían seguir el curso de la articulación intrínseca respondiendo a
categorías de oposición, sinonimia, parentesco, homonimia, etc. Hasta aquí estaríamos
dentro de la estructura semántica. Por otro lado una significación arrastra
asociativamente fenómenos vivenciales y elementos de experiencia personal.
Una segunda cuestión está dada por las asociaciones producidas por los aspectos
fonéticos y sintácticos, que si bien corresponden a razones lingüísticas, no son
absolutamente libres de influencias psicodinámicas.
(El test de Jung fue reelaborado por Rapaport en la clínica Menniger (1946. Cabe destacar su
uso como detector de mentiras o de culpabilidad)
1. cabeza
2. verde
3. agua
4. canto
5. muerte
6. largo
7. barco
8. hacer
9. mujer
10. amistoso
11. hornear
12. preguntar
13. frío
14. tallo
15. bailar
16. pueblo
17. laguna
18. enfermo
19. orgullo
20. traer
21. tinta
22. enojada
23. agua
24. nadar
25. ir
26. azul
27. lámpara
28. llevar
29. pan
30. rico
31. árbol
32. saltar
33. lástima
34. amarillo
35. calle
36. ocultar
37. sal
38. nuevo
39. hábito
40. rogar
41. dinero
42. socio
43. libro
44. desprecio
45. dedo
46. alegre
47. pájaro
48. caminar
49. papel
50. malvado
51. rana
52. intentar
53. hambre
54. blanco
55. nido
56. hablar
57. lápiz
58. triste
59. ciruela60. casarse
61. hogar
62. desagradable
63. vaso
64. vuelo
65. lana
66. grande
67. zanahoria
68. dar
69. doctor
70. canoso
71. flor
72 golpear
73. caja
74. viejo
75. familia
76. espera
77. vaca
78. nombre
79. suerte
80. decir
81. mesa
82. mal educado
83. hermano
84. miedo
85. amor
86. silla
87. preocupación
88. beso
89. riendas
90. limpio
91. valija
92. elección
93. cama
94. placentera
95. feliz
96. cerrar
97. herida
98. maligno
99. puerta
100. insulto
207
Metáfora y metonimia
El significante es el instrumento con el que se expresa el significado que
desapareció.
Llegamos a semejante concepto como conclusión de lo visto hasta ahora.
Recordemos además la noción de puntada, como mecanismo de comprensión
del enunciado, lo que hace factible una lógica de los significantes en función de
significación.
Queda por considerar el análisis de los procesos metafóricos y metonímicos
que testimonian el carácter primordial del significante liberado de significados
concretos para la creación de sentido. Utilizo como ejemplo una poesía de
Antonio Machado para ilustrar como juegan entre sí los significantes
obligándonos a un esfuerzo mayor de interpretación que la del manejo habitual de
semantemas.
No sabía
si era un limón amarillo,
lo que tu mano tenía,
o el hilo de un claro día,
Guiomar, en dorado ovillo.
Tu boca me sonreía.
Yo pregunté: ¿Qué me ofreces?
¿Tiempo en fruto, que tu mano
eligió entre madureces de tu huerta?
¿Tiempo vano
de un bella tarde yerta?
¿Dorada ausencia encantada?
¿Copia en el agua dormida?
¿De monte en monte encendida,
la alborada
verdadera?
¿Rompe en sus turbios espejos
amor la devanadera
de sus crepúsculos viejos?
Con respecto a metáfora
Se clasifica tradicionalmente a la metáfora dentro de los tropos del discurso
como una figura de estilo que se funda en relaciones de similaridad y de
sustitución. Es un mecanismo del lenguaje que tiene lugar sobre el eje sincrónico
(paradigmático) es decir sobre el eje del léxico o de la lengua. Por lo demás. Es un
proceso de enriquecimiento del léxico, como lo muestra el hecho de que una gran
cantidad de sentidos figurados no son más que antiguas metáforas.
208
El principio de la metáfora consiste en designar algo a través del nombre de
otra cosa. Se trata, entonces, en el verdadero sentido del término, de una
sustitución significante.
En la medida en que la metáfora muestra que los significados sacan su propia
coherencia de la red de significantes, el carácter de la sustitución significante
demuestra la autonomía del significante con respecto a su significado, y por lo
tanto su supremacía.
Ejemplo: “peste por psicoanálisis:
De hecho la significación que resulta de la asociación originaria de S1 con s1
es la que actúa como significado al final de la metáfora, en el ejemplo, expulsando
al de enfermedad. Pero en el proceso no hemos asistido a una simple permuta de
significantes, lo que sería otro signo y no una metáfora, por lo que la nueva
designación podría con la misma designación asociarse en otros enunciados. La
cadena de los significantes gobierna el conjunto de los significados. Inversamente,
los significados sacan su propia coherencia de la red de los significantes.
Con respecto a metonimia
Esta figura de estilo del lenguaje se elabora según un proceso de
transferencia de denominación, mediante el cual un objeto es designado por un
término diferente que del que habitualmente le es propio. Pero esta transferencia
sólo es posible si existen ciertos vínculos entre los dos. “Beber una copa” o “los
cobres de una orquesta” o“una vela en el horizonte”.
Ejemplo: “Tener un diván” para significar estar en análisis, analizarse.
S1/s1 imagen acústica: análisis / idea de estar en análisis
S2/s2 imagen acústica: diván / idea de diván
S1/s1
S2/s2
S2
S1
s1
s2
S1/s1
S2/s2
S2 (…….S1)
s1
s2
209
Contrariamente a lo que pasa en la metáfora, el significante suplantado no
pasa por debajo de la línea de significación; queda por encima ya que en la
metonimia el sentido está sujeto al mantenimiento de S1 en contigüidad inmediata
con S2 y en asociación con s1. En cambio s2 es expulsado provisoriamente.
EXPRESIONES ALGORITMICAS
METÁFORA: f (S'/S) S = S (+) s
METONIMIA: f (S…….s' ) S = S ( - ) s
24.- Desarrollos lacanianos.
En sus últimas enseñanzas Lacan pasa del inconsciente estructurado como un
lenguaje, a “lalengua”, así, como una sola palabra, con lo que va más lejos del
lenguaje. Coincide con una etapa muy compleja de su enseñanza a través de la
topología y del elemento visual que son los nudos. Junto a ello la categoría clínica
del sinthoma y el nudo borromeo, que anuda lo imaginario, lo simbólico y lo real.
Es decir, lo que hemos incluido hasta aquí de sus enseñanzas, corresponde a
un primer Lacan, conceptos básicos de interés en un curso para fonoaudiólogos,
que no obstante invita a seguir estudiando el desarrollo posterior de sus aportes.
Decimos ahora que en la constitución del sujeto el cuerpo es atravesado por el
lenguaje. Hemos hablado del cuerpo que habitamos como parlêtre, o mejor dicho,
que habita nuestro ser como sujetos hablantes. Ambos se incorporan en nuestra
existencia.
Lacan nos dice:
“Vuelvo en primer lugar al cuerpo de lo simbólico que de ningún modo hay
que entender como metáfora. La prueba es que nada sino él aísla el cuerpo
tomado en sentido ingenuo, es decir aquel cuyo ser que en él se sostiene no sabe
que es el lenguaje que se lo discierne, hasta el punto de que no se constituiría si
no pudiera hablar. El primer cuerpo hace que el segundo ahí se incorpore. De ahí
lo incorporal permanece marcar el primero, del tiempo posterior a su
incorporación. Hagamos justicia a los estoicos por haber conocido ese término,
rubricar en qué lo simbólico aspira al cuerpo: lo incorporal.”
Lo que propone, distinto a los estoicos, es que el cuerpo del lenguaje hace
mezcla con el organismo sin lo cual éste sería carroño. La imagen es fuerte y hasta
perversa. La atemperamos pensando que aquí se refiere a una manera de ser en el
límite o superficie del ser profundo y real. Para Lacan habría un cuerpo
primordial, el del lenguaje, sin el cual el otro cuerpo estaría en el límite de la
existencia y no sería pasible de ser afectado por la palabra.
“La palabra, en efecto, es un don de lenguaje, y el lenguaje no es inmaterial.
Es cuerpo sutil, pero es cuerpo.”
210
Lo material del organismo no es lo que hace cuerpo, sino el acontecimiento
del lenguaje, que es devenir. El cuerpo es incorporal por efecto del lenguaje. En
sus últimas enseñanzas es lalengua la que hace del cuerpo un incorporal. La toma
del cuerpo por lalengua particular, siendo el modo en que uno se inscribe en el
lenguaje, hace síntoma para cada uno.
25
Biliografía
Freud, S.: Obra completa
Lacan, J.: Escritos y Seminarios
DÁngelo – Carbajal – Morchilli: Introducción a Lacan. Lugar Editorial 2000
Dólar, M.: Una voz y nada más. Manantial. Buenos Aires. 2007
Dor, Joël : Introducción a la lectura de Lacan. Gedisa. España. 1986
Evans D: Diccionario introductorio de psicoanálisis Lacaniano.Paidós.
Bs.AS. 1997
Leader – Grovis: Lacan para principiantes Era Naciente. Bs. As.1995
Paul-Laurent Assoun: Lacan. Amorrortu editores. Buenos Aires 2004
Said, E.: De Fantasmas ancestros espectros y otras inexistencias más o menos
amenazantes. Editorial Escuela Freudiana de Buenos Aires. 2010
25
Beatriz Elena Maya R.: Los incorporales del lenguaje.
211
ASPECTOSPSICOLÓGICOS DE LA VOZ
LA VOZ NO ES UN ÓRGANO
El fenómeno sonoro llamado “la voz” no se reduce a la función del órgano
laríngeo, sino que es la suma e integración de un conjunto de sistemas
funcionales. Aunque en él se engendre el sonido, requiere de la fuerza ejercida por
el aire espirado desde los pulmones con cierta presión para efectivizar la acción
sus músculos intrínsecos. Luego intervendrá la articulación bucal para la
producción de los fonemas, modificados y enriquecidos por las cajas vibradoras.
Los detalles anátomofisiológicos de estas funciones hacen a la modulación sonora,
pero ha de sumarse el estudio de la participación neurológica que asiste a la
producción del fenómeno vocal y la concurrencia endocrina que le da su carácter.
Está además el componente auditivo, esencial no sólo para la realimentación
y ajuste de la intensidad, tono, inflexión y expresión de la voz, sino fundamental
para su aparición y desarrollo ya que se constituye a través de lo que este
componente introyecta.
Por lo tanto no es excesivo afirmar que la voz no tiene un aparato propio sino
que el sujeto se ha valido, para generar y modular sonidos, de un conjunto de
órganos y sistemas con otras funciones específicas tales como las respiratorias,
digestivas, esfinterianas, etc. Indudablemente la estructura cartilaginosa llamada
laringe, con músculos y ligamentos que la unen y mueven sus diferentes partes,
con el hueso hioides que permite la inserción de músculos extrínsecos, conforman
un órgano privilegiado para la realización del habla. Los mecanismos básicos de
su producción importan la aducción y abducción de los pliegues vocales, sus
características de masa, longitud y tensión, los movimientos de ascenso y
descenso de la laringe y las modificaciones de sus diámetros en el flujo, detención
y movilización del aire.
En lo que al cerebro se refiere, se postula que todo sujeto humano tiene
competencia lingüística para el aprendizaje e incorporación de cualquier lengua,
pero destacándose que, el sistema del lenguaje genéticamente depositado en el
encéfalo es tan sólo uno de los múltiples sistemas cognoscitivos que interactúan
con él. El cerebro no es tampoco un exclusivo órgano del lenguaje sino que
coexiste y mantiene íntimas relaciones con otros órganos mentales, tales como la
memoria, la imaginación y la fantasía.
EVALUACIÓN DE LA VOZ
Para el foniatra la confección de la historia clínica resume información
biográfica básica, preocupándose a la vez por registrar el modo en que el paciente
asume su voz y su eventual trastorno. Hay efectos de la voz sobre la vida personal
y la reacción de quiénes le escuchan, que se inscriben de una manera determinante
en su circunstancia.
212
El historial ilustra sobre la capacidad respiratoria, fuerza del cierre glótico,
tono óptimo y habitual, extensión vocal, niveles de intensidad fonadora, calidad
vocal y cualidad estética, inteligibilidad, resistencia para el habla, lugares de
hipertensión vocal, aspectos oroperiféricos motores y sensoriales de la
musculatura fonadora del paciente. La evaluación pronóstica se elabora a partir de
todos estos datos y de su variación en el tiempo; depende del grado de implicación
orgánica e integridad estructural y funcional, pero no es ajena a la consideración
de factores psicológicos que van desde la motivación y voluntad de cambio de la
conducta vocal, a la de la capacidad para discernirlo. Así habrá que reconocer
voces que periódicamente dejan de ser normales, voces que no mejoran nunca,
voces que empeoran durante períodos de estrés emocional, voces características
más allá de toda patología y el apego del hombre a su voz.
RELACIONES ENTRE LA VOZ Y LA PERSONALIDAD
Las particularidades estructurales y psicodinámicas de los individuos
condicionan fenómenos lingüísticos y fonológicos con cierta especificidad
personalística que una adecuada semiología puede detectar y sistematizar. En
general la psicobiología ha recurrido a la elaboración de parámetros y perfiles
descriptivos utilizando a este fin aparatología especial, registros y procesamientos
de relativa utilidad para estos fines. En las páginas siguientes se propone un
intento clasificatorio disímil en cuanto parte del todo y no de los elementos. Esto
es: del reconocimiento de un estilo comunicativo propio de un sujeto.
La persona de buena salud y psicológicamente integrada tiene por lo general
una voz sonora y profunda, puede acelerar y retardar el ritmo de sus palabras y
lograr cambios de intensidad y tono. Las variaciones de la personalidad nos
introducen en el tema de la diferenciación estilística
26
por la cual estas variaciones
implican una organización peculiar de los rasgos de la voz de un sujeto en
cuestión. De la misma forma, así como cada estilo se relaciona con variaciones
tipológicas de la personalidad normal, las deformaciones patológicas de la misma
se vinculan a pautas estilísticas más intensas.
Facilita esta tarea del reconocimiento estilístico, el hecho de que el repertorio
de las variaciones normales y patológicas de la personalidad no sea muy complejo
y guarde coincidencia entre las orientaciones psicológicas de distintas escuelas,
como puede apreciarse en la siguiente muestra:
26 Aclaración de conceptos:
Conducta: pauta específica de relación interpersonal.
Personalidad: el repertorio de conductas de cada individuo
Tipo de personalidad: la organización resultante del predominio de algunas conductas
213
MACROPSICOLOGÍA 27 – CLASICA – TEORIA COMUNICACIÓN – ROLLA
Personalidad Neurosis Persona Personalidad
demostrativa histérica demostrativa demostrativa
evitativa fóbica atemorizada limitativa
o huidiza
meticulosa obsesiva lógica de detalle
adhesiva
infantil
susceptible paranoica de detalle
proyectiva
hermética esquizoide observadora y restitutiva
no participante
optimista maníaca cicloide
pesimista depresiva depresiva cicloide
de acción psicopática de acción inoculativa
La posibilidad de asignar prima facie un estilo comunicativo se contrapone a
los análisis tipológicos basados en la combinatoria atomística de las características
de la voz. La personalidad se resiste a su caracterización mediante la suma de
elementos fonológicos singulares. Obliga, en cambio, a su captación global.
Desde este punto de vista el psicoanalista David Liberman elaboró una
clasificación de estilos comunicativos conjugando su enfoque con el de la teoría
de la comunicación. Su clasificación distinguía:
1. Estilo reflexivo que busca incógnitas y no crea suspenso. ( Persona
observadora no participante)
27 Personalidad demostrativa: Conductas teatrales, actitud seductora, deseo de ser apreciada y
atendida por su medio. Interés por su cuerpo y vestimenta. Sugestionabilidad. A menudo insatisfacción.
Personalidad evitativa: Prudencia, distancia, temores difusos, alerta constante.
Personalidad meticulosa: Duda y cavilación, cierta inflexibilidad, prolijidad y formalidad.
Comportamiento rutinario y perfeccionista, apego a ritos y ceremoniales.
Personalidad susceptible: Tendencia a interpretar las acciones de su medio como hostiles.
Hipersensible y celosa. Frecuente auto-referencia.El afecto predominante es la desconfianza.
Personalidad hermética: Callada, poco expresiva con tendencia a la soledad y el aislamiento. Presenta
apariencia de indiferencia.
Personalidad optimista: Notable gusto por la vida y actividades. El afecto predominante es la alegría.
Personalidad pesimista: Tiene tendencia a percibir los aspectos negativos de la realidad y de sí misma.
El afecto predominante es la tristeza.
Personalidad de acción: Privilegia la acción. Es poco atenta a las normas sociales.
214
2. Estilo lírico. (Persona depresiva)
3. Estilo narrativo. (Persona lógica)
4. Estilo dramático con impacto estético. (Persona demostrativa)
5. Estilo dramático que busca incógnitas y crea suspenso. (Persona
atemorizada o huidiza)
6. Estilo épico. (Persona de acción)
La clasificación está por otra parte relacionada con los estilos literarios:
1. Ensayo.
2. Lírica.
3. Narrativa.
4. Drama.
5. Épica.
Si a su vez se correlaciona con la clasificación de R. Jakobson, sobre los factores y funciones
del lenguaje, la articulación se completa.
1. Factor emisor. (función expresiva)
2. Factor receptor. (función receptiva)
3. Factor contexto (función referencial)
4. Factor mensaje (función poética)
5. Factor contacto (función fática)
6. Factor código (función metalingüística)
El resultado final de estas correlaciones puede expresarse mediante el
siguiente cuadro:
215
PSICOPATIAS
NEUROSIS FOBICA
NEUROSIS CONVERSIVA
NEUROSIS OBSESIVA
MANIACO-DEPRESIVA
ESQUIZOIDEAS
PERSONA OBSERVADORA NO PARTICIPANTE
PERSONA DEPRESIVA
PERSONA LOGICA
PERSONA DEMOSTRATIVA
PERSONA HUIDIZA
PERSONA
DE ACCION Estilo reflexivo que busca
Incógnitas y no crea suspenso.
()Ensayo,opúsculo
EMISOR
Estilo lírico (Lírica)
CONTEXTO Estilo narrativo (Narrativa)
MENSAJE Estilo dramático con impacto estético
(Drama)
CONTACTO Estilo dramático con suspenso (Drama)
RECEPTOR Estilo épico (Épica)
CÓDIGO Estilo sumarial (Sumario)
ESTILOS COMUNICATIVOS
PERSONA PESIMISTA
PERSONALIDAD DEPRESIVA
NEUROSIS DEPRESIVA
DEPRESIÓN
PERSONA CON ESTILO LÍRICO
Privilegia el factor emisor del lenguaje y por ende la función expresiva; por
ello se las denomina de estilo lírico. La lírica es un género literario donde
predomina el Yo. El autor es el protagonista que manifiesta su subjetividad y
expresa disposiciones íntimas y sentimientos. No hace diferencias que la retórica
sea expositiva, enunciativa, aseverativa, interrogativa o exclamativa; en todos los
caso refleja su mundo interior.
216
Cuando el afecto predominante es la tristeza tiende a percibir los aspectos
negativos de sí mismo o de la realidad.
Su fonación emite las variaciones del sistema autónomo como si se tratase de
respuestas viscerales, así que la atención está concentrada en las cenestesias y se
expresa como la observación directa de su estado. De la misma manera hace suyas
las sensaciones angustiosas que produce el impacto de su voz pero no se siente
responsable tomándolas en cambio, narcisísticamente, como confirmatorias de su
sentir.
Por eso se dice que proyectan su polo afectivo. No se regulan por la
comprensión del interlocutor ni por el aliento que le brinda, sino por su propia
autoescucha. Psicoanalíticamente corresponde a una fijación oral secundaria.
Son impacientes y nunca acaban de comunicar algo a menos que obtengan
fuertes respuestas afectivas del intérprete. Su equilibrio es precario y oscila entre
mantenerlo o decaer más.
Hay pobreza ideatoria, agramatismo, palabra telegráfica, bradilalia, voz
monótona y grave.
