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Mamón (Melicoccus bijugatus)
I. GENERALIDADES
El mamón conocido también como mamoncillo, quenepa, 
quenette y por otros muchos nombres comunes, es nativo 
al norte de América del Sur y se ha cultivado y naturalizado 
extensamente a través de los trópicos. 
Es un árbol bastante imponente que puede alcanzar fácil-
mente los 15 y hasta los 30 metros de altura, produce flores 
masculinas y femeninas, por ser una planta hermafrodita, 
tiene raíces profundas que le ayudan a tener una vida muy 
larga, suele dar frutos dulces y ácidos, además producen 
unos grandes y unos pequeños. El fruto crece en unos raci-
mos grandes, su fruto es redondo con una cáscara verde y 
delgada, que tiene una pulpa como gelatinosa y además 
es jugosa, con un color a salmón como amarillento, toda 
su pulpa mantiene encerrada a una semilla que es blanca 
y grande, que se chupa para que la pulpa pueda desprender-
se.
En Nicaragua se suele cultivar por sus ricos frutos que son 
muy jugosos, también se suele usar como árbol decorativo 
y de mucha sombra, ya que es muy frondoso y tiene una 
belleza, es por eso que se les suele encontrar en los patios 
de los hogares. Además, la madera es útil en la manufactura 
de muebles y molduras.
II. BONDADES Y USOS
Alimenticio: El uso principal son sus frutos, que se consumen 
frescos o se hacen conservas y frutas enlatadas, principal-
mente en América Central y del Sur.
Se consume fresco e incluso se utiliza para preparar bebidas 
refrescantes. A veces se vende enlatado. Como flora apícola, 
sus flores son ricas en néctar y apreciadas por colibríes y 
abejas. La miel producida es algo oscura, pero de agradable 
sabor.
Con la pulpa se puede preparar cerveza, aguardiente o 
dulces.
Medicinal: Posee efectos astringentes, antidiarreicos y anti-
microbianos; se utiliza para afecciones gastrointestinales, 
respiratorias y asma. La semillas tostadas y molidas y la 
decocción de hojas y corteza se usan contra la disentería y 
la diarrea.
Otros usos: La madera de este árbol es de buen diámetro y 
apta para obras de construcción y carpintería general, inclu-
so se emplea en obras finas de ebanistería. Sin embargo, se 
debe de usar en interiores pues no es una madera durable.
 
III. PROPAGACIÓN
El árbol se propaga de manera sexual (semillas) y de manera 
asexual (material vegetativo).
Sexual o por semillas: Normalmente es el método con que 
más se propaga, cuyo resultado es muy variable. Para este 
método se recolectan los frutos sanos y de buen tamaño de 
árboles altamente productivos; posteriormente, se ponen 
en algún recipiente para la extracción de semillas.
Asexual o material vegetativo: Existen diferentes formas 
de propagación asexual, entre los que se encuentran: Acodo 
aéreo e injerto.
Para el acodo aéreo se seleccionan ramas relativamente 
grandes, por lo menos 5 cm de diámetro, este proceso tiene 
más éxito en el verano y habrá suficiente desarrollo de la 
raíz de 5 a 6 semanas.
Para el método de injertación, la técnica por aproximación 
es viable siempre y cuando el patrón tenga buen desarrollo.
IV. REQUERIMIENTOS
EDAFOCLIMÁTICOS
Clima: El mamón no es terminantemente un cultivo tropical, 
ya que se adapta hasta los 1000 metros sobre el nivel del 
mar. Se adapta bien a las áreas de precipitación baja. El árbol 
puede tolerar períodos largos de sequía.
Temperatura: Las óptimas para su desarrollo oscilan entre 
los 15°C y 30°C.
Suelo: El árbol de mamón puede prosperar en casi todos los 
tipos de suelos, pero particularmente en los suelos franco 
arenoso, que tengan un pH entre 5.5 a 7, o los suelos ricos de 
origen calcáreo.
V. ESTABLECIMIENTO
DEL CULTIVO
Preparación del suelo: Es la práctica mediante el cual se 
proporcionan las condiciones físicas adecuadas que permitan 
a la planta el desarrollo de las raíces para aprovechar mejor 
el agua y los nutrientes. Si las condiciones del terreno lo 
permiten se puede realizar actividades de subsoleo, nivela-
ción del terreno, construcción de zanjas y drenajes.
Ahoyado: Se debe realizar con suficiente anticipación, una 
práctica recomendada es realizar el ahoyado y abonado 
(incorporación de la materia orgánica y cal dolomita).
Las dimensiones del hoyo de siembra pueden variar de 
50x50x50 centímetros hasta 1x1x1 metros, dependiendo de 
las características físicas y químicas del suelo donde se plan-
tará el cultivo, principalmente la profundidad efectiva, textu-
ra y contenido de materia orgánica.
Siembra y trasplante: Las semillas se colocan en un recipien-
te para su germinación en contenedores con sustrato, la cual 
germina pasados los 28 días después de la siembra. Las plán-
tulas se desarrollan con lentitud. El trasplante se realiza 
cuando la planta alcanza una altura aproximada de 30 cm, 
se aconseja que el terreno este húmedo.
También se puede realizar la siembra de las semillas de 
manera directa una vez que se haya seleccionado la ubica-
ción y preparado el suelo, las semillas se entierra a unos 2-3 
centímetros de profundidad y se deja espacio suficiente entre 
ellas para que puedan crecer sin competencia.
VI. LABORES CULTURALES 
Control de maleza: Es importante mantener libre de malezas 
el área del cultivo, preferiblemente durante la etapa de creci-
miento, ya que estas compiten por el agua y los nutrientes.
Es recomendable realizar esta labor de manera mecánica, 
mediante la utilización de herramientas manuales como 
machete y motoguadaña para evitar el uso de herbicidas.
Fertilización: Se debe realizar tomando en cuenta el análisis 
de suelo del terreno donde se establece la plantación, tam-
bién se debe conocer la demanda nutricional del frutal para 
que desarrolle con mayor potencial genético.
 
Se recomienda utilizar abono orgánico a base de estiércol 
de ganado, caballo, composta o gallinaza para nutrir el 
suelo donde se realizará el trasplante; se puede usar, de igual 
manera, una fórmula fosforada para ayudar durante el desa-
rrollo de la planta.
Poda: A pesar de que el árbol de mamón crece lentamente, 
la poda se debe realizar en la parte superior, con el objetivo 
de forzar el desarrollo de una copa baja, con lo que se facilitará 
la cosecha.
Riego: Es fundamental para el desarrollo de las plantas, se 
debe de mantener el suelo húmedo, pero no encharcado, 
evitando tanto la sequedad extrema como el exceso de agua.
 
