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Funciones como ciudadanos de primera clase En la programación funcional, las funciones se consideran ciudadanos de primera clase, lo que significa que se pueden manipular de la misma manera que otros valores en el lenguaje. Esto permite pasar funciones como argumentos a otras funciones, devolver funciones como resultado de otras funciones y asignar funciones a variables. Este enfoque proporciona una mayor flexibilidad en el diseño de programas y facilita la creación de funciones más genéricas y reutilizables. Por ejemplo, se pueden definir funciones de orden superior que tomen una función como argumento y la apliquen a una lista de valores, lo que permite realizar operaciones como map, filter y reduce de manera elegante y concisa.