PERSONA OPTIMISTA
EUFORIA
HIPOMANÍA
MANÍA
VARIANTE POLAR DE ESTILO LÍRICO
También privilegia al emisor pero el afecto predominante es la alegría. La voz
aumenta en intensidad y aceleración. En la derivación patológica llega a la manía
con fuga de ideas.
PERSONA SUSCEPTIBLE
PERSONA HERMÉTICA
PERSONA OBSERVADORA NO PARTICIPANTE
PERSONALIDAD ESQUIZOIDE
PERSONA AUTISTA
PERSONA PARANOIDE
PERSONA QUE BUSCA INCÓGNITAS Y NO CREA SUSPENSO
Privilegian, como los anteriores, al factor emisor y por ende a la función
expresiva, salvo que más que una producción lírica sus discursos parecen
acercarse al ensayo filosófico o científico. Son pacientes orientados por la
perplejidad, relacionados con un vivenciar especial que les hace percibir en lo
cotidiano signos o señales con significados trascendentes. Se plantean incógnitas
existenciales, cuestiones extrañas sobre fenómenos físicos, hipnóticos, espiritistas,
religiosos; en forma fría e idealizando al pensamiento. En la patología franca sus
juicios son claramente delirantes.
Su actitud es atenta y vigilante; la búsqueda de respuestas a sus interrogantes
no ha sido elaborada empáticamente induciendo a quién lo escucha una frialdad
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y alejamiento, una no participación que termina por producir malestar físico y
psíquico.
Crean una atmósfera intrigante, sórdida o condicionan el desapego.
Si involucran al oyente en su desconfianza se repliegan aún más y suspenden
el compromiso afectivo que hubiera podido existir. A veces se los encuentra ya
instalados en esta posición. Pueden permanecer en un silencio prejuicioso y
cortante, o no exhibir signos de sentirse afectados. Entonces, si se expresan lo
hacen en voz baja, como si hablaran hacia adentro, en lenguaje críptico. Otras
producen una voz aguda, infantilizada, con inflexiones sibilantes.
Cuando se comunican tientan a preguntarles: ¿ Cómo?
Proyectan su polo perceptual por lo que se sienten objetos de una curiosidad
despojada de afecto que es la de su propia actitud.
Padecen alteraciones a predominio semántico.
La transferencia psicótica ha sido durante mucho tiempo mal comprendida al
ser interpretados como narcisistas absolutos. En realidad puede tratarse de una
transferencia masiva que bien establecido el vínculo desarrolla un apego intenso
que suede ser fecundo para la terapia. Es lábil porque depende de la necesidad de
que se gratifique su curiosidad con calidez y sinceridad, como muy a menudo no
lo han hecho los padres en la infancia.
Su punto de fijación es la etapa oral receptiva o primaria durante la cual
pudieron faltar respuestas comunicativas paraverbales cuya ausencia se relacione
con los desajustes en l sincronización del lenguaje y la acción para la
sincronización del Yo. De esta etapa procede la unidad boca-ojo que es la base de
su aguda observación de los hechos.
PERSONA METICULOSA
PERSONA LÓGICA
PERSONALIDAD OBSESIVA
NEUROSIS OBSESIVA
PERSONA CON ESTILO NARRATIVO
Privilegian el factor contexto y por ende la función referencial del lenguaje.
Existe una hipertrofia de las funciones lógicas. Rígidas, detallistas, formales,
ponen excesivo orden en la información, hasta el punto de que cuando se
estereotipan producen aburrimiento en quienes las escuchan. A esto contribuye el
que ejercen rígido control de las emociones y otros elementos no verbales debido
a que los equiparan con contenidos sucios y peligrosos que deben ser excluidos.
Su punto de fijación es la segunda etapa anal o retentiva. Han sido niños
sobre adaptados, ordenados y obedientes que han sufrido los efectos de una
socialización precoz, ahogando sus impulsos a la acción. Cualquier falla en su
discurso tiene el significado de ensuciarse fecalmente. Desde la visión
psicoanalítica, mantienen un intenso control anal del mensaje emitido. Sus frases
pueden ser muy ordenadas con algunas interrupciones interrogativas para
percatarse se en algún momento subjetivo del interlocutor ha contaminado los
significados que él quiere transmitir.
218
Se concentran en los aspectos verbales de la comunicación y sienten gran
atracción por las relacionessintácticas y semánticas. Desestiman la finalidad
pragmática.
Es frecuente en ellos la fonastenia, parafonías
4
y paramnesias
5
.
PERSONA DEMOSTRATIVA
PERSONALIDAD HISTÉRICA
HISTERIA DE CONVERSIÓN
PERSONA CON ESTILO DRAMÁTICO QUE PROVOCA IMPACTO
ESTÉTICO
Privilegian el factor mensaje y por ende la función poética del lenguaje. Se
deleitan en emitir señales y recibirlas, como asimismo, el emplear temas
placenteros y agradables, frecuentemente de contenido erótico con muchos
elementos de belleza y fascinación.
Buen manejo de la entonación, entretiene el oírlas hablar remedando a los
buenos locutores de TV y radioaudición.
La personalidad demostrativa presenta conductas teatrales y actitudes
seductoras. Muestra interés por el cuerpo y vestimenta, aprecia la atención que
despierta. Es sugestionable y frecuentemente existe en ella un sentimiento de
insatisfacción.
Ubicable psicoanalíticamente en la etapa fálica por su aspecto exhibicionista
asociado al cual figura el sentimiento de vergüenza y temor al ridículo. Cuando
todo va bien constituye un tipo de variación normal, integrando en redundancia
óptima el lenguaje verbal, para verbal y no verbal; pero cuando está estructurada
neuróticamente y el complejo de Edipo se estimula, pierde esta sincronización y
pueden aparecer el código conversivo y los trastornos comportamentales
histéricos.
En literatura, el estilo dramático corresponde a la forma dialogada propia de
la acción teatral, donde el autor es un coordinador de las relaciones entre los
personajes y las cosas. Como en la dramática, esta personalidad va desarrollando
su presentación a través de transposiciones, ajustando la racionalidad e
irracionalidad de las vivencias a la acción, satisfaciendo su cometido tal como si
su discurso tuviera que ser una representación obligada a alcanzar puntos
culminantes y resoluciones catárticas.
PERSONA EVITATIVA
PERSONA HUIDIZA
PERSONALIDAD FÓBICA
HISTERIA DE ANGUSTIA
4 La parafonía se manifiesta en un desajuste o asincronía entre los rasgos tonales de la persona que
verbaliza y los contenidos que expresa dicha verbalización. Existe un mecanismo de aislamiento
sumado a un desplazamiento a los órganos de la fonación en el control de la columna de aire, de los
conflictos esfintereanos, cada vez que se sienten obligados a controlar su discurso y la inclusión de su
persona en la narración por miedo a una pérdida de prestigio o poder.
5 La paramneis consiste en una incongruencia entre los rasgos y el contenido de la verbalización por una
parte y las expresiones faciales y gestuales que lo acompañan, por otra.
219
PERSONA CON ESTILO DRAMÁTICO QUE BUSCA INCÓGNITAS
Y CREA SUSPENSO
Privilegian el factor contacto del lenguaje y por ende la función fática. Son
las personas que mejor movilizan la señal de angustia para evitar desembocar en
situaciones de pánico. La mímica vocal provoca en el escucha la sensación de
sentirse entretenidos por una atmósfera de suspenso que emana el relato.
Se ubican en la segunda etapa fálica caracterizada por el temor a la
castración.
El lenguaje verbal tiende a evitar el encuentro con vocablos que estén
relacionados con el registro fóbico, serpenteando ante las palabras que despiertan
sus temores por lo que se dan múltiples perturbaciones sintácticas. De allí las
dificultades para realizar y mantener emisiones verbales con un grado óptimo de
gramaticidad. Interrupciones, cambios de plan, falsas conexiones, lagunas en las
construcciones verbales. Esta evitación de los contenidos conectados con sus
ansiedades acusa la ambivalencia que sienten frente a su interlocutor que por un
lado aparece como protector pero por otro como objeto fobígeno. Su polaridad
oscila entre ser atraídos y estar en peligro, o atraer y estar protegidos.
Hay sinceridad y compromiso en su decir. El cotrol de la angustia ante el
temor de ser mal escuchados o rechazados origina manierismos verbales y
muletillas. Su tensión se hace manifiesta en los músculos fonadores presentándose
una disminución progresiva de la voz por hipotonía de las cuerdas vocales como
la que correspondería al desfallecimiento frente a una situación de peligro.
La voz moribunda que siempre parece estar a punto de apagarse, la voz
quebrada cortada por espasmos respiratorios, la voz del sollozo, están
relacionadas con la excitación emocional intensa que provoca temblor de los
músculos vocales. Si la ansiedad los sobrepasa deberán realizar un gran esfuerzo
para no paralizarse.
PERSONA DE ACCIÓN
PERSONA EXPLOSIVA
PERSONALIDD PSICOPÁTICA
PSICOPATÍAS
PERSONA CON ESTILO ÉPICO
Privilegian el factor receptor y por ende la función apelativa del lenguaje. Se
asemejan al orador cuyos mensajes están dirigidos a impactar al auditorio
involucrándolo en una causa supuestamente válida.
La épica en un género literario donde el protagonista es el Tú y el autor una
especie de espectador presuntamente objetivo de grandes gestas y del destino del
hombre, por lo cual su discurso moviliza, exalta, persuade, conduce a la acción.
Dan por cierto que quienes los escuchan comprenden perfectamente lo que él
desea dar a entender, implicándolos como cómplices o aval a su favor. Por ello se
dice que sufren perturbaciones pragmáticas. Hacen muy poco caso de las
correcciones del mensaje comunicativo.
Proyectan sobre los otros su polo motor convirtiéndolos en una especie de
instrumento que manejan y controlan.
220
Corresponden a la primera etapa anal o expulsiva. Pueden captar sus deseos y
llevarlos a la práctica pero su capacidad de reflexión es pobre o ausente.
PERSONA CON ESTILO SUMARIAL
Privilegian al código sobre los otros factores.
Utilizan un estilo de comunicación objetivo y desubjetivizado, con una voz
adaptada al mismo, impersonal, que enajenaría el discurso moviéndose en la piel
convencional del lenguaje y eludiendo el riesgo de experimentar o manifestar
emociones. La función metalingüística se impone en estas personalidades, lo que
hace que la voz deje de ser un fenómeno corporal para deslizarse a un uso formal,
donde la corrección sustituye a la adecuación y la normatividad circunstancial
implica la pérdida del propio espacio y la presencia con sus conmociones y
adaptaciones corporales.
BIBLIOGRAFÍA
Augspach,F. : Curso "La voz". ASALFA. Abril de 1995
Castelli,E. : El texto literario. Ed. Castañeda. Buenos Aires. 1981
Delgado,L.C.H. : "La voz en la perspectiva psicodinámica". Fonoaudiológica.
ASALFA. Tomo 38. N.3. Setiembre-Diciembre 1992. Buenos Aires.
Liberman,D. : Lingüística, interacción comunicativa y proceso psicoanalítico.
Galerna. Buenos Aires. 1970.
Ruesch,J. : Comunicación terapéutica. Paidós. Buenos Aires. 1964
Vignau,P.A. : Clasificación de las personas sanas. Instituto de
Macropsicología. Buenos Aires 1990.
221
HERMENÉUTICA DEL LENGUAJE
Lo que Castilla del Pino denomina “hermenéutica del lenguaje” puede ser
incluido en la psicolingüística considerada en un sentido amplio; o en una
semántica de la referencia; o en una teoría de la lingüística de la connotación; o en
una lingüística del habla.
Lenguaje es aquí equivalente a “acto lingüístico”, que comprende no sólo lo
que es expresado sino lo que es comprendido, esto es: el hablante y el oyente.
Quiere decirse que el lenguaje se torna habla real, cuando hace alusión a la
función misma que cumple: no sólo el proceso neurofisiológico mediante el cual
el habla es posible, ni la logicidad o ilogicidad de lo hablado, ni la detección
exclusiva de las relaciones entre el significante y el significado; sino, ante todo, al
entendimiento (y sobrentendimiento) interpersonal.
El lenguaje se ofrece como una forma deconducta sumamente diferenciada,
como concreción de pensamiento y actitudes, como un objeto dado para su
análisis. El término hermenéutica ha sido utilizado por Beth en 1962 para designar
las consideraciones semánticas elementales que se hacen intuitivamente en el
lenguaje común.
Castilla del Pino intenta un sistematización doctrinal, convencido que el
análisis del lenguaje habrá de constituir una de las bases de la psicología y de la
psicopatología futura, que haga posible objetivar la motivación. En los párrafos
siguientes se intenta un resumen de sus ideas.
Enfoca el problema del lenguaje fundamentalmente como expresión, o sea,
alude a la verbalización de actitudes del sujeto que habla y exige un esfuerzo
interpretativo. Las actitudes son formas de la preconducta del sujeto en su
totalidad. Matizan la conducta de modo relativamente constante. No se dejan
captar de un modo inmediato porque en el contacto con la realidad han sido las
más de las veces coartadas y reprimidas. En el lenguaje, que constituye una forma
de conducta diferenciada, tales actitudes se proyectan de un modo diferenciado.
El problema comienza en que el estudio científico del lenguaje condujo a una
abstracción grande del mismo alejándose del sentido personal del discurso y el de
ser de alguien para alguien. Aún en los lenguajes más formalizados se contiene
siempre el componente expresivo, de forma tal que el sujeto hablante está más o
menos notoriamente visible. Todo lenguaje, en tanto “que habla”, es una
proposición doble de sujeto y predicado: del sujeto de la proposición en tanto
expresión del hablante, del sujeto de la oración en tanto el hablante es capaz de
objetivar a pesar de la subjetivación. Frente a esto, todo trabajo hermenéutico
requiere un esfuerzo interpretativo. No debe olvidarse, además, el carácter
doblemente predicativo de lo que no se habla explícitamente, ya que los silencios
o lo que se silencia es un significante también.
REPRESENTACION ESQUEMATICA DEL ANALISIS
HERMENÉUTICO
El hablante convierte al objeto referente o designatum en un simbolo verbal,
significante verbal o designata gracias a la utilizacion de un código. Pero este
significante primero es sincrónico con el hablante mismo, por lo cual este último
222
se constituye en significante segundo o extraverbal. Para el oyente ambos
significantes pueden coincidir como significados pero también pueden darse con
significados distintos. Es real que el emisor puede ser para el otro sujeto
independiente de la palabra, o aún su silencio significar en coincidencia o
desemejanza..
La persona misma es para el oyente o espectador, un signo que al propio
tiempo emite signos lingüísticos.
Se comprende entonces que la imagen transmitida por el código adquiere en
la recepción hermenéutica diversos significados.
OBJETO
Designatum, referente
IMAGEN
Significado
EMISOR RECEPTOR
Significante extraverbal Esfuerzo
hermenéutico
SÍMBOLO VERBAL
Significante verbal, designata
BIBLIOGRAFÍA
Castilla del Pino, C.: Introducción a la hermenéutica del lenguaje. Península.
Barcelona 1972,
223
TARTAMUDEZ
Desde muy antiguo y en todos los tiempos
28
se ha intentado definir la
tartamudez. Se propusieron numerosas teorías etiológicas: psicogenéticas,
neurológicas, referentes al lenguaje, la zurdería, el papel de la herencia. Parece
innegable que en su producción entran en juego múltiples factores asociados de
manera diversa; los investigadores que marcaron una huella en el tratamiento de
este síndrome fundamentaron su modelo en una causa primordial sin desconocer
la influencia coadyuvante de los otros factores asociados. Aquí veremos los
conceptos nucleares de estos trabajos ocupándonos de los aspectos teórico-
etiológicos y clínico-terapéuticos.
CONCEPCIONES TEÓRICO-ETIOLÓGICAS:
-Teorías referentes al lenguaje o a determinados factores lingüísticos.
Para los autores incluidos en estas teorías (Borel-Maisonny; Launay;
Pichon) todos los trastornos que constituyen clínicamente la tartamudez dependen
de una insuficiencia linguoespeculativa. Para ellos existen dos formas de
pensamiento: la forma sensoactorial y la linguoespeculativa. En la forma
sensoactorial la figuración mental opera con imágenes que han dejado los
recuerdos sensoriales y con representaciones de movimientos a realizar. En la
linguoespeculativa la figuración mental opera sobre la base de palabras.
La forma linguoespeculativa es la única que permite la abstracción, que
tiene rigor lógico y que se presta a una perfecta comunicación verbal. Es propia y
específicamente humana. En realidad, ambas formas de pensamiento no están tan
nítidamente separadas. La figuración lingüística más acabada va acompañada
generalmente por una figuración sensoactorial, pero cuando se trata de hablar con
fluidez es preciso que el pensamiento surja con rapidez para lo cual se requiere el
predominio de una acción puramente especulativa. Esto es, según esta escuela, lo
que no sucede con los tartamudos.
La condición mediante la cual el pensamiento toma la forma del lenguaje
es denominada maduración lingüística y para esta teoría no todos los sujetos
disponen de ella. Los sujetos que tienen la capacidad de encontrar las palabras
adecuadas para designar las percepciones y las imágenes sensoriales gozan de
“inmediatez lingüística”; este tipo de persona no se vuelve nunca tartamuda. En
cambio, en los que carecen de inmediatez lingüística, el pensamiento debe
revestirse secundariamente con el hábito lingüístico en lugar de nacer ya provisto
de él. Todo ocurre como si en su propio idioma el paciente se viese obligado a
traducir. Sólo entre este segundo grupo de personas afectas de insuficiencia
linguoespeculativa aparecen los tartamudos.
28 El primer “abordaje” terapéutico conocido es el Demóstenes (385 a.C.) orador griego que se
introducía piedras en la boca para prevenir su tartamudeo, al tiempo que utilizaba el recurso de
gesticular desmedidamente, ambos, mecanismos de distracción.
224
La palifemia consistiría en una simple traducción de la laguna
linguoespeculativa donde la palabra no viene y la sílaba de espera la sustituye. En
sujetos tartamudos más cultos los clisés literarios encubren de manera más
sofisticada la insuficiencia de la espontaneidad.
En lo que respecta a la etiología de los síntomas en sus manifestaciones más
severas como son las emisiones tónicas y el balbismo, no se duda en fundarlas
como consecuencia del mal trato dado al tartamudo. Se ha pedido demasiado al
sujeto, o él mismo se ha exigido en exceso, y este mismo esfuerzo, que se habría
deseado fuera curativo, ha sido contraproducente.
Además de esta dinámica etiológica se reconocen otros elementos que
dividen los tipos etiológicos.
Así surge:
a) el concepto de una tartamudez familiar o herencia logopática, aunque
se insiste que la herencia por sí sola es insuficiente para generar el síntoma;
b) una tartamudez de los bilingües; por compromiso del pensamiento-
lenguaje al existir gramáticas simultáneas;
c) tartamudez injertada en el retraso simple de la elocución; quizá la más
frecuente de las formas etiológicas;
d) tartamudez esquizonoide, directamente engendrada en conflictos
afectivos de origen familiar;
e) tartamudez por insuficiencia mental global que afecte la función
linguoespeculativa.
f) tartamudez por superioridad del pensamiento sensoactorial; donde
hipotéticamente la imagen recuerdo entorpecería la función linguoespeculativa;
g) tartamudez injertada en la afasia, refiriéndose a la tartamudez
sobrepuesta a síndromes lesionales.
Los tipos puros antedichos,pueden darse en forma combinada.
- Teoría neuropsicológicas.
a) Aspectos somáticos.