VII. PRINCIPALES PLAGAS Y
ENFERMEDADES
Plagas: Uno de los principales problemas del mamón son 
los ácaros.
Ácaros: Se encuentran en la parte del envés de las hojas, 
provocan el achicharramiento del área foliar, disminuyendo 
el potencial fotosintético de las plantas, al disminuir las 
hojas los frutos quedan expuestos al sol y la planta pierde 
su capacidad de producir. Los entrenudos se acortan, hay 
una superbrotación y el fruto no tiene valor comercial.
Para el manejo: Se puede Utilizar productos de baja toxicidad 
como los piretroides: Abamectina 1.8 EC en dosis de 15 
ml/bomba de 20 L. Uso de aceite vegetal en dosis de 200 ml 
más detergente líquido a base de limón en dosis de 25 ml 
por bomba de 20 L, dirigiendo la aplicación al envés de la 
hoja.
Enfermedades: La enfermedad más importante del cultivo 
es la antracnosis.
Antracnosis: Es causada por un hongo y es la causante de 
la sintomatología en las hojas y en las frutas. En las hojas 
se manifiesta como puntos negros en el envés y en el haz apa-
recen unas manchas de color marrón. La afección puede 
llegar inclusive a marchitar totalmente las hojas y a causa 
de ese problema disminuye el área fotosintética, causando 
problemas al desarrollo de las frutas y de las plantas. Esta 
enfermedad también ataca a las frutas y aunque solo afecta 
la parte superficial deteriora el aspecto de la misma depre-
ciando posteriormente su valor comercial.
Para el control se recomienda:
No dejar residuos de cosecha dentro de la plantación.
No colocar frutas cosechadas directamente en el suelo.
Realizar podas de limpieza.
No dejar frutos dañados adheridos a árboles, recolectarlos 
del suelo.
Aplicar productos fungicidas de manera
preventiva de 
forma periódica tales como mancozeb, benomyl y clorota-
lonil alternándolos.
VIII. COSECHA
Los arboles empiezan a producir frutas entre los 7 y 10 años 
a partir de la siembra por semillas y entre los 4 y 5 años en 
las existencias propagadas de manera vegetativa. La produc-
ción se da en los meses de junio a agosto.
La recolección o cosecha se da cuando el fruto está completa-
mente maduro, en esta etapa la corteza se vuele quebradiza, 
pero no cambia de color, si se recogen prematuramente, la 
corteza se vuelve negruzca.
La recolección se debe realizar usando tijeras de podar o con 
la ayuda de varas recolectoras o cosechadoras, que presen-
tan en una de las puntas, una muesca o cisura afilada para 
cortar los racimos de frutos y además en ese mismo extremo 
lleva una bolsa donde caerá el racimo cortado.
IX. MANEJO DE POSCOSECHA 
Para garantizar productos con calidad se debe realizar 
buenas prácticas de manejo a lo largo de todas las etapas 
de acondicionamiento, a continuación, se comparten reco-
mendaciones desde el transporte del fruto hasta su almace-
namiento:
Transporte: Una vez cosechados los frutos son colocados en 
cajillas plásticas protegidas con hojas del mismo árbol o con 
papel de envolver para evitar que la fruta se golpee con las 
paredes de la cajilla. Es importante evitar que se expongan 
por largo tiempo al sol ya que puede deshidratarse.
Recepción: En acopio se reciben las cajillas con la fruta, 
estas se colocan sobre polines mientras pasan por un proceso 
de limpieza y selección.
Limpieza y preselección: El propósito es eliminar las impure-
zas que puedan contener en su cáscara desde campo y duran-
te el transporte, tales como ramas de planta, piedras, entre 
otros materiales extraños. Se eliminan productos que presen-
tan daños por plagas o enfermedades, productos en mal 
estado o descascarillados que pudieran haber ocurrido por 
presión o fricción entre los frutos.
Lavado y desinfección: Se realiza en tinas plásticas o de 
acero con agua limpia para retirar toda la suciedad. Ideal-
mente se deben utilizar aspersores de agua para ayudar a 
lavar entre los gajos de mamón. Posteriormente se vuelven 
a introducir en una tina con agua clorada para desinfectar 
los frutos, se prepara una solución de 50 a 100 ppm (por 
cada litro de agua colocar 2 gotas de cloro) y se sumergen 
los frutos de 3 - 5 minutos.
Secado: Se retiran del agua los gajos de mamón y se colocan 
en tarimas o cajillas para el secado de forma natural o con 
el uso de un ventilador. También se pueden secar con un 
paño limpio o papel toalla.
Clasificación: La clasificación del fruto como frutas varias 
de piel no comestibles (pequeñas) se realiza de forma 
manual, separando los frutos por tamaño y color.
Los requisitos mínimos de calidad son:
Frutos enteros, sanos y exentos de podredumbre o deterioro 
que hagan que no sean aptos para el consumo.
Limpios y prácticamente exentos de cualquier materia 
extraña visible.
Exentos de plagas y daños causados por ellas que afecten 
el aspecto general del producto.
Exentos de humedad externa anormal, salvo la condensa-
ción consiguiente a su remoción de una cámara frigorífica.
Exentos de cualquier olor y/o sabor extraño; con aspecto 
fresco; exentos de daños causados por bajas y/o altas tem-
peraturas.
Estar lavados con agua limpia, sin aditivos químicos, con 
el único propósito de eliminar lo sucio o residuos de insec-
tos.
Los mamones deben ser de color verde uniforme, de un 
tamaño mayor a una pulgada, deben pesar un mínimo de 
10 gramos, el color de la piel debe de estar libre de manchas 
o daños mecánicos.
Clasificación por calidad:
Categoría Extra: De calidad superior y característico de la 
variedad. No deberán tener defectos, salvo defectos superfi-
ciales muy leves siempre y cuando no afecten el aspecto 
general del producto, su calidad, estado de conservación y 
presentación.
Categoría I: De buena calidad y característicos de la varie-
dad. Podrán permitirse, sin embargo, los siguientes defectos 
leves, siempre y cuando no afecten al aspecto general del 
producto, su calidad, estado de conservación y presentación 
en el envase: Un ligero defecto de forma leve en la piel que 
en total no excedan el 5% de la superficie del fruto, excluyen-
do los defectos en los filamentos. En ningún caso los defectos 
deberán afectar a la pulpa del fruto.
Categoría II: Comprende los que no pueden clasificarse en 
las categorías superiores, podrán permitirse, sin embargo, 
los siguientes defectos, siempre y cuando conserven sus 
características esenciales en lo que respecta a su calidad, 
estado de conservación y presentación defectos de forma; 
defectos en la piel que en total no excedan el 10% de la super-
ficie del fruto. En ningún caso los defectos deberán afectar 
a la pulpa del fruto.
Embalaje: Las frutas deben empacarse, enfriarse y enviarse 
al mercado de destino inmediatamente después de la cosecha 
para que lleguen en buen estado. Tiempos largos entre la 
CARTILLA - CULTIVO DE
MAMÓN
cosecha y el empaque causan pérdidas de agua y disminuyen 
drásticamente la calidad. El empaque depende del mercado 
destino, pudiendo ser cajillas, cajas de cartón con una resis-
tencia mínima de 175 libras por pulgada cuadrada (PSI), para 
este caso es requerida en las cuatro paredes de la caja. Sí la 
caja es de una pieza, debe dejarse por lo menos 2 cm libres 
entre el nivel de las frutas y las tapaderas. Las cajas comunes 
para el empaque son de 2.0 y 2.5 kg con dimensiones externas 
compatibles con las paletas estándares: aquellas de 2.5 kg 
tienen dimensiones de 40 cm de largo x 20 cm de ancho x 9 
cm de alto y las de 2.0 kg tienen dimensiones de 30 x 20 x 9 
cm.
Almacenado (control de calidad): El rápido enfriado de la 
fruta ayuda a prolongar la calidad, las condiciones óptimas 
de almacenamiento son de 10°C a 12°C, con 85% a 95% de 
humedad relativa. El uso de aire forzado por 2 a 3 horas 
remueve el calor de campo si las cajas son paletizadas verti-
calmente, con orificios de ventilación compatibles. Después 
del enfriamiento, las cajas deben colocarse en cuartos fríos 
de almacenamiento. Si se utilizan cuartos fríos para el enfria-
miento, las cajas deben colocarse de manera que el aire frío 
circule por cada caja.
CONTENIDO
I. Generalidades 1
II. Bondades y usos 1
III. Propagación 2
IV. Requerimientos edafoclimáticos 2
V. Establecimiento del cultivo 3
VI. Labores culturales 3
VII. Principales plagas y enfermedades 4
VIII. Cosecha 5
IX. Manejo de poscosecha 6
X. Alternativas de agregación de valor y transformación 9
XI. Alternativas de empaques 16
XII. El comercio del mamón en Nicaragua 17
XIII. Fomento asociativo 18
XIV. Referencias bibliográficas 19
Mamón (Melicoccus bijugatus)
I. GENERALIDADES
El mamón conocido también como mamoncillo, quenepa, 
quenette y por otros muchos nombres comunes, es nativo 
al norte de América del Sur y se ha cultivado y naturalizado 
extensamente a través de los trópicos. 
Es un árbol bastante imponente que puede alcanzar fácil-
mente los 15 y hasta los 30 metros de altura, produce flores 
masculinas y femeninas, por ser una planta hermafrodita, 
tiene raíces profundas que le ayudan a tener una vida muy 
larga, suele dar frutos dulces y ácidos, además producen 
unos grandes y unos pequeños. El fruto crece en unos raci-
mos grandes, su fruto es redondo con una cáscara verde y 
delgada, que tiene una pulpa como gelatinosa y además 
es jugosa, con un color a salmón como amarillento, toda 
su pulpa mantiene encerrada a una semilla que es blanca 
y grande, que se chupa para que la pulpa pueda desprender-
se.
En Nicaragua se suele cultivar por sus ricos frutos que son 
muy jugosos, también se suele usar como árbol decorativo 
y de mucha sombra, ya que es muy frondoso y tiene una 
belleza, es por eso que se les suele encontrar en los patios 
de los hogares. Además, la madera es útil en la manufactura
de muebles y molduras.
II. BONDADES Y USOS
Alimenticio: El uso principal son sus frutos, que se consumen 
frescos o se hacen conservas y frutas enlatadas, principal-
mente en América Central y del Sur.
Se consume fresco e incluso se utiliza para preparar bebidas 
refrescantes. A veces se vende enlatado. Como flora apícola, 
sus flores son ricas en néctar y apreciadas por colibríes y 
abejas. La miel producida es algo oscura, pero de agradable 
sabor.
Con la pulpa se puede preparar cerveza, aguardiente o 
dulces.
Medicinal: Posee efectos astringentes, antidiarreicos y anti-
microbianos; se utiliza para afecciones gastrointestinales, 
respiratorias y asma. La semillas tostadas y molidas y la 
decocción de hojas y corteza se usan contra la disentería y 
la diarrea.
Otros usos: La madera de este árbol es de buen diámetro y 
apta para obras de construcción y carpintería general, inclu-
so se emplea en obras finas de ebanistería. Sin embargo, se 
debe de usar en interiores pues no es una madera durable.
 
III. PROPAGACIÓN
El árbol se propaga de manera sexual (semillas) y de manera 
asexual (material vegetativo).
Sexual o por semillas: Normalmente es el método con que 
más se propaga, cuyo resultado es muy variable. Para este 
método se recolectan los frutos sanos y de buen tamaño de 
árboles altamente productivos; posteriormente, se ponen 
en algún recipiente para la extracción de semillas.
Asexual o material vegetativo: Existen diferentes formas 
de propagación asexual, entre los que se encuentran: Acodo 
aéreo e injerto.
Para el acodo aéreo se seleccionan ramas relativamente 
grandes, por lo menos 5 cm de diámetro, este proceso tiene 
más éxito en el verano y habrá suficiente desarrollo de la 
raíz de 5 a 6 semanas.
Para el método de injertación, la técnica por aproximación 
es viable siempre y cuando el patrón tenga buen desarrollo.
IV. REQUERIMIENTOS
EDAFOCLIMÁTICOS
Clima: El mamón no es terminantemente un cultivo tropical, 
ya que se adapta hasta los 1000 metros sobre el nivel del 
mar. Se adapta bien a las áreas de precipitación baja. El árbol 
puede tolerar períodos largos de sequía.
Temperatura: Las óptimas para su desarrollo oscilan entre 
los 15°C y 30°C.
Suelo: El árbol de mamón puede prosperar en casi todos los 
tipos de suelos, pero particularmente en los suelos franco 
arenoso, que tengan un pH entre 5.5 a 7, o los suelos ricos de 
origen calcáreo.
V. ESTABLECIMIENTO
DEL CULTIVO
Preparación del suelo: Es la práctica mediante el cual se 
proporcionan las condiciones físicas adecuadas que permitan 
a la planta el desarrollo de las raíces para aprovechar mejor 
el agua y los nutrientes. Si las condiciones del terreno lo 
permiten se puede realizar actividades de subsoleo, nivela-
ción del terreno, construcción de zanjas y drenajes.
Ahoyado: Se debe realizar con suficiente anticipación, una 
práctica recomendada es realizar el ahoyado y abonado 
(incorporación de la materia orgánica y cal dolomita).
Las dimensiones del hoyo de siembra pueden variar de 
50x50x50 centímetros hasta 1x1x1 metros, dependiendo de 
las características físicas y químicas del suelo donde se plan-
tará el cultivo, principalmente la profundidad efectiva, textu-
ra y contenido de materia orgánica.
Siembra y trasplante: Las semillas se colocan en un recipien-
te para su germinación en contenedores con sustrato, la cual 
germina pasados los 28 días después de la siembra. Las plán-
tulas se desarrollan con lentitud. El trasplante se realiza 
cuando la planta alcanza una altura aproximada de 30 cm, 
se aconseja que el terreno este húmedo.
También se puede realizar la siembra de las semillas de 
manera directa una vez que se haya seleccionado la ubica-
ción y preparado el suelo, las semillas se entierra a unos 2-3 
centímetros de profundidad y se deja espacio suficiente entre 
ellas para que puedan crecer sin competencia.
VI. LABORES CULTURALES 
Control de maleza: Es importante mantener libre de malezas 
el área del cultivo, preferiblemente durante la etapa de creci-
miento, ya que estas compiten por el agua y los nutrientes.
Es recomendable realizar esta labor de manera mecánica, 
mediante la utilización de herramientas manuales como 
machete y motoguadaña para evitar el uso de herbicidas.
Fertilización: Se debe realizar tomando en cuenta el análisis 
de suelo del terreno donde se establece la plantación, tam-
bién se debe conocer la demanda nutricional del frutal para 
que desarrolle con mayor potencial genético.
 