Explican la aparición de la tartamudez como consecuencia de una
perturbación de la percepción ya que a fin de coordinar razonablemente el curso
de la palabra el individuo necesita proveerse constantemente de informaciones
retroactivas (feedback) acerca de la correcta circulación de su dicción (Fiedler;
Standop, Van Riper). Cabe distinguir las siguientes vías de retroacción que
transmiten las señales vocales a los centros de integración y de control cerebrales:
la realimentación acústica hacia los órganos auditivos por mediación de las vías
de conducción aéreas, las vías óseas bilaterales y la retroacción bilateral mediante
las estructuras del tejido conjuntivo. Otras señales retroactivas del acto de hablar
proceden de las percepciones del movimiento, de las sensaciones táctiles, así
como de los sensores de los reflejos propioceptivos. Se deduce que dada la
multiplicidad de fenómenos de retroacción pueden tener cabida trastornos muy
distintos. Por ejemplo, el proceso de integración se vería dificultado si las señales
retroactivas ingresaran de un modo marcadamente asincrónico en los hemisferios
izquierdo y derecho, o si existieran interferencias en el tiempo de recorrido de las
diversas vías Realmente esta hipótesis ha ido ganando terreno desde que se logró
225
provocar artificialmente ciertos trastornos de la palabra, incluso entre las personas
que hablan normalmente, mediante determinadas alteraciones inducidas de la
percepción de la propia dicción. Si a los individuos que no tartamudean y que
poseen una correcta articulación verbal se les retransmiten por medio de
auriculares sus propias manifestaciones orales con un retraso de unas pocas
décimas de segundo se consigue inducirles enormes vacilaciones similares a las
que los tartamudos padecen. Esta perturbación del lenguaje obtenida
experimentalmente se designa con el nombre de Efecto Lee, ya que este
investigador informó en la década del 50 acerca de estos perturbadores efectos a
los que se denominó: DAF: “Delayed Auditory Feedback”.
Van Riper confirma estas conclusiones con ciertos detalles interesantes. A
su juicio, la actividad verbal del niño durante la adquisición del habla se ve
controlada, en un primer tiempo, de forma preferentemente acústica. En una
segunda etapa esta función de control es asumida por la sensibilidad superficial
de posición y movimiento del aparato de fonación. El cese del primer control es
gradual y paralelo a una creciente seguridad en la pronunciación; durante este
período de transición pueden producirse interferencias perturbadoras entre ambos
circuitos de retroacción: acústico y tacto-propioceptivo. Este investigador explica
de este modo la “tartamudez del desarrollo” que afectaría a un 80% de los niños.
También reafirma que los adultos regulan casi exclusivamente su dicción gracias a
la sensibilidad superficial y a la sensibilidad profunda del aparato de fonación y
menciona como ejemplos característicos las investigaciones relativas a la correcta
forma de hablar de los tartamudos sometidos a la interferencia por otros sonidos
(rumor en blanco) y la referencia al hecho de que jamás ha habido sordos
“tartamudos”.
Los trabajos examinados, si bien conciben la tartamudez como un trastorno
de la coordinación neuromuscular del lenguaje, no dejan de mencionar la
participación de factores psicológicos. En tal sentido, para ellos, la angustia y el
estrés serían la causa de los espasmos condicionados de la musculatura de
fonación. Por otra parte los plausibles avances de sus hipótesis quedan sujetos a la
relatividad y variabilidad de la misma según las diferentes situaciones del canto,
conversación con niños pequeños, con animales, etc.
Se les hace necesario entonces la investigación de las relaciones mutuas
existentes entre los factores específicos del ambiente y los factores somáticos. Se
exponen a continuación sus hipótesis fundamentales.
Factores psicológicos:
El puesto principal lo ocupan las teorías que buscan explicar el trastorno
del lenguaje hablado apelando a los distintos paradigmas del aprendizaje, por
ejemplo: el condicionamiento clásico y el aprendizaje social por
observación/imitación. Naturalmente, estos conceptos están descriptos en
términos de la escuela conductista y pueden retenerse como más significativos los
siguientes:
- Contingencias educativas impuestas al comportamiento del niño a
partir de la primera fase del aprendizaje del lenguaje.
- Las tentativas de corrección de la dicción.
226
- La naturaleza amplificadora de problemas de las evaluaciones
diagnósticas.
- La expresión motora de la ansiedad vegetativa y subjetiva
- La formación de la conciencia del trastorno de “ser tartamudo”, con la
profunda convicción subjetiva del fracaso social...
- Impotencia y evitación dependiente de conflictos intrapsíquicos
conectada con la obligación de hablar.
- La sobrecarga emocional de los conflictos insolubles.
El juicio general es que, el conjunto de teorías psicológicas simplemente
esboza una idea suplementaria del desarrollo y persistencia del síntoma, sin
proporcionar una explicación satisfactoria de las condiciones en las que se
genera.
TEORIAS PSICOANALITICAS
Las teorías de la escuela psicoanalítica responsabilizan a circunstancias
conflictivas inconscientes de afianzar la tartamudez. Un prototipo de esta
dinámica es el caso de la contraposición de deseos: “necesidad forzosa de hablar-
impulso a callarse”, lo que podría estimular a músculos antagónicos provocando
un espasmo paralizante.
Para el psicoanálisis, la tartamudez es la invasión del área del cuerpo por
un trastorno psíquico de origen muy primitivo, quedando en principio definido el
trastorno como “conversión”; pero éste sería, distinto que en las histerias, una
conversión pre genital: si bien la sintomatología manifiesta es
incuestionablemente conversiva, los impulsos inconscientes son previos al
desarrollo edípico y particularmente fijados a la etapa anal, por lo cual la
estructura mental del paciente corresponde a la de un neurótico obsesivo. La
clínica confirma este hallazgo cuando con tanta frecuencia se enfrenta a la
ambivalencia y bisexualidad aumentada, la sexualización de los procesos del
pensamiento y aún del habla y la regresión al pensamiento mágico. Naturalmente
esta concepción incluye automáticamente a la tartamudez en la esfera de las
neurosis y sus complejos mecanismos defensivos que la gestan.
La etapa sádicoanal, correspondiente al segundo año de vida, asiste al
desarrollo primordial del lenguaje. De acuerdo a la peculiaridad de la mente
infantil las primeras palabras adquiridas tienen las características de ser mágicas y
omnipotentes; antes que signos que designan cosas, son las cosas mismas. La
función que las implica, el habla, correspondería a un manejo directo de los
objetos que nombra.
En la omnipotencia basta sólo desear para poder; el núcleo de la magia de
los nombres consiste en que quien conoce la palabra que designa la cosa, domina
la cosa; de allí que el habla asuma en esta etapa gran poder y el Yo que controla
esta función, un valor correlativo. Pero en el tartamudo este Yo está
comprometido y resposabilizado entre las demandas instintivas y las amenazas del
Superyo, con mayor intensidad por el poder que le otorga a las palabras.
A su vez, en esta etapa en que la sexualidad está fundamentalmente ligada a
las funciones excrementicias y la agresividad y el sadismo se desarrollan junto a
las actividades motrices, el pensamiento será implicado con hostilidad y
destructividad. El hecho de hablar va a significar, para el sujeto fijado en ella,
227
pronunciar palabras obscenas, blasfemas y maldiciones, o la posibilidad de atacarsexualmente o con violencia a quien lo escucha y hacer todo esto con tremendo
poder e inexorables efectos.
Esta es a su vez una etapa de ambivalencias, bisexualidad, compulsiones y
formaciones reactivas donde la palabra puede permitir la salida de un impulso
sádico o anal, cuyo mal uso reclamará un castigo y por el cual las figuras dañadas
serán aquellas amadas y temidas. Toda intención de hablar tiene una significación
censurable, se reedita en el hecho de hablar las prohibiciones de la infancia; pero
también, como en la etapa anal el niño jugaba placenteramente con las heces y
gozaba con la retención, la retención de las palabras va a transformarse en una
actividad auto erótica placentera.
Examinadas las fijaciones anales, no se descartan sin embargo la influencia
e interferencia de otras formas de erotismo y componentes pulsionales, siendo los
integrantes más comunes impulsos orales, fálicos y exhibicionistas con sus
componentes eróticos y ansiedades correlativas. Por ejemplo, el impulso de hablar
puede ser un sustituto de la competencia fálica: hablar significa hechizar y su
objetivo conseguir el aplauso necesario para el reaseguramiento; su fracaso,
ocasionaría vivencias de castración –el tema de la extirpación de la lengua
participa de mitos, leyendas e historias pero aún, como compensación de estas
ansiedades, surge el intento de obligar al auditorio al suspenso de la escucha
utilizando a la tartamudez como recurso exhibicionista.
LAS TENTATIVAS DE INTEGRACIÓN PSICOANALÍTICA CON LA
TEORÍA DEL APRENDIZAJE.
Esta escuela propone ligar algunos criterios del psicoanálisis a otros
provenientes de la teoría del aprendizaje haciendo hincapié en el rol social del
tartamudo y su predisposición a los conflictos.
Los síntomas de la tartamudez serían signos de conflictos y de ansiedades
profundas. Con todo, destacan que no es preciso ahondar en tales profundidades
para alcanzar una explicación adecuada del síntoma y los consiguientes puntos de
apoyo para el tratamiento. El inconsciente pasa a ser ámbito de lo privado, propio
de la intimidad del individuo, indudablemente conectado con la etiología de la
tartamudez; pero ésta deviene fundamentalmente, de las múltiples y variadas
experiencias del sujeto frente a la exigencia social. Se reconoce como
determinantes que agudizan los conflictos, los procesos retroactivos, la
susceptibilidad del sujeto en función de su problemática y la impaciencia del que
escucha. Durante la alteración actual del habla el tartamudo se concentra por
completo en su lucha con la emisión de palabras derivando de allí un típico
estrechamiento de la capacidad de percepción del autocontrol del habla y la
consiguiente disrupción de la misma.
Muestran este fenómeno como la perturbación social del sí mismo por la cual
la tartamudez se convierte en una cuestión de identidad. Todo tartamudo conoce
dos roles sociales: el del tartamudo y el del que no lo es. Desde la conciencia de
su rol defectivo se mantiene la sintomatología. Si en cambio, le toca ejecutar un
rol más alejado de su sí mismo cargado de problemas, podría actuar con fluidez.
Por ejemplo, su participación efectiva en una obra teatral o en un coro. Falla sin
embargo en aquellas circunstancias en las teme revelar su intimidad
228
En estos puntos de vista se fundamenta la terapéutica. Se hace hincapié en la
no insistencia sobre nuevas formas de hablar sino educar la actitud ante la propia
dicción, su rol social y la opinión que se ha formado sobre sí mismo,
readaptándolo a las diversas condiciones de la conversación y orientando a los
interlocutores cuando sea necesario.
Con respecto a lo interno, si bien no se trabaja psicoanalíticamente sobre ello,
se le anima a un valiente enfrentamiento con aquellas zonas de conflicto personal
ligadas a su disfemia. Se implementan recursos terapéuticos que satisfagan estos
objetivos, tales como juego de roles, grupos terapéuticos, en donde es posible que
examine y supere sus dificultades en la interacción social.
TEORÍAS DE LA ESCUELA NORTEAMERICANA.
Del estudio del conjunto se desprende una línea teórica relativamente
coherente en la terapéutica pero no así en lo que respecta a la etiología de la
tartamudez. También aquí se produce la dicotomía psicogénesis u organogénesis y
nada mejor que representar cada una de estas corrientes en la figura de dos
nombres relevantes en la investigación histórica de este síndrome que hoy
inspiran la mayor parte de las terapias en América del Norte.
-Wendel Johnson:
Existen alteraciones de la fluidez del habla que son normales. Los niños
tienden a titubear más que los adultos y si estos titubeos son marcados por otro, el
niño advertido de ello puede desarrollar un tartamudeo. La desaprobación se
presenta de diversas formas, puede ser directa y verbal o puede ocurrir
simplemente que el adulto se muestre ansioso con respecto a la emisión poco
fluida del niño.
Para Johnson el tartamudeo comienza no en la boca del niño sino en el oído
del padre. Si se ha diagnosticado a su hijo como tartamudo, la conducta de la
madre hacia él experimenta un ligero cambio. Empieza a comportarse de un
modo distinto con el niño y a decirle cosas desacostumbradas: que hable despacio,
que no dude, que no balbuce, que no hay prisa, etc. Esto le hace dudar más y de
este modo, en lugar de mejorar la situación, se acrecienta el síntoma.
Podemos ver en esta secuencia como subyace el fenómeno del aprendizaje:
el sujeto que persiste con su lenguaje titubeante aún en la vida adulta, lo debe a
que ha aprendido a tartamudear ante el temor de hacerlo. Si se figura que va a
tartamudear, se desarrolla un conflicto a causa de su deseo de hablar y su deseo de
evitar el tartamudeo y si descubre que tartamudea en ciertas situaciones,
probablemente responderá en ellas de la misma forma perpetuándolo.
Se supone además la intervención de un componente de satisfacción ligado
a la modalidad de expulsión de la palabra que refuerza el aprendizaje del síntoma.
-Charles van Ripper:
A las causas mencionadas suma una interpretación orgánica sugiriendo la
existencia de una alteración cerebral de la sincronía en la programación de los
movimientos musculares requeridos para la expresión oral.
Las conclusiones terapéuticas de estas teorías pueden resumirse en la frase
“evitar evitar”, o “el tartamudeo fluido: tartamudear todo lo que se quiera”.
229
SÍNTESIS E INTEGRACIÓN
Junto a las examinadas existen variantes incontables de matrices
conceptuales pero al cabo encontramos algunos criterios que ningún investigador
desecha:
a) La anatomía: Dado el estado actual de los conocimientos foniátricos
no existe lugar alguno para la hipótesis de la etiología de la tartamudez a causa de
lesiones anatómicas de la boca, lengua o paladar.
b) La herencia: Es jerarquizada por todas las escuelas aceptándose el
criterio general de una herencia predisponente sobre la que actuarían otros
factores.
c) El sexo: Predominio masculino, tres a cuatro varones por cada mujer,
sin que se haya encontrado una explicación clara. Podría atribuirse al hecho de
que las niñas adquieren antes y mejor los conocimientos relativos al lenguaje.
d) Los medicamentos: No existen drogas específicas y resultados
eficaces estadísticamente convalidados. Sí se reconoce que estos medicamentos
pueden mejorar la ansiedad o depresión concomitante.
e) Las técnicas de relajación: Útiles en el reemplazo de los
medicamentos y partícipes de técnicas terapéuticas.
f) Los shocks psíquicos, su incidencia: Aunque no están fehacientemente
probados en el desencadenamiento de la sintomatología de su mayor
manifestación y aún su incidencia positiva, son tomados en cuenta por su hasta
ahora no negada posibilidad de acción.
g) Diagnóstico precoz y tratamiento: Ante la existencia de vacilaciónno
se propone la inmediatez de un tratamiento. El mismo diagnóstico de tartamudez
es asumido con cautela para evitar rótulos y señalamientos capaces de cristalizar
el trastorno. La tarea inicial debe orientar al grupo familiar y educadores para
lograr que dejen de prestar atención a los fallos verbales.
h) Misceláneas: Coinciden en la cantidad de resistencia y frecuencia del
abandono de los tratamientos. Las mismas podrían reducirse logrando algún éxito
inicial o la evitación de incursiones directas sobre el síntoma, intentando el
desarrollo de una transferencia positiva. Asimismo se coincide en la dificultad de
trasladar los logros terapéuticos al mundo exterior.
i) Nosografía: La tartamudez es diferenciada por el conjunto de los
autores como tónica o clónica.
Métodos de abordaje: Son agrupados en cuatro grandes campos de acción:
técnicas ortofónicas, psicomotrices, psicoterápicas y tratamientos
medicamentosos. Algunas escuelas se ajustan estrictamente a cada uno de estos
grupos pero en general todas ellas son reconocidas. La razón de la aceptación
generalizada es que la tartamudez es un síndrome de origen multifactorial y a
pesar de la orientación de escuela la integración es tolerada.
TARTAMUDEZ EN LA INFANCIA: EVALUACION ESTADISTICA
A partir de la posición teórica que considera a la disfemia como un trastorno
psicosomático, más específicamente neuropsicológico, con injerencia de
perturbaciones fonoarticulatorias neurovegetativas y afectivo-emocionales; se
diseñó un modelo de investigación y prevención centrado en el protagonismo que
230
otorgamos al fenómeno vincular a fin de controlar la variable emocional no sólo
como consecuencia sino por su incidencia etiológica en la aparición o desarrollo
del síndrome. La población sobre la cual se ejecutó este programa y muestreo
estadístico de los resultados, comprendió el área educacional de las escuelas
públicas, desde el pre-escolar hasta el séptimo grado inclusive, de los Partidos de
Morón, Hurlingham e Ituzaingo durante el transcurso del año 1987.
El diseño incluyó como resorte fundamental informar al derivante la
hipótesis de trabajo con conceptos claros y consistentes, reviendo en lo posible la
frecuente situación de niños tartamudos con historias de tratamientos ortofónicos
sin resultados positivos y aún con agravamiento sintomático. El registro
estadístico de las historias clínicas de nuestro servicio indicaron que el 70% de los
niños fueron derivados en primer término a fonoaudiología. El cuadro
esquemático de los momentos de exteriorización del síntoma que se expone a
continuación está en relación directa con el perjuicio de una derivación temprana
al ortofonista.
PERÍODO EDAD DE APARICIÓN ETAPA
EVOLUTIVA
I 18 meses hasta tres años Primera infancia
Comienzo del
habla
II 6 años Segunda infancia
Ingreso a la
escuela
III 12 años - 14 años Pubertad
Ingreso al
pensamiento
Formal
IV Después de los 14 años Tartamudez
tardía
Los mayores riesgos de un abordaje inadecuado se presentan durante el
primer período de acuerdo a lo visto con Johnson, donde el cuadro psicogénico es
el preponderante. Durante esta época predominan los fenómenos englobados en lo
que se denomina tartamudez primaria, repeticiones, bloqueos y/o prolongación de
sílabas o palabras como dificultades fonoarticulatorias más evidentes. La
tartamudez secundaria en la que se suman tics, sincinesias, etc. es rara durante el
primer período, generalmente aparece cuando más se le llama la atención sobre su
disfluencia.
Como se ha visto más arriba, cuando un niño de muy corta edad está
comenzando a adquirir los recursos necesarios para hablar suele cometer errores
231
consistentes en intentos infructuosos, vacilaciones o repetición de sonidos o
palabras. La criatura que incurre en ello generalmente no advierte que se trata de
algo fuera de lo común y por cierto no tiene conciencia de que carece de fluidez al
hablar. La mayoría de los niños de su edad con los que se comunica asumen una
conducta similar en lo que a lenguaje oral se refiere. Se debe, por lo tanto, poner
énfasis al afirmar que para la primera infancia ese tipo de habla es perfectamente
normal. Es lo que Johnson considerara como una disritmia fisiológica del habla,
un habla no fluente para la cual creó el término disfluencia.
En esta primera etapa no es bueno intentar la cura a través de un método
ortofónico ni abordajes psicoterapéuticos directos. La tarea es encauzar a los
consultantes hacia la comprensión del problema, instruyéndolos en las actitudes
de orden ambiental que obrarán positivamente sobre el niño y que en modo alguno
están dirigidas hacia las dificultades articulatorias de la palabra; dejando en
suspenso toda otra intervención activa según la evolución posterior del caso.
En este marco se comprende la trascendencia de una derivación adecuada.
Dado que el médico pediatra habitualmente es el primer consultado, de él depende
el futuro del niño disfluente. Su responsabilidad abarca no sólo el dónde derivar
sino cuándo hacerlo, a partir del conocimiento de la manifestación y evolución del
síntoma.
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232
Pichon,E. - Borel-Maisonny,S. : La tartamudez, naturaleza y tratamiento. Ed.
Toray
Masson. Barcelona. 1979.
233
PSIQUIATRÍA Y LENGUAJE
La naturaleza simbólica del lenguaje supone que el habla se adecua al
pensamiento antes que a otra esfera del sujeto, sirviendo a la transmisión de la
información decodificada del pensamiento acerca de cualquier cosa, así como de
los sentimientos a través de su decodificación por el pensamiento; pero además el
habla se manifiesta fenoménicamente como síntoma y señal, expresando el estado
de ánimo del que habla de una manera directa sin mediación del pensamiento. En
consecuencia la palabra hablada está sujeta a la vez al código y al cuerpo.
En lo que atañe al cuerpo, la psiquiatría y la neurología estudian las
alteraciones que influyen en la adquisición y utilización del lenguaje: trastornos
genéticos, evolutivos, disfunciones y lesiones cerebrales, etc. Un gran capítulo
además, lo constituyen las perturbaciones de la enunciación. Aquí el lenguaje se
manifiesta perturbado en la expresión de cuestiones relativas a la percepción y
comportamiento del sujeto respecto a sí mismo, al mundo y al prójimo.
En tanto se esclarezcan estos trastornos, los mismos son vinculados con la
región hipotética de la mente, ubicada provisionalmente entre la materia orgánica
y el psiquismo.
29
Al enfrentar este capítulo le corresponde al investigador reconsiderar algunas
cuestiones previas.
Si bien, en una primera aproximación, el habla representa la
manifestaciónexterna del pensamiento, por su implicancia al cuerpo podría ser
consecuencia de otras acciones distintas al pensar.
Al hablar, al desarrollo de una actitud indiscutiblemente verbal se le
superpone el sentido de un comportamiento.
Es de suponer que otros sistemas distintos al lingüístico asignen
estructuras y significados propios a las expresiones, con las consiguientes
alteraciones sintácticas, semánticas y pragmáticas.
Todo hablante es un intérprete del discurso de otro, pudiendo rebasar
la interpretación pragmática los marcos institucionales del uso y la intención
lingüística.
Si bien el lenguaje es normalmente usado con fines comunicativos o
instrumentales, con esto no se delimita su único sentido.
Aunque el individuo esté programado genéticamente para la emisión
verbal y alcanzar, a través de la realización acústica, su conexión con el medio;
factores de otra índole ocasionalmente interfieren en el desarrollo de esas
potencialidades.
El estudio biológico de las funciones de los procesos del lenguaje no
es isomórfico a la investigación abstracta de sus contenidos.
29 La distinción tripartita entre materia orgánica, mente y psiquismo no carece de sentido, aunque la
tradición filosófica y médica no han resuelto con propiedad las diferencias y sinonimias terminológicas.
En este texto se aproxima el concepto “mente” al de la organización de la materia cerebral implicando
su funcionalismo, mientras que se pretende reservar el concepto de psiquismo al de una construcción
psicodinámica con espacio propio en cuanto integra instancias interactivas, de diseño especulativo,
inmateriales e hipotéticas.
234
No es la misma cosa la gramática del lingüista que explicita reglas y
principios de un hablante–oyente ideal, que la gramática conformada en la mente
del sujeto.
En los estratos profundos del individuo existen representaciones y
formas de actividad que emergen según reglas de externalización peculiares y se
hacen explícitas en formaciones lingüísticas que van desde los lapsus linguae
hasta las creaciones artística.
ANÁLISIS FORMAL DE LOS ASPECTOS VERBALES
Hasta 1960, la investigación de los trastornos del lenguaje en psicopatología
resultaba totalmente insatisfactoria desde el punto de vista psicolingüístico. En
general los clínicos caracterizaban el lenguaje de los psicóticos por algunos
atributos reconocibles aunque no especificados o definidos, con un grado elevado
de acuerdo entre ellos y generalmente referidos en la apreciación del grado de
comunicabilidad, inteligibilidad y la calidad del discurso en cuanto a lo concreto y
abstracto del mismo. Con el tiempo fueron surgiendo estudios e hipótesis basados
en la consideración de aspectos tales como la formación de conceptos, juicios y
razonamientos desde un punto de vista estrictamente formal. Se preocuparon por
registrar la frecuencia en el uso de determinadas palabras y la relación entre
términos y significados, así como el de las funciones gramaticales y el porcentaje
relativo entre ellas.
Las características temáticas también fueron observadas estableciéndose:
1. cocientes entre las expresiones de malestar y alivio,
2. frecuencia de referencias al “yo”,
3. uso de rótulos legales, políticos, religiosas y científicos,
4. articulación a distancia de micro secuencias portadoras de significado
pese a la desestructuración sintáctica,
5. presencia de enlaces no explícitos que sostienen la coherencia del
discurso,
6. etc.
SEMIOLOGÍA DEL LENGUAJE PSICÓTICO
La conducta general del paciente es el objeto de observación inicial en todo
examen psiquiátrico, de ello dependerá la metodología que seguirá el especialista
en tanto se encuentre frente a un sujeto que no coopera o estuporoso o ante una
persona que habla y le posibilita a través de la comunicación continuar su estudio.
Más allá de la información que brinda la anamnesis, el lenguaje de su
paciente le brindará un caudal de elementos para el diagnóstico discriminado:
si habla espontáneamente o sólo responde,
si dice mucho o poco,
lento o rápido,
dubitativo o aseverativo,
de acuerdo con lo interrogado por el profesional o sin relación con
ello.
235
El discurso del paciente puede ser:
coherente o incoherente,
presentar interrupciones, silencios súbitos, cambios inopinados,
tener una sintaxis extraña,
presentar contenidos fóbicos, obsesivos, delirantes.
Importará también lo gestual, la observación de tics y manierismos, así
como la concordancia afectiva con lo que se está expresando.
El paciente no cooperativo, negativista o estuporoso obliga, tras una atenta
inspección de actitudes, posturas, conductas, expresión facial y mirada, a una
intervención activa con el objeto de explorar reacciones físicas y emocionales.
Puede que se perciba un esfuerzo por hablar, algún movimiento de los labios o de
la cabeza, cuchicheos o pronunciación de palabras o frases aisladas. De ofrecerle
papel y lápiz no será infrecuente que escriba o grafique. A continuación se
expone una tabla semiológica del lenguaje psicótico:
A. Pobreza del discurso en términos cuantitativos y cualitativos.
1. Respuestas breves, concretas. 2. Falta de elaboración. 3. Pobreza de
contenidos.
4.Discurso vago. 5. Respuestas lacónicas. 6. Repetición
monótona.
7. Vacuidad de ideas. 8. Bradilalia.
B. Discurso enfático, pedante, pomposo.
1. Palabras multisilábicas. 2. Rebuscamiento.
3. Fórmulas de cortesía extremadas. 4. Rigidez.
C. Exceso de locuacidad.
1. Énfasis, enunciado altisonante. 2. Taquilalia. 3.
Juegos de palabras.
4. Rápida asociación 5. Disminución de la selección de ideas.
6. Fuga de ideas. 7. Logorrea.
D. Contenidos patológicos del discurso.
1. Fobema. 2. Anankema. 3. Coprolalia. 4.
Pseudologuema
5. Ilusema. 6. Alucinema. 7. Delirema.
8. Microrrelatos: leyenda, gesta, enigma, sentencia, memorable,
cuento, chiste.
E. Modalidad de tipo negativista, narcisita o autista.
1. Discurso autorreferencial 2. Monólogo.
3. Musitaciones. 4. Mutismo.
236
F. Trastorno del curso del pensamiento.
1. Discurso circunstancial, indirecto, farragoso 2.
Descarrilamiento.
3. Bloqueo. 4. Discurso tangencial. 5. Discurso
divergente.
6. Pérdida del objetivo. 7. Olvido del
tema.
G. Incomprensibilidad lógica y/o semántica del discurso.
1. Metónimos 2. Neologismos 3. Glosolalia
4. Logoclonía 5. Ilogismo 6.
Interpenetración
7. Logátomo. 8. Aliteración. 9.
Sobreinclusión.
10. Asonancia. 11. Esquizofasia. 12.
Verbigeración.
13. Pararrespuestas. 14. Elaboración asindéntica
15. Fragmentación. 16. Glosomanía semántica.
17. Glosomanía formal. 18. Incoherencia. 19.
Jergonofasia.
H. Accidentes de construcción del discurso.
1. Estereotipia verbal 2. Seudografismo
3. Ecolalia. 4. Ecolalia tardía.
HIPÓTESIS SOBRE EL LENGUAJE Y EL PENSAMIENTO PSICÓTICO
INTERPRETACIÓN SOCIO-CULTURAL
Para Harry Stack Sullivan la disociación fragmentación y divalencia del
recién nacido es semejante a una experiencia esquizofrénica. El desarrollo
evolutivo se acompañará con la integración progresiva de los objetos y del sí
mismo. En esta evolución, el lenguaje de la gente que rodea al niño oficia de
articulador amoldándoloal estilo de su mundo. Con todo, los mensajes que recibe
no guardan un grado suficiente de coherencia produciendo en su conjunto un
quantum contradictorio y paradojal.
El pensar de sí mismo, del otro y el acomodamiento de la imagen ofrecida a
la imagen percibida, están puestos seriamente a prueba por la confusión y la
ambigüedad de sentidos, y como de esto depende su posibilidad de ser, su
estimación y prestigio, su inserción deseada y significativa; el éxito o fracaso que
le acompañe serán fundamentales para su sobrevivencia social.
Sullivan sostiene que cuanto más pronto se habilita el sujeto para
funcionar en los términos de una existencia pronominal e instalar el status de su
identidad, tanto mejor será para él. Para ello deberá alcanzar la organización de
tretas exitosas, mayormente lingüísticas, que le proporcionen las satisfacciones
que desea y le permitan evitar lo que no desea. Satisfacción y seguridad dependen
entonces de la integración de conductas refinadas de los instrumentos vocales que
237
de un modo cuasi mágico le abren o cierran las puertas a sus demandas. Porque al
fin, los hechos lingüísticos tienen su propio curso en el cual deriva la vida
humana, independiente muchas veces del curso propio de la realidad. Todas las
culturas, en la opinión de Sullivan, son irracionales e incluyen contradicciones,
pero al aprender a conducirse en ellas resulta tan fundamental para la subsistencia
que hasta las leyes naturales pueden pasar a segundo plano.
En el lenguaje familiar nos entendemos con economía de palabras y
aún sin que nos confundan los fallos semánticos y ambigüedades sintácticas; pero
al disminuir estas seguridades el hombre se encuentra compulsado a una
adecuación más precisa, permaneciendo más alerta a fin de brindar mejor atención
y claras respuestas a las actitudes y mensajes de los demás. El habla
esquizofrénica es, como un todo, una adaptación particularmente inadecuada de
los procesos cognoscitivos a las necesidades de la vida adulta: esto puede ser
analizado dentro de una condición característica disociada y un cambio regresivo
dentro de los sistemas disociados.
LA HIPÓTESIS DE LA REGRESIÓN
Los conceptos anteriormente examinados, si bien consisten en una
interpretación sociocultural y afectiva de la comunicación humana, se relacionan
con la hipótesis de la regresión a un nivel de menor madurez, como la sostenida
por Gardener. Según este autor el esquizofrénico piensa y actúa como un hombre
primitivo, pre civilizado, habiendo de esta manera regresado a la infancia. Suma a
estos conceptos el de una regresión a un estado del sistema nervioso simpático del
enfermo propio de la edad infantil que impide un desarrollo emocional normal y
ordenado.
Cameron realizó estudios experimentales a partir de estas hipótesis y
dedujo que únicamente existían parecidos superficiales entre el lenguaje, la lógica
y la formación de conceptos en los niños y en los esquizofrénicos. Tampoco los
estudios de Pascal-Suttell dieron prueba de la regresión. Ellsworth pudo
comprobar, sí, alguna indicación de semejanza con el lenguaje infantil.
La crítica general señala que el fallo en las respuestas infantiles
depende de la no realización aún del aprendizaje correspondiente, en tanto que un
enfermo esquizofrénico puede no dar la respuesta exacta por no estar prestando
atención, porque ha despertado una asociación ajena, o por una diversidad de
otros motivos distintos a la conducta infantil.
LA HIPÓTESIS DEL PENSAMIENTO PRELÓGICO
Von Domarus desarrolló la hipótesis de un pensamiento prelógico de los
esquizofrénicos como contrario a los cánones de la lógica formal. Llamó
paralógico al error de basar el argumento en la naturaleza similar de los adjetivos
o de los predicados, ya que no es la identidad de los predicados la que justifica la
aceptación de la identidad de los sujetos. Según esto, un paciente razonaría de este
modo: "El General X es rubio. Mi médico es rubio. Por lo tanto mi médico es el
General X". Luego habla con su médico dándole el trato de General y se cuadra
cuando lo ve.
238
La crítica a esta hipótesis, se apoya en que las semejanzas de los
predicados es muy limitada por lo que la percepción actuaría como estímulo en
lugar del orden de los atributos relativos al predicado.
LA HIPÓTESIS DE LA CONCRETIZACIÓN DEL PENSAMIENTO
Kurt Goldstein ha señalado que en condiciones anormales el pensamiento y
el habla se concretizan. El carácter individual de las palabras se hace evidente,
comprobándose ausencia de palabras genéricas. El sujeto así afectado, responde
con menores posibilidades de rectificación, oscureciéndose su capacidad de
objetivar. La palabra individual sólo puede entenderse si se conoce la situación
concreta a la que la reduce la persona que habla.
LA HIPÓTESIS DE LA DESORGANIZACIÓN DEL PENSAMIENTO
El orden del pensamiento humano cambia a medida que la organización del
lenguaje va determinándose por el ambiente social. Este arreglo facilita las
interpretaciones compartidas y el uso de métodos de fundamentación inteligibles.
Se alcanza por esta vía la comprensión de las perspectivas ajenas, la capacidad
para asumir roles e interconectarlos y el empleo universal de símbolos para la
expresión propia y el intercambio. Norman Cameron y colaboradores demostraron
mediante estudios experimentales, que si el hombre fracasa en su conexión
comunicativa y su pensamiento no se desarrolla dentro de la matriz social, estará
más expuesto a desorganizarse. Una conducta, o está desarrollada en el
intercambio inteligible y realista, o responde a las fantasías generadas por la falta
de participación y de acción orquestada. Pensamiento y lenguaje sufren estas
consecuencias y derivan a trastornos detectados desde las exigencias de la
comunicación convencional.
Las características del habla esquizofrénica son fiel reflejo de esta
perspectiva, a los que Cameron suma los siguientes elementos semiológicos:
1. Pensamiento asindético; definido por la marcada escasez de eslabones
genuinos, tanto para establecer la causalidad en los problemas lógicos, como para
las relaciones sintácticas en el discurso.
2. Metónimos y expresiones idiomáticas personales; consistentes en una
aproximación imprecisa sustitutiva de la expresión normal. Puede alcanzar a
comprenderse desde el marco de referencia de la vida individual del paciente y de
sus fantasías, pero lo característico es que lo utilice despreocupado por su
inteligibilidad, dando por supuesto el entendido o mostrándose arrogante en caso
contrario.
3. Interpenetración de temas; forma de compromiso entre el discurso de la
realidad y las fantasías del paciente, dando por resultado una subordinación de los
hechos externos a la fantasía dominante. Resulta así un habla donde el material
externo es incorporado y entremezclado con explicaciones modeladas al antojo,
que anula toda posibilidad de influencia correctora.
4. Sobre-inclusión; incapacidad para mantenerse dentro del área del
problema y restringir las operaciones a sus límites. Objetos y situaciones exteriores
239
son traídos a la cuestión. La intrusión de conflictos personales con negación de
aspectos propios del área, ponen de manifiesto la desorganización y manipulación
psicótica.
5 Generalizaciones variadas pero ineficaces.
6 Fragmentación; aparición de una mezcla de respuestas discontinuas y
rudimentarias, o de una inactividad súbita que no está seguida por la reanudación
del tema original.
El esquizofrénico, en su uso del lenguaje, puede ser considerado como
padeciendo un trastorno donde la fuerza de las asociaciones pertinentes al mundo
exterior son arrasadas por las de su mundo interno.
HIPÓTESIS PSICOANALÍTICA
Esta revisión debe considerar por fuerza los aportes del psicoanálisis
freudiano. A partir de la pulsión homosexual ydel mecanismo proyectivo,
Sigmund Freud formuló en el caso Schreber los desarrollos delirantes de la
paranoia, empleando una explicación estrechamente vinculada al lenguaje.
El pensamiento original del paciente paranoico, destinado a ser
deformado y distorsionado, consiste en la siguiente afirmación: "Yo (un hombre)
le amo (a un hombre)". Al no ser tolerada por el sujeto tal sexualización de sus
tendencias sociales, su inconsciente puede recurrir a una serie de mecanismos
responsables del desarrollo sintomático:
a) Delirio persecutorio: contradicción al verbo. "No le amo; le odio"
convertido a su vez en "Él me odia (me persigue), lo cual me da derecho a
odiarle". 0: "No le amo, le odio, porque me persigue".
b) Delirio celotípico: contradicción al sujeto. "No soy yo quien ama al
hombre; es ella quien le ama". Y acusará de infidelidad a su mujer con todos los
hombres a los que él se siente inclinado a amar.
c) Erotomanía: contradicción al complemento. "Yo no le amo a él; la amo a
ella", transformado por proyección en "advierto que ella me ama".
d) Delirio megalómano: repulsa general de toda la frase. "No amo en absoluto
a nadie". Y dado que el sujeto ha de hacer algún uso de su libido, tal aserto se
transforma en el equivalente "sólo me amo a mí mismo"; en el que vemos una
supervaloración sexual del propio Yo semejante a la ya conocida supervaloración
del objeto erótico.
En la exposición del mismo caso, Freud demuestra que el delirio
producto de enfermedad es, en realidad, la tentativa de curación y de
reconstrucción espontánea, el modo que le permite al paciente recobrar su relación
con las personas y las cosas.
240
Se evidencia aquí, la relación necesaria del pensamiento y del lenguaje
con el mundo, el cómo la personalidad se restituye a sí misma y se recompone a
pesar de sus pérdidas o deterioros. No obstante la retracción narcisista y las
represiones, el enfermo intenta su vuelta al mundo explicándose delirantemente su
conexión con él. A este mecanismo restitutivo, Freud lo glosa con las palabras de
Goethe:
"Ay! Con ímpetu poderoso has destruido el mundo bello. Un semidiós lo ha
derribado... Tú, el más grande de los hijos de la Tierra, constrúyelo de nuevo,
constrúyelo de nuevo, más esplendoroso en tu corazón!"
HIPÓTESIS ORGANICISTAS
Si bien, las consideraciones patológicas que venimos formulando se han
mantenido distanciadas de los aspectos de la organicidad, relacionando los
trastornos psicóticos del lenguaje con perturbaciones de la enunciación de
raigambre psicológica; no sería adecuado dejar de lado aquellas consideraciones
de naturaleza orgánica que intentan explicar los desórdenes del pensamiento y el
habla.
En primer lugar corresponde examinar los efectos de la ansiedad sobre el
lenguaje. Con los avances de la medicina psicosomática y la psiquiatría biológica,
la ansiedad, la angustia, el estrés, fueron configurándose como situaciones
biológicas frente a las cuales, y dependiendo de la reacción psíquica del paciente,
se desarrolla una hiperactivación autonómica y endócrina de importancia que, a la
par de las modificaciones tensionales, cardíacas, glucogénicas, lipolíticas,
tiroideas, etc.. actuaría sobre el pensamiento y la conducta verbal. Mednick
desarrolló una hipótesis que supone tres fases evolutivas a partir de la ansiedad.
En la fase incipiente se incrementa la generalización para la percepción de
estímulos amenazadores, desencadenándose conductas de carácter adverso o de
evitación, en un segundo momento se tiende a la encronización de la situación de
alarma y de los mecanismos de reducción de la ansiedad para terminar con la
formación de ideas defensivas autistas y caprichosas. En su intento de
fundamentación, Mednick señala que los esquizofrénicos adquieren más
fácilmente una respuesta condicionada, generalizan los estímulos y presentan
dificultades para actuar bien en situaciones complejas estando como atormentados
por respuesta de asociación ajenas, tangenciales que distorsionan la conducta
adecuada. En situaciones de poca complejidad se acercan al comportamiento
normal.
Un paso más decisivo en la hipótesis orgánica conduce a la estimación
de la consecuencia de alteraciones metabólicas cerebrales, tal la de los
neurotransmisores. Atención defectuosa, perturbación perceptiva, alucinaciones,
confusión de significados literales y metafóricos, clausura y rigidez del
pensamiento, modificaciones afectivas, fallos asociativos, alteraciones lógicas,
etc., puede ser perfectamente imputable a la alteración del hardware, pare decirlo
en términos de informática.
241
CONCLUSIONES: CONCIENCIA, PENSAMIENTO Y LENGUAJE
Como corolario de este trabajo corresponde realizar algunas reflexiones
sobre la mediación del lenguaje entre la conciencia y la formación del
pensamiento. Esto es: si en lugar de una relación diádica sujeto-objeto como
unidad de la conciencia en la síntesis trascendental de la percepción, la función de
la conciencia se constituiría con la lógica del lenguaje, según la cual éste
representaría el tercer término de una relación triádica.