Se recomienda utilizar abono orgánico a base de estiércol 
de ganado, caballo, composta o gallinaza para nutrir el 
suelo donde se realizará el trasplante; se puede usar, de igual 
manera, una fórmula fosforada para ayudar durante el desa-
rrollo de la planta.
Poda: A pesar de que el árbol de mamón crece lentamente, 
la poda se debe realizar en la parte superior, con el objetivo 
de forzar el desarrollo de una copa baja, con lo que se facilitará 
la cosecha.
Riego: Es fundamental para el desarrollo de las plantas, se 
debe de mantener el suelo húmedo, pero no encharcado, 
evitando tanto la sequedad extrema como el exceso de agua.
 
VII. PRINCIPALES PLAGAS Y
ENFERMEDADES
Plagas: Uno de los principales problemas del mamón son 
los ácaros.
Ácaros: Se encuentran en la parte del envés de las hojas, 
provocan el achicharramiento del área foliar, disminuyendo 
el potencial fotosintético de las plantas, al disminuir las 
hojas los frutos quedan expuestos al sol y la planta pierde 
su capacidad de producir. Los entrenudos se acortan, hay 
una superbrotación y el fruto no tiene valor comercial.
Para el manejo: Se puede Utilizar productos de baja toxicidad 
como los piretroides: Abamectina 1.8 EC en dosis de 15 
ml/bomba de 20 L. Uso de aceite vegetal en dosis de 200 ml 
más detergente líquido a base de limón en dosis de 25 ml 
por bomba de 20 L, dirigiendo la aplicación al envés de la 
hoja.
Enfermedades: La enfermedad más importante del cultivo 
es la antracnosis.
Antracnosis: Es causada por un hongo y es la causante de 
la sintomatología en las hojas y en las frutas. En las hojas 
se manifiesta como puntos negros en el envés y en el haz apa-
recen unas manchas de color marrón. La afección puede 
llegar inclusive a marchitar totalmente las hojas y a causa 
de ese problema disminuye el área fotosintética, causando 
problemas al desarrollo de las frutas y de las plantas. Esta 
enfermedad también ataca a las frutas y aunque solo afecta 
la parte superficial deteriora el aspecto de la misma depre-
ciando posteriormente su valor comercial.
Para el control se recomienda:
No dejar residuos de cosecha dentro de la plantación.
No colocar frutas cosechadas directamente en el suelo.
Realizar podas de limpieza.
No dejar frutos dañados adheridos a árboles, recolectarlos 
del suelo.
Aplicar productos fungicidas de manera preventiva de 
forma periódica tales como mancozeb, benomyl y clorota-
lonil alternándolos.
VIII. COSECHA
Los arboles empiezan a producir frutas entre los 7 y 10 años 
a partir de la siembra por semillas y entre los 4 y 5 años en 
las existencias propagadas de manera vegetativa. La produc-
ción se da en los meses de junio a agosto.
La recolección o cosecha se da cuando el fruto está completa-
mente maduro, en esta etapa la corteza se vuele quebradiza, 
pero no cambia de color, si se recogen prematuramente, la 
corteza se vuelve negruzca.
La recolección se debe realizar usando tijeras de podar o con 
la ayuda de varas recolectoras o cosechadoras, que presen-
tan en una de las puntas, una muesca o cisura afilada para 
cortar los racimos de frutos y además en ese mismo extremo 
lleva una bolsa donde caerá el racimo cortado.
IX. MANEJO DE POSCOSECHA 
Para garantizar productos con calidad se debe realizar 
buenas prácticas de manejo a lo largo de todas las etapas 
de acondicionamiento, a continuación, se comparten reco-
mendaciones desde el transporte del fruto hasta su almace-
namiento:
Transporte: Una vez cosechados los frutos son colocados en 
cajillas plásticas protegidas
con hojas del mismo árbol o con 
papel de envolver para evitar que la fruta se golpee con las 
paredes de la cajilla. Es importante evitar que se expongan 
por largo tiempo al sol ya que puede deshidratarse.
Recepción: En acopio se reciben las cajillas con la fruta, 
estas se colocan sobre polines mientras pasan por un proceso 
de limpieza y selección.
Limpieza y preselección: El propósito es eliminar las impure-
zas que puedan contener en su cáscara desde campo y duran-
te el transporte, tales como ramas de planta, piedras, entre 
otros materiales extraños. Se eliminan productos que presen-
tan daños por plagas o enfermedades, productos en mal 
estado o descascarillados que pudieran haber ocurrido por 
presión o fricción entre los frutos.
Lavado y desinfección: Se realiza en tinas plásticas o de 
acero con agua limpia para retirar toda la suciedad. Ideal-
mente se deben utilizar aspersores de agua para ayudar a 
lavar entre los gajos de mamón. Posteriormente se vuelven 
a introducir en una tina con agua clorada para desinfectar 
los frutos, se prepara una solución de 50 a 100 ppm (por 
cada litro de agua colocar 2 gotas de cloro) y se sumergen 
los frutos de 3 - 5 minutos.
Secado: Se retiran del agua los gajos de mamón y se colocan 
en tarimas o cajillas para el secado de forma natural o con 
el uso de un ventilador. También se pueden secar con un 
paño limpio o papel toalla.
Clasificación: La clasificación del fruto como frutas varias 
de piel no comestibles (pequeñas) se realiza de forma 
manual, separando los frutos por tamaño y color.
Los requisitos mínimos de calidad son:
Frutos enteros, sanos y exentos de podredumbre o deterioro 
que hagan que no sean aptos para el consumo.
Limpios y prácticamente exentos de cualquier materia 
extraña visible.
Exentos de plagas y daños causados por ellas que afecten 
el aspecto general del producto.
Exentos de humedad externa anormal, salvo la condensa-
ción consiguiente a su remoción de una cámara frigorífica.
Exentos de cualquier olor y/o sabor extraño; con aspecto 
fresco; exentos de daños causados por bajas y/o altas tem-
peraturas.
Estar lavados con agua limpia, sin aditivos químicos, con 
el único propósito de eliminar lo sucio o residuos de insec-
tos.
Los mamones deben ser de color verde uniforme, de un 
tamaño mayor a una pulgada, deben pesar un mínimo de 
10 gramos, el color de la piel debe de estar libre de manchas 
o daños mecánicos.
Clasificación por calidad:
Categoría Extra: De calidad superior y característico de la 
variedad. No deberán tener defectos, salvo defectos superfi-
ciales muy leves siempre y cuando no afecten el aspecto 
general del producto, su calidad, estado de conservación y 
presentación.
Categoría I: De buena calidad y característicos de la varie-
dad. Podrán permitirse, sin embargo, los siguientes defectos 
leves, siempre y cuando no afecten al aspecto general del 
producto, su calidad, estado de conservación y presentación 
en el envase: Un ligero defecto de forma leve en la piel que 
en total no excedan el 5% de la superficie del fruto, excluyen-
do los defectos en los filamentos. En ningún caso los defectos 
deberán afectar a la pulpa del fruto.
Categoría II: Comprende los que no pueden clasificarse en 
las categorías superiores, podrán permitirse, sin embargo, 
los siguientes defectos, siempre y cuando conserven sus 
características esenciales en lo que respecta a su calidad, 
estado de conservación y presentación defectos de forma; 
defectos en la piel que en total no excedan el 10% de la super-
ficie del fruto. En ningún caso los defectos deberán afectar 
a la pulpa del fruto.
Embalaje: Las frutas deben empacarse, enfriarse y enviarse 
al mercado de destino inmediatamente después de la cosecha 
para que lleguen en buen estado. Tiempos largos entre la 
cosecha y el empaque causan pérdidas de agua y disminuyen 
drásticamente la calidad. El empaque depende del mercado 
destino, pudiendo ser cajillas, cajas de cartón con una resis-
tencia mínima de 175 libras por pulgada cuadrada (PSI), para 
este caso es requerida en las cuatro paredes de la caja. Sí la 
caja es de una pieza, debe dejarse por lo menos 2 cm libres 
entre el nivel de las frutas y las tapaderas. Las cajas comunes 
para el empaque son de 2.0 y 2.5 kg con dimensiones externas 
compatibles con las paletas estándares: aquellas de 2.5 kg 
tienen dimensiones de 40 cm de largo x 20 cm de ancho x 9 
cm de alto y las de 2.0 kg tienen dimensiones de 30 x 20 x 9 
cm.
Almacenado (control de calidad): El rápido enfriado de la 
fruta ayuda a prolongar la calidad, las condiciones óptimas 
de almacenamiento son de 10°C a 12°C, con 85% a 95% de 
humedad relativa. El uso de aire forzado por 2 a 3 horas 
remueve el calor de campo si las cajas son paletizadas verti-
calmente, con orificios de ventilación compatibles. Después 
del enfriamiento, las cajas deben colocarse en cuartos fríos 
de almacenamiento. Si se utilizan cuartos fríos para el enfria-
miento, las cajas deben colocarse de manera que el aire frío 
circule por cada caja.
Mamón (Melicoccus bijugatus)
I. GENERALIDADES
El mamón conocido también como mamoncillo, quenepa, 
quenette y por otros muchos nombres comunes, es nativo 
al norte de América del Sur y se ha cultivado y naturalizado 
extensamente a través de los trópicos. 
Es un árbol bastante imponente que puede alcanzar fácil-
mente los 15 y hasta los 30 metros de altura, produce flores 
masculinas y femeninas, por ser una planta hermafrodita, 
tiene raíces profundas que le ayudan a tener una vida muy 
larga, suele dar frutos dulces y ácidos, además producen 
unos grandes y unos pequeños. El fruto crece en unos raci-
mos grandes, su fruto es redondo con una cáscara verde y 
delgada, que tiene una pulpa como gelatinosa y además 
es jugosa, con un color a salmón como amarillento, toda 
su pulpa mantiene encerrada a una semilla que es blanca 
y grande, que se chupa para que la pulpa pueda desprender-
se.
En Nicaragua se suele cultivar por sus ricos frutos que son 
muy jugosos, también se suele usar como árbol decorativo 
y de mucha sombra, ya que es muy frondoso y tiene una 
belleza, es por eso que se les suele encontrar en los patios 
de los hogares. Además, la madera es útil en la manufactura 
de muebles y molduras.
II. BONDADES Y USOS
Alimenticio: El uso principal son sus frutos, que se consumen 
frescos o se hacen conservas y frutas enlatadas, principal-
mente en América Central y del Sur.
Se consume fresco e incluso se utiliza para preparar bebidas 
refrescantes. A veces se vende enlatado. Como flora apícola, 
sus flores son ricas en néctar y apreciadas por colibríes y 
abejas. La miel producida es algo oscura, pero de agradable 
sabor.
Con la pulpa se puede preparar cerveza, aguardiente o 
dulces.
Medicinal: Posee efectos astringentes, antidiarreicos y anti-
microbianos; se utiliza para afecciones gastrointestinales, 
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respiratorias y asma. La semillas tostadas y molidas y la 
decocción de hojas y corteza se usan contra la disentería y 
la diarrea.
Otros usos: La madera de este árbol es de buen diámetro y 
apta para obras de construcción y carpintería general, inclu-
so se emplea en obras finas de ebanistería. Sin embargo, se 
debe de usar en interiores pues no es una madera durable.
 