En principio, ya sea por vía de la percepción o del signo lingüístico, el
sujeto ha de tener una conciencia abierta al mundo para poder lograr un función
de representación. Así, en primera instancia, no puede haber representación
alguna, ya sea a través de un signo o de una percepción, sin que haya un sujeto
capaz de interpretar. Este intérprete real, en el caso del psicótico, nos plantea la
cuestión de cómo se alienan en él la percepción, el lenguaje y el pensamiento. Si
estas funciones guardan entre sí una correlación o si por efectos de
encauzamientos mentales propios del sujeto afectado, la palabra se autonomiza del
pensamiento o resulta insuficiente para decodificar el universo.
Podríamos presuponer como la razón del delirio un trastorno de la
naturaleza a priori de la función de la conciencia: de la alteración del tiempo,
espacio y de la categoría trascendental que caracterizara la filosofía kantiana. El
sujeto adquirió la palabra pero ésta no encuentra en su interior las estructuras
categoriales que la sustente.
Pero también es cierto que la transformación semiótica de los
conocimientos implica un sujeto que utiliza los signos y sustituye la conciencia
pura mediante un proceso de interpretación de estos signos. La discusión sobre la
validez de la transformación semiótica de las interpretaciones de la conciencia,
involucra no sólo al enfermo mental sino al individuo sano. El primer argumento
contra el valor de nuestras certezas señala que lo real en cuanto tal y en su
totalidad es inapresable para la conciencia finita de cualquier sujeto: nunca nadie
puede conocer todo. Sin embargo, a pesar de esta limitación, el sujeto sano puede
estructurar sus conocimientos en la comprensión del sentido de la finitud de la
verdad. De allí la verosimilitud de la posibilidad del lenguaje frente al
conocimiento y de la capacidad de incrementarlo y orientarlo en interpretaciones
provisionalmente válidas. Resultaría entonces que la pretensión psicótica de
fundar el conocimiento sobre la personal interpretación de la realidad y del uso
particular del lenguaje, estaría afectada por una falla estructural que impide al
psicótico aceptar la finitud de su conciencia y la posibilidad de error. Hay
verdades que resultan más sorprendentes que la fantasía así como hay delirios tan
simples como los hechos más verosímiles; por lo tanto no siempre puede hacerse
el diagnóstico del delirio por lo estrambótico o bizarro de su expresión, o por la
marca de su incoherencia o inconsistencia. El especialista reconoce la alienación
más allá de todas estas características por la falla estructural del sujeto.
Si bien para la apreciación objetiva se descartan las obnubilaciones de la
concienciacomo asimismo los sentidos afectados para la interpretación adecuada
de los hechos y aún para los signos que los nombran; poca se aclara con esto
nuestro objeto de investigación.
242
Provisionalmente podrá formularse que el lenguaje del psicótico se
corresponde en principio con algunas de las siguientes categorías, solas o
asociadas:
Un trastorno del a priori de la conciencia.
Fallas de la interpretación desarrolladas a posteriori de la experiencia.
Una insuficiencia de adecuación del pensamiento al lenguaje como
instrumento decodificador de la realidad.
BIBLIOGRAFÍA
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1962.
243
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lenguaje.
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Vygotsky, L. S.: Pensamiento y lenguaje. Lautaro. Buenos Aires. 1964.
APLICACIÓN DEL MODELO DE MERRILL GARRET AL
DISCURSO PSICÓTICO
30
La antropóloga Virginia Ceirano, del programa de Investigaciones
sobre Epidemiología Psiquiátrica que dirigiera el Dr. Fernando Pages Larraya, del
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET),
compuso en noviembre de 1982 una "Antología del discurso psicótico"
recolectada en distintos establecimientos neuropsiquiátricos del país. Las
muestras, provenientes de 190 pacientes, se caracterizaban por la espontaneidad y
rasgos propios de las hablas regionales; fueron registradas en cintas
magnetofónicas y luego transcriptas mecanográficamente tratando de respetar las
pausas reales. Su objetivo era la caracterización lingüística de los discursos basada
en los estudios de Todorov, Chomsky, Greismas, Jolles, y otros.
Con independencia de los análisis y conclusiones del trabajo de
Virginia Ceirano, se seleccionan aquí algunos párrafos de los discursos psicóticos
en virtud de su garantizada autenticidad, para someterlos a otros análisis. A tal
propósito, nos resulta de interés aplicar el modelo elaborado por Merrill Garrett ya
que no utiliza asunciones a priori acerca de la relación entre gramática y
estructura de procesamiento para la producción lingüística. Las investigaciones de
Garrett fueron realizadas a partir de un corpus de errores de habla y fallas en la
producción lingüística tanto de personas normales como de pacientes con
alteraciones del lenguaje de origen neurológico. Los hallazgos en ambos grupos
fueron lo suficientemente fuertes como para presuponer deficiencias de
procesamiento comunes a ambos.
De acuerdo a las distinciones básicas tradicionales, Merrill Garrett
considera:
a. Un nivel de mensaje que involucra procesos conceptuales. Integran
"lo que se desea transmitir", "el efecto que se pretende producir" y "las formas
permitidas por la estructura de la lengua".
b. Un nivel funcional, posicional y fonético, específicamente
lingüístico y que corresponde a la oración. Comprende la "selección lexical", la
"asignación de los formantes léxicos a sus posiciones correctas" y la
"representación fonética adecuada".
c. Un nivel articulatorio dependiente del código de instrucciones y
controles de la motricidad de salida.
La investigación de Garrett se centra en el segundo nivel. Lo que la hace
interesante a nuestros fines es el hecho de que atribuya los fallos a una razón de
30 Sobre un artículo publicado en la Revista Fonoaudiológica. Tomo 41, N.3-T.42, N.1 ASALFA.
"Psiquiatría y lenguaje". Delgado-Videtta
244
procesamiento independiente del causal neurológico aunque no opuesto o
contradictorio al mismo.
En cuanto a la clasificación de errores, Garrett distingue:
1. Anticipación o perseveración: "puenta grande" (en lugar de "puerta
grande").
2. Desplazamientos: "no hace faltan" (en lugar de "no hacen falta " ).
3. Intercambios de fonemas y palabras: "dejar una llave de la copia
aquí" (en lugar de "dejar una copia de la llave aquí"). "Es la pejor mareja" (en
lugar de "es la mejor pareja").
4. Sustituciones por forma o significado: "te olvidan a decir" (en lugar
de "te obligan a decir"). "Han salido a la meta" (en lugar de "han llegado a la
meta").
5. Fusiones: "Voy a rebuscar a Jorge" (en lugar de "voy a buscar a
Jorge “).
6. Intercambios por anclaje: "para dónde corre la fluyente" (en lugar
de "para dónde fluye la corriente “).
En resumen, las características generales de los errores comprenden:
sustitución de elementos, posición incorrecta e intercambio; en general emitidos
con fluidez y sin que el hablante lo advierta. A continuación se analiza la
producción de errores en algunos fragmentos de los mensajes psicóticos:
"Por qué cuando somos niños, por ejemplo no tenemos tanta debilidad y cuando
llegamos a grandes en el momento de fundir el orgasmo, agarramos esa debilidad, porque
ya no somos tan supermanes." (Proceso de adjetivización. parte del nombre superman).
"…que me trompeo …hasta que les rompeo la cara." (Asimilación-Anticipación).
"…un leopardo es parecido a un gato chico, esos de 90 kg. que no se los puede
veteranear". (Veterano, adjetivo lo usa como verbo: agarrar).
"…Yo toda la ropa que tengo, tengo por tengo por causa de ella por lo que yo afano,
ve usted por causa de ellos, yo tenía, yo tenía que andar robando por causa de ella".
(Desplazamiento y perseveración).
"…Yo pienso entre mí no se están mojosando la ropa... Ia ropa no se está
mojosando..." (fusión: mojando-enmoheciéndose, intercambio de fonemas).
"…mi familia yo la deje arriba, arriba de lugares del cielo" (Anticipación, perseveración
y sustitución).
"…entonces me queda, me queda lo más bien para... agarrar y representar,
representar la luz del mundo" (Perseveración y desplazamiento).
"... Boletín... volando... remedio... remando la Bolivia dice bogando viene la carabela"
(Perseveración de fonemas).
245
"…Yo enchalecar, yo no enchaleco porque no me gusta enchalecar a una persona"
(Sustantivo, lo utiliza como verbo - sustitución de palabra - fusión: acusar).
"…Dra. tenía que pedir forzoso" (Proceso de adjetivización - sustituye palabra- fusión:
forzosamente).
"…Una de carcajadas de todas... Ia gripe es contagiosa y una de carcajadas eso es
ser loca" (Desplazamiento de palabra y perseveración).
"Hace veinticuatro años, veinticinco en noviembre van a hacer, me voy a jubilar de...
secuestro" (Desplazamiento - sustitución de palabra: internada).
"…mis hermanitos que nacieron también de mi mamá conmigo que eran siameses"
(Desplazamiento).
"Me parece que por pajero me agarró mentalidad asesina" (Desplazamiento).
"…Ios estudiantes me han dado para el azúcar y me he hecho comprar yo"
(Sustitución de palabra: yo hice comprar).
"Yo soy la diosa delos dioses, tengo un poder infernal que aunque quiera
derrotarme… yo lo levanto" (Perseveración)
"Yo que ando… soltera sin apuro. Yo que estoy soltera" (Desplazamiento de palabra:
estoy)
"…El presidente de la Bilz de las botellas que toman agua, que toman vino"
(Sustitución de palabra).
"…No fume doctora fumar hace cáncer y es mortífero" (Sustitución de palabra).
"…Si soy fea… 0 si no si soy fea... fea de temblecura. Si me cura el médico no me
tiembla me sacude" (Fusión de palabra: temblor-cura)
"…Se morían por cienes de miles... " (Sustitución y fusión: por cientos de miles).
"…La persona que me oye y me ve no se puede acrecar a mí..." (Fusión de palabras:
acercar).
BIBLIOGRAFÍA
Ceirano, V.: Antología del discurso psicótico. CONICET. Buenos Aires
1982.
Garret, M.: "Niveles de procesamiento en la producción de oraciones"
Lecturas en
Psicolingüística. Valle Arroyo. Alianza. Madrid.
246
AUTISMO
31
Se ha insistido en la existencia de una fase de autismo normal durante las
primeras semanas de vida, una forma de narcisismo primario absoluto
complementada con la falta de conciencia del objeto maternal. Esta fase de
“estadio preobjetal” durante la cual las conductas serían respuestas a las señales
de la sensibilidad profunda con respecto al propio organismo y no al contacto,
admitiría al final del segundo mes de vida extrauterina el comienzo de una vaga
percepción del ser humano. El paso de la percepción interna a la externa instituye
la comunicación madre-hijo sobre una base afectiva, evolucionando desde las
primeras señales de la nutrición a auténticas reacciones provocadas por la
presencia o la ausencia. Si bien algunos investigadores rechazan la idea de una
etapa de autismo normal y uno de nosotros propone desde lo olfativo ciertas
correcciones a esta interpretación en el sentido que ya desde antes del nacimiento
el niño incorpora el olor de su madre y reacciona al mismo con válidos
indicadores de una incipiente comunicación (Delgado), esta concepción de un
estado inicial de fusión absoluta en el sentido de estar fundido el niño a la madre y
centrada su función en las perpetuas tentativas de regulación homeostática, sirve
para ilustrar una hipótesis destacable sobre el autismo patológico.
Al admitir la presencia de una fase de simbiosis normal en el segundo mes
de vida con la existencia de una vaga conciencia del objeto de satisfacción, aún no
habiendo una marcada diferenciación yo-no yo, se pasa de una necesidad
fisiológica a una psicobiológica en la que el deseo comienza a surgir. El proceso
evolutivo exigiría que a la etapa de simbiosis la continúa una de separación -
individuación. Aquí podría introducirse el concepto de autismo en tanto el mismo
implica el no haberla alcanzado.
El Autismo es una psicosis de la infancia, un proceso mórbido definido por
la pérdida de contacto afectivo con la realidad o la ausencia de desarrollo de este
contacto, implicando un modo de pensar autista acompañado por fenómenos de
regresión y disociación. Está incluido dentro del concepto más amplio de
“Psicosis infantil”, éste involucra todos los trastornos graves del desarrollo
psicosocial.
CRITERIOS SEÑALADOS PARA ESTABLECER EL CUADRO DE
AUTISMO INFANTIL:
1. Alteración importante y sostenida de las relaciones emotivas con los
demás.
2. Ausencia de ternura manifiesta en el contacto.
3. Experiencia perceptiva anormal en ausencia de toda anormalidad orgánica
detectable.
31 Artículo publicado en Fonoaudiológica. ASALFA. T.44, N.1. 1988. Delgado-Mazzocco-Videtta
247
4. Actuación como si fuera sordo y no reaccionara a la conversación de su
entorno.
5. Rechazo y evitación del contacto visual.
6. Indiferencia al abrazo. Respuesta facial prácticamente nula.
7. Desconocimiento manifiesto de la propia identidad.
8. Deformación de los comportamientos motores.
9. Marcada hiperactividad física o por el contrario hipoactividad.
10. Manierismo o peculiaridades del movimiento. Balanceos rítmicos.
11. Preocupaciones patológicas por objetos particulares o algunas de sus
características sin relación con el uso convencional de los mismos.
12. Resistencia encarnizada a cualquier cambio del entorno luchando para
mantenerlo constante y con el riesgo de reacciones catastróficas.
13. Ansiedad frecuente, aguda, excesiva y aparentemente ilógica.
14. Lenguaje perdido, nunca adquirido o sin desarrollarse más allá de un
cierto nivel que corresponde siempre al de una edad inferior.
15. Fondo de retraso sobre el que pueden aparecer islotes de funciones
intelectuales o de habilidad manual próximas a las normales o incluso
excepcionales.
16. Gran dificultad para agruparse y jugar con otros niños.
17. Fuerte resistencia a cualquier aprendizaje.
18. Ausencia de miedo ante peligros reales.
19. Preferencia para indicar con gesto
20. s sus necesidades.
21. Risa o llanto sin razón aparente.
Según los criterios del DSM, la suma y combinación de algunas de estas
características establecidas en un niño antes de los tres años, hacen el diagnóstico,
y configura la gestalt de la situación autista con los trastornos de vinculación, los
retrasos o déficit del lenguaje y ciertos patrones de comportamiento del juego
simbólico e imaginativo que matizan el cuadro.
Existió desde siempre un problema con la terminología ya que la palabra
“autismo” designa una enfermedad, la descripta por Kanner en la década de 1940,
y a la vez un síntoma, es decir una clase particular de perturbación en las
relaciones interpersonales. En éste último sentido, Bleuler había establecido desde
1911 el concepto de “disociación psíquica” como la preeminencia de lo
emocional sobre la percepción de la realidad, tal como se manifestaba en los
esquizofrénicos más afectados donde el predominio absoluto o relativo de la vida
interior cortaba sus contactos con lo externo. La entidad nosográfica creada por
Kanner se distinguía claramente de la esquizofrenia porque no se trataba de un
repliegue de la participación anterior de la existencia sino de una extrema soledad
autística primaria. Por otra parte, el autismo infantil precoz es una entidad clínica
y no un simple sinónimo de psicosis de la infancia.
Queda entonces por ubicar al autismo dentro de la clasificación de las
psicosis infantiles, el que, teniendo en cuenta los factores temporales de su
aparición, le correspondería las siguientes posiciones y formas clínicas:
248
1. Psicosis Infantiles Precoces
a) Autismo de Kanner
b) Otros tipos de autismo precoz
1.- Formas deficitarias: en conjunción con una inteligencia inferior
a un Cociente intelectual de 50.
2.- Distorsiones precoces de la personalidad, de aparición más tardía y de
carácter menos pasivo del distanciamiento con un contacto patológico
oscilante e intermitente.
2.- Psicosis Tardías
Trastornos psicóticos que aparecen en la edad escolar y que incluyen
manifestaciones autísticas.
En la medida en que los trastornos aparecen a edades más avanzadas y se
asemejan más a las psicosis adultas.
Corresponde a los textos de psiquiatría el estudio pormenorizado de las
psicosis infantiles. En lo que sigue se pondrá mayor atención en la relación del
autismo con el desarrollo lingüístico.
Toda alteración temprana del desarrollo se caracteriza por una distorsión de
las funciones psicológicas relacionadas con las habilidades sociales y el lenguaje.
En el autismo estas últimas no son imputables a un retraso mental o insuficiencia
intelectual, aunque podrían darse juntos. No son consecuencia de una
productividad psicótica y, por otra parte, sus manifestaciones son más tempranas
que estos síntomas. No provienen de déficitssensoriales ni trastornos de lenguaje
del tipo receptivo.
El niño autista al crecer puede desarrollar una mayor vinculación con los
padres y otros familiares y hasta implicarse en forma pasiva en juegos colectivos,
pero siguen siendo perceptibles las dificultades de comunicación y retraimiento
social. El lenguaje cuando está presente se caracteriza por su estructura gramatical
inmadura, ecolalia, inversión pronominal, afasia nominal, expresiones
idiosincrásicas, entonación anormal, inadecuada comunicación no verbal,
fascinación por la música, por los detalles, composición de listados.
INTERPRETACIONES PSICODINÁMICAS:
A continuación se enumeran interpretaciones psicodinámicas sobre esta
sintomatología:
1. Retracción y soledad autista:
249
El autismo, de acuerdo a una primera hipótesis, es una organización
defensiva que asegura al niño la “invulnerabilidad”. Su estabilización lo resguarda
del retorno de situaciones angustiosas que excedan su capacidad de afrontarlas.
Por tal razón se hace referencia al probable padecimiento, en el comienzo de su
desarrollo, de una “angustia impensable”. Las personas que rodean al niño sufren
por la separatividad a que las somete la estructura de la enfermedad, pero esta
misma particularidad le protege a él del sufrimiento. Si con el tratamiento se logra
restaurar la seguridad y confianza el autista podrá bajar sus defensas pero al
hacerlo volverá a hacerse vulnerable. Estará otra vez expuesto al sufrimiento para
el cual ha quedado muy sensibilizado; de allí las dificultades, retrocesos y
reacciones dolorosas ligadas a la mejoría, frente a eventuales y nuevas
frustraciones.
2. Desidentidad:
La falta de percepción de los límites y confines, la fusión difusa con los
objetos no pudiendo abstraerse su función y uso, la imposibilidad del sentimiento
de tomar posición frente a los otros, apuntan al concepto de desidentidad. El
autista puede advertir, recordar, pero no integrar sus percepciones y recuerdos. Se
supone que un medio ambiente organizado, persistente, serviría de apoyo al
desarrollo de un sentido de realidad. En tanto este no se constituya vivirá en una
constante perplejidad y falta de estabilidad. Tratará a las personas como a las
cosas y a su cuerpo como a un objeto. Literalmente no sabrá quién es y la
ansiedad y angustia que se ciernen dentro de él serán totales y abrumadoras.
Frente a funciones psicológicas aparentemente tabicadas que mantienen su
estructuración estable e inmóvil, la interpretación psicoanalítica atribuye al autista
algo del esquizoparanoide kleiniano pero con un Yo más desarrollado por la
presencia en su interior de objetos menos disociados, totales tal vez, aunque no
asimilados.
En el autista no suele haber agresión externa, lo que significaría una
distinción yo-no yo; de existir, lo persecutorio y fóbico estaría en lo corporal
dirigiéndose la agresión contra el propio cuerpo.
3. Falta del uso del lenguaje con fines de comunicación:
Si se le facilita la constancia de un medio ambiente puede alcanzar hasta
un apego muy grande, pero se tratará de un apego narcisista que tiene cierta
calidad distante y falta de contenido. Lo mismo ocurrirá con el desarrollo
lingüístico.
El lenguaje normal es una función altamente abstracta, un sistema
convencional en que sonidos particulares tienen significaciones específicas y
todas estas relaciones deben ser aprendidas. Sirve a la formación y mantenimiento
de relaciones de objeto, prueba de la realidad, reemplazo del principio del placer,
elección genuina de vínculos y acuerdos. Los seres humanos se comunican no
sólo por palabras sino por medio de cosas tan sutiles como la inflexión, la fuerza y
el tono de la voz, que alcanzan su sentido especial gracias a las interacciones
emocionales y afectivas.
Sabemos que el niño adquiere el lenguaje a través de la imitación y de la
identificación en un proceso socializador y después de haber abandonado ligas
250
simbióticas y formar relaciones de objeto. El autista muestra este fracaso a través
de su mutismo. Otras veces, de desarrollarse, su habla es el aspecto de un lenguaje
privado, inteligible, con desviaciones de la entonación, intensidad, ritmo,
duración, articulación de los fonemas y empleo de refuerzos faciales y corporales
inadecuados. No tiene acceso a lo imitativo ni puede modelarse en el intercambio
con los que le rodean. No ha desarrollado la placentera ilusión de que el habla le
ayudará a obtener satisfacciones porque podría ser que “estuviera bien seguro” de
que éstas no existen.
4. Repetición mecánica de oraciones y listados sin función semántica
aparente. Incapacidad combinatoria:
Algunos autistas son precoces en cuanto a la articulación, lo que unido a
su capacidad de memorización da como resultado la posibilidad de repetir un
sinnúmero de rimas, oraciones, listados, sin sentido, lo que a su vez pone de
manifiesto su incapacidad abstractiva y semántica. Utilizará el habla para
contrarrestar un sentimiento de inseguridad frente a la gente, lo aliviará en gran
medida de su desazón de aislamiento. Su lenguaje será descriptivo ya que hace
referencia a cosas pero no implica la intención referencial en la informática
comunicativa.
5. Ausencia o inversión de pronomilidad; afirmación por medio de la
repetición y no de la palabra “sí”:
El niño autista elabora un lenguaje en el cual no existe el pronombre “Yo”.
Decir “Yo” significa dar expresión al hecho de que el hablante ha adquirido una
experiencia de sí mismo. Por otra parte, así como no emplea el pronombre que se
refiere a sí mismo, evita también la palabra “sí”. Para mejor comprender la
relación entre estos fenómenos debemos repasar el significado de la aparición de
la palabra “no” en la infancia.
El concepto “no” no existe en el inconsciente. La negativa es una creación
del Yo y es puesta al servicio de la función del juicio del Yo, inicio de la
discriminación consciente y del proceso de formalización del pensamiento. El
primer concepto ideativo de la negativa tiene su precursor en la situación de
amamantamiento de los tres meses. Entonces, el niño puede rechazar el pezón
volitivamente, logro que coincide con la aparición de la respuesta sonrisa.
Después de los dieciocho meses se alcanza un mayor nivel de integración yoica.
El decir “no” indica haber logrado la abstracción de la negativa o el rehusamiento.
A su luz puede alcanzar la palabra “sí ”su función más alta. Estos sucesos jalonan
la aparición retrasada del Yo así como la denominación más tardía del otro o los
otros por los pronombres que los designan.
6. Tendencia obsesiva por mantener la igualdad. Intolerancia a la variación
espontánea. Fascinación por los objetos que contrasta con su relación pobre o
ausente con las personas. Atención por los detalles y los movimientos continuos:
En todo niño, las imágenes visuales adquieren a sus ojos cierta solidez en
la medida exacta en que intenta y logra seguirlas. Por consiguiente, cuanto más
inhibida por la angustia resulta la facultad para hacerlo, menos posibilidad tendrá
251
en establecer en su mente la permanencia del objeto necesaria para la constitución
de la identidad.
Además, no basta que las imágenes que el niño persigue sean efectivamente
constantes. Ha de tener alguna razón para desear que lo sean, por ejemplo: la de la
constancia materna. Coincidentemente, respecto a quienes se teme satisface
tenerlos fuera de la vista.
Otra razón a tener en cuenta de la inconstancia del medio es la de la
variabilidad de las expresiones de las personas en razón de sus emociones
contradictorias.
Cómo conferir a los objetos una existencia permanente si se mueven de un
lado para otro. Cómo acomodarse a una realidad que no satisface. Desde estos
conceptos se hacecomprensible la necesidad de estabilidad ambiental que tiene el
autista. Ante la gran variabilidad humana niega permanencia a todo, salvo a
objetos inertes que nadie debe mover de su lugar acostumbrado; sólo lo
inamovible tiene permanencia. La asimilación de la realidad será deformada a la
medida de sus intereses, siendo ajena a una posición basada en las interacciones
entre sí mismo y el objeto.
7. Ecolalia tardía:
En qué medida puede un sujeto solipsista constituir un mundo si no tiene
ninguna noción de la existencia del otro?
En el niño autista se desarrollan aquellos aspectos de la inteligencia que
exigen, sólo de manera muy limitada, la constitución previa de un mundo común.
Deducimos que no le importa como lo ve otro sujeto. Su propia objetivación es
independiente del lugar, el tiempo y la comunidad de los hombres. El lenguaje se
vacía de expresiones como “tener” o “poseer”, íntimamente ligadas a las
expectativas del futuro, continuidad o historia; no hay intenciones apelativas ni se
brindan señales; no se simboliza la propia existencia.
Si el paciente expresa sin intención de comunicarse o sin capacidad de
comunicación, su expresión será observada meramente como un síntoma de cierto
estado de la mente. Pero de pronto, rompiendo la inaccesibilidad acostumbrada,
aparece la ecolalia, la repetición de las palabras del otro, y con ella algo se inicia.
La ecolalia se constituye para el terapeuta en una posibilidad de vínculo.
Reemplaza lo que la mirada no le devuelve o se une a su esbozo para apoyarla.
Si el terapeuta se convierte en parte del sistema de la ecolalia ha creado
una condición semejante a la transferencia psicoanalítica, análoga a aquélla en que
el paciente sueña con el analista. La internalización de la imagen del terapeuta
permite la creación de un camino sobre el cual puede proceder el proceso
terapéutico.
El autista, al hacerse eco de la voz del terapeuta, acepta que sea su voz la
que guíe un aspecto de su actividad y así establece el precursor de una
identificación humana. La ecolalia puede interpretarse como el intento de
introyectar al otro, incorporar su voz y convertirse en ella. Será como el propósito
de restaurar el introyecto identificatorio ausente, pretendiendo ahora alcanzarlo y
mantenerlo mediante una cuasi alucinación auditiva. Su aparición en la terapia
significa la posibilidad de utilizar la comunicación verbal del terapeuta como un
organizador de la vida interna.
252
El valor de apelación de la voz del terapeuta no se ha convertido aún en un
introyecto permanente. El paciente necesita restaurarlo de continuo a través de la
ecolalia como forma de autoapelación; un precursor del lenguaje interno y del
pensamiento, del habla interna silenciosa. Un intento de adquirir la capacidad para
relaciones de objeto y del habla mediante un plan de reediciones.
CRITERIOS PARA UN DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL:
De una manera diferente a lo examinado hasta ahora en el autismo, en la
oligofrenia o retardo mental, de existir un distanciamiento en el vínculo objetal,
éste se caracterizará por transmitir al observador a pesar suyo una clara seguridad
de estar involucrado con su paciente. Con estímulos apropiados se obtendrán
innegables respuestas y aún en ausencia de ellos la actitud evitativa del sujeto
contará con un componente que revele su percepción de la otra persona. En lo
que se refiere al lenguaje, aunque la capacidad de expresión esté tan afectada
como la de comprensión, no se observarán fluctuaciones en la calidad verbal
pobre de por sí y de existir la ecolalia, no será un fenómeno continuo sino aislado
referido a frases y palabras y animadas de un aspecto lúdrico. En la verborragia,
cuando existe, el vocabulario es muy limitado y de contenido significativo
elemental.
Cuando el autismo se desarrolla antes que el lenguaje se establezca hay un
retardo más acentuado y mayor bloqueo, lo que dificulta la diferenciación con el
síndrome oligofrénico. En tal caso, las características señaladas anteriormente que
hacen del habla del autista un fenómeno desvinculado de la intención de
comunicación, aportan un matiz diferencial con la semiología del retardo
intelectual puro.
EL AUTISMO Y LA GÉNESIS DEL LENGUAJE:
Ubicado el autismo en el umbral de la normalidad que supone el acceso al
vínculo y al lenguaje, al desarrollo de la propia identidad y reconocimiento de los
otros, su develamiento significaría alcanzar una clave evolutiva. A tal fin sería
necesario verlo de otra manera que como una incapacidad innata para constituir
biológicamente el contacto afectivo habitual con los otros y la capacidad de
comunicación. Kanner, en este sentido, fue variando su concepto desde una
causación biológica a un enfoque psicoanalítico para pasar a una explicación
funcional y conductista y concluir confiando a los biólogos la tarea de una
explicación última de su descubrimiento.
Está ahora en juego llegar a ver el factor que hace posible o dificulta la
puesta en marcha de la competencia lingüística y de la interacción humana.
Se está ante el autista frente a un sujeto sin sujeto, situación que impone un
máximo rigor ético pues se trata, en la cura, de hacer surgir al sujeto. La fe
terapéutica en un resultado semejante implica el esfuerzo de establecer el vínculo
inicial suficiente para el desarrollo de los procesos transferenciales a través de los
cuales el sujeto devenga. Porque ya no se trata de una referencia a lo innato o a lo
biológico, a la mera objetivación de los trastornos del lenguaje y a la descripción
de los fenómenos comportamentales, sino de operar un desplazamiento en que el
sentido de la conducta y de la palabra se integren en una interacción
progresivamente asumida y desarrollada en el vínculo. Tras la consideración de
253
las divergencias doctrinarias para el abordaje del autista se rescata una hipótesis
que parece esencial y es aquélla que comienza por reubicar al niño en el oscuro
profundo de lo interior materno. Tal concepción pone en marcha la dialéctica del
adentro y del afuera, de la completud monádica y de la falta, defecto o pérdida.
Algo así como un “envolvimiento abrumador” que según Frances Tusting es
fusión imaginaria con la madre, simbiosis natural para Margaret Mahler,
consensualidad según Donald Meltzer y relación de mutualidad en Bruno
Bettelheim, aunque este último no comparta en modo alguno la tesis de un
autismo normal.
Las posiciones teóricas continúan debatiéndose entre una razón defensiva
del fracaso evolutivo y una explicación que incluye la consideración básica del
goce y el deseo.
Hay suficiente respaldo teórico y clínico para explorar el desarreglo del
lenguaje autista sin preconceptos, apoyados en una firme actitud ética que nos
coloca en el punto de una espera desde la cual convocar la demanda aún no
conocida de un ser humano, y siempre dispuestos a realizar modificaciones y
ajustes en nuestros conceptos.
Ante esta tarea el rol del fonoaudiólogo implica una actitud de espera, de
escucha, no de búsqueda activa de la palabra sino de creación de un contexto
conveniente para que esta palabra surja. Cuando el fenómeno se produce el
fonoaudiólogo toma esta palabra para comenzar con ella a armar una red
comunicativa. Hasta ese momento se habrá apoyado en recursos corporales,
lúdicos, recreativos, que participan tanto de la espontaneidad creativa como de un
programa organizado de actividades individuales y grupales.
El objetivo esencial será respetar la existencia autónoma del paciente para, a
partir de ella, lograr un reconocimiento social significativo. A tal fin será
igualmente útil la integración de los objetos concretos que el paciente toma en
cuenta o manipula como las palabras que eventualmente los designan. Por otra
parte, remarquemos el hecho de quela actividad del fonoaudiólogo para la
creación del espacio social del autista, establecerá concordancia con los elementos
vivenciales que manejen los otros miembros del equipo.
En el hospital de día y en el ámbito familiar se realizan talleres de
aprendizaje; en el plano recreativo se pone el énfasis en los intercambios con la
comunidad, accediendo a lugares públicos tales como plazas, supermercados y
salidas grupales, intentando romper con el aislamiento que padecen estos niños.
Con respecto a la presencia de conductas rituales, estereotipadas o
autodestructivas, el problema es el hallazgo de contraconductas que las mermen o
las neutralicen, y en un plano más valioso, rescatar las palabras que subyacen bajo
esas conductas. Puede ser el nombre de la cosa significada en el ritual, de la
motivación de un estereotipo, o de una emoción o sentimiento. De igual manera
pueden ponerse sonidos del lenguaje a lo corporal, o dramatizar con el cuerpo
palabras aún no expresadas.
Desde ese lugar de escucha asignado al fonoaudiólogo, el paciente va
ganando su propia escucha, pudiendo llegar a sentirse percibido y comprendido
desde los silencios de la actuación terapéutica. Son estos espacios significantes los
elementos primarios de un entramado que va incorporando las áreas de existencia
del paciente a la de un contexto donde existir.
254
NOTA:
1.- Tema poco abordado es el de la reacción que el silencio autista induce en
el terapeuta. Vivenciado como un impedimento puede generar una actitud
decidida y obstinada a eliminarlo mediante presiones a modo de preguntas y
exhortaciones. Esta postura entraña una frustración del impulso fálico de actividad
y de la ambición de logros; puede creer que el autista quiere paralizarlo o
reducirlo a la impotencia, sintiéndose, el facultativo, amenazado de castración.
Optaría entonces por retraerse o al contrario pretender demostrar su
indestructibilidad con preguntas penetrantes e insistencias. Si en cambio,
entendiera el hablar como la expresión del impulso de amor y el callar como su
ausencia, su frustración estaría asociada al deseo de ser amado, razón que
motivaría un silencio resentido o el intento de redoblar la seducción. El
psicoanálisis ha interpretado de manera diversa al silencio según las situaciones,
enseñando que cada una de estas circunstancias pueden generar en el terapeuta
reacciones contratransferenciales: contratransferencia por la suposición de
satisfacción o represión de instintos sexuales en el paciente, tales como el placer
anal erótico de la retención, el oral erótico del mamar o la masturbación oral,
deseos de pasividad, impulsos masoquistas, fálicos narcisistas, etc. La
autodetección y manejo de estas reacciones son de indudable necesidad para la
adecuación terapéutica
Interpretado el autista como un sujeto sin sujeto, su tratamiento antes que
apoyarse en lo innato o en lo biológico debe operar un desplazamiento en que el
sentido de la conducta y de la palabra se integren en una interacción
progresivamente asumida y desarrollada en el vínculo.
[Para una actualización del tema: E. Levy, R. T: Schultz. Lancet 2009 nov. 7;374
(9701)1627-38.Epub 2009 Oct 12. . Intra med. Etiología, clínica, diagnóstico y
tratamiento. Autismo, puesta al día. 10 de mayo 2010.]
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255
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Meltzer, R, D.: Exploración del autismo. Paidós. Buenos Aires. 1979.
256
ASPECTOS PSICOLOGICOS DE LA ENTREVISTA
FONOAUDIOLOGICA
DEFINICIONES:
Consulta: consiste en la solicitud de asistencia técnica o profesional, la que
puede ser prestada o satisfecha de múltiples formas. Etimológicamente deriva de
consultare -pedir consejo-, de allí: consulta, consultante, consultorio; pero
también de consulere -deliberar-, tomar una resolución- de allí: cónsul, consulado.
Es por lo tanto solicitud de ayuda técnica y coparticipación deliberativa y
resolutiva.
Entrevista: uno de los procedimientos con los que se puede atender la
consulta. Consiste en una relación humana en la cual uno de los integrantes debe
tratar de saber lo que está pasando en la misma y debe actuar según ese
conocimiento, para satisfacer los objetivos visibles de la entrevista. De ver -
videre- y a su vez de -inter- interno, interior, íntimo y aún intimare- dar a
conocer-. Implica complementos circunstanciales de lugar, de tiempo, de
colaboración. Intenta el estudio y la utilización del comportamiento total del
sujeto en todo el curso de la relación establecida con el técnico durante el tiempo
en que esa relación se extiende. Es el encuentro o la conferencia entre dos o más
personas en un lugar determinado y para atender un asunto determinado.
Anamnesis: recopilación de datos previstos, de tal extensión y detalle que
permite obtener una síntesis tanto de la situación presente como de la historia de
un individuo, de su enfermedad y de su salud. Opérase con el supuesto de que el
consultante conoce su vida y está capacitado para dar datos, como mediador
memorioso y perceptivo. En la entrevista, en cambio, se opera con el supuesto de
que cada ser humano tiene organizada su historia y un esquema de su presente, y
que de esa organización tenemos que deducir lo que no sabe, estableciendo los
grados de coincidencia o contradicción entre lo expresado y lo deducido.
Exámen: Indagación rigurosa que se hace acerca de las cualidades y
circunstancias de una cosa o de un hecho. De exámen, examinis -fiel de la
balanza, acción de pesar.
Exploración: investigación, examen funcional de órganos, vísceras o de todo
el organismo realizado con instrumentos o sin ellos, con fines diagnósticos. De
explorare -observar, examinar, practicar un reconocimiento.
Clínica: de Klinikos -que visita al que guarda cama- cline -cama- klinos -
inclino.
REFERENCIA A LA FORMACION UNIVERSITARIA DEL
FONOAUDIOLOGO
La formación universitaria permite al fonoaudiólogo asumir
comprensivamente las formulaciones diagnóstico pronósticas realizadas por el
257
especialista y concretar una labor correctora terapéutica. Pueden distinguirse los
siguientes períodos de formación:
-Período teórico
-Período experimental
-Período experimental de verificación
-Período operativo
El objetivo del período operativo consiste en que las teorías aprendidas y las
teorías verificadas sean utilizadas de acuerdo a una organización espacio-temporal
que incida en la situación del individuo que solicita el servicio profesional.
REFERENCIA A LA FORMACIÓN POSTUNIVERSITARIA DEL
FONOAUDIÓLOGO
-Experiencia práctica clínica
-Control experimental de esa experiencia
-Ajustes prácticos técnicos del control experimental que se vuelcan en la
práctica.
Su rol le incluye como un instrumento de captación sensible obligándolo a
una asepsia y uso de sí mismo en el campo operatorio de sus tareas correctoras y
modificadoras,lo que le obliga a su vez a basarse con criterio comparativo en los
criterios técnicos de otros profesionales de mayor experiencia en la
instrumentación de sí mismos como agentes de captación y cambio, así como en
otras profesiones que desempeñándose en disciplinas humanas, hayan elaborado
sus diseños experimentales. Tal como la psicología clínica, cuyos aportes son aquí
propuestos para una elaboración más profunda de la entrevista fonoaudiológica.
La relación de consulta a profesionales de mayor experiencia, otorga además
de una estable seguridad interna, el desarrollo de la propia experiencia y la
posibilidad de dar a sus pacientes lo mejor de sí, técnica y humanamente, al
asistirlos.
Tales consultas sistemáticas como procesos del período operativo pueden
agruparse de la siguiente manera:
-Autoanálisis
-Control didáctico de casos
-Grupo de estudio. Grupo Balint -didáctico clínico-
-Práctica clínica institucional
-Práctica clínica en consultorio privado
CONSIDERACIONES TEORICAS SOBRE LAS VARIABLES DEL
CONTEXTO DE LA ENTREVISTA
La dimensión espacial, con sus características bidimensionales (plano),
tridimensionales (relieve) y tetradimensionales (inclusión del tiempo) constituyen
etapas del proceso evolutivo. De la percepción primitiva interna de objetos
ideales, típicos del sueño, la fantasía y psiquismo fetal, a la percepción de objetos
258
reales, caóticos y abrumadores en el nacimiento, el yo va integrando distintos
sistemas psicofísicos de captación y organización de los cuales depende la
integración sucesiva de las nociones de tiempo y espacio. A su vez va
conformándose el proceso secundario que es la modalidad de trabajo del
preconsciente. Recordemos que el proceso secundario comprende la elaboración
de una sucesión cronológica en las representaciones, el hallazgo de una
correlación lógica, la represión de lagunas existentes entre ideas aisladas y la
introducción del factor causal. Será esencial para el pensamiento racional el
ordenarse según estas leyes que implica el acomodamiento espacial de los objetos
y la evitación de contradicciones cronológicas.
En el comienzo de la vida la actividad del Yo es acaparada por la invasión
perceptiva con sus características persecutorias, así como las experiencias
gratificantes de protección y acogimiento que le brinda el medio postnatal. Al
borde de su adaptación positiva aún se encuentra el sentimiento de pérdida del
primitivo ambiente, el útero materno, a lo que se suma el registro e
internalización de los contenidos destructivos del trauma natal. Los objetos-
fantasías prenatales (proto-objetos) así como la situación fetal perdida (cuerpo
materno) se le hacen solidarios, implicando angustia. Cada vez que un sujeto
enfrenta en la vida experiencias de lugares-espacios nuevos, reactiva las
representaciones inconscientes del ámbito primitivo y del trauma del nacimiento.