III. PROPAGACIÓN
El árbol se propaga de manera sexual (semillas) y de manera 
asexual (material vegetativo).
Sexual o por semillas: Normalmente es el método con que 
más se propaga, cuyo resultado es muy variable. Para este 
método se recolectan los frutos sanos y de buen tamaño de 
árboles altamente productivos; posteriormente, se ponen 
en algún recipiente para la extracción de semillas.
Asexual o material vegetativo: Existen diferentes formas 
de propagación asexual, entre los que se encuentran: Acodo 
aéreo e injerto.
Para el acodo aéreo se seleccionan ramas relativamente 
grandes, por lo menos 5 cm de diámetro, este proceso tiene 
más éxito en el verano y habrá suficiente desarrollo de la 
raíz de 5 a 6 semanas.
Para el método de injertación,
la técnica por aproximación 
es viable siempre y cuando el patrón tenga buen desarrollo.
IV. REQUERIMIENTOS
EDAFOCLIMÁTICOS
Clima: El mamón no es terminantemente un cultivo tropical, 
ya que se adapta hasta los 1000 metros sobre el nivel del 
mar. Se adapta bien a las áreas de precipitación baja. El árbol 
puede tolerar períodos largos de sequía.
Temperatura: Las óptimas para su desarrollo oscilan entre 
los 15°C y 30°C.
Suelo: El árbol de mamón puede prosperar en casi todos los 
tipos de suelos, pero particularmente en los suelos franco 
arenoso, que tengan un pH entre 5.5 a 7, o los suelos ricos de 
origen calcáreo.
V. ESTABLECIMIENTO
DEL CULTIVO
Preparación del suelo: Es la práctica mediante el cual se 
proporcionan las condiciones físicas adecuadas que permitan 
a la planta el desarrollo de las raíces para aprovechar mejor 
el agua y los nutrientes. Si las condiciones del terreno lo 
permiten se puede realizar actividades de subsoleo, nivela-
ción del terreno, construcción de zanjas y drenajes.
Ahoyado: Se debe realizar con suficiente anticipación, una 
práctica recomendada es realizar el ahoyado y abonado 
(incorporación de la materia orgánica y cal dolomita).
Las dimensiones del hoyo de siembra pueden variar de 
50x50x50 centímetros hasta 1x1x1 metros, dependiendo de 
las características físicas y químicas del suelo donde se plan-
tará el cultivo, principalmente la profundidad efectiva, textu-
ra y contenido de materia orgánica.
Siembra y trasplante: Las semillas se colocan en un recipien-
te para su germinación en contenedores con sustrato, la cual 
germina pasados los 28 días después de la siembra. Las plán-
tulas se desarrollan con lentitud. El trasplante se realiza 
cuando la planta alcanza una altura aproximada de 30 cm, 
se aconseja que el terreno este húmedo.
También se puede realizar la siembra de las semillas de 
manera directa una vez que se haya seleccionado la ubica-
ción y preparado el suelo, las semillas se entierra a unos 2-3 
centímetros de profundidad y se deja espacio suficiente entre 
ellas para que puedan crecer sin competencia.
VI. LABORES CULTURALES 
Control de maleza: Es importante mantener libre de malezas 
el área del cultivo, preferiblemente durante la etapa de creci-
miento, ya que estas compiten por el agua y los nutrientes.
Es recomendable realizar esta labor de manera mecánica, 
mediante la utilización de herramientas manuales como 
machete y motoguadaña para evitar el uso de herbicidas.
Fertilización: Se debe realizar tomando en cuenta el análisis 
de suelo del terreno donde se establece la plantación, tam-
bién se debe conocer la demanda nutricional del frutal para 
que desarrolle con mayor potencial genético.
 
Se recomienda utilizar abono orgánico a base de estiércol 
de ganado, caballo, composta o gallinaza para nutrir el 
suelo donde se realizará el trasplante; se puede usar, de igual 
manera, una fórmula fosforada para ayudar durante el desa-
rrollo de la planta.
Poda: A pesar de que el árbol de mamón crece lentamente, 
la poda se debe realizar en la parte superior, con el objetivo 
de forzar el desarrollo de una copa baja, con lo que se facilitará 
la cosecha.
Riego: Es fundamental para el desarrollo de las plantas, se 
debe de mantener el suelo húmedo, pero no encharcado, 
evitando tanto la sequedad extrema como el exceso de agua.
 
VII. PRINCIPALES PLAGAS Y
ENFERMEDADES
Plagas: Uno de los principales problemas del mamón son 
los ácaros.
Ácaros: Se encuentran en la parte del envés de las hojas, 
provocan el achicharramiento del área foliar, disminuyendo 
el potencial fotosintético de las plantas, al disminuir las 
hojas los frutos quedan expuestos al sol y la planta pierde 
su capacidad de producir. Los entrenudos se acortan, hay 
una superbrotación y el fruto no tiene valor comercial.
Para el manejo: Se puede Utilizar productos de baja toxicidad 
como los piretroides: Abamectina 1.8 EC en dosis de 15 
ml/bomba de 20 L. Uso de aceite vegetal en dosis de 200 ml 
más detergente líquido a base de limón en dosis de 25 ml 
por bomba de 20 L, dirigiendo la aplicación al envés de la 
hoja.
Enfermedades: La enfermedad más importante del cultivo 
es la antracnosis.
Antracnosis: Es causada por un hongo y es la causante de 
la sintomatología en las hojas y en las frutas. En las hojas 
se manifiesta como puntos negros en el envés y en el haz apa-
recen unas manchas de color marrón. La afección puede 
llegar inclusive a marchitar totalmente las hojas y a causa 
de ese problema disminuye el área fotosintética, causando 
problemas al desarrollo de las frutas y de las plantas. Esta 
enfermedad también ataca a las frutas y aunque solo afecta 
la parte superficial deteriora el aspecto de la misma depre-
ciando posteriormente su valor comercial.
Para el control se recomienda:
No dejar residuos de cosecha dentro de la plantación.
No colocar frutas cosechadas directamente en el suelo.
Realizar podas de limpieza.
No dejar frutos dañados adheridos a árboles, recolectarlos 
del suelo.
Aplicar productos fungicidas de manera preventiva de 
forma periódica tales como mancozeb, benomyl y clorota-
lonil alternándolos.
VIII. COSECHA
Los arboles empiezan a producir frutas entre los 7 y 10 años 
a partir de la siembra por semillas y entre los 4 y 5 años en 
las existencias propagadas de manera vegetativa. La produc-
ción se da en los meses de junio a agosto.
La recolección o cosecha se da cuando el fruto está completa-
mente maduro, en esta etapa la corteza se vuele quebradiza, 
pero no cambia de color, si se recogen prematuramente, la 
corteza se vuelve negruzca.
La recolección se debe realizar usando tijeras de podar o con 
la ayuda de varas recolectoras o cosechadoras, que presen-
tan en una de las puntas, una muesca o cisura afilada para 
cortar los racimos de frutos y además en ese mismo extremo 
lleva una bolsa donde caerá el racimo cortado.
IX. MANEJO DE POSCOSECHA 
Para garantizar productos con calidad se debe realizar 
buenas prácticas de manejo a lo largo de todas las etapas 
de acondicionamiento, a continuación, se comparten reco-
mendaciones desde el transporte del fruto hasta su almace-
namiento:
Transporte: Una vez cosechados los frutos son colocados en 
cajillas plásticas protegidas con hojas del mismo árbol o con 
papel de envolver para evitar que la fruta se golpee con las 
paredes de la cajilla. Es importante evitar que se expongan 
por largo tiempo al sol ya que puede deshidratarse.
Recepción: En acopio se reciben las cajillas con la fruta, 
estas se colocan sobre polines mientras pasan por un proceso 
de limpieza y selección.
Limpieza y preselección: El propósito es eliminar las impure-
zas que puedan contener en su cáscara desde campo y duran-
te el transporte, tales como ramas de planta, piedras, entre 
otros materiales extraños. Se eliminan productos que presen-
tan daños por plagas o enfermedades, productos en mal 
estado o descascarillados que pudieran haber ocurrido por 
presión o fricción entre los frutos.
Lavado y desinfección: Se realiza en tinas plásticas o de 
acero con agua limpia para retirar toda la suciedad. Ideal-
mente se deben utilizar aspersores de agua para ayudar a 
lavar entre los gajos de mamón. Posteriormente se vuelven 
a introducir en una tina con agua clorada para desinfectar 
los frutos, se prepara una solución de 50 a 100 ppm (por 
cada litro de agua colocar 2 gotas de cloro) y se sumergen 
los frutos de 3 - 5 minutos.
Secado: Se retiran del agua los gajos de mamón y se colocan 
en tarimas o cajillas para el secado de forma natural o con 
el uso de un ventilador. También se pueden secar con un 
paño limpio o papel toalla.
Clasificación: La clasificación del fruto como frutas varias 
de piel no comestibles (pequeñas) se realiza de forma 
manual, separando los frutos por tamaño y color.
Los requisitos mínimos de calidad son:
Frutos enteros, sanos y exentos de podredumbre o deterioro 
que hagan que no sean aptos para el consumo.
Limpios y prácticamente exentos de cualquier materia 
extraña visible.
Exentos de plagas y daños causados por ellas que afecten 
el aspecto general del producto.
Exentos de humedad externa anormal, salvo la condensa-
ción consiguiente a su remoción de una cámara frigorífica.
Exentos de cualquier olor y/o sabor extraño; con aspecto 
fresco; exentos de daños causados por bajas y/o altas tem-
peraturas.
Estar lavados con agua limpia, sin aditivos químicos, con 
el único propósito de eliminar lo sucio o residuos de insec-
tos.
Los mamones deben ser de color verde uniforme, de un 
tamaño mayor a una pulgada, deben pesar un mínimo de 
10 gramos, el color de la piel debe de estar libre de manchas 
o daños mecánicos.
Clasificación por calidad:
Categoría Extra: De calidad superior y característico de la 
variedad. No deberán tener defectos, salvo defectos superfi-
ciales muy leves siempre y cuando no afecten el aspecto 
general del producto, su calidad, estado de conservación y 
presentación.
Categoría I: De buena calidad y característicos de la varie-
dad. Podrán permitirse, sin embargo, los siguientes defectos 
leves, siempre y cuando no afecten al aspecto general del 
producto, su calidad, estado de conservación y presentación 
en el envase: Un ligero defecto de forma leve en la piel que 
en total no excedan el 5% de la superficie del fruto, excluyen-
do los defectos en los filamentos. En ningún caso los defectos 
deberán afectar a la pulpa del fruto.
Categoría II: Comprende los que no pueden clasificarse en 
las categorías superiores, podrán permitirse, sin embargo, 
los siguientes defectos, siempre y cuando conserven sus 
características esenciales en lo que respecta a su calidad, 
estado de conservación y presentación defectos de forma; 
defectos en la piel que en total no excedan el 10% de la super-
ficie del fruto. En ningún caso los defectos deberán afectar 
a la pulpa del fruto.
Embalaje: Las frutas deben empacarse, enfriarse y enviarse 
al mercado de destino inmediatamente después de la cosecha 
para que lleguen en buen estado. Tiempos largos entre la 
cosecha y el empaque causan pérdidas de agua y disminuyen 
drásticamente la calidad. El empaque depende del mercado 
destino, pudiendo ser cajillas, cajas de cartón con una resis-
tencia mínima de 175 libras por pulgada cuadrada (PSI), para 
este caso es requerida en las cuatro paredes de la caja. Sí la 
caja es de una pieza, debe dejarse por lo menos 2 cm libres 
entre el nivel de las frutas y las tapaderas. Las cajas comunes 
para el empaque son de 2.0 y 2.5 kg con dimensiones externas 
compatibles con las paletas estándares: aquellas de 2.5 kg 
tienen dimensiones de 40 cm de largo x 20 cm de ancho x 9 
cm de alto y las de 2.0 kg tienen dimensiones de 30 x 20 x 9 
cm.
Almacenado (control de calidad): El rápido enfriado de la 
fruta ayuda a prolongar la calidad, las condiciones óptimas 
de almacenamiento son de 10°C a 12°C, con 85% a 95% de 
humedad relativa. El uso de aire forzado por 2 a 3 horas 
remueve el calor de campo si las cajas son paletizadas verti-
calmente, con orificios de ventilación compatibles. Después 
del enfriamiento, las cajas deben colocarse en cuartos fríos 
de almacenamiento. Si se utilizan cuartos fríos para el enfria-
miento, las cajas deben colocarse de manera que el aire frío 
circule por cada caja.
Mamón (Melicoccus bijugatus)
I. GENERALIDADES
El mamón conocido también como mamoncillo, quenepa, 
quenette y por otros muchos nombres comunes, es nativo 
al norte de América del Sur y se ha cultivado y naturalizado 
extensamente a través de los trópicos. 
Es un árbol bastante imponente que puede alcanzar fácil-
mente los 15 y hasta los 30 metros de altura, produce flores 
masculinas y femeninas, por ser una planta hermafrodita, 
tiene raíces profundas que le ayudan a tener una vida muy 
larga, suele dar frutos dulces y ácidos, además producen 
unos grandes y unos pequeños. El fruto crece en unos raci-
mos grandes, su fruto es redondo con una cáscara verde y 
delgada, que tiene una pulpa como gelatinosa y además 
es jugosa, con un color a salmón como amarillento, toda 
su pulpa mantiene encerrada a una semilla que es blanca 
y grande, que se chupa para que la pulpa pueda desprender-
se.
En Nicaragua se suele cultivar por sus ricos frutos que son 
muy jugosos, también se suele usar como árbol decorativo 
y de mucha sombra, ya que es muy frondoso y tiene una 
belleza, es por eso que se les suele encontrar en los patios 
de los hogares. Además, la madera es útil en la manufactura 
de muebles y molduras.
II. BONDADES Y USOS
Alimenticio: El uso principal son sus frutos, que se consumen 
frescos o se hacen conservas y frutas enlatadas, principal-
mente en América Central y del Sur.
Se consume fresco e incluso se utiliza para preparar bebidas 
refrescantes. A veces se vende enlatado. Como flora apícola, 
sus flores son ricas en néctar y apreciadas por colibríes y 
abejas. La miel producida es algo oscura, pero de agradable 
sabor.
Con la pulpa se puede preparar cerveza, aguardiente o 
dulces.
Medicinal: Posee efectos astringentes, antidiarreicos y anti-
microbianos; se utiliza para afecciones gastrointestinales, 
respiratorias y asma. La semillas tostadas y molidas y la 
decocción de hojas y corteza se usan contra la disentería y 
la diarrea.
Otros usos: La madera de este árbol es de buen diámetro y 
apta para obras de construcción y carpintería general, inclu-
so se emplea en obras finas de ebanistería. Sin embargo, se 
debe de usar en interiores pues no es una madera durable.
 
III. PROPAGACIÓN
El árbol se propaga de manera sexual (semillas) y de manera 
asexual (material vegetativo).
Sexual o por semillas: Normalmente es el método con que 
más se propaga, cuyo resultado es muy variable. Para este 
método se recolectan los frutos sanos y de buen tamaño de 
árboles altamente productivos; posteriormente, se ponen 
en algún recipiente para la extracción de semillas.
Asexual o material vegetativo: Existen diferentes formas 
de propagación asexual, entre los que se encuentran: Acodo 
aéreo e injerto.
Para el acodo aéreo se seleccionan ramas relativamente 
grandes, por lo menos 5 cm de diámetro, este proceso tiene 
más éxito en el verano y habrá suficiente desarrollo de la 
raíz de 5 a 6 semanas.
Para el método de injertación, la técnica por aproximación 
es viable siempre y cuando el patrón tenga buen desarrollo.
IV. REQUERIMIENTOS
EDAFOCLIMÁTICOS
Clima: El mamón no es terminantemente un cultivo tropical, 
ya que se adapta hasta los 1000 metros sobre el nivel del 
mar. Se adapta bien a las áreas de precipitación baja. El árbol 
puede tolerar períodos largos de sequía.
Temperatura: Las óptimas para su desarrollo oscilan entre 
los 15°C y 30°C.
Suelo: El árbol de mamón puede prosperar en casi todos los 
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tipos de suelos, pero particularmente en los suelos franco 
arenoso, que tengan un pH entre 5.5 a 7, o los suelos ricos de 
origen calcáreo.
V. ESTABLECIMIENTO
DEL CULTIVO
Preparación del suelo: Es la práctica mediante el cual se 
proporcionan las condiciones físicas adecuadas que permitan 
a la planta el desarrollo de las raíces para aprovechar mejor 
el agua y los nutrientes. Si las condiciones del terreno lo 
permiten se puede realizar actividades de subsoleo, nivela-
ción del terreno, construcción de zanjas y drenajes.
Ahoyado: Se debe realizar con suficiente anticipación, una 
práctica recomendada es realizar el ahoyado y abonado 
(incorporación de la materia orgánica y cal dolomita).
Las dimensiones del hoyo de siembra pueden variar de 
50x50x50 centímetros hasta 1x1x1 metros, dependiendo de 
las características físicas y químicas del suelo donde se plan-
tará el cultivo, principalmente la profundidad efectiva, textu-
ra y contenido de materia orgánica.
Siembra y trasplante: Las semillas se colocan en un recipien-
te para su germinación en contenedores con sustrato, la cual 
germina pasados los 28 días después de la siembra. Las plán-
tulas se desarrollan con lentitud. El trasplante se realiza 
cuando la planta alcanza una altura aproximada de 30 cm, 
se
aconseja que el terreno este húmedo.
También se puede realizar la siembra de las semillas de 
manera directa una vez que se haya seleccionado la ubica-
ción y preparado el suelo, las semillas se entierra a unos 2-3 
centímetros de profundidad y se deja espacio suficiente entre 
ellas para que puedan crecer sin competencia.
VI. LABORES CULTURALES 
Control de maleza: Es importante mantener libre de malezas 
el área del cultivo, preferiblemente durante la etapa de creci-
miento, ya que estas compiten por el agua y los nutrientes.
Es recomendable realizar esta labor de manera mecánica, 
mediante la utilización de herramientas manuales como 
machete y motoguadaña para evitar el uso de herbicidas.
Fertilización: Se debe realizar tomando en cuenta el análisis 
de suelo del terreno donde se establece la plantación, tam-
bién se debe conocer la demanda nutricional del frutal para 
que desarrolle con mayor potencial genético.
 
Se recomienda utilizar abono orgánico a base de estiércol 
de ganado, caballo, composta o gallinaza para nutrir el 
suelo donde se realizará el trasplante; se puede usar, de igual 
manera, una fórmula fosforada para ayudar durante el desa-
rrollo de la planta.
Poda: A pesar de que el árbol de mamón crece lentamente, 
la poda se debe realizar en la parte superior, con el objetivo 
de forzar el desarrollo de una copa baja, con lo que se facilitará 
la cosecha.
Riego: Es fundamental para el desarrollo de las plantas, se 
debe de mantener el suelo húmedo, pero no encharcado, 
evitando tanto la sequedad extrema como el exceso de agua.
 