Resultará entonces que la actitud racional de búsqueda de ayuda se acompaña de
una fantasía no consciente, de retorno a un lugar conocido pero peligroso que
corresponde a la emergencia de aquellos contenidos primitivos que configuran
una vivencia siniestra con significados de destrucción y muerte. Frente a estas
experiencias pueden actuar los siguientes mecanismos:
1. Depresión paralizante que se siente al sólo pensar en la experiencia de
ir a un lugar-espacio nuevo.
2. Angustia y temor incrementado ya que se siente que dicha experiencia
va a causar daños o muerte al Yo.
3. Negación maníaca de esas ansiedades y su reemplazo por la creencia
de que todo nuevo lugar-espacio es seguro, confiable, protector, bueno.
El consultorio del especialista se abre al paciente con la posibilidad de una
doble significación inconsciente: de espacio nuevo abrumador, cerrado, sin
posibilidad de escape, o como receptor continente de las angustias ligadas al
padecimiento que motiva la consulta. De allí que el profesional ha de organizarlo
evitando al máximo los estímulos perturbadores y amenazantes, reforzando en
cambio los caracteres de espacio continente confiable y seguro.
El manejo consciente por parte del especialista de las características del
setting y timing configura el marco del proceso dinámico, fluido y cambiante de la
relación paciente-terapeuta. Consideraciones semejantes corresponden al manejo
adecuado de su persona como estímulo y conductora de los procesos asistenciales.
El marco es el requisito previo, la prototécnica que posibilita y otorga validez
y significado a los otros aspectos de la técnica en el trabajo diagnóstico-
terapéutico. Desde otra perspectiva implica frustración, límite e imposición de la
realidad; organizado por el Yo adulto del terapeuta e impuesto al Yo del paciente.
259
Esta frustración relativa a la estrictez del marco en cuanto constancia, estabilidad,
continuidad y preservación del rol, contribuye a la emergencia de ilusión,
fantasías y vivencias específicas del proceso primario del inconsciente.
El terapeuta existe básicamente de dos maneras para el paciente:
1-como terapeuta-marco
2-como terapeuta-proceso
Como terapeuta-marco, permite al paciente sentirse recibido, contenido,
protegido de los peligros externos y propios. El Yo del paciente es así gratificado
frente a la frustración que el mismo marco impone.
El terapeuta-proceso existe para el paciente como vínculo establecido con su
persona. Este vínculo es acreedor, por efecto de la transferencia, de la
depositación de expectativas y sentimiento que corresponden a otras figuras del
mundo del paciente y su pasado.
En cuanto a la variable tiempo en particular serán útiles otras consideraciones
teóricas. Mientras que en el inconsciente no hay ordenaciones de cronología, los
sistemas preconsciente y consciente sí se conectan con el tiempo gravitacional
terrestre cuyo ritmo básico es la sucesión día noche, que impone al Yo de vigilia y
nocturno ritmos dinámicos de distintas características e intensidades.
32
El
ordenamiento cronológico del preconsciente permite al Yo consciente atribuir a
las imágenes la noción de pasado y sus distintas profundidades temporales; de la
misma manera ocurre con la noción de “aquí y ahora” así como mediante
relaciones causales, con la posibilidad de planear acciones futuras.
La importancia del tiempo en el mundo moderno, su organización y empleo
es uno de los rasgos culturales sobre el cual se pone el mayor énfasis. Tal énfasis,
a su vez suele ser ridículo y patológico (como cuando para un mayor
aprovechamiento económico del mismo se limitan los contactos terapéuticos por
debajo de la acción útil) pero no lo es cuando se trata de la observación de
fenómenos y de la evolución científica de los mismos para instrumentar una
técnica de procedimientos de cambio. De ahí que en psicología clínica se utilice la
variable tiempo como una constante instrumental.
VARIABLE TIEMPO
La instrumentación de la constante temporal implica la elaboración de un
“timing” adecuado a la labor clínica cuyos objetivos serán:
un rendimiento óptimo del trabajo.
mayor posibilidad de éxito en el mismo.
Requiere por parte del fonoaudiólogo, la elaboración previa de:
su tiempo personal de formación y estudio.
de los grupos de estudio teórico técnico en que participa.
de su control supervisor de casos.
de las prácticas hospitalarias-institucionales.
32 Se habla de tiempo gravitacional terrestre tomando en cuenta el movimiento del péndulo que lo mide
en función de la atracción de la tierra
260
Luego organizará su semana de trabajo en consultorio tomando en cuenta la
relación entre tareas, tiempos de los procesos y horarios.
Determinará:
duración de los contactos con el paciente
frecuencia de esos contactos
ritmos continuos y discontinuos
períodos de separaciónVARIABLE ESPACIO:
La constante espacial incluye:
lugar de trabajo (consultorio)
calidad y cantidad de los objetos del consultorio
distribución de los objetos.
Se tendrá en cuenta la cantidad de ambientes que organizan el consultorio
según el tipo de tareas que se desarrollan, en función del acceso al mismo y según
las comunicaciones interiores, la privacidad de ciertas áreas y su utilización, la
sala de espera, la articulación con las habitaciones privadas, las interferencias
externas.
Los objetos pueden distinguirse entre sí, como: los utilizables y los
accesorios, atendiendo a su distribución en función de la utilización y comodidad,
evitando su acondicionamiento como resistencias y defensas, configurando un
campo en común que invite al contacto interpersonal.
Además será preocupación del profesional determinar el movimiento del
paciente dentro del espacio del consultorio para evitar la ocurrencia de
actuaciones desagradables e inestimadas que partan de una ilusión de libertad.
Con respecto a este tipo de actings posibles así como el manejo del espacio en
general debe prevenirse el de los objetos de ese espacio. En lo que se refiere al
escritorio, es importante no dejar sobre él, fichas, apuntes, papeles donde figuren
nombres, direcciones o teléfonos de otros pacientes, etc.
Los objetos accesorios son los complementarios y no utilizados
específicamente, pero dicen de la identidad estética del profesional.
Entendemos que los mismos no deben trascender sobre el encuadre
abrumando al paciente, al igual que no debe trascender la identidad del
profesional más allá de lo útil y concerniente en su rol.
INDAGACION DE LA DERIVACION DEL PACIENTE Y/O DE LA
RESOLUCION DE CONSULTAR
Tal punto establece una demora lógica aplicada en comprender cómo y
porqué el paciente ha llegado al consultorio y hasta qué punto está convencido de
la necesidad de consultar. Además permite orientar la conducta e información a
las conclusiones como así mismo la extensión del programa.
El paciente puede haber sido derivado por:
Psicólogos, psicopedagogos, psiquiatras.
261
Médicos clínicos, odontólogos.
Maestros, directores de establecimientos educacionales.
Otros pacientes.
Una buena derivación presupone del derivante un nivel depresivo de
responsabilidad que le permita saber cómo y a quién deriva, teniendo elaborados
factores tales como competencia, duelo y aceptación depresiva de los propios
límites así como de las posibilidades preparatorias de los colegas a quien deriva.
Algo similar debe ocurrir con los padres que decidan consultar. Pero a veces
la dinámica suele ser otra; que se derive a un paciente con fastidio porque el
derivante ha probado ya todos los tratamientos y no sabe qué hacer. En este caso
el consultorio resulta un recipiente de desecho y no una madre continente, ya que
el paciente es derivado como un aborto. La ansiedad de embarazo puede
sobrevenir en el nuevo profesional y corresponde a la responsabilidad de tener un
nuevo paciente-hijo, embarazado por el derivante que confía en él.
Cuando deriva la familia importan los aspectos conflictivos no resueltos del
profesional con ella. La familia es la idealizada que remite al paciente al
profesional como si éste fuese una de sus ramas. Lo mismo puede ocurrir en la
institución hospitalaria donde el hospital es el idealizado.
VIVENCIAS NEGATIVAS FRENTE A LA ENTREVISTA
Defensas fóbicas del terapeuta: evitar realizar entrevistas, sobre todo
con los padres de un menor en tratamiento. Concluir las mismas antes del tiempo
convenido. Dejar al paciente solo en el consultorio. Utilizar los objetos como
barreras.
Defensas obsesivas: organizar internamente la entrevista y concretar la
misma de acuerdo a lo organizado-fantaseado, convirtiéndola en un estereotipo
rutinario, aburrido, frío, sin variantes.
Defensas paranoides: proyectar los propios conflictos en el paciente
sin insight o retorno reflexivo distorsionando la realidad de lo que se observa y lo
que se interpreta. Compulsión a indagar, a hallar perturbaciones en el paciente que
éste no posee como negación de las propias perturbaciones.
Defensas maníacas: negación del encuadre y del proceso técnico,
apareciendo actings tendientes a someter al paciente o manipularlo respondiendo
concretamente a los roles que se le adjudican.
CAPACIDAD DE DISOCIACION INSTRUMENTAL Y DISTANCIA
OPTIMA DEL TERAPEUTA CON RESPECTO AL PACIENTE
La misma tiende a mantener el constante encuadre para su manejo operativo.
Existen consignas que el terapeuta debe elaborar:
No contar hechos de su vida personal
Tratar de no entrar en los círculos viciosos neuróticos y en los
manejos del paciente.
262
No someterse a las defensas y resistencias del paciente, aunque el rol
circunscripto a la tarea reeducativa no le permita interpretarlas. De allí la
importancia de reconocerlas.
Evitar contactos sistemáticos con el paciente fuera del contexto
terapéutico.
Los sentimientos de amor, cariño, confianza del paciente no deben ser
incrementados o reforzados por el terapeuta más de lo que la lógica
adecuación de las actitudes positivas corresponden a las tareas. Tener presente que
por debajo de ellas subyacen las transferencias negativas.
La capacidad de disociación instrumental del Yo del terapeuta le permite
identificarse con él sin perder la distancia para la acción correctiva oportuna.
MOMENTOS DE LA CONSULTA
Presentación
Registro sumario del motivo de la consulta
Indagación de la derivación del paciente y de la resolución de
consultar
Manejo de la para-información
Registro de los datos del paciente y su familia
Registro detallado de los motivos
Informaciones complementarias
Proposición programática
Es posible y a veces necesario brindar mayor información sobre la actividad
que el experto desarrolla.
OTROS PROBLEMAS TÉCNICOS
Manejo del grupo consultante.
Momentos anamnésicos y exámenes.
Devoluciones.
DESARROLLO DE LA CONSULTA
Secuencias de introducción
Secuencias de proceso-contenidos
Secuencias de conclusión
El profesional recibe al paciente a la hora indicada, se presenta, introduce al
paciente en su consultorio y le indica dónde va a sentarse. Confecciona el
encabezamiento de la ficha clínica. Incluye:
Identificación nominal personal: nombre y apellido;
identificación temporal: edad;
263
identificación espacial: domicilio;
identificación social: ocupaciones, trabajo;
segunda identificación social: estado civil.
Informará el objetivo de la entrevista en relación a la solicitud del paciente.
Se verbaliza el comienzo. Se inicia luego la secuencia de procesos contenidos para
lo cual el fonoaudiólogo posee un esquema referencial específico. En el tiempo
previsto el profesional debe tener resueltas medianamente las ansiedades
generadas en la entrevista. Deberá señalar la finalización y reformulación del
contrato, consistiendo éste en: concertar una nueva entrevista; determinar
objetivos y horarios; fijar honorarios.
EL ASUNTO DE LOS HONORARIOS
El asunto de los honorarios: La relación contractual ofertada por el prestador
del servicio es, al fin de cuentas, un modelo de cómo éste entiende su inserción en
el seno de la sociedad y su modo de respuesta a ella. Testimonia, a la vez, sobre la
naturaleza relacional del hombre a través de intercambios racionales y fenómenos
afectivos. Y de un modo más estricto, explicita sobre los derechos y obligaciones
de cada uno y al hacerlo establece un código que protege a ambos de actuaciones
y confusiones transferenciales.
A través de los honorarios el terapeuta anuncia a su cliente que está capacitado,
autorizado, organizado y dispuesto a desempeñar sus servicios. Asimismo, con la
aceptación del cobro, el pacienteconfirma su necesidad de asistencia, su
conformidad con lo ofrecido y el acuerdo con la retribución, aseverando en un
plano más profundo que se adaptará a la conducción del profesional. Las
transacciones contractuales en general tienen un límite de tiempo bien definido,
pero como en este caso los intercambios se refieren a servicios y no a resultados, la
continuación del proceso queda sujeta a evaluaciones retrospectivas sobre el
sentido real del esfuerzo. Un contrato justo ha de serlo para ambas partes,
cualquiera fuese el contexto en el cual se realiza. El conflicto de la explotación de
un otro no tiene barrera ideológica salvo en las formas inconscientes de las
relaciones sado-masoquistas; el hombre es sensitivo a la utilización inadecuada de
sí mismo. Pero son precisamente las deformaciones sado-masoquistas del
desarrollo histórico del sujeto las que persisten en las vinculaciones neuróticas. De
allí la necesidad de justeza en un profesional que se precia idóneo para conducir a
su paciente a una vinculación más madura. Su oferta inicial no puede ser otra que
absolutamente sana, y salvo en los casos en que adaptará sus exigencias a las
posibilidades actuales del paciente, convendrá que el justo planteo del contrato guíe
la acción asistencial.
264
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265
MEDIOS AUXILIARES DE VALOR PSICOTERAPÉUTICO
UTILIZADOS POR EL FONOAUDIÓLOGO
LA IDONEIDAD PSICOLÓGIA DEL FONOAUDIÓLOGO
La interacción del fonoaudiólogo con su paciente se realiza habitualmente
con el auxilio de numerosos medios de estimulación y expresión que son, a fin de
cuenta, elementos básicos de las técnicas psicoterapéuticas. No resultará extraño
entonces considerar la posibilidad de que a través de estos medios y sin
distorsionar la función específica, se cumpla una acción francamente
psicoterápica. De hecho, las tareas fonoaudiológicas, además de la reeducación
específica cumplen una acción de este tipo en tanto:
- Posibilitan una experiencia de relación personal con un adulto permisivo y
comprensivo, en un clima cálido, orientado hacia el trabajo madurativo y
correctivo, sin evocar experiencias traumáticas de aprendizaje ni movilizar
tendencias masoquistas o auto mutiladoras.
- Favorecen la disminución de temores y ansiedades, desarrollando
simultáneamente el juicio de realidad.
Para satisfacer estos aspectos el fonoaudiólogo ha de tener una buena
formación psicológica que implica su mejor comprensión de los conflictos
evolutivos y reactivos del niño, así como el manejo de los medios que instrumenta
y las posibilidades que encierran para entender lo que ocurre y proporcionar a sus
pacientes oportunidades para descubrirse y expresarse afrontando sus problemas y
liberando sentimientos.
Por supuesto, que por dificultades técnicas ha de excluir la interpretación
transferencial propia de los tratamientos psicoanalíticos; pero ha de ser capaz de
captar los sentimientos subyacentes a una conducta, pudiendo incluso sugerir su
comparación con otras análogas para favorecer por parte del niño una mayor
comprensión de sus motivaciones y la importancia relativa de su ocurrencia.
Si el niño realiza paralelamente una psicoterapia, la competencia psicológica
del fonoaudiólogo le permitirá interpretar correctamente las variaciones
comportamentales que ocasiona la misma y adoptar conductas adecuadas.
El fonoaudiólogo sostendrá con mayor esmero la transferencia positiva. Es
muy probable que llegue a significar para el niño un sustituto materno capaz de
responder positivamente a su necesidad de cariño y apoyo. Las dificultades en el
crecimiento psíquico favorecen los anhelos regresivos, tratándose con frecuencia
de pacientes donde la sobreprotección ha generado personalidades inhibidas o
inmaduras, con temor al cambio, animados frecuentemente por celos y hostilidad
y que posiblemente ahora acusen las ambivalencias parentales al tornarse estos
severos y correctivos y que han sentido además, tras la sobreprotección, una
nueva ansiedad por las dificultades y la inferiorización a que los somete el medio.
Todos estos sentimientos se expresan durante la reeducación de múltiples
maneras y a través de los medios que el fonoaudiólogo ofrece, oportunidad
fundamental para estimular la elaboración espontánea de los conflictos articulando
266
las variantes del temperamento y del afecto con las tareas esenciales que le
competen.
El trabajo fonoaudiológico favorecerá por este camino las posibilidades
innatas del desarrollo positivo y de la autoafirmación y autorrealización
constructiva.
VISIÓN DE CONJUNTO DE LOS MEDIOS AUXILIARES
Las diferencias entre una técnica psicoterapéutica y otra reeducativa implican
al encuadre. Hay circunstancias incluso en que se contraponen y deben evitarse su
concurso simultáneo, por ejemplo, la circunstancial necesidad de un ámbito de
amplia permisividad expresiva contra todo intento de sujeción, reglamentación y
orden. De hecho el fonoaudiólogo regla su espacio con un margen de flexibilidad
suficiente para encauzar el trabajo del niño.
En líneas generales y a partir de estas primeras reflexiones entendemos que la
rehabilitación ha de desarrollarse en un margen no rígido, continente, seguro y
estable, cuidando los límites y normas de acuerdo al nivel madurativo y las
peculiaridades de la personalidad del niño. Este clima de trabajo debe ser
percibido como permisivo, siendo la actitud del profesional la de una persona
comprensiva y cálida, que desarrolla la sesión de modo tranquilo y sereno. Ha de
contar con una instrumentación cómoda y ágil de los medios que utilice por lo que
su disposición y acceso ha de ser considerada y planificada previamente.
Corresponde también prever la conservación del material y los trabajos realizados
por el niño en la medida en que su resguardo se extiende a la consideración y
respeto que sienta se tiene por él, sus cosas y producciones. El niño puede
distinguir, y le importa, la diferencia existente entre los elementos de pertenencia
del fonoaudiólogo y de su instrumentación y los que pasan a ser de su uso, los
que puede llevarse a su casa y los que se guardan en el consultorio; pero esta
discriminación depende esencialmente de la claridad con que se maneja el
terapeuta. Cada acción que se inicie o ejecute ha de tener un sentido para el niño,
su psiquismo debe incorporarla con coherencia en función de lo que define su
relación con el profesional y a la conclusión de la entrevista poseer una respuesta
a sus necesidades, un signo, una justificación de su asistencia allíy un puente que
lo eslabone con la futura sesión.
Si el fonoaudiólogo instrumenta el juego es porque desea transformar el
trabajo en una actividad placentera pero al introducir la fórmula juego-trabajo,
despierta también la expresión profunda y la creatividad. No siempre se tiene en
cuenta este desarrollo y es posible que de producirse se lo cohíba o considere sólo
un fenómeno subsidiario. Las más de las veces pasan desapercibidos sus
contenidos simbólicos y comunicativos y el esquema de acción que representan. A
lo placentero el juego suma seguridad, firmeza e independencia; facilita los
aprendizajes y la responsabilidad, abre canales a la participación y colaboración.
El juego une en operativa síntesis los contenidos interiores, los objetos, su
exploración y las adecuaciones. Manipula, traslada, usa. Descubre, asimila,
integra. Vivencia, expresa, descarga, comunica. Revive y anticipa. Nombra, imita,
dramatiza.
Otras veces el fonoaudiólogo incita al niño a dibujar. La psicología ha
reconocido la utilidad de este medio como:
267
1 – Índice de maduración intelectual.
2 – índice de maduración neurológica
3 – Índice grafológico.
4 – Material proyectivo.
5 – Indicadores emocionales.
6 –Comunicación no verbal.
7 – Índices lingüísticos.
8 – Exponente de desarrollo artístico.
9 – Configuraciones susceptibles de análisis estructural.
La relación de la inteligencia con la actividad gráfica ha dado lugar a trabajos
sobre los estadios evolutivos de los dibujos infantiles (Luquet, Rouma,
Kerchesteiner, Verwoen, Lowenfeld-Lambertt Brittain), mediciones de la
inteligencia a partir de ítems (Goodenought), estudios gestálticos (Bender), y más
modernamente estudios inspirados en las investigaciones de la psicología genética
(Piaget) en conexión a las estructuras de las etapas evolutivas (Paín, Delgado) mas
el estudio específico de la representación del espacio (Jean Le Men).
En este nivel cabe al profesional ponderar la madurez del paciente
reservándose sus apreciaciones.
Los aspectos grafológicos permiten hacerle, en cambio, algunos comentarios,
ya que están referidos a su carácter y modalidad reactiva.