VII. PRINCIPALES PLAGAS Y
ENFERMEDADES
Plagas: Uno de los principales problemas del mamón son 
los ácaros.
Ácaros: Se encuentran en la parte del envés de las hojas, 
provocan el achicharramiento del área foliar, disminuyendo 
el potencial fotosintético de las plantas, al disminuir las 
hojas los frutos quedan expuestos al sol y la planta pierde 
su capacidad de producir. Los entrenudos se acortan, hay 
una superbrotación y el fruto no tiene valor comercial.
Para el manejo: Se puede Utilizar productos de baja toxicidad 
como los piretroides: Abamectina 1.8 EC en dosis de 15 
ml/bomba de 20 L. Uso de aceite vegetal en dosis de 200 ml 
más detergente líquido a base de limón en dosis de 25 ml 
por bomba de 20 L, dirigiendo la aplicación al envés de la 
hoja.
Enfermedades: La enfermedad más importante del cultivo 
es la antracnosis.
Antracnosis: Es causada por un hongo y es la causante de 
la sintomatología en las hojas y en las frutas. En las hojas 
se manifiesta como puntos negros en el envés y en el haz apa-
recen unas manchas de color marrón. La afección puede 
llegar inclusive a marchitar totalmente las hojas y a causa 
de ese problema disminuye el área fotosintética, causando 
problemas al desarrollo de las frutas y de las plantas. Esta 
enfermedad también ataca a las frutas y aunque solo afecta 
la parte superficial deteriora el aspecto de la misma depre-
ciando posteriormente su valor comercial.
Para el control se recomienda:
No dejar residuos de cosecha dentro de la plantación.
No colocar frutas cosechadas directamente en el suelo.
Realizar podas de limpieza.
No dejar frutos dañados adheridos a árboles, recolectarlos 
del suelo.
Aplicar productos fungicidas de manera preventiva de 
forma periódica tales como mancozeb, benomyl y clorota-
lonil alternándolos.
VIII. COSECHA
Los arboles empiezan a producir frutas entre los 7 y 10 años 
a partir de la siembra por semillas y entre los 4 y 5 años en 
las existencias propagadas de manera vegetativa. La produc-
ción se da en los meses de junio a agosto.
La recolección o cosecha se da cuando el fruto está completa-
mente maduro, en esta etapa la corteza se vuele quebradiza, 
pero no cambia de color, si se recogen prematuramente, la 
corteza se vuelve negruzca.
La recolección se debe realizar usando tijeras de podar o con 
la ayuda de varas recolectoras o cosechadoras, que presen-
tan en una de las puntas, una muesca o cisura afilada para 
cortar los racimos de frutos y además en ese mismo extremo 
lleva una bolsa donde caerá el racimo cortado.
IX. MANEJO DE POSCOSECHA 
Para garantizar productos con calidad se debe realizar 
buenas prácticas de manejo a lo largo de todas las etapas 
de acondicionamiento, a continuación, se comparten reco-
mendaciones desde el transporte del fruto hasta su almace-
namiento:
Transporte: Una vez cosechados los frutos son colocados en 
cajillas plásticas protegidas con hojas del mismo árbol o con 
papel de envolver para evitar que la fruta se golpee con las 
paredes de la cajilla. Es importante evitar que se expongan 
por largo tiempo al sol ya que puede deshidratarse.
Recepción: En acopio se reciben las cajillas con la fruta, 
estas se colocan sobre polines mientras pasan por un proceso 
de limpieza y selección.
Limpieza y preselección: El propósito es eliminar las impure-
zas que puedan contener en su cáscara desde campo y duran-
te el transporte, tales como ramas de planta, piedras, entre 
otros materiales extraños. Se eliminan productos que presen-
tan daños por plagas o enfermedades, productos en mal 
estado o descascarillados que pudieran haber ocurrido por 
presión o fricción entre los frutos.
Lavado y desinfección: Se realiza en tinas plásticas o de 
acero con agua limpia para retirar toda la suciedad. Ideal-
mente se deben utilizar aspersores de agua para ayudar a 
lavar entre los gajos de mamón. Posteriormente se vuelven 
a introducir en una tina con agua clorada para desinfectar 
los frutos, se prepara una solución de 50 a 100 ppm (por 
cada litro de agua colocar 2 gotas de cloro) y se sumergen 
los frutos de 3 - 5 minutos.
Secado: Se retiran del agua los gajos de mamón y se colocan 
en tarimas o cajillas para el secado de forma natural o con 
el uso de un ventilador. También se pueden secar con un 
paño limpio o papel toalla.
Clasificación: La clasificación del fruto como frutas varias 
de piel no comestibles (pequeñas) se realiza de forma 
manual, separando los frutos por tamaño y color.
Los requisitos mínimos de calidad son:
Frutos enteros, sanos y exentos de podredumbre o deterioro 
que hagan que no sean aptos para el consumo.
Limpios y prácticamente exentos de cualquier materia 
extraña visible.
Exentos de plagas y daños causados por ellas que afecten 
el aspecto general del producto.
Exentos de humedad externa anormal, salvo la condensa-
ción consiguiente a su remoción de una cámara frigorífica.
Exentos de cualquier olor y/o sabor extraño; con aspecto 
fresco; exentos de daños causados por bajas y/o altas tem-
peraturas.
Estar lavados con agua limpia, sin aditivos químicos, con 
el único propósito de eliminar lo sucio o residuos de insec-
tos.
Los mamones deben ser de color verde uniforme, de un 
tamaño mayor a una pulgada, deben pesar un mínimo de 
10 gramos, el color de la piel debe de estar libre de manchas 
o daños mecánicos.
Clasificación por calidad:
Categoría Extra: De calidad superior y característico de la 
variedad. No deberán tener defectos, salvo defectos superfi-
ciales muy leves siempre y cuando no afecten el aspecto 
general del producto, su calidad, estado de conservación y 
presentación.
Categoría I: De buena calidad y característicos de la varie-
dad. Podrán permitirse, sin embargo, los siguientes defectos 
leves, siempre y cuando no afecten al aspecto general del 
producto, su calidad, estado de conservación y presentación 
en el envase: Un ligero defecto de forma leve en la piel que 
en total no excedan el 5% de la superficie del fruto, excluyen-
do los defectos en los filamentos. En ningún caso los defectos 
deberán afectar a la pulpa del fruto.
Categoría II: Comprende los que no pueden clasificarse en 
las categorías superiores, podrán permitirse, sin embargo, 
los siguientes defectos, siempre y cuando conserven sus 
características esenciales en lo que respecta a su calidad, 
estado de conservación y presentación defectos de forma; 
defectos en la piel que en total no excedan el 10% de la super-
ficie del fruto.
En ningún caso los defectos deberán afectar 
a la pulpa del fruto.
Embalaje: Las frutas deben empacarse, enfriarse y enviarse 
al mercado de destino inmediatamente después de la cosecha 
para que lleguen en buen estado. Tiempos largos entre la 
cosecha y el empaque causan pérdidas de agua y disminuyen 
drásticamente la calidad. El empaque depende del mercado 
destino, pudiendo ser cajillas, cajas de cartón con una resis-
tencia mínima de 175 libras por pulgada cuadrada (PSI), para 
este caso es requerida en las cuatro paredes de la caja. Sí la 
caja es de una pieza, debe dejarse por lo menos 2 cm libres 
entre el nivel de las frutas y las tapaderas. Las cajas comunes 
para el empaque son de 2.0 y 2.5 kg con dimensiones externas 
compatibles con las paletas estándares: aquellas de 2.5 kg 
tienen dimensiones de 40 cm de largo x 20 cm de ancho x 9 
cm de alto y las de 2.0 kg tienen dimensiones de 30 x 20 x 9 
cm.
Almacenado (control de calidad): El rápido enfriado de la 
fruta ayuda a prolongar la calidad, las condiciones óptimas 
de almacenamiento son de 10°C a 12°C, con 85% a 95% de 
humedad relativa. El uso de aire forzado por 2 a 3 horas 
remueve el calor de campo si las cajas son paletizadas verti-
calmente, con orificios de ventilación compatibles. Después 
del enfriamiento, las cajas deben colocarse en cuartos fríos 
de almacenamiento. Si se utilizan cuartos fríos para el enfria-
miento, las cajas deben colocarse de manera que el aire frío 
circule por cada caja.
Mamón (Melicoccus bijugatus)
I. GENERALIDADES
El mamón conocido también como mamoncillo, quenepa, 
quenette y por otros muchos nombres comunes, es nativo 
al norte de América del Sur y se ha cultivado y naturalizado 
extensamente a través de los trópicos. 
Es un árbol bastante imponente que puede alcanzar fácil-
mente los 15 y hasta los 30 metros de altura, produce flores 
masculinas y femeninas, por ser una planta hermafrodita, 
tiene raíces profundas que le ayudan a tener una vida muy 
larga, suele dar frutos dulces y ácidos, además producen 
unos grandes y unos pequeños. El fruto crece en unos raci-
mos grandes, su fruto es redondo con una cáscara verde y 
delgada, que tiene una pulpa como gelatinosa y además 
es jugosa, con un color a salmón como amarillento, toda 
su pulpa mantiene encerrada a una semilla que es blanca 
y grande, que se chupa para que la pulpa pueda desprender-
se.
En Nicaragua se suele cultivar por sus ricos frutos que son 
muy jugosos, también se suele usar como árbol decorativo 
y de mucha sombra, ya que es muy frondoso y tiene una 
belleza, es por eso que se les suele encontrar en los patios 
de los hogares. Además, la madera es útil en la manufactura 
de muebles y molduras.
II. BONDADES Y USOS
Alimenticio: El uso principal son sus frutos, que se consumen 
frescos o se hacen conservas y frutas enlatadas, principal-
mente en América Central y del Sur.
Se consume fresco e incluso se utiliza para preparar bebidas 
refrescantes. A veces se vende enlatado. Como flora apícola, 
sus flores son ricas en néctar y apreciadas por colibríes y 
abejas. La miel producida es algo oscura, pero de agradable 
sabor.
Con la pulpa se puede preparar cerveza, aguardiente o 
dulces.
Medicinal: Posee efectos astringentes, antidiarreicos y anti-
microbianos; se utiliza para afecciones gastrointestinales, 
respiratorias y asma. La semillas tostadas y molidas y la 
decocción de hojas y corteza se usan contra la disentería y 
la diarrea.
Otros usos: La madera de este árbol es de buen diámetro y 
apta para obras de construcción y carpintería general, inclu-
so se emplea en obras finas de ebanistería. Sin embargo, se 
debe de usar en interiores pues no es una madera durable.
 