El análisis proyectivo está reservado al psicólogo por su complejidad e
implicancias transferenciales. A partir de él se formulan las interpretaciones, pero
aunque ésta no sea tarea del fonoaudiólogo de su comprensión ganará
conocimientos sobre el niño y su situación y le permitirá desarrollar con más
efectividad su trabajo.
Las proyecciones se expresan en los dibujos a través de una serie de
fenómenos:
Visión antropomórfica
Simbolizaciones
Atribuciones conscientes o inconscientes al objeto central o periférico
Fenómenos catárticos
Distorsiones defensivas
Ensayos de sublimación
Pero más allá de todos estos lo que sí resulta un deber ineludible de todo
profesional que moviliza a su paciente a expresarse por medio del grafismo, es dar
muestra de recibir sus mensajes.
Todo dibujo es un mensaje no verbal y merece como tal una respuesta,
verbal o no. Implica un fenómeno testimonial equivalente a un discurso. El
dibujante nos habla de su intimidad, sus cenestesias, su entorno. Nos dice no sólo
lo que ve y siente sino lo que le significa, aunque también como en la
comunicación verbal existen veladuras, silencios, omisiones.
268
Un dibujo es apelación, llamado, afán de compartir y de compañía. Catarsis.
Intento de clarificar y ordenar la intimidad; implica además un intento de
seducción, de ganar al intérprete para sí, de envolverlo y por qué no, otras, un
modo de antiseducción, rechazo o alejamiento.
En el trabajo del paciente palpita la expectativa y el temor de no ser
comprendido. Al fin la ansiada comunicación depende de un receptor no siempre
predecible: ¿ajeno, frívolo, interesado? Por ello, ante esto, la respuesta
comprensiva y cálida del terapeuta es un deber insoslayable.
El análisis estructural se diferencia de las orientaciones anteriores al
establecer estructuras en los grafismos independientes de los valores grafológicos
y proyectivos, basadas en oposiciones diferenciales y semejanzas que hacen
visibles las relaciones sistemáticas susceptibles de descripción y reiteradas a
través de transformaciones en trabajos de un mismo autor.
En un capítulo posterior se aplicará este análisis a dibujos de pacientes con
trastornos de lenguaje donde se pondrá de manifiesto la producción gráfica como
índice lingüístico.
Con respecto al uso de material literario leído, narrado o dramatizado, será
tratado en el capítulo dedicado a la Biblioterapia.
De todo lo expuesto se concluye que los medios auxiliares no son simples
motivadores o compensaciones placenteras de las tareas específicas de
reeducación. Connotan la auto-representación simbólica del paciente y su
implementación obra sobre su personalidad de modo notable. Si bien ayudan a la
relación terapéutica tipifican los modelos vinculares y conflictos básicos. Así
como pueden estimular el comportamiento, convocan emociones y actitudes que
requieren ser comprendidas y enfrentadas.
BIBLIOGRAFÍA
Delgado, L.C.H.: Análisis estructural del dibujo libre. Paidós. Buenos Aires.
1973.
- : Semiología del dibujo libre. (Tesis Doctoral) Universidad de
Belgrano.
Buenos Aires. 1986.
Martínez, E.: Labor psicoterapéutica en un Jardín de Infantes. Universidad del
Museo
Social argentino. Buenos Aires. 1977.
269
LA TRANSFERENCIA COMO RECURSO TÉCNICO
AUXILIAR
Todo encuentro es un re-encuentro
Enrique Pichón Rivier
El epígrafe enuncia una premisa que convalida el tema para todas las
especialidades de la salud que contengan un vínculo interpersonal. El término
transferencia fue creado por Charcot conceptuándolo como el pasaje de un lado al
otro del cuerpo de fenómenos histéricos o hipnóticos (parálisis, contracturas)
mediante la sugestión. El psicoanálisis freudiano la redefinió como el conjunto de
fenómenos y procesos psicológicos del paciente referidos al analista y derivados
de otras relaciones de objeto anteriores. Es decir: como el mecanismo por el cual
el paciente se relaciona con su terapeuta como si éste fuera un objeto anterior de
su vida proyectando sobre él experiencias muy primitivas de su primera infancia.
El fenómeno ha sido utilizado muy especialmente por el psicoanálisis con fines
diagnósticos y terapéuticos y constituye un recurso coadyuvante en todas las
especialidades que implican una relación interhumana.
Dada la frecuencia de la práctica fonoaudiológica en el área infantojuvenil
este capítulo hará particular énfasis en la presencia de la transferencia.
LA TRANSFERENCIA EN EL PAIDOTRATAMIENTO:
Según Freud, en el adulto, la acción conjunta de la disposición congénita más
las experiencias infantiles determina en cada individuo la modalidad específica de
sus vínculos futuros fijando su finalidad última, las exigencias a imponer y los
instintos a satisfacer. En la niñez debe considerarse la existencia de una
transferencia en el sentido adulto, en función del mismo componente hereditario
más las características de las relaciones parentales en función del Edipo temprano.
El niño tiene capacidad de transferencia, que ha de tenerse en cuenta desde el
primer momento terapéutico; su ansiedad lo lleva a la repetición en sus actos y en
el juego reeditará sus primeras relaciones de objeto a través de simbolizaciones y
personalizaciones de los elementos lúdicros.
Siendo la transferencia en sí misma una resistencia, porque consiste en repetir
en lugar de recordar, es posible distinguir entre una modalidad positiva, que es
aquélla que facilita el trabajo terapéutico, y otra negativa que se le opone. Estas
consideraciones comprenden al conjunto de elementos esenciales que
comprometen todotratamiento adulto o infantil pero dejan margen para
interrogarse sobre su diferencia según la terapia se desarrolle en el consultorio
privado o en el ámbito institucional.
El fenómeno de resistencia de la transferencia surge siempre, con mayor
posibilidad de ser negativa en el marco hospitalario, y al no ser reconocida por su
carácter inconsciente, el enfermo o los responsables del niño pueden llegar a
abandonar el tratamiento sin comprender su causa.
¿Cuál será entonces la manera más adecuada de instrumentar este
componente?
270
La respuesta a este interrogante es la necesidad de esperar la evolución
natural de la transferencia que proviene de la confianza creciente del paciente en
la técnica y marco terapéutico y que más importante que la interpretación o
señalamientos es, en el trabajo institucional, una cuidadosa atención para el
establecimiento de una franca transferencia positiva.
Ahora bien, el marco institucional ofrece dificultades para el establecimiento
de esa vinculación. Por un lado, la existencia latente de un tiempo reducido de
actuación terapéutica, por otro, la tendencia de las defensas inconscientes del
terapeuta de atacar acelerada y abruptamente la afección no dando tiempo a los
contenidos indeseables que afloren de una manera gradual y elaborable a la
conciencia.
La interpretación o elaboración de las dificultades requiere de un “cuándo,
"un cuánto y un "cómo” adecuados.
La interpretación se regirá por una serie de precauciones, como:
la de ubicarla adecuadamente entre la entrada del estímulo productor de la
ansiedad transferencial y la reacción negativa del abandono,
la intervención no brindará más información de la que el Yo puede tolerar.
no correrá el riesgo de que el paciente confunda técnica con indiferencia.
Con mayor razón que en el tratamiento de adultos, la instalación del vínculo
posee implicancias de mayor intensidad, tal como lo ejemplifican aquellos niños
con carencias profundas a nivel familiar donde además de lo dicho acerca de los
riesgos de interrupción existe la posibilidad y hasta la necesidad de que el
terapeuta sirva como modelo de identificación.
En lo que respecta a los fenómenos transferenciales entre terapeuta y familia,
éstos ocurren ya sea por participación plena con presencia física o aún en
ausencia, situación donde igualmente los fenómenos transferenciales no sólo
siguen existiendo sino que pueden ser de tal índole que perturben la relación entre
el paciente niño y el terapeuta. La razón de esta mayor dificultad es la
imposibilidad de abordarlos para su elaboración conjunta.
La transferencia positiva es la condición previa de toda la tarea posterior ya
que el niño sólo es capaz de hacer algo cuando lo hace por amor a alguien. Por
otro lado, el apoyo de los padres es un ingrediente trascendental del cual depende
la decisión de la consulta y la adaptación al tratamiento. La aparición eventual de
estructuras narcisistas, del tipo de desvalorizar la ayuda y suponer en la familia
capacidad suficiente para la resolución de los problemas con las cuales puede
llegar a identificarse el niño; aconsejan al terapeuta incrementar la participación
paterna anticipándose de esta manera a la instalación franca del elemento
perturbador: la herida narcisista.
Cuando las figuras parentales tienen la vivencia de participación
coterapéutica se reducen las ansiedades persecutorias y los sentimientos culposos.
Premisas a tener en cuenta:
Las conductas reactivas de los padres forman parte de la enfermedad
del hijo y por consecuencia participan de la cura.
271
El niño enfermo fona parte de un malestar grupal, su enfermedad es el
soporte de alguna angustia parental.
Tocar el síntoma es correr el riesgo de poner en descubierto la
necesidad del sistema al cual sirve.
Sugerir a cualquiera de los padres el cambio implica suscitar
inconscientes reacciones de defensa y de rechazo.
272
LA ESTABILIDAD INTERNA Y EXTERNA
La preocupación constante de la psicología es la elaboración de una teoría de
la personalidad que englobe y explique la conducta humana, inquietud que hace
de ella una ciencia con múltiples paradigmas. El rehabilitador frente a una
afección sensorial importante necesitará de algún referente sistémico ya que
requiere comprender lo que significa para la plenitud de la vida la presencia de un
estigma, qué problemas representa el trastorno para el desarrollo de una
personalidad potencialmente sana y qué obstáculos para la realización de sí
mismo.
Se trata de tener una idea previa de las características de esas potencialidades
y del dispositivo de maduración interior que constituye dentro del sujeto el núcleo
mismo de la posibilidad de llegar a ser persona. Paul Moor lo llamó "estabilidad
interna" definiéndolo de la siguiente manera:
"Es la disposición interior de un hombre que le permite continuamente la
búsqueda de su realización, de cómo debe vivir para hallar la tarea vital que le es
posible, desarrollándose simultáneamente en ella, y como no perder el contenido
de su vida."
Cada sistema de psicología tuvo influencia positiva sobre el desenvolvimiento
de la ciencia psicológica a la vez que constituyeron programas de acción y
principios de moral. En cada uno de esos sistemas se otorgó mayor acentuación a
la observación de ciertos hechos propios del lugar y tiempo en que propusieron
sus hipótesis; se ubicaron de esta manera en el centro de su atención temas que en
otras escuelas serían periféricos. Tal estado de cosas no hizo fácil el acuerdo entre
escuelas. Algunos gozan de mayor interés por incluir más variables y extender su
área a una interpretación de la sociedad y la cultura, tal el psicoanálisis cuyas
concepciones dinámicas primaron en diversos capítulos de este texto. Con todo,
aspectos fundamentales de la vida humana, más cercanos a la indagación
filosófica y ética, no han sido todavía tratados aunque resulten imprescindibles en
el momento de contar con una "psicología de la totalidad". Quiénes lo intentaron
por vía de la integración de concepciones válidas, debieron conciliar autores
varios; aún así, ni siquiera todas las teorías de la comprensión totalista y del
principio de totalidad en educación abarcaron al ser del hombre y la vocación y
destino que lo hacen madurar: lo que le ha sido dado en su naturaleza y lo que
puede percibir como tarea y promesa, todo ello, aspectos parciales de la
estabilidad interna.
El reeducador necesita, a pesar de la dificultad, conocer ya no sólo el
sufrimiento que constituye para la psique de su paciente el obstáculo de un
estigma, sino saber de la psique misma para trabajar sobre ella y superar la
amenaza a su realización, para lo cual hará de los aspectos parciales de la
estabilidad metas rehabilitadoras. Habrá de proveerse por tanto de un diseño del
proceso mismo del desarrollo, sus estructuras y funciones básicas. Su tarea ha de
ser solidaria con esta concepción.
273
Ha de tener en cuenta que:
"Por lo regular sólo un hombre sano y bien dotado en un ambiente favorable
es capaz de una completa maduración. La mayor parte son desmoralizados o
malogrados por el sufrimiento".
En tanto la estabilidad interna madure o se reoriente, el reeducador
representará la "estabilidad externa" de ese sujeto, la que siempre será mayor
cuánto más afectada o indigente sea la estabilidad interna. El reeducador resume
la técnica disponible, los conceptos de vida y salud, la calidez con que debe
asumirse una tarea asistencial, para lo cual además de un profesional será una
buena persona y una persona madura que adquirió la comprensión de las
perturbaciones creadas a la estabilidad interna de su paciente y el discernimientode lo que pasa en su ambiente externo, que él integra ahora.
Ser una persona educada y madura constituye una aspiración. No se tiene la
garantía de serlo. No bastan soluciones patentadas, instrucciones mecanizadas,
inserciones vocacionales simplemente autorizadas. El reeducador que aspira a la
madurez necesita identificarse con el que padece, junto a la objetividad
distanciada que le exige el conocimiento científico natural.
"Cuando me identifico para comprender, junto con el comenzar a
comprender, estoy realizando algo decisivo, estoy aceptando al que sufre como es
y proporcionándole seguridad. Sólo con este apoyo comprensivo es posible el
esclarecimiento realista de lo que se ha perdido y lo que se ha conservado con
capacidad de rendimiento y de vida. La comprobación de estas posibilidades no
pertenecen sólo a la esfera de lo que nos ha sido dado, sino que les son
encomendadas, que no sólo han quedado conservadas sino que deben realizarse,
que exigen un esfuerzo, requieren de una voluntad; y para que esta voluntad se
ponga en acción será necesario redescubrirle o descubrirle las promesas vitales
aún existentes. Se trata de encenderle una estrella y esto sólo lo logrará el
reeducador cuando conozca esta estrella y se encuentre dispuesto a buscarla
junto a él."
BIBLIOGRAFÍA
Moor, P.: Psicopedagogía terapéutica. Aguilar. Madrid. 1962
274
BIBLIOTERAPIA
…”Pues todo lo bueno y lo malo para el cuerpo y para el hombre entero – dijo –
procede del alma y desde ella fluye” … “Ella pues debe ser tratada en primer término y
con la máxima solicitud para que se hallen bien la cabeza y todo el cuerpo, pero el alma,
buen amigo, hay que tratarla mediante ciertos conjuros, son los discursos bellos.”
Platón (Cármides)
“Ann Marie me hizo sentar frente a ella, en mi sillita; se inclinó, bajó los párpados, se
durmió. De esa cara de estatua salió una voz de yeso. Yo perdí la cabeza: ¿ quién
contaba, qué y a quié,? Mi madre se había ido: ni una sonrisa, ni un signo de connivencia,
yo estaba exiliado. Y además no conocía su lenguaje. ¿ De dónde sacaba esa seguridad?
Al cabo de un instante había entendido: el que hablaba era el libro.”
Jean Paul Sartre (Las Palabras)
La lectura es el viejo y permanente alimento de la humanidad.
Convenientemente seleccionada y dosificada puede utilizársela con fines
terapéuticos. Se incluye un factor más: la actuación de un lector profesional,
auxiliar terapeuta, preparado en el arte del buen leer, compenetrado del sentido de
su tarea y formado espiritualmente para su misión.
Nuestra Biblioterapia es entendida como lectura en voz alta, dirigida a la
psique, con fines terapéuticos y de rehabilitación. Por extensión lo es también con
propósitos de higiene mental, profilaxis, re-motivación, esparcimiento y alivio
para todo aquél que padece alguna forma de tensión intrapsíquica, aislamiento,
soledad, pena. Estudia las posibilidades de la palabra en cuanto producto de la
elaboración expresiva, apelativa y esclarecedora, ideológica, estética, tal como ha
quedado plasmada en los escritos, recogida y engalanada por al voz humana, que
en su capacidad transmisora ha de agregar a la existencia llana de aquélla la nota
viva de una presencia reconquistada y comunicada. Los protagonistas o
intervinientes en la Biblioterapia son, en definitiva, dos existentes comunicados
mediante el espíritu objetivo de otra existencia concientizada.
METODOLOGÍA
La lectura es, como elemento terapéutico, otro modo de jerarquización de la
palabra y desde hace tiempo se aplica a textos especialmente seleccionados para
contribuir a la solución de problemas específicos. De hecho, el más antiguo de los
textos impresos, la Biblia, ha sido sin duda a través de los tiempos un instrumento
psicoterápico de gran utilidad, incluso podríamos afirmar que la Biblioterapia
comenzó siendo solamente “Bibliaterapia”.
Su utilidad fue constatada para enfermos en general tanto físicos como
psíquicos, ciegos, gerontes, presidiarios, niños: esto es así porque la voz
inteligentemente coordinada, fluida y melodiosa, posee el mismo efecto final que
otras expresiones del arte como la música y la pintura en el sentido de suavizar y a
veces eliminar tensiones. Hasta podría ser más efectiva que las anteriores porque
arriba al escucha con un sentido más claro y puntual. Equivaldría a un efecto
275
dosis, ya que la narración o lectura al ser orientada y dirigida a un sujeto y su
conflictiva particular coadyuva a resolverla equivaliendo a un señalamiento, guía
o interpretación.
Otra ventaja valiosa es la alternativa de la instrumentación grupal frente a un
auditorio con conflictos comunes. En estos casos se persigue un objetivo más
vasto que encuadraría fundamentalmente en un educación terapéutica o si se
quiere una reeducación o reorientación vital principalmente caracterológica o
ideológica. Para colaborar con el psicoterapeuta se forman las nurses
bibliotecarias o trabajadores sociales, con información psicológica y literaria;
recogen comentarios sobre preferencias y efectos que las obras producen
completando la obra iniciada por el psicoterapeuta, con la sugerencia de nuevas
lecturas.
No son los libros especialmente escritos con fines terapéuticos o catalogados
de autoayuda los más adecuadas, sino aquellos que corresponden a la literatura
universal. Estos son seleccionados en función de:
El encuadre.
El cuadro orgánico actual.
Vivencias psicológicas del enfermo.
Aspectos relevantes de su historia vital.
El nivel de comprensión de quién o quiénes escucharán.
Las vivencias contratransferenciales.
En lo que se refiere específicamente a la narración su técnica se gobierna con
las mismas normas de los relatos infantiles. Ilustra Betelheim:
“…Para que una historia mantenga de verdad la atención ha de divertir y
excitar la curiosidad. Para enriquecer su vida ha de estimular la imaginación,
desarrollar el intelecto y clarificar las emociones; ha de estar de acuerdo con
ansiedades y aspiraciones; permitirle reconocer plenamente dificultades
personales, al tiempo que le sugiere soluciones a los conflictos. Resumiendo, debe
estar relacionada con todos los aspectos de la personalidad al mismo tiempo; y
esto dando pleno crédito a la seriedad de los conflictos, sin disminuirlos en
absoluto y estimulando, simultáneamente, su confianza en sí mismo y en su
futuro.”
Se requiere además del conocimiento de las estructuras simbólicas
universales, como así también aspectos de la fantasía inconsciente del sujeto, por
sobretodo las referidas a la angustia de separación-abandono. Por último, y de
acuerdo a un estudio realizado en un servicio de oncología sobre los resultados de
esta práctica realizada en forma intensiva sobre los internados cancerosos se
observaron los siguientes y alentadores resultados:
Mejoría del estado de ánimo.
Identificación proyectiva con el relato.
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Re- traducción de lo relatado a su situación actual o vivencias
personales.
Disminución de la angustia o agitación.
Establecimiento de vínculos.
Serenidad al morir.
Tanto el niño con sus crisis evolutivas, como el adulto gravemente enfermo
con sus frecuentes e intensas crisis involutivas, necesitan tener la oportunidad de
comprender el si-mismo frente a las complejas circunstancias que les toca vivir y
que les provocan a menudo desconcierto. Ayudar a la búsqueda de un sentido
coherente frente al tumulto de los sentimientos, es tarea del psicoterapeuta y más
aún ante cuadros terminales con escaso tiempo de acción. Pero proporcionar ideas
de cómo poner en orden su vida en general con argumentos razonables, choca
frecuentemente contra muros resistenciales o bien frente a la simple realidad
pobre en esperanzas. Por otra parte intentar un abordaje