III. PROPAGACIÓN
El árbol se propaga de manera sexual (semillas) y de manera 
asexual (material vegetativo).
Sexual o por semillas: Normalmente es el método con que 
más se propaga, cuyo resultado es muy variable. Para este 
método se recolectan los frutos sanos y de buen tamaño de 
árboles altamente productivos; posteriormente, se ponen 
en algún recipiente para la extracción de semillas.
Asexual o material vegetativo: Existen diferentes formas 
de propagación asexual, entre los que se encuentran: Acodo 
aéreo e injerto.
Para el acodo aéreo se seleccionan ramas relativamente 
grandes, por lo menos 5 cm de diámetro, este proceso tiene 
más éxito en el verano y habrá suficiente desarrollo de la 
raíz de 5 a 6 semanas.
Para el método de injertación, la técnica por aproximación 
es viable siempre y cuando el patrón tenga buen desarrollo.
IV. REQUERIMIENTOS
EDAFOCLIMÁTICOS
Clima: El mamón no es terminantemente un cultivo tropical, 
ya que se adapta hasta los 1000 metros sobre el nivel del 
mar. Se adapta bien a las áreas de precipitación baja. El árbol 
puede tolerar períodos largos de sequía.
Temperatura: Las óptimas para su desarrollo oscilan entre 
los 15°C y 30°C.
Suelo: El árbol de mamón puede prosperar en casi todos los 
tipos de suelos, pero particularmente en los suelos franco 
arenoso, que tengan un pH entre 5.5 a 7, o los suelos ricos de 
origen calcáreo.
V. ESTABLECIMIENTO
DEL CULTIVO
Preparación del suelo: Es la práctica mediante el cual se 
proporcionan las condiciones físicas adecuadas que permitan 
a la planta el desarrollo de las raíces para aprovechar mejor 
el agua y los nutrientes. Si las condiciones del terreno lo 
permiten se puede realizar actividades de subsoleo, nivela-
ción del terreno, construcción de zanjas y drenajes.
Ahoyado: Se debe realizar con suficiente anticipación, una 
práctica recomendada es realizar el ahoyado y abonado 
(incorporación de la materia orgánica y cal dolomita).
Las dimensiones del hoyo de siembra pueden variar de 
50x50x50 centímetros hasta 1x1x1 metros, dependiendo de 
las características físicas y químicas del suelo donde se plan-
tará el cultivo, principalmente la profundidad efectiva, textu-
ra y contenido de materia orgánica.
Siembra y trasplante: Las semillas se colocan en un recipien-
te para su germinación en contenedores con sustrato, la cual 
germina pasados los 28 días después de la siembra. Las plán-
tulas se desarrollan con lentitud. El trasplante se realiza 
cuando la planta alcanza una altura aproximada de 30 cm, 
se aconseja que el terreno este húmedo.
También se puede realizar la siembra de las semillas de 
manera directa una vez que se haya seleccionado la ubica-
ción y preparado el suelo, las semillas se entierra a unos 2-3 
centímetros de profundidad y se deja espacio suficiente entre 
ellas para que puedan crecer sin competencia.
VI. LABORES CULTURALES 
Control de maleza: Es importante mantener libre de malezas 
el área del cultivo, preferiblemente durante la etapa de creci-
miento, ya que estas compiten por el agua y los nutrientes.
Es recomendable realizar esta labor de manera mecánica, 
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mediante la utilización de herramientas manuales como 
machete y motoguadaña para evitar el uso de herbicidas.
Fertilización: Se debe realizar tomando en cuenta el análisis 
de suelo del terreno donde se establece la plantación, tam-
bién se debe conocer la demanda nutricional del frutal para 
que desarrolle con mayor potencial genético.
 
Se recomienda utilizar abono orgánico a base de estiércol 
de ganado, caballo, composta o gallinaza para nutrir el 
suelo donde se realizará el trasplante; se puede usar, de igual 
manera, una fórmula fosforada para ayudar durante el desa-
rrollo de la planta.
Poda: A pesar de que el árbol de mamón crece lentamente, 
la poda se debe realizar en la parte superior, con el objetivo 
de forzar el desarrollo de una copa baja, con lo que se facilitará 
la cosecha.
Riego: Es fundamental para el desarrollo de las plantas, se 
debe de mantener el suelo húmedo, pero no encharcado, 
evitando tanto la sequedad extrema como el exceso de agua.
 
VII. PRINCIPALES PLAGAS Y
ENFERMEDADES
Plagas: Uno de los principales problemas del mamón son 
los ácaros.
Ácaros: Se encuentran en la parte del envés de las hojas, 
provocan el achicharramiento del
área foliar, disminuyendo 
el potencial fotosintético de las plantas, al disminuir las 
hojas los frutos quedan expuestos al sol y la planta pierde 
su capacidad de producir. Los entrenudos se acortan, hay 
una superbrotación y el fruto no tiene valor comercial.
Para el manejo: Se puede Utilizar productos de baja toxicidad 
como los piretroides: Abamectina 1.8 EC en dosis de 15 
ml/bomba de 20 L. Uso de aceite vegetal en dosis de 200 ml 
más detergente líquido a base de limón en dosis de 25 ml 
por bomba de 20 L, dirigiendo la aplicación al envés de la 
hoja.
Enfermedades: La enfermedad más importante del cultivo 
es la antracnosis.
Antracnosis: Es causada por un hongo y es la causante de 
la sintomatología en las hojas y en las frutas. En las hojas 
se manifiesta como puntos negros en el envés y en el haz apa-
recen unas manchas de color marrón. La afección puede 
llegar inclusive a marchitar totalmente las hojas y a causa 
de ese problema disminuye el área fotosintética, causando 
problemas al desarrollo de las frutas y de las plantas. Esta 
enfermedad también ataca a las frutas y aunque solo afecta 
la parte superficial deteriora el aspecto de la misma depre-
ciando posteriormente su valor comercial.
Para el control se recomienda:
No dejar residuos de cosecha dentro de la plantación.
No colocar frutas cosechadas directamente en el suelo.
Realizar podas de limpieza.
No dejar frutos dañados adheridos a árboles, recolectarlos 
del suelo.
Aplicar productos fungicidas de manera preventiva de 
forma periódica tales como mancozeb, benomyl y clorota-
lonil alternándolos.
VIII. COSECHA
Los arboles empiezan a producir frutas entre los 7 y 10 años 
a partir de la siembra por semillas y entre los 4 y 5 años en 
las existencias propagadas de manera vegetativa. La produc-
ción se da en los meses de junio a agosto.
La recolección o cosecha se da cuando el fruto está completa-
mente maduro, en esta etapa la corteza se vuele quebradiza, 
pero no cambia de color, si se recogen prematuramente, la 
corteza se vuelve negruzca.
La recolección se debe realizar usando tijeras de podar o con 
la ayuda de varas recolectoras o cosechadoras, que presen-
tan en una de las puntas, una muesca o cisura afilada para 
cortar los racimos de frutos y además en ese mismo extremo 
lleva una bolsa donde caerá el racimo cortado.
IX. MANEJO DE POSCOSECHA 
Para garantizar productos con calidad se debe realizar 
buenas prácticas de manejo a lo largo de todas las etapas 
de acondicionamiento, a continuación, se comparten reco-
mendaciones desde el transporte del fruto hasta su almace-
namiento:
Transporte: Una vez cosechados los frutos son colocados en 
cajillas plásticas protegidas con hojas del mismo árbol o con 
papel de envolver para evitar que la fruta se golpee con las 
paredes de la cajilla. Es importante evitar que se expongan 
por largo tiempo al sol ya que puede deshidratarse.
Recepción: En acopio se reciben las cajillas con la fruta, 
estas se colocan sobre polines mientras pasan por un proceso 
de limpieza y selección.
Limpieza y preselección: El propósito es eliminar las impure-
zas que puedan contener en su cáscara desde campo y duran-
te el transporte, tales como ramas de planta, piedras, entre 
otros materiales extraños. Se eliminan productos que presen-
tan daños por plagas o enfermedades, productos en mal 
estado o descascarillados que pudieran haber ocurrido por 
presión o fricción entre los frutos.
Lavado y desinfección: Se realiza en tinas plásticas o de 
acero con agua limpia para retirar toda la suciedad. Ideal-
mente se deben utilizar aspersores de agua para ayudar a 
lavar entre los gajos de mamón. Posteriormente se vuelven 
a introducir en una tina con agua clorada para desinfectar 
los frutos, se prepara una solución de 50 a 100 ppm (por 
cada litro de agua colocar 2 gotas de cloro) y se sumergen 
los frutos de 3 - 5 minutos.
Secado: Se retiran del agua los gajos de mamón y se colocan 
en tarimas o cajillas para el secado de forma natural o con 
el uso de un ventilador. También se pueden secar con un 
paño limpio o papel toalla.
Clasificación: La clasificación del fruto como frutas varias 
de piel no comestibles (pequeñas) se realiza de forma 
manual, separando los frutos por tamaño y color.
Los requisitos mínimos de calidad son:
Frutos enteros, sanos y exentos de podredumbre o deterioro 
que hagan que no sean aptos para el consumo.
Limpios y prácticamente exentos de cualquier materia 
extraña visible.
Exentos de plagas y daños causados por ellas que afecten 
el aspecto general del producto.
Exentos de humedad externa anormal, salvo la condensa-
ción consiguiente a su remoción de una cámara frigorífica.
Exentos de cualquier olor y/o sabor extraño; con aspecto 
fresco; exentos de daños causados por bajas y/o altas tem-
peraturas.
Estar lavados con agua limpia, sin aditivos químicos, con 
el único propósito de eliminar lo sucio o residuos de insec-
tos.
Los mamones deben ser de color verde uniforme, de un 
tamaño mayor a una pulgada, deben pesar un mínimo de 
10 gramos, el color de la piel debe de estar libre de manchas 
o daños mecánicos.
Clasificación por calidad:
Categoría Extra: De calidad superior y característico de la 
variedad. No deberán tener defectos, salvo defectos superfi-
ciales muy leves siempre y cuando no afecten el aspecto 
general del producto, su calidad, estado de conservación y 
presentación.
Categoría I: De buena calidad y característicos de la varie-
dad. Podrán permitirse, sin embargo, los siguientes defectos 
leves, siempre y cuando no afecten al aspecto general del 
producto, su calidad, estado de conservación y presentación 
en el envase: Un ligero defecto de forma leve en la piel que 
en total no excedan el 5% de la superficie del fruto, excluyen-
do los defectos en los filamentos. En ningún caso los defectos 
deberán afectar a la pulpa del fruto.
Categoría II: Comprende los que no pueden clasificarse en 
las categorías superiores, podrán permitirse, sin embargo, 
los siguientes defectos, siempre y cuando conserven sus 
características esenciales en lo que respecta a su calidad, 
estado de conservación y presentación defectos de forma; 
defectos en la piel que en total no excedan el 10% de la super-
ficie del fruto. En ningún caso los defectos deberán afectar 
a la pulpa del fruto.
Embalaje: Las frutas deben empacarse, enfriarse y enviarse 
al mercado de destino inmediatamente después de la cosecha 
para que lleguen en buen estado. Tiempos largos entre la 
cosecha y el empaque causan pérdidas de agua y disminuyen 
drásticamente la calidad. El empaque depende del mercado 
destino, pudiendo ser cajillas, cajas de cartón con una resis-
tencia mínima de 175 libras por pulgada cuadrada (PSI), para 
este caso es requerida en las cuatro paredes de la caja. Sí la 
caja es de una pieza, debe dejarse por lo menos 2 cm libres 
entre el nivel de las frutas y las tapaderas. Las cajas comunes 
para el empaque son de 2.0 y 2.5 kg con dimensiones externas 
compatibles con las paletas estándares: aquellas de 2.5 kg 
tienen dimensiones de 40 cm de largo x 20 cm de ancho x 9 
cm de alto y las de 2.0 kg tienen dimensiones de 30 x 20 x 9 
cm.
Almacenado (control de calidad): El rápido enfriado de la 
fruta ayuda a prolongar la calidad, las condiciones óptimas 
de almacenamiento son de 10°C a 12°C, con 85% a 95% de 
humedad relativa. El uso de aire forzado por 2 a 3 horas 
remueve el calor de campo si las cajas son paletizadas verti-
calmente, con orificios de ventilación compatibles. Después 
del enfriamiento, las cajas deben colocarse en cuartos fríos 
de almacenamiento. Si se utilizan cuartos fríos para el enfria-
miento, las cajas deben colocarse de manera que el aire frío 
circule por cada caja.
Mamón (Melicoccus bijugatus)
I. GENERALIDADES
El mamón conocido también como mamoncillo, quenepa, 
quenette y por otros muchos nombres comunes, es nativo 
al norte de América del Sur y se ha cultivado y naturalizado 
extensamente a través de los trópicos. 
Es un árbol bastante
imponente que puede alcanzar fácil-
mente los 15 y hasta los 30 metros de altura, produce flores 
masculinas y femeninas, por ser una planta hermafrodita, 
tiene raíces profundas que le ayudan a tener una vida muy 
larga, suele dar frutos dulces y ácidos, además producen 
unos grandes y unos pequeños. El fruto crece en unos raci-
mos grandes, su fruto es redondo con una cáscara verde y 
delgada, que tiene una pulpa como gelatinosa y además 
es jugosa, con un color a salmón como amarillento, toda 
su pulpa mantiene encerrada a una semilla que es blanca 
y grande, que se chupa para que la pulpa pueda desprender-
se.
En Nicaragua se suele cultivar por sus ricos frutos que son 
muy jugosos, también se suele usar como árbol decorativo 
y de mucha sombra, ya que es muy frondoso y tiene una 
belleza, es por eso que se les suele encontrar en los patios 
de los hogares. Además, la madera es útil en la manufactura 
de muebles y molduras.
II. BONDADES Y USOS
Alimenticio: El uso principal son sus frutos, que se consumen 
frescos o se hacen conservas y frutas enlatadas, principal-
mente en América Central y del Sur.
Se consume fresco e incluso se utiliza para preparar bebidas 
refrescantes. A veces se vende enlatado. Como flora apícola, 
sus flores son ricas en néctar y apreciadas por colibríes y 
abejas. La miel producida es algo oscura, pero de agradable 
sabor.
Con la pulpa se puede preparar cerveza, aguardiente o 
dulces.
Medicinal: Posee efectos astringentes, antidiarreicos y anti-
microbianos; se utiliza para afecciones gastrointestinales, 
respiratorias y asma. La semillas tostadas y molidas y la 
decocción de hojas y corteza se usan contra la disentería y 
la diarrea.
Otros usos: La madera de este árbol es de buen diámetro y 
apta para obras de construcción y carpintería general, inclu-
so se emplea en obras finas de ebanistería. Sin embargo, se 
debe de usar en interiores pues no es una madera durable.
 
III. PROPAGACIÓN
El árbol se propaga de manera sexual (semillas) y de manera 
asexual (material vegetativo).
Sexual o por semillas: Normalmente es el método con que 
más se propaga, cuyo resultado es muy variable. Para este 
método se recolectan los frutos sanos y de buen tamaño de 
árboles altamente productivos; posteriormente, se ponen 
en algún recipiente para la extracción de semillas.
Asexual o material vegetativo: Existen diferentes formas 
de propagación asexual, entre los que se encuentran: Acodo 
aéreo e injerto.
Para el acodo aéreo se seleccionan ramas relativamente 
grandes, por lo menos 5 cm de diámetro, este proceso tiene 
más éxito en el verano y habrá suficiente desarrollo de la 
raíz de 5 a 6 semanas.
Para el método de injertación, la técnica por aproximación 
es viable siempre y cuando el patrón tenga buen desarrollo.
IV. REQUERIMIENTOS
EDAFOCLIMÁTICOS
Clima: El mamón no es terminantemente un cultivo tropical, 
ya que se adapta hasta los 1000 metros sobre el nivel del 
mar. Se adapta bien a las áreas de precipitación baja. El árbol 
puede tolerar períodos largos de sequía.
Temperatura: Las óptimas para su desarrollo oscilan entre 
los 15°C y 30°C.
Suelo: El árbol de mamón puede prosperar en casi todos los 
tipos de suelos, pero particularmente en los suelos franco 
arenoso, que tengan un pH entre 5.5 a 7, o los suelos ricos de 
origen calcáreo.
V. ESTABLECIMIENTO
DEL CULTIVO
Preparación del suelo: Es la práctica mediante el cual se 
proporcionan las condiciones físicas adecuadas que permitan 
a la planta el desarrollo de las raíces para aprovechar mejor 
el agua y los nutrientes. Si las condiciones del terreno lo 
permiten se puede realizar actividades de subsoleo, nivela-
ción del terreno, construcción de zanjas y drenajes.
Ahoyado: Se debe realizar con suficiente anticipación, una 
práctica recomendada es realizar el ahoyado y abonado 
(incorporación de la materia orgánica y cal dolomita).
Las dimensiones del hoyo de siembra pueden variar de 
50x50x50 centímetros hasta 1x1x1 metros, dependiendo de 
las características físicas y químicas del suelo donde se plan-
tará el cultivo, principalmente la profundidad efectiva, textu-
ra y contenido de materia orgánica.
Siembra y trasplante: Las semillas se colocan en un recipien-
te para su germinación en contenedores con sustrato, la cual 
germina pasados los 28 días después de la siembra. Las plán-
tulas se desarrollan con lentitud. El trasplante se realiza 
cuando la planta alcanza una altura aproximada de 30 cm, 
se aconseja que el terreno este húmedo.
También se puede realizar la siembra de las semillas de 
manera directa una vez que se haya seleccionado la ubica-
ción y preparado el suelo, las semillas se entierra a unos 2-3 
centímetros de profundidad y se deja espacio suficiente entre 
ellas para que puedan crecer sin competencia.
VI. LABORES CULTURALES 
Control de maleza: Es importante mantener libre de malezas 
el área del cultivo, preferiblemente durante la etapa de creci-
miento, ya que estas compiten por el agua y los nutrientes.
Es recomendable realizar esta labor de manera mecánica, 
mediante la utilización de herramientas manuales como 
machete y motoguadaña para evitar el uso de herbicidas.
Fertilización: Se debe realizar tomando en cuenta el análisis 
de suelo del terreno donde se establece la plantación, tam-
bién se debe conocer la demanda nutricional del frutal para 
que desarrolle con mayor potencial genético.
 
Se recomienda utilizar abono orgánico a base de estiércol 
de ganado, caballo, composta o gallinaza para nutrir el 
suelo donde se realizará el trasplante; se puede usar, de igual 
manera, una fórmula fosforada para ayudar durante el desa-
rrollo de la planta.
Poda: A pesar de que el árbol de mamón crece lentamente, 
la poda se debe realizar en la parte superior, con el objetivo 
de forzar el desarrollo de una copa baja, con lo que se facilitará 
la cosecha.
Riego: Es fundamental para el desarrollo de las plantas, se 
debe de mantener el suelo húmedo, pero no encharcado, 
evitando tanto la sequedad extrema como el exceso de agua.
 
VII. PRINCIPALES PLAGAS Y
ENFERMEDADES
Plagas: Uno de los principales problemas del mamón son 
los ácaros.
Ácaros: Se encuentran en la parte del envés de las hojas, 
provocan el achicharramiento del área foliar, disminuyendo 
el potencial fotosintético de las plantas, al disminuir las 
hojas los frutos quedan expuestos al sol y la planta pierde 
su capacidad de producir. Los entrenudos se acortan, hay 
una superbrotación y el fruto no tiene valor comercial.
Para el manejo: Se puede Utilizar productos de baja toxicidad 
como los piretroides: Abamectina 1.8 EC en dosis de 15 
ml/bomba de 20 L. Uso de aceite vegetal en dosis de 200 ml 
más detergente líquido a base de limón en dosis de 25 ml 
por bomba de 20 L, dirigiendo la aplicación al envés de la 
hoja.
Enfermedades: La enfermedad más importante del cultivo 
es la antracnosis.
Ácaros
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Antracnosis: Es causada por un hongo y es la causante de 
la sintomatología en las hojas y en las frutas. En las hojas 
se manifiesta como puntos negros en el envés y en el haz apa-
recen unas manchas de color marrón. La afección puede 
llegar inclusive a marchitar totalmente las hojas y a causa 
de ese problema disminuye el área fotosintética, causando 
problemas al desarrollo de las frutas y de las plantas. Esta 
enfermedad también ataca a las frutas y aunque solo afecta 
la parte superficial deteriora el aspecto de la misma depre-
ciando posteriormente su valor comercial.
Para el control se recomienda:
No dejar residuos de cosecha dentro de la plantación.
No colocar frutas cosechadas directamente en el suelo.
Realizar podas de limpieza.
No dejar frutos dañados adheridos a árboles, recolectarlos 
del suelo.
Aplicar productos fungicidas de manera preventiva de 
forma periódica tales como mancozeb, benomyl y clorota-
lonil alternándolos.
VIII. COSECHA
Los arboles empiezan a producir frutas entre los 7 y 10 años 
a partir de la siembra por semillas y entre los 4 y 5 años en 
las existencias propagadas de